Francisco clama contra la III Guerra Mundial que se está luchando “por partes”

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El Papa envió un fuerte mensaje por la paz desde un lugar muy simbólico del Noreste de Italia: El cementerio militar italiano conocido como el Sacrario de Redipuglia. En esta montaña reposan los restos de más de 100.000 soldados italianos caídos durante la Primera Guerra Mundial. En aquel conflicto también combatió Giovanni Bergoglio. el abuelo del Papa.

El Papa envió un fuerte mensaje por la paz 

El Papa envió un fuerte mensaje por la paz desde un lugar muy simbólico del Noreste de Italia: El cementerio militar italiano conocido como el Sacrario de Redipuglia. En esta montaña reposan los restos de más de 100.000 soldados italianos caídos durante la Primera Guerra Mundial. En aquel conflicto también combatió Giovanni Bergoglio. el abuelo del Papa.

FRANCISCO

"En este lugar, cerca de este cementerio sólo puedo decir una cosa: la guerra es una locura”.

En una ceremonia sobria durante una mañana lluviosa Francisco denunció conmovido las verdaderas causas que se esconden detrás de un conflicto bélico.

FRANCISCO

"La avaricia, la intolerancia, la ambición de poder que alimentan el espíritu bélico, que a menudo encuentran justificación en una ideología. La ideología es una justificación. Y cuando no hay una ideología lo que hay es la respuesta de Caín: '¿Y a mí qué me importa?' ”.

Francisco recordó que los proyectos y sueños de quienes estaban allí enterrados fueron destruidos por la guerra. Pero a los culpables, dijo, eso no les importa.

Con preocupación, el Papa comentó el panorama del mundo actual. Dijo que hay tantos conflictos y guerras que se puede hablar de una "Tercera Guerra Mundial” dividida en partes.

FRANCISCO

"También hoy, después del intento fallido de otra guerra mundial quizás se puede hablar de una tercera guerra combatida "a partes”, con crímenes, masacres, destrucción... ¿Cómo es posible? Es posible porque también hoy se esconden intereses, planes geopolíticos, la codicia del dinero y el poder, la industria de las armas”.

A la Misa asistieron soldados y autoridades militares. Al terminar se rezó una oración por las víctimas de las guerras.

No hubo cantos ni aplausos, tan sólo el sonido de esta corneta.

Fuente: Rome Reports

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