“Su Dios es mi Dios” - Uno de los asesinados en Libia no era cristiano

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Con el mismo amor a la fe de los primeros cristianos, fueron recientemente asesinados a manos del Estado Islámico 20 egipcios cristianos coptos en las playas de Libia.

Mártires del siglo XXI

Con el mismo amor a la fe de los primeros cristianos, fueron recientemente asesinados a manos del Estado Islámico 20 egipcios cristianos coptos en las playas de Libia. Junto con ellos murió también un hombre proveniente de Chad. Este último no era cristiano pero quiso dar la vida como sus compañeros al ver su fe tan grande. “Su Dios es mi Dios”, dijo antes de ser ejecutado.

Quienes conocieron a estos 21 nuevos mártires aseguran que eran personas sencillas. No necesitaron de estudios de teología para defender su fe con su propia vida. Para perdonar a sus ejecutores antes de ser asesinados.

El Papa Francisco al enterarse dijo: “Sean católicos, ortodoxos, coptos, luteranos, no interesa: son cristianos. Y la sangre es la misma, la sangre confiesa a Cristo”.

Un dolor como este ha despertado conmovedores sentimientos de solidaridad. El presidente egipcio Abdel Fatah Saeed Al Sisy ha visitado la catedral copta de San Marcos. También ha aprobado la construcción de una iglesia en la ciudad de Minya, región de donde proviene la mayoría de las víctimas, pese a la prohibición que tiene la nación de construir templos cristianos.

También un grupo de jóvenes musulmanes residentes en Estados Unidos han decidido hacer un sacrificio de cuaresma, en solidaridad con estos hombres, en una campaña lanzada por twitter denominada #Muslims4Lent.

Asimismo impresiona el testimonio del obispo de Trípoli (Libia) Giovanni Innocenzo Martinelli, de nacionalidad italiana. Él, a pesar de haber visto literalmente rodar las cabezas de varios de los suyos, ha dicho que no se irá de ahí. “Mi comunidad está aquí. ¿Cómo me doy por vencido? Sería una traición”, dijo en entrevista con el diario Corriere del Veneto. Frutos que nacen de la sangre derramada de hombres valientes.

La vecina nación de Siria también ha sido otro escenario de persecución cristiana. Allí más de 200 personas, están como rehenes desde el 23 de febrero por parte del Estado Islámico. Según narra el periodista Jorge Graña, en las orillas del río Kahbur había más de 30 aldeas en las que habitaban pobladores cristianos que durante las últimas décadas han huido del ejército Iraquí. Graña los calificó como “pueblos prósperos” y “comunidades muy activas” las cuales, a causa de la guerra, se han ido disminuyendo hasta que estos se han convertido en pueblos fantasmas.

Al enterarme de estas noticias que llegan del cercano oriente veo cómo estas personas enseñan que la fe, más que un fenómeno cultural, es una actitud interior. Que el perdón y el amor a los enemigos son la muestra más sublime de caridad cristiana.

Estos egipcios y sirios nos recuerdan que la fe no es algo del pasado, que se puede amar hasta dar la vida y defender el legítimo derecho de la libertad religiosa. Enseñan que hoy continúa siendo vigente la frase que dijo Tertuliano hace 1.900 años: “La sangre de los mártires es semilla de los cristianos”.

Carmen Elena Villa Betancourt
http://www.elcolombiano.com

 

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