Mons. Bashar Warda, arzobispo católico caldeo de Erbil: “Podríamos estar ante el fin del cristianismo”

El 6 de agosto de 2014, las unidades del Daesh (Estado Islámico, por sus siglas en árabe) arrasaron y conquistaron los asentamientos cristianos de la llanura de Nínive, al norte de Mosul. Unos 120.000 cristianos tuvieron que huir con lo puesto. Muchos de ellos encontraron refugio alrededor de la ciudad kurda de Erbil.

Durante los siguientes tres años el arzobispo católico caldeo de Erbil, Mons. Bashar Matti Warda, fue uno de los pilares en su manutención y apoyo de la comunidad hasta que en octubre de 2016, las fuerzas iraquíes y sus aliados pudieron recuperar los territorios, y decenas de miles de cristianos desplazados regresaron a las ruinas que quedaban de sus ciudades natales. Otros decidieron quedarse en Erbil o emigrar del país. La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN)  junto con las iglesias locales apoya enormemente la reconstrucción. Cinco años después de la invasión de Nínive, ACN entrevista a Mons. Bashar Matti Warda, testigo de primera fila de todos estos sucesos históricos, sobre las consecuencias  para los cristianos en Iraq pero también para Oriente Medio y los países de Occidente.

Han sido cinco años de calvario. Mirando hacia atrás, ¿ha sacado alguna lección de todo lo que han sufrido?

Cuando a un pueblo no le queda nada que perder, en cierto sentido es muy liberador, y desde esta posición clara y de valor renovado ahora puedo hablar en nombre de mi pueblo y decir la verdad. Pero me gustaría aclarar que somos un pueblo que ha soportado la persecución con paciencia y fe durante 1.400 años y que ahora afronta una lucha existencial, nuestra batalla definitiva en Irak. La causa más inmediata es el ataque del Estado Islámico (EI), que ocasionó el desplazamiento de más de 125.000 cristianos de tierras históricas y que nos dejó, en una sola noche, sin refugio, sin trabajo ni propiedades, sin iglesias ni conventos, sin la posibilidad de participar en ninguna de las cosas normales de la vida que otorgan dignidad; visitas familiares, celebración de bodas y nacimientos, compartir penas. Nuestros opresores confiscaron nuestro presente mientras intentaban borrar nuestra historia y destruir nuestro futuro. Esta fue una situación excepcional, pero no aislada, que pasa a formar parte del ciclo recurrente de violencia en Oriente Próximo desde hace más de 1.400 años.

Así que, de hecho, ¿la invasión del EI solo fue la punta del iceberg?

Con cada ciclo sucesivo, el número de cristianos ha ido disminuyendo hasta el día de hoy, en el que corremos peligro de extinción. Se mire como se mire, la extinción se acerca, ¿y qué dirán cuando ocurra? ¿Que nos extinguimos por un desastre natural o por una lenta emigración? ¿Que los ataques del EI fueron inesperados y nos cogieron por sorpresa? Eso es lo que dirán los medios de comunicación. O acaso brotará la verdad después de nuestra desaparición: que fuimos eliminados de forma persistente y constante en el transcurso de 1.400 años por un sistema de creencias que permite ciclos regulares y recurrentes de violencia contra nosotros, como el genocidio otomano de 1916-1922.

Pero durante esos 1.400 años de opresión de los cristianos, ¿hubo períodos de tolerancia musulmana como alternativa a la violencia y la persecución?

No se puede negar la existencia de tiempos de relativa tolerancia. Bajo Al Rashid se fundó en Bagdad la Casa de la Sabiduría, la gran biblioteca. Hubo un tiempo de relativa prosperidad cuando se valoraba la erudición cristiana y judía, y el florecimiento de la ciencia, las matemáticas y la medicina fue posible gracias a los eruditos cristianos nestorianos que tradujeron textos griegos, ya antiguos en el siglo IX. Nuestros antepasados cristianos compartieron con los árabes musulmanes una profunda tradición de pensamiento y filosofía, y mantuvieron con ellos un diálogo respetuoso desde el siglo VIII. La Edad de Oro árabe, como ha señalado el historiador Philip Jenkins, se construyó sobre la base de la erudición caldea y siríaca. Erudición cristiana. La imposición de la ley de la sharía supuso la decadencia de un gran aprendizaje y el fin de la Edad de Oro de la cultura árabe. Se había desarrollado un estilo de diálogo escolástico que sólo pudo darse porque una sucesión de califas toleró a las minorías. A medida que terminó la tolerancia, también lo hizo la cultura y la riqueza que se originaron gracias a ella.

Entonces, ¿la tolerancia es la clave para el desarrollo de los pueblos?

Exactamente. Pero estos momentos de tolerancia han sido una experiencia unidireccional: los gobernantes islámicos deciden, según su propio juicio y capricho, si los cristianos y demás no musulmanes deben ser tolerados y en qué medida. No es ni nunca ha sido una cuestión de igualdad. Fundamentalmente, a los ojos del Islam, los cristianos no son iguales. No debemos ser tratados como iguales; sólo debemos ser tolerados o no tolerados, dependiendo de la intensidad del espíritu yihadista prevalente. Sí, la raíz de todo esto son las enseñanzas de la Yihad, que es la justificación de los actos de violencia.

Los cristianos iraquíes están regresando de nuevo a sus pueblos. ¿Está la situación mejorando? ¿Cómo es la vida de los cristianos y demás minorías?

Todavía hay grupos extremistas, cada vez más numerosos, que afirman que matar a cristianos y yazidíes ayuda a difundir el Islam. Al adherirse estrictamente a las enseñanzas coránicas, prescriben la condición de dhimmi (ciudadanía de segunda clase) a las minorías, permitiendo la confiscación de propiedades y la aplicación de la yicia, el impuesto islámico. Pero eso no es todo. Si ustedes fueran cristianos en Irak o en cualquier otro lugar de Oriente Próximo, nunca aceptarían ni por un momento la sombra bajo la que vivimos, y bajo la que hemos vivido durante siglos. Según la Constitución de mi país, somos ciudadanos de menor rango, vivimos a merced de los que se autoproclaman superiores a nosotros. Nuestra humanidad no nos da derechos.

En los países occidentales ustedes son iguales ante la ley. Este principio básico de la vida europea y americana es el fundamento del orden civil cristiano, en el que todos somos hijos de un Dios amoroso, creados a Su imagen y semejanza, lo cual nos confiere dignidad a todos y nos insta al respeto mutuo. La seguridad civil nace de una visión del mundo que valora a cada ser humano no por su posición o función, sino simplemente por el hecho de ser humano. Esta visión ha sido el gran regalo de la tradición judeo-cristiana. Reconstruir la sociedad civil significa reconstruirla para todos. Cada uno ocupa un lugar y cada uno tiene la oportunidad de prosperar.

La verdad es que hay una crisis fundacional dentro del propio Islam, y si esta crisis no se admite, no se aborda y no se arregla, entonces no puede haber un porvenir para la sociedad civil en Oriente Próximo, y, de hecho, en ningún lugar donde el Islam se imponga sobre una nación.

Algunos dicen que la brutalidad y la violencia del EI también han cambiado al mundo islámico. ¿Qué opina usted?

Claramente, el EI ha conmocionado la conciencia del mundo, y también ha conmocionado la conciencia del mundo de mayoría islámica. La cuestión ahora es si el Islam dará o no continuidad a una trayectoria política en la que la sharía es la base del derecho civil y donde casi todos los aspectos de la vida quedan circunscritos a la religión, o si se desarrollará un movimiento más cívico y tolerante.

La derrota del EI no se ha visto acompañada de la derrota de la idea del restablecimiento del Califato. Esta idea ha vuelto a resurgir y ahora está firmemente implantada en mentes de todo el mundo musulmán.  Y con esta idea del Califato vienen todas las estructuras formales históricas de desigualdad y discriminación en relación con los no musulmanes. Y aquí no solo me refiero a Iraq. Vemos a líderes en otros países de Oriente Próximo que claramente están actuando de una manera coherente con el restablecimiento del Califato.

¿Cómo cree que reaccionará Occidente ante ello?

Esa es una pregunta crucial, y las minorías religiosas de Oriente Próximo querrían saber la respuesta. ¿Seguirán tolerando esta persecución organizada y sin fin contra nosotros? Cuando la próxima ola de violencia empiece a golpearnos, ¿alguien en sus universidades organizará manifestaciones y portará carteles que digan: “Todos somos cristianos”? Y sí, hablo de la “próxima ola de violencia” porque esta será simplemente el resultado natural de un sistema gobernante que predica la desigualdad y justifica la persecución. La ecuación no es complicada. A un grupo se le enseña que es superior y que tiene derecho a tratar a los demás como seres humanos inferiores sobre la base de su fe y sus prácticas religiosas. Esta enseñanza conduce inevitablemente a la violencia contra los “inferiores” que se niegan a cambiar de fe. Y ahí la tienen: la historia de los cristianos en Oriente Próximo durante los últimos 1.400 años.

Pero, ¿cuál sería la solución? ¿Cómo podemos construir un futuro mejor?

El cambio debe producirse como resultado de un trabajo consciente del propio mundo musulmán. Vemos pequeños comienzos de ello, quizás, en Egipto, en Jordania, en Asia, incluso en Arabia Saudí. Ciertamente, queda por ver si se trata de algo realmente sincero.

¿Tiene el Cristianismo en Oriente Próximo una misión profética?

El mío es un papel misionero: dar testimonio diario de las enseñanzas de Cristo, mostrar la verdad de Cristo y dar ejemplo vivo a nuestros vecinos musulmanes de un camino hacia un mundo de perdón, de humildad, de amor y de paz. Para que no haya confusión, no estoy hablando de conversión. Más bien estoy hablando de la verdad fundamental del perdón que los cristianos de Iraq podemos compartir, y que podemos compartir desde una posición de claridad moral históricamente única. Nosotros perdonamos a aquellos que nos asesinan, que nos torturan, que nos violan, que buscan destruir todo lo que tiene que ver con nosotros. Nosotros los perdonamos. En nombre de Cristo, los perdonamos. Y así les decimos a nuestros vecinos musulmanes: aprended esto de nosotros. Permitid que os ayudemos a sanar. Vuestras heridas son tan profundas como las nuestras. Nosotros lo sabemos. Rezamos por vuestra curación.  Curemos juntos a nuestro herido y torturado país.

¿Y qué hay de nuestra sociedad secular de Occidente? En su opinión, ¿cuál es nuestra función?

Os pedimos que consideréis nuestra situación con veracidad, tal como es en realidad, no según interpretaciones de un relativismo histórico que disminuye, o más bien insulta, la realidad de nuestro sufrimiento, privándonos así incluso de la dignidad de nuestra perseverancia en la fe . El fin último de la lucha es comprender la naturaleza de la batalla que libran. Para ello, os tendréis que preguntar: ¿Cuánto tiempo puede sobrevivir una sociedad moderada y decente sin la influencia de las instituciones cristianas? ¿Cuánto tiempo puede perdurar la tradición después de la muerte de la fe?  ¿Cómo se llenará el vacío?  Se ha pasado por alto el papel que las comunidades cristianas desempeñan o han desempeñado en las sociedades islámicas, así como que es una parte importante de la formación de la sociedad civil en la mayor parte del mundo. Y esto hay que destacarlo porque la situación en Iraq ha sido malinterpretada de manera lamentable por los mandatarios occidentales. No hay razón para creer que no malinterpretarán los mismos signos y presagios en sus propios países. ¿Creéis que estáis muy lejos del caos en Irak? Permitidme que os diga que solo estáis a seis horas de distancia.

Hablando de mandatarios ¿cuál debería ser el papel de los políticos?

Pedimos que unan esfuerzos para garantizar la igualdad de trato para todas las minorías en Irak y en otros lugares. También rezamos para que los políticos tengan la humildad de reconocer que sus teorías han sido casi universalmente erróneas, basadas como estaban en valoraciones fundamentalmente equivocadas acerca del pueblo iraquí y su situación. A causa de estas políticas equivocadas, diseñadas desde la comodidad y seguridad de la lejanía, y abordadas en los medios de comunicación como asuntos de discusión intelectual partidista, cientos de miles de personas inocentes han muerto.  Un país entero ha sido destrozado y dejado a merced de los chacales. Todo este horror comenzó con la política, por lo que rogamos a aquellos de vosotros que continuáis teniendo acceso a la formulación de políticas para vuestro país, que recordéis a diario que vuestras valoraciones políticas y las de vuestros aliados tienen consecuencias de vida o muerte. Por favor, sed humildes y aseguraos de que realmente entendéis a la gente a la que estáis sentenciando. Entender lo que ha sucedido en Irak significa ser veraz acerca de la naturaleza y el propósito del orden civil cristiano. Significa ser sincero acerca de la naturaleza y el propósito de las leyes del Islam. Significa ser sincero acerca de lo que sucede cuando estos dos se juntan en un solo lugar. Entiendo que este es un tema incómodo para discutir desde la comodidad de un país pacífico, pero para los cristianos iraquíes este no es un asunto abstracto.

Quizá la más dolorosa pregunta: ¿Estamos ante el fin del Cristianismo en Irak?

Podría ser. Reconozcámoslo. En los años precedentes a 2003 llegamos a ser hasta un millón y medio de creyentes: el seis por ciento de la población iraquí. Hoy en día, tal vez solo quedemos 250.000, tal vez menos, y los que quedamos debemos estar preparados para el martirio.

Al final, todo el mundo se enfrenta a un momento de verdad. ¿Se permitirá que un pueblo pacífico e inocente sea perseguido y eliminado por su fe? Y, por no querer decirles la verdad a los perseguidores, ¿será el mundo cómplice de nuestra eliminación? El mundo debería entender que en nuestro camino hacia la extinción no vamos a continuar en silencio. A partir de ahora diremos la verdad y viviremos la verdad, abrazando plenamente nuestro testimonio y misión cristianos, para que, si algún día desaparecemos, nadie pueda decir: ¿cómo pudo ocurrir esto? Los cristianos somos un pueblo de esperanza. Pero el hecho de afrontar el final también nos aporta claridad, y con ello, el valor de decir finalmente la verdad. La esperanza de permanecer en nuestra antigua patria depende ahora de nuestra capacidad y la de nuestros opresores – y del mundo entero – de admitir estas verdades. La violencia y la discriminación contra los inocentes deben cesar. Aquellos que las predican deben detenerse.  Los cristianos de Irak, que hemos afrontado 1.400 años de persecución, violencia y genocidio, estamos dispuestos a elevar la voz y a dar testimonio ante nuestros opresores y el mundo, independientemente de las consecuencias.

Ayuda a la Iglesia Necesitada

Los primeros siglos estuvieron marcados como sabemos por la historia de la cruenta persecución contra los cristianos. Durante cuatrocientos años los servidores del Evangelio sabían lo que suponía seguir a Cristo y no a los ídolos del Imperio. Pero esto no les echa hacia atrás sino que logra imprimirles como un carácter haciendo frente a cualquier adversidad que se pueda presentar. Santa Regina es un ejemplo.

Hacemos memoria en este día de Santa Regina. Vive en el siglo III y su nombre alude a este mismo término latino cuyo significado es Reina. Hija de padre romano y madre gala, a los quince años se convierte y, desde ese momento, hace voto de consagración especial a Cristo. Muchos reparan en la joven, entre ellos, el prefecto romano, ante quien Regina descubre su Fe.

Desde ese momento ha firmado su sentencia de muerte ya que esto le acarrea ser apresada y encarcelada, creyendo el prefecto que, a la vuelta de sus empresas por el imperio, Regina habrá mudado de pensamiento. Sin embargo, ella se reafirma más en su condición de cristiana, mostrándose valiente ante lo que esto pueda suponerle.

Será entonces cuando le instan a ofrecer sacrificios a los ídolos. Era como una oportunidad que el magnánimo Imperio daba a sus prisioneros en un gesto de ficticia compasión. La joven, que ya había tenido una visión del Cielo que le confortaba, rechaza esas tentaciones por lo que sufre muchos tormentos, hasta que, por fin, muere degollada.

Su manera de enfrentarse al martirio, arrastra a muchos que lo presencian, a la conversión y al cambio de vida. Así se pone de manifiesto, una vez más, de lo que es capaz un alma por amor al Reino de Dios, reinando para siempre con Él.

https://www.cope.es

¿De dónde vienen los nombres de Jesús, María, José, Joaquín y Ana, además del título de Mesías o Cristo?

La Sagrada Familia de Nazaret está formada por Jesucristo, su madre María y su padre adoptivo José, así como por sus abuelos maternos Joaquín y Ana. Desafortunadamente, el nombre de los padres de San José no nos ha llegado. Aquí está el origen y el significado de estos nombres:

JESÚS

Del latín Iésus, que deriva del hebreo Yeshua, variación de Yehoshua (del que también deriva el nombre Josué). Significa “Dios salva”.

Cristo (o Mesías): Del latín Christus, versión del griego Christós, traducción del hebreo Mashiakh. Significa “Ungido”. No es parte del nombre propio de Jesús, sino un título reconocido para él.

MARÍA

Del latín Maria, derivado del arameo Maryam o Mariam, cuya versión hebrea es Myrhiàm. María significa “La elegida por dios” proviene del hebreo מִרְיָם (Miryam) que significa “Excelsa”.

JOSÉ

Del latín Ioseph, derivato del hebreo Yosef. Existe también la versión latinizada Iosephus. Tiene dos significados: en el primer caso significa ‘Yavhé ha borrado’ y en el segundo ‘que Yavhé añada’. La Biblia interpreta de este nombre a partir de las frases de Raquel recogidas en el Génesis al dar a luz al patriarca José cuando dice: ”Dios ha borrado mi afrenta” y llamó a su hijo José, “que me añada Yahvé otro hijo”.

JOAQUÍN

Del latín Ioachim, derivado del hebreo Yəhôyāqîm. Significa “Aquel que ha sido preparado por Dios”. San Joaquín, marido de Santa Ana, era el padre de la Virgen María, y por tanto el abuelo de Jesús.

ANA

Del latín Anna, deriva del hebreo Ḥannāh. Significa “Gracia”. Santa Ana, mujer de San Joaquín, era la madre de la Virgen María, y así, la abuela de Jesús.

Fuente: Aleteia

En los últimos años, las guerras que azotan Libia, Siria, Irak o Yemen han provocado una auténtica catástrofe humanitaria. Las armas siempre llegan, la ayuda no. Algo que denunció en este encuentro Francisco.

FRANCISCO - 10 de junio 2019
“Gritan las personas que huyen amontonadas en barcazas en busca de esperanza no sabiendo en qué puertos serán acogidos, en una Europa que sí abre las puertas a barcos con un sofisticado y costoso armamento capaz de producir una destrucción que no ahorra ni las vidas de los niños. Esta es la hipocresía de la que hablo”.

 

 

KARAM ABI YAZBECK - Coordinador Regional, Cáritas Oriente Medio y Norte de África
“Son necesarias personas en ese nivel que lo digan. Hay muy pocos, quizá nadie, en esa posición que hable de esto porque los gobernantes y los gobiernos permanecen en silencio. Tienen sus propios intereses”.

Karam estaba presente cuando el Papa criticó esta hipocresía. Él mismo es una víctima de esa industria armamentística. Sufrió en sus propias carnes la cruenta guerra en la que se vio envuelto su país, Líbano, desde 1975 a 1990. Ahora como coordinador regional de Cáritas en Oriente Medio y Norte de África reconoce en el sufrimiento de los refugiados de otros países de la región el mismo dolor que vio su propio pueblo.

KARAM ABI YAZBECK - Coordinador Regional, Cáritas Oriente Medio y Norte de África
“Yo mismo lo he sufrido. Perdí a seres queridos durante la guerra y yo mismo fui herido. Fue un experiencia terrible que ni siquiera hoy quiero recordar. Puedo empatizar con estas personas que viven ahora esta situación”.

La Iglesia está junto a los más vulnerables a través de Cáritas, especialmente, en contextos tan duros como los de Libia, Yemen, Siria o Irak donde opera sin distinción de origen o religión. El Papa también desea mostrar esta cercanía con el martirizado Oriente Medio y por eso ha anunciado que quiere viajar a Irak el próximo año.

KARAM ABI YAZBECK- Coordinador Regional, Cáritas Oriente Medio y Norte de África
“La visita del Papa Francisco a Irak puede ser un signo de esperanza para quienes siguen allí y quizá les lleve el mensaje de que es importante que se quede en su tierra porque es su país. Emigrar y marcharse no siempre puede ser lo mejor”.

“Pocos refugiados quieren volver porque, y es comprensible, psicológicamente han sufrido mucho a causa de la guerra. Es horrible por lo que han pasado, especialmente en los últimos tiempos”.

 

 

La guerra y la inseguridad en la región han provocado que el número de desplazados internos no deje de crecer. Tan solo en Irak hay 3 millones. Cientos de miles son las víctimas de la persecución contra cristianos que emprendiera hace 4 años el Estado Islámico.

 

Rome Reports

Era una mujer menuda y de pequeña estura física pero de incomparable tamaño espiritual. Madre Teresa tenía una extraordinaria fortaleza y supo demostrar con su amor por los más pobres que la santidad no es un camino imposible.

 

 

Nació en Skopje en 1910, por entonces parte del Imperio Otomano. Encontró su vocación de servir a los pobres a una edad muy temprana. Con 18 años ingresó en las Hermanas de Loreto, y se dedicó a impartir clases a niñas pobres, hasta que recibió lo que ella misma definió como "la llamada dentro de la llamada”.

SOR THERESE MAGDALA (Misioneras de la Caridad)

"En 1946 fue cuando sintió la llamada de Jesús para que abandonara la congregación de Loreto y empezara una nueva vida entre los pobres en Calcuta”.

Madre Teresa fue a contracorriente de la mayoría de congregaciones religiosas de la época, que pensaban que los necesitados debían buscarlas a ellas, y no al revés. Hizo justo lo contrario, fue a buscar a los más necesitados a sus propiascasas. No importaba lo pobres o humildes que fueran.

SOR THERESE MAGDALA (Misioneras de la Caridad)

"Fue en busca de las almas allí donde se encontraban, en busca de los olvidados, a los suburbios. Hizo lo que Jesús le pedía: Le llevó a los lugares más oscuros para que habitase en ellos".

Aun así, su amor no se limitaba sólo a los pobres, sino que lo extendía a todo aquel que se cruzaba en su vida. Veía a las personas con su infinita dignidad humana, sin importar su condición física o social. Por eso, pidió a los demás que hicieran lo mismo.

SOR THERESE MAGDALA (Misioneras de la Caridad)

"Solía preguntar a la gente: "¿Ves a la persona que tienes a tu lado? ¿Ves a tu familiar, a tu vecino, a los personas sin hogar con las que te cruzas cada día?” Madre Teresa nos pedía a todos que abriéramos los ojos para ser conscientes de la realidad de las personas que nos rodean”.

Madre Teresa insistía en que no solo los más pobres debían estar cerca de Dios y darse cuenta de que eran amados por Él.

Su incansable trabajo la hizo merecedora del premio Nobel de la Paz en 1979.Uno de los muchos reconocimientos que se le otorgaron.

Sin embargo, en apenas unos días recibirá el que sí buscó durante toda su vida: Ser santa.

Rome Reports

Un mosaico recientemente descubierto en las excavaciones de Hippos-Sussita, cerca al mar de Galilea en Israel, podría ubicar el milagro de la multiplicación de los panes y los peces en un lugar distinto a los que se han supuesto anteriormente. La calidad del mosaico parece inferior desde el punto de vista artístico, pero las ruinas halladas de un templo que padeció un incendio revela la presencia de seguidores tempranos de Cristo mientras que los motivos de panes y peces parecen hacer alusión explícita al milagro relatado en el Evangelio.

El lugar de las excavaciones es conocido como el templo incendiado, y corresponde a una de al menos siete iglesias domésticas cristianas en la región de Antioquía - Hippos. Se ha identificado el tiempo de su edificación en el siglo V y el desastre que ocasionó su destrucción, un incendio que causó el colapso de su techo, finalmente hizo que el mosaico se conservara mejor bajo una capa de cenizas. Los colores se preservaron notablemente y las figuras son fácilmente reconocibles.

El suelo del templo estaba decorado con figuras de peces en seis grupos de tres, que eran coronados por sólo dos peces en el mosaico del ábside, lo que se ha interpretado como una referencia a los dos peces del milagro. En el diseño también se distinguen 12 canastas de cinco panes de diferente color, ambos números que corresponden con el número de panes y el de las canastas en las cuales se recolectaron los sobrantes.

La referencia parece ser clara, pero el templo está situado justo del lado opuesto al que la tradición ha reconocido como lugar del milagro: Tabgha, donde el templo actual fue construido en la ubicación de dos templos antiguos que marcaban el lugar del portento. Los expertos afirman que no existe forma de comprobar si la intencionalidad del diseño era reclamar el lugar como el sitio en el cual ocurrió el milagro, por lo que el descubrimiento constituye en realidad un testimonio de la fe de los primeros cristianos del lugar, quienes con medios modestos rindieron culto a Dios y dejaron una huella de su devoción que ha permanecido oculta hasta hoy.

 

El patriarca de la Iglesia Católica Siria, Mons. Ignace Joseph III Younan, restableció oficialmente una archieparquía y a su arzobispo para proveer nuevamente cuidado pastoral al clero y a los cristianos que radican en la región de Kurdistán, en el norte de Irak, a donde llegaron en el 2014 huyendo del Estado Islámico.

El patriarca celebró el 24 de agosto una Misa en la Catedral de la Reina de la Paz en Erbil, para celebrar la asunción del nuevo obispo de la archieparquía de Hadiab-Erbil y el resto de la región del Kurdistán, el Arzobispo siriaco católico, Mons. Nathanael Nizar Semaan. Fue ordenado arzobispo coadjutor de Mosul el 7 de junio de 2019 y luego nombrado arzobispo de la nueva archieparquía el 28 de junio. La archieparquía de Hadiab fue fundada en el siglo XIII, pero se disolvió a mediados del siglo XVII.

“Hace cinco años en Mosul y la llanura de Nínive, hacemos un llamado al Todopoderoso, el maestro del universo, y al amor del hombre, su criatura suprema, para preservar a la gente de la región del Kurdistán con su poderosa protección, y dar a su presidente, su Gobierno y a todos sus ciudadanos todo lo que necesitan para ejercer sus responsabilidades sabia y exitosamente”, dijo el Patriarca Ignace Joseph III en su homilía.

También dijo que, sin lugar a dudas, “el servicio episcopal de una diócesis restablecida requiere una gran cantidad de sabiduría y conocimientos”.

En ese sentido, aseguró que Mons. Nizar Semaan no solo confía en “la gracia divina”, sino que “se ha comprometido a encarnar su llamado al ministerio episcopal” para convertirse en “testigo creativo del amor”, con “donaciones generosas que no conocen límites ni fronteras”. “El nuevo obispo enfatiza el concepto de su llamado del Señor, que lo ha elegido para embarcarse valientemente en un camino que no estará exento de dificultades y desafíos, en el que indudablemente hay una gracia divina efectiva, asegurando el éxito y llenando su corazón de consuelo y alegría”, agregó.

En su homilía, el Arzobispo también reflexionó sobre “los tristes resultados” del desplazamiento en los últimos años en la región de Medio Oriente: “Todos recordamos esos ataques terroristas que dejaron asesinatos, destrucción y desplazamiento. Decenas de miles de creyentes inocentes han sido desarraigados de una tierra que ha sido derramada con la sangre y el sudor de padres y abuelos, obligando a muchas familias a huir en muchos países”, expresó. Por otro lado, elogió a los fieles por ser “la encarnación de la fe viva, y un testimonio del desafío y la firmeza en medio del terrorismo takfiri (musulmán que acusa a otro musulmán de apostasía) y frente a las fuerzas del mal que querían matar la esperanza en sus almas creyentes”.

“Digo y repito: Ustedes han llevado la cruz en el ejemplo del Salvador, nuestro maestro divino, y han perseverado en su fe, su herencia y su esperanza, que ha sido admirada en todo el mundo, tanto en Oriente como en Occidente”, comentó el Patriarca.

Los cristianos comenzaron a regresar a Mosul y la llanura de Nínive después de que el ejército iraquí recuperó el control de la región en julio de 2017, aunque muchos de ellos permanecen en Kurdistán. Los terroristas destruyeron pueblos y barrios enteros. Las iglesias fueron destruidas o convertidas en acuartelamientos de los yihadistas, los cementerios fueron profanados, las infraestructuras desmanteladas.

El Gobierno Regional del Kurdistán ha proporcionado dos terrenos en Ainkawa y Dahuk, cada uno dedicado a la construcción de una iglesia católica siríaca.

En 2003 había aproximadamente 1.5 millones de cristianos en Irak. Su presencia se remonta a los tiempos apostólicos. Ahora ese número ha disminuido a aproximadamente 250 mil, según observadores internacionales.

Dios siente una debilidad por las que parecen causas perdidas, asegura el Papa

 

Meditación sobre el evangelio de Zaqueo, recaudador de impuestos de Jericó

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).-

Benedicto XVI aseguró que Dios siente una debilidad por los pecadores al comentar, durante el encuentro dominical con miles de peregrinos, el pasaje que presentaba la liturgia de ese día: la conversión de Zaqueo, un recaudador de impuestos del emperador romano.

Zaqueo

"Dios no excluye a nadie, ni a pobres y ni a ricos. Dios no se deja condicionar por nuestros prejuicios humanos, sino que ve en cada uno un alma que hay que salvar, y le atraen especialmente aquellas almas que son consideradas perdidas y que así lo creen ellas mismas", afirmó el Papa dirigiéndose desde la ventana de su estudio a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.

Este era precisamente el caso de Zaqueo, el jefe de los publicanos de Jericó, importante ciudad en el río Jordán, despreciado por sus compatriotas judíos por su falta de honestidad, quien al recibir la visita de Jesús en su ciudad le recibió en su casa.

Sabiendo que la gente criticaría su decisión de visitar la casa de un "pecador público", Jesús "quiso arriesgar y ganó la apuesta", aseguró el Papa. "Zaqueo, profundamente impresionado por la visita de Jesús, decide cambiar de vida, y promete restituir el cuádruple de lo que ha robado".

"Jesucristo, encarnación de Dios, ha demostrado esta inmensa misericordia, que no le quita nada a la gravedad del pecado, sino que busca siempre salvar al pecador, ofrecerle la posibilidad de rescate, de volver a comenzar, de convertirse", añadió el Papa, quien recordó que en otro pasaje del Evangelio, Jesús afirma que es muy difícil para un rico entrar en el Reino de los cielos.

Árbol de Zaqueo. Jericó

El Papa concluyó la meditación sobre el Evangelio, que normalmente ofrece a los peregrinos todos los domingos a mediodía, reconociendo que "¡Zaqueo acogió Jesús y se convirtió, pues Jesús había sido el primero en acogerle!"

"No le había condenado, sino que le había respondido a su deseo de salvación". Por eso invitó a rezar para recibir la gracia de experimentar "la alegría de recibir la visita del Hijo de Dios, de quedar renovados por su amor, y transmitir a los demás su misericordia".

Dirigiéndose luego a los peregrinos latinoamericanos y españoles, el Papa añadió en su idioma: "Delante de Dios no hay nadie demasiado pequeño. Todos podemos acoger al Señor en nuestras vidas y dejarnos transformar por él".

 

Ver texto completo

 

Zaqueo tiene motivos para querer ver a Jesús

La comitiva ha llegado a Jericó, centro neurálgico para la administración de la provincia romana, y como tal, lugar repleto de publicanos y funcionarios. En Jericó se dio otro hecho notable.  Entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.

Ocurrió de una manera insólita y algo graciosa

"Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico" El nombre Zaccai significa puro, aunque no era así como lo veían los demás, ni él mismo se consideraba menos pecador. A pesar de todo "Intentaba ver a Jesús para conocerle, pero no podía a causa de la muchedumbre, porque era pequeño de estatura". Los motivos para querer ver a Jesús pueden ser muy variados. Es posible buscarle porque se piensa que es el Mesías; cabe pensar simplemente que es famoso, y sentirse aguijoneado por la curiosidad; y puede ser también que le moviesen los milagros que, según decían, que hacía; quizá simplemente fue porque todos iban.

No lo sabemos, pero el caso es que fue al encuentro con Jesús, y lo encontró, no sin dificultades. "Y, adelantándose corriendo, subió a un sicómoro para verle, porque iba a pasar por allí". La situación tiene algo de ridícula aunque refleje también el interés por ver al Señor a pesar de los obstáculos, en este caso materiales. "Cuando Jesús llegó al lugar, levantando la vista, le dijo: Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me hospede en tu casa".

La sorpresa de Zaqueo y todos es grande; primero por lo inesperada, después porque los publicanos eran rechazados por los cumplidores de la ley, al considerarlos pecadores. A la sorpresa sigue la acción, y Zaqueo "bajó rápido y lo recibió con gozo". Zaqueo sorprendido piensa: “me tiene en cuenta, no me rechaza, es mi amigo, es verdad lo que decían de él”, y el gozo de la amistad le va acercando a la conversión.

Y, como tantas veces, muchos critican, "al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a hospedarse en casa de un pecador". Zaqueo el publicano no hace caso a las críticas y Jesús tampoco. Están a gusto. Entonces "Zaqueo, de pie, dijo al Señor: Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres y si he defraudado en algo a alguien le devuelvo cuatro veces más". Es la conversión de un hombre práctico y acostumbrado a los juegos del dinero.

Su punto flaco era la justicia, pero ha entendido que la conversión es, ante todo, una cuestión de amor, una decisión de la voluntad, y se mueve con caridad dando con generosidad, de lo legítimamente ganado a los pobres y a los necesitados. La reacción de Jesús es de gozo grande: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también éste es hijo de Abrahán; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido" (Lc). Y la comida se convierte en una fiesta, preludio de la de la vida eterna para los que se convierten. A Zaqueo no le duele que se enflaquezca su bolsa, que ahora ya no le pesa como un fardo en la conciencia. Ahora es libre con la libertad de los hijos de Dios.

El espíritu de pobreza es, ante todo, estar desprendido de los bienes de la tierra; también llevar con alegría las carencias. También aquellos que tengan bienes en abundancia deben saber ser pobres; en estos casos además de la sobriedad se debe saber dar para llenar de caridad la tierra, sembrando el bien.

Enrique Cases, Tres años con Jesús

San Juan Bautista enseña que la Verdad no se negocia

El Papa Benedicto XVI afirmó que el martirio de San Juan Bautista, cuya muerte la Iglesia recuerda el 29 de agosto, enseña a los cristianos de hoy que la Verdad no se negocia y que seguir a Cristo exige el "martirio" en la fidelidad cotidiana.

      El Santo Padre hizo una intensa reflexión sobre la vida de San Juan Bautista, el precursor de Jesús, en su catequesis de la audiencia general celebrada esta mañana en Castel Gandolfo ante miles de fieles de distintas partes del mundo.

      Benedicto XVI explicó que «celebrar el martirio de San Juan Bautista nos recuerda también a nosotros, cristianos de nuestro tiempo, que no se puede descender a negociar con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es verdad y no hay componendas».

      La vida cristiana, continuó el Papa, «exige, por decirlo de alguna manera, el ‘martirio’ de la fidelidad cotidiana al Evangelio, es decir, el valor de dejar que Cristo crezca en nosotros y sea Él quien oriente nuestro pensamiento y nuestras acciones».

      El Santo Padre precisó que todo esto es posible sólo si «en nuestra vida si la relación con Dios es sólida. La oración no es tiempo perdido, no es robar espacio a las actividades, incluso a las apostólicas, sino que es exactamente lo contrario».

      «Sólo si somos capaces de una vida de oración fiel, constante y confiada, será el mismo Dios quien nos dará la capacidad y la fuerza para vivir de modo feliz y sereno, para superar las dificultades y testimoniarlo con valor».

      Benedicto XVI dijo además que «San Marcos nos habla de su dramática muerte, en el Evangelio de hoy. Juan el Bautista comienza su predicación en la época del emperador Tiberio, en el 27-28 d. C.».

      «Y la clara invitación que dirige a las personas que acudían a escucharlo, es la de preparar el camino para acoger al Señor, allanando los senderos y nivelando los caminos desparejos de la propia vida, a través de una conversión radical de corazón».

      San Juan, prosiguió el Papa, «no se limita a predicar la penitencia, sino que, reconociendo a Jesús como ‘Cordero de Dios’, que vino para quitar el pecado del mundo, tiene la profunda humildad de indicar a Jesús como verdadero Enviado de Dios, haciéndose a un lado, para que Él pueda crecer, ser escuchado y seguido».

      «Como último acto, el Bautista testimonia con su sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios, sin desmayar o dar marcha atrás, cumpliendo hasta el fondo su misión. San Beda, monje del siglo IX, en sus homilías, dice así: "Por [Cristo] dio su vida, a pesar de que no recibió la orden de renegar a Jesucristo, sino sólo la de callar la verdad. Y puesto que no calló la verdad, murió por Cristo, que es la verdad"».

      El Papa resaltó que «precisamente, por amor a la verdad, no pactó y no tuvo miedo de dirigir palabras fuertes a los que habían perdido el camino de Dios».

      Sobre el origen de la "fortaleza en la pasión" de San Juan en su "resistencia contra los poderosos", Benedicto XVI dijo que esta nace de «su relación con Dios, de la oración, que es el hilo conductor de toda su existencia».

      Juan es el don divino que sus padres, Zacarías e Isabel habían invocado durante mucho tiempo, un gran don, humanamente inesperado, porque ambos eran de edad avanzada e Isabel era estéril, "pero es nada imposible para Dios".

      El Santo Padre dijo luego que «el anuncio de este nacimiento se produce precisamente en el lugar de la oración, en el templo de Jerusalén, es más sucede cuando a Zacarías le toca el gran privilegio de entrar en el lugar más sagrado del templo para hacer la ofrenda del incienso al Señor».

      «También el nacimiento del Bautista está marcado por la oración: el canto de alegría, de alabanza y de agradecimiento que Zacarías eleva al Señor y que rezamos todas las mañanas en los Laudes, el ‘Benedictus’, exalta la acción de Dios en la historia e indica proféticamente la misión del hijo Juan: preceder al Hijo de Dios hecho carne para prepararle los caminos».

El Papa resaltó también que «toda la existencia del Precursor de Jesús está alimentada por la relación con Dios, en particular, el período transcurrido en regiones desiertas, regiones desiertas que son lugar de la tentación, pero también lugar en el que el hombre siente su propia pobreza porque está privado de los apoyos y las seguridades materiales, y comprende que el único punto de referencia sólido es Dios mismo».

«Pero Juan Bautista no es sólo hombre de oración, de contacto permanente con Dios, sino también una guía hacia esta relación con Dios. El Evangelista Lucas refiriendo la oración que Jesús enseña a los discípulos, el ‘Padrenuestro’, anota que la petición es formulada con estas palabras: "Señor enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos"».

Para concluir, el Papa Benedicto XVI hizo votos para que «San Juan Bautista interceda por nosotros, a fin de que sepamos conservar siempre la primacía de Dios en nuestra vida».

Primeros Cristianos en otros idiomas
magnifiercrosschevron-down