La muerte del mar Muerto

Mar muerto

El mar Muerto retrocede y se muere

El mar Muerto está retrocediendo 1,2 metros al año por no recibir suficiente agua.

El mar Muerto es el lugar más bajo de la Tierra, situado a 430 metros por debajo del nivel del mar. Con una profundidad de 300 metros y una concentración del 33% de sal, es el lago natural más salado del mundo. Para mantener su tamaño, necesita recibir cada año alrededor de 600 millones de metros cúbicos de agua.

Hasta la década de los cincuenta, el nivel del mar se mantenía constante porque las aportaciones de agua procedentes de los arroyos circundantes y del rio Jordán equilibraban las evaporaciones de agua. Esto cambió en la década siguiente, cuando Israel construyó una estación de bombeo de agua en el lago Kinneret, al norte, y desvió el curso del río Jordán para abastecer el país.

 

 

Actualmente el mar Muerto solo recibe un 10% de sus necesidades. A la explotación de agua ya mencionada se suman las fábricas jordanas e israelíes que extraen potasio y otros fertilizantes del propio mar Muerto mediante la evaporación de su agua, actividad que provoca la eliminación anual de cerca de 300 millones de metros cúbicos de agua.

La situación de agrava con la subida de las temperaturas, que superan de manera constante los 40 grados. En los últimos sesenta años el nivel del mar ha bajado 35 metros, y se prevé que baje otros 25 metros en los próximos quince años. Los expertos predicen que el mar Muerto alcanzará de nuevo el equilibrio hídrico cuando pierda un tercio de su volumen actual.

 

 

Aparte del negativo impacto ecológico en la zona, la desecación del mar Muerto ha traído aparejada una consecuencia inesperada: la aparición de peligrosos sumideros, o agujeros producidos por hundimientos en la tierra. La retirada del mar obliga a los acuíferos de agua dulce de la zona a buscar nuevos caminos para desaguar, con lo que disuelven los depósitos de sal a su paso produciendo cavidades bajo el suelo y provocando su derrumbe.

Desde los años ochenta se han formado más de seis mil sumideros alrededor del mar Muerto; su tamaño varía desde simples agujeros de un metro de diámetro, capaces de tragarse a una persona, hasta otros mucho más grandes que ponen en peligro automóviles y edificios. Varios complejos turísticos han tenido que cerrar por culpa de la aparición de estos sumideros, que se han tragado zonas de aparcamiento y de habitaciones.

De seguir así, los expertos afirman que el mar Muerto dejará de ser una atracción turística en 2040 debido a las medidas de protección que ya están implantándose para impedir el acceso al mar.

 

 

El plan de unir el mar Muerto con el mar Rojo desafortunadamente ha fracasado. Asumido que no hay ningún plan para la salvación del mar Muerto, las actividades del gobierno se centran ahora en la predicción de la aparición de nuevos sumideros para evitar daños mayores, aunque hay quien no descarta aprovechar su existencia y presentarla como una atracción turística.

 

Fuente: www.centrotierrasanta.com

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