«El fundamentalismo religioso en Tierra Santa margina a los cristianos», alerta el arzobispo Pizzaballa

El franciscano Pierbattista Pizzaballa lleva más de 30 años en Tierra Santa llegando a ser custodio, y su gran conocimiento de este lugar esencial para los cristianos, pero también foco de grandes conflictos políticos y religiosos, le llevó a ser nombrado en 2016 administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén.

En una entrevista con Daniele Piccini y Tobias Lehner para Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el arzobispo hace un repaso de la situación de Tierra Santatanto desde un punto de vista religioso como socio-político explicando el punto en el que se encuentra la minoría cristiana:

-Excelencia: ¿cómo es la situación de los cristianos en Tierra Santa?

– Con frecuencia se suele decir que hay tres grupos en lo que se considera Tierra Santa: israelíes, palestinos y cristianos. Pero los cristianos no son un «tercer pueblo». Los cristianos pertenecen al pueblo en el que viven. Como cristianos, no tenemos reivindicaciones territoriales. Para un judío o un musulmán nunca es un peligro encontrarse con un cristiano. Sin embargo, para los cristianos la vida no es fácil. Las condiciones de vida son más difíciles: a los cristianos les es más difícil encontrar un trabajo o una vivienda.

 

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– ¿Significa esto que la libertad religiosa de los cristianos está limitada en Tierra Santa?

– Aquí hay que diferenciar. Una cosa es la libertad religiosa, de culto, y otra la libertad de conciencia. Hay libertad de culto: los cristianos pueden celebrar sus servicios religiosos y configurar su vida en la comunidad. La libertad de conciencia significa que cada creyente pueda expresarse libremente y que los miembros de otras religiones puedan decidir libremente si quieren ser cristianos. Esto es mucho más complicado. En Tierra Santa, la política siempre desempeña un papel importante. Si uno decide visitar un lugar determinado, eso puede convertirse rápidamente en un asunto político. Por ejemplo, a los cristianos de Belén les gustaría visitar la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén para rezar allí. Pero, a menudo esto no es posible porque necesitan un permiso. Entonces, ¿es una cuestión de libertad religiosa o es simplemente política y no pueden visitar la Iglesia del Santo Sepulcro porque son palestinos? Todo está interrelacionado.

-Recientemente, el gobierno de Estados Unidos trasladó su embajada a Jerusalén. ¿Hasta qué punto se hacen sentir esas medidas políticas?

– En la vida cotidiana no ha cambiado prácticamente nada. Sin embargo, el traslado de la embajada de los EEUU es un callejón sin salida político. Todas las cuestiones que afectan a Jerusalén y que no integran a ambas partes —israelíes y palestinos— causan una profunda división a nivel político. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido. Después del traslado de la embajada de Estados Unidos, los palestinos rompieron todas las relaciones con el gobierno de este país y paralizaron completamente las negociaciones entre Israel y los territorios palestinos, que ya de por sí eran lentas. Resultado de imagen de pizzaballa latin jerusalem

– La nueva escalada hace que los jóvenes se vuelvan más radicales, especialmente los palestinos. ¿Tiene esto también consecuencias para los cristianos?

– Hay palestinos que pertenecen a movimientos fundamentalistas; pero también hay muchos que rechazan la violencia. La mayoría de los cristianos en Tierra Santa son palestinos. Así que viven en las mismas condiciones que los palestinos musulmanes. El fundamentalismo religioso margina socialmente de modo claro a los cristianos. Así que experimentamos cooperación y solidaridad, pero también exclusión y discriminación.

– Otro problema es la creciente emigración de cristianos…

-La emigración no es un fenómeno de masas; de lo contrario, los cristianos habrían desaparecido hace ya tiempo de Tierra Santa. Es un goteo continuo. Cada año durante mis visitas en las parroquias los sacerdotes me dicen: ‘este año hemos perdido a dos o tres familias’.

– ¿Puede hacer algo la Iglesia en esta enredada situación política?

– Los cristianos son alrededor del uno por ciento de la población. Por lo tanto, no podemos exigir tener el mismo peso político que otros grupos. Pero, por supuesto, la Iglesia tiene fuertes relaciones mundiales. Además, aquí vienen millones de peregrinos cristianos de todo el mundo. Nuestra tarea es trasmitir a las personas que hay una forma cristiana de vivir en este país. Hay una manera cristiana de vivir en este conflicto. Ahora mismo no es el momento para grandes gestos. La Iglesia debe intentar establecer pequeñas relaciones, construir pequeños puentes.

– El Papa Francisco visitó Tierra Santa en 2014. ¿Ha influido esto sobre la situación política y sobre la relación entre los cristianos católicos y ortodoxos?

– Las visitas de Papas son importantes piedras de mosaico en el camino hacia la paz, aunque no puedan, por supuesto, provocar un gran cambio. En términos ecuménicos, la situación es diferente: con su visita, el Papa Francisco continuó el famoso encuentro entre el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras en Jerusalén en 1964. En este contexto, la visita del Papa Francisco, y sobre todo la oración ecuménica en la Iglesia del Santo Sepulcro, fue un punto de inflexión decisivo y tangible en la relación entre cristianos católicos y ortodoxos.

– ACN está vinculada con los cristianos de Tierra Santa desde hace muchos años. En Jerusalén, por ejemplo, ACN financia los cursos interreligiosos «Construyendo el perdón, superando el odio» en el que participan cientos de cristianos, judíos y musulmanes. ¿Podría decirnos brevemente algo sobre esta iniciativa?

– En primer lugar, quiero agradecer a ACN que haga tantas cosas en Tierra Santa. Apoya muchos proyectos, incluyendo los cursos organizados por el Rossing Center. Daniel Rossing era judío y estaba convencido de que Jerusalén en particular debe ser un lugar donde todas las religiones se sientan en su propia casa. Muchos de los jóvenes que participaron en estos seminarios llevan a sus profesiones las experiencias que han hecho. Así, la religión, que en Tierra Santa es a menudo un elemento de separación, se convierte en un elemento de unión.

Las excavaciones arqueológicas cerca de los muros de Jerusalén, realizadas por un grupo de arqueólogos estadounidenses, ofrecen nuevas pruebas del asedio babilónico a la ciudad, casi seis siglos antes de Cristo.

Nuevo descubrimiento arqueológico importante en Jerusalén. Un grupo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, hogar de Charlotte (Estados Unidos), que están excavando el área del Monte Sion (unas pocas docenas al este de la puerta del mismo nombre), han encontrado rastros que confirman claramente la conquista Babilonica de Jerusalén en 586/587 antes de Cristo. El descubrimiento se anunció con una declaración hecha pública este agosto a través de EurekAlert , un servicio en línea dedicado a noticias científicas.

Según lo que leímos en la declaración, los arqueólogos habrían encontrado rastros de cenizas, que datan de ese período, así como puntas de flecha, fragmentos de jarrones de la edad de hierro, lámparas e incluso una joya, tal vez un arete. Las excavaciones son parte de un proyecto conjunto entre Israel y Estados Unidos y participan varios profesores estadounidenses, así como investigadores y expertos de la industria de la Universidad de Haifa y otros importantes institutos israelíes.

Las operaciones de excavación, muy complejas, han estado ocurriendo durante más de una década en un área cercana a las murallas de la ciudad vieja de Jerusalén y permitieron sacar a la luz numerosos hallazgos extremadamente significativos, relacionados con los períodos históricos de la ciudad antigua (cuando el los muros actuales, construidos en el siglo 16 por Solimán el Magnífico, aún no existían). En julio pasado también se anunció el hallazgo de evidencia sobre el saqueo de la ciudad santa durante la primera cruzada (1096-1099).

El descubrimiento reciente sobre el período babilónico, leemos en el comunicado, se considera quizás el más importante, ya que la conquista babilónica de Jerusalén representa un punto focal en la historia judía. No es casualidad que el comunicado fue publicado el día de Tisha B'Av , que conmemora la destrucción del templo de Jerusalén, que tuvo lugar dos veces, la primera por los babilonios en el 586 a. C.

Los expertos creen que los hallazgos se deben indudablemente a ese período específico de la conquista de Babilonia porque son materiales y artefactos típicos de la época. Sin embargo, las excavaciones no están terminadas y quedan muchas áreas y niveles por explorar. Según el comunicado de prensa, todavía habría al menos dos metros de estructuras que datan de la época bizantina y romana que deben excavarse. Esto podría suceder, según los arqueólogos de la universidad estadounidense, para 2020.

terrasanta.net

 

Es del año 250 y está escrita en griego

La primera oración mariana conocida, como los Evangelios mismos, está escrita en griego. Por eso, en ella, la Virgen María se llama Θεοτοκος, “theotokos”, la “Dadora de nacimiento de Dios”, “la Madre de Dios”. Que en una oración tan temprana a la Virgen María ya se haga referencia a este título es bastante importante, tanto desde un punto de vista histórico como teológico.

Esta oración, como se explica en el sitio web de Trisagion Film, fue “encontrada en un fragmento de papiro que data de aproximadamente el año 250 dC”, solo un par de siglos después de la muerte y resurrección de Cristo, aproximadamente un siglo antes de Constantino y el Edicto de Milán pero, lo que es más importante, dos siglos antes del Tercer Concilio Ecuménico, el Concilio de Éfeso, en el cual la Virgen María fue proclamada oficialmente por primera vez “Madre de Dios”, Theotokos.

En 1917, la Biblioteca John Rylands en Manchester, Inglaterra, adquirió un gran panel de papiro egipcio, escrito en griego koiné (la lengua franca mediterránea en la que se escribieron los Evangelios). La oración se encuentra en el fragmento etiquetado con el número 470, y parece ser de una liturgia copta de Navidad (quizás Vísperas de Navidad), aunque este fragmento también podría ser una copia privada de la oración para uso personal.

La oración dice en español:

Bajo tu compasión nos refugiamos oh theotokos,
nuestras peticiones no desprecies en tiempos de problemas,
sino rescátanos del peligro, tu solo santa, tu solo bendita.

 

La oración más antigua a la Virgen

En papiro conserva la plegaria más antigua a la Madre de Cristo y demuestra que ya existía su culto entre las primeras comunidades cristiana

Es un papiro de reducido tamaño, escrito en griego y de textura frágil. Es legible, a pesar de las pérdidas evidentes que presenta, y se conserva entre dos cristales para preservarlo del deterioro.

Apareció en el norte de Egipto, en la ciudad de Oxirrinco, una localidad que adquirió renombre internacional cuando fue excavada en el siglo XIX, en el año 1897, por una pareja de arqueólogos británicos, Bernard Pyne Grenfell y Arthur Surridge, y extrajeron de un antiguo vertedero que se conservaba en una zona de sus arrabales un abundante conjunto de manuscritos.

Después han deparado, y todavía deparan, innumerables sorpresas a los historiadores. Este documento se conserva en la Colección John Rylands de la Universidad de Manchester, en Inglaterra, y se publicó en los años 30 del siglo anterior, pero hasta ahora había pasado con cierta discreción entre los investigadores.

Aunque se conocía su existencia no ha sido hasta este momento, al haberse transcrito su texto de nuevo de manera íntegra y enmendado errores de la traducción anterior, que todavía perduraban, cuando su importancia ha tomado mayor relieve, aunque los estudiosos sospechaban ya lo que albergaba este fragmento.

 

La oración guarda muchos parecidos con la "Salve Regina" de la liturgia

Está datado por E. Lobel en el año 250 d. C. y durante siglos se conservó bajo la arena del desierto junto a otros materiales arqueológicos. El papiro fue uno de los materiales más extendidos en la antigüedad y el soporte sobre el que se conservaron y transmitieron numerosas obras de la cultura griega y latina.

 Circuló a lo largo de la cuenca del Mediterráneo, pero en el interior de Europa apenas se han conservado ejemplares debido, sobre todo, a la acción de la humedad, un elemento dañino para su preservación, lo que convierte a esta clase de documentos en unas piezas esenciales para ahondar en el pasado literario de Occidente y Oriente Medio.

Este fragmento, de hecho, se ha salvado debido a la sequedad que predomina en el Norte de África. Algo que ha hecho que también sobreviviera su secreto.

Entre sus líneas se conserva la que es hasta ahora la fórmula más primitiva del «Salve Regina». Esto lo convierte en un documento crucial para la historia del cristianismo y la religión.

Durante años se había mantenido la creencia de que el culto dedicado a la Virgen tenía unas raíces más tardías. Los historiadores consideraban que sus orígenes estaban en el concilio ecuménico de Éfeso, que se celebró entre el 22 de junio y el 16 de julio del año 431.

Fue justo en esas fechas cuando se proclamó que María era «Madre de Dios» o «theotokos», que es el nombre que recibe en griego. Siempre se había tomado este instante como el punto de partida de un culto que, aunque pudiera existir un poco antes, arraigaría a partir de ese instante de una manera plena entre los fieles y prosperó con evidente fortuna a lo largo de la Edad Media.

Esto prueba que los cristianos oraban a María antes del Concilio de Éfeso del 431

Esta idea se mantuvo durante siglos, y en la posterior disputa que mantuvieron católicos y protestantes salió a relucir. Estos últimos sostenían que la Iglesia había incorporado dicha devoción y que en realidad no existía ninguna mención a este respecto en la Biblia. Pero el papiro demuestra ahora que ya existía una vocación anterior hacia la Virgen.

De hecho, entre sus líneas se mantiene íntegra la oración dirigida a la Madre de Cristo más antigua que se conoce en la actualidad y está datada en un periodo más antiguo de lo que la mayoría podía imaginar.

«Durante muchos años, este documento se ha dejado de lado. Puede que uno de los motivos fue que resultaba controvertido porque contiene a una oración a la Virgen María. El texto ha descolocado a varios teólogos porque aparece en la mitad del siglo III, antes de lo que nadie podía pensar. Algunos sostenían que este título de la Virgen como “Madre de Dios” no se había hecho oficial hasta el siglo V o de ahí en adelante».

Comenta el filólogo Felipe Hernández Muñoz, del departamento de Clásicas de la Universidad Complutense, que ha traducido el texto y confirmado los que tantos intuían: su relevancia para el cristianismo, tanto para su culto como para su pasado.

«Podemos deducir que los cristianos entendieron desde el relato de la Pasión, cuando Jesús le dice a Juan: “Ahí tienes a tu madre”, que la Virgen no solo era la de Juan, sino también la Madre de toda la Iglesia y de todos los cristianos. Esto lo asumió la religión popular y las primeras comunidades de esta fe», asegura Felipe Hernández.

Aunque conocía el documento, él mismo quiso examinarlo en persona y acudió el diciembre pasado a la Rylands Collection.

«Aproveché un viaje personal para acercarme. Hablé con los responsables de la biblioteca y les pregunté si era posible verlo. Me advirtieron de antemano que se encontraba en un estado muy precario. Estos documentos suelen sufrir mucho. Por eso en un principio solo me dejaban consultar una reproducción digital de una enorme calidad. Pero –subraya–, al llegar, el responsable me sacó el papiro y permitió que lo fotografiara.

Pude consultar el catálogo que tienen disponible y es cuando reparé que el texto no estaba bien transcrito». Se lo comentó, entonces, al conservador «y le subrayé que era importante, porque lo que puede leerse en el catálogo no es lo que hay en el papiro. Por tanto, dejé una hoja con la transcripción correcta del griego y la traducción en inglés y en latín. Ahora se han puesto en contacto conmigo y lo van a actualizar».

 

El origen de la plegaria estaría vinculado a la persecución de los romanos

Lo que se lee en este papiro es una oración muy sencilla, pero que cualquiera que conozca el culto cristiano reconocerá:

«Bajo tus / entrañas misericordiosas / nos refugiamos, / madre de Dios.

Nuestras / peticiones no des-/precies en el apuro /

sino que del peligro, / líbranos, / solo tú santa, / la bendita».

 

Uno de los aspectos que enseguida llamó la atención de Felipe Hernández fue que se usara el plural. «Percibimos una escritura cuidada. Está toda en mayúsculas y en griego, la lengua más extendida entonces. Hay rotos en el papiro, pero las letras se pueden intuir sin problema. Lo que me resultó interesante es que no usa el “líbrame del peligro”, sino el “líbranos del peligro”. Es como si ya existiera entre estas personas la conciencia de formar parte de una comunidad. No es una oración individual.

También sobresale que las primeras palabras son “bajo tus entrañas misericordiosas”. Esta expresión es similar al principio de la “Salve Regina”, comparte similitudes con la oración “Bajo tu amparo”. Esto, probablemente, se perpetuó y explique por qué los creyentes se referirían a María como Madre de la Misericordia o también “ojos misericordiosos”. La conexión entre este texto tan antiguo y nuestra “Salve” es bastante emocionante».

Pero, ¿cuál fue el contexto en el que nació la oración? Parece que el plural hace alusión a las peculiares circunstancias en las que se concretó. «Desde el punto de vista histórico se le pide a la Virgen que los libre del peligro. Este peligro común podría ser una de las persecuciones que padecieron los cristianos en el Imperio Romano.

Lo que tendría sentido porque fue una comunidad cristiana que ruega a María para que acuda y los ayude. Le están pidiendo amparo y protección. Esto nos indicaría también por qué las oraciones a la Virgen pueden ser anteriores a lo que se defendía. De hecho, conocemos representaciones de la Virgen en el arte que también son antiquísimas.

La idea de la Virgen como icono medieval hay que reconsiderarla, porque se preservan también imágenes anteriores. Este papiro –asegura– verifica que ya se había asentado su culto en el siglo III y que este título de “madre de Dios” estaba presente en los primeros cristianos. Solo es después cuando se le da un carácter oficial, pero la realidad es que ya circulaba entre las comunidades cristianas y que podría tener relación con las persecuciones de los romanos».

 

 

Especial

Jesucristo

su persona y figura

Introducción

Presentamos, en este "especial", distintos aspectos sobre Jesús de Nazaret, sobre su persona y su figura. ¿Quién es Jesús de Nazaret? La figura de Jesús no es solo una memoria histórica, sino un vivo ejemplo que dialoga con nosotros hoy en día.

¿Quieres conocerle mejor?

 

  1. La personalidad de Jesús
  2. Sus orígenes
  3. Cómo se presenta Jesús en el mundo
  4. Sus sentimientos, sus emociones
  5. Relación de Jesús con las mujeres
  6. La autoridad de Jesús
  7. Las enseñanzas de Jesús
  8. Los milagros
  9. Relación de Jesús con sus discípulos
  10. María Magdalena
  11. La última noche de Jesús
  12. La oración de Getsemaní
  13. Su manera de morir
  14. La resurrección

 

¿Qué se sabe de este lugar que según la tradición cristiana señala como la tumba de Jesús?

¿Qué dice la Biblia sobre el lugar que se enterró a Jesús?

El profesor de Nuevo Testamento en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, Juan Luis Caballero, explica que los evangelios «dicen muy poco» entorno al tema del Santo Sepulcro. «Solo afirman que el Señor fue enterrado en un lugar que estaba muy cerca del sitio donde fue crucificado. Una especie de huerto donde debajo de una roca había un sepulcro nuevo. Allí fue puesto el cuerpo del Señor. Eso es lo único que dicen los Evangelios», apunta.

De hecho el Edículo del Santo Sepulcro -donde la tradición cristiana señala como el lugar dentro del templo donde el cuerpo de Jesús fue cubierto con una manta y enterrado antes de su Resurrección- se encuentra a unos cientos de metros de la zona donde fue crucificado.

¿Cómo describe la Biblia el lugar donde fue sepultado Jesús?

Se describe como «un "sepulcro nuevo” propiedad de José de Arimatrea, que era un judío, pero que seguía a Jesús», señala el profesor, quien además recuerda que José de Arimatrea «pertenecía al Senedrín, que era como el consejo de ancianos, los que gobernaban». «José de Arimatrea tenía un sepulcro que todavía no había utilizado y estaba excavado en la roca, muy cerca. El pidió el cuerpo del Señor, lo bajaron de la cruz y lo sepultaron en su tumba».

¿Conserva esta basílica algún otro vestigio de la Pasión y Muerte de Jesús?

El Santo Sepulcro es un lugar donde hay diferentes cosas. Al menos como está hoy en día. «Lo fundamental es lo que queda del Calvario, el lugar en el que se conmemora que estaba la cruz en la que murió el Señor», indica el profesor. Se encuentra en uno de los laterales del templo.

¿Es un sitio de culto solo para la cristiandad?

Si. Es un espacio de culto solo para la cristiandad porque allí se conmemora el lugar donde el Señor fue enterrado y donde resucitó. En el mismo Jerúsalen hay otros lugares que son venerados por los musulmanes o los judíos, como la Tumba de David.

¿Toda la tradición cristiana reconoce este lugar como el espacio donde fue enterrado Jesús?

La tradición cristiana antigua reconoce este sitio por muchas razones. «Hay datos desde muy antiguo de que allí siempre ha habido veneración. A partir del siglo IV se construyó una basílica cuando el cristianismo dejó de ser perseguido. La tradición unámime se centra en este lugar como el espacio donde murió y resucitó Jesucristo. Hay otras hipótesis pero son muy menores», indica Caballero.

¿Qué reliquias se conservan sobre la pasión y muerte de Jesús?

La Cruz o también llamado Lignum Crucis. «Hay relatos que cuentan que la madre de Constantino, Elena, en su viaje a Tierra Santa encontró la cruz en un depósito enterrada. Alo largo de la historia, hay muchos lugares que dicen que tienen un trocito de esa cruz», apunta el profesor. En España, se la puede contemplar en Santo Toribio de Liébana (Cantabria).

Otra tradición habla del Santo Cáliz, que utilizó Jesús en la Última Cena, que se conserva en la catedral de Valencia. En Roma, en la Iglesia Santa Croce de Jerusalén se conservan algunos clavos con los que crucificaron a Cristo y algunas espinas de la corona. También está la Sábana Santa de Turín, el lienzo con el se envolvió el cuerpo de Jesús antes de enterralo.

+ Info:  Santo Sepulcro

ABC

San Pío X - 21 de agosto

«Papa de la Eucaristía, gran reformador, celoso sacerdote y carismático pastor; un hombre sencillo y abnegado que asumió la altísima misión de regir a la Iglesia en medio de conmovedoras lágrimas, confesando su sentimiento de indignidad»

«Para alabar a Dios bien, no se necesita ser sabio», decía Giuseppe M. Sarto, segundo vástago de los diez nacidos en una humilde familia de Riese, Italia, donde nació el 2 de junio de 1835. Su padre, cartero, murió cuando él se hallaba en plena juventud, pero su madre, que hizo un ímprobo esfuerzo para poder darle adecuada formación, tendría la alegría de verle con el solideo cardenalicio; había visto crecer a su pequeño «Beppi» recordando por activa y por pasiva que sería sacerdote. La excelente formación catequética marcó al futuro pontífice. Precisamente la catequesis fue una de las líneas significativas de su pontificado porque sabía el bien que una preparación rigurosa reporta a la fe, especialmente a estas edades. Una beca del párroco le permitió seguir cursando estudios en Castelfranco Veneto, aunque para ello debía recorrer diariamente 8 km., una distancia que efectuaba a pie dos veces.

Sus arduos sacrificios dieron resultado, y en 1850, con otra ayuda que recibió del obispo de Treviso, se trasladó al seminario de Padua. Fue ordenado previa dispensa en 1858. Durante nueve años ejerció como vicepárroco de Tombolo y en 1867 fue designado párroco de Salzano (diócesis de Treviso). Si en Tombolo había abierto una escuela nocturna para adultos, en Salzano y Treviso mantuvo esta línea ocupándose de ellos y también de los jóvenes. Sufragó las obras de ampliación del hospital de esta ciudad, restauró la iglesia y mostró su generosidad y abnegación con los afectados por la epidemia de cólera. Desde 1875 a 1878 fue director espiritual y rector del seminario, canónigo, vicario general y capitular a la muerte del prelado Zanelli.

En noviembre de 1884 fue designado obispo de Mantua, una diócesis difícil, presa de divisiones entre el clero. En su ejercicio pastoral tuvo como singular punto de mira la formación de este colectivo. Impartió en el seminario teología moral y dogmática; era seguidor de la doctrina tomista. En 1893 León XIII lo nombró cardenal de San Bernardo alle Terme, y casi a renglón seguido patriarca de Venecia, en un momento político complejo por los afanes de injerencia del gobierno italiano que hubiera querido influir en su nominación. En Venecia prosiguió con su apostolado, promovió el canto gregoriano, estableció la facultad de derecho canónico y se granjeó el afecto y el respeto de los fieles. Era un hombre sencillo y humilde, de inmenso corazón, sensible al sufrimiento de los pobres y enfermos. Luchó por amor a Cristo para superar sus debilidades, y huyó de cualquier atisbo de pompa y ostentación, despidiendo al servicio para ser atendido por sus hermanas. Siempre se sintió, y así aludía a su persona, como un «cardenal rural».

Muchas obras impulsó en Venecia hasta que en 1903, tras la muerte del papa León XIII, después de varias votaciones del cónclave fue elegido para sucederle. Inicialmente todo apuntaba al cardenal Rampolla, pero fue vetado por el emperador de Austria. Por eso, Giuseppe –que escogió el nombre de Pío en honor de los pontífices que habiéndolo elegido antes dieron su vida defendiendo la religión–, revocó la prebenda de los gobernantes para intervenir en nombramientos que debían regirse por la voluntad de Dios. Él mismo, abrumado por la altísima misión que se le encomendaba, y sintiéndose indigno, quiso rehusarla, sin poder contener sus lágrimas. Pero le hicieron ver que aceptando la elección cumplía la voluntad divina. Con el pesode la temblorosa soledad del que ha sido designado para regir la Iglesia, manifestó: «Acepto el pontificado como una cruz…». Creyó que Dios le daría las gracias precisas para ejercer el gobierno, como así fue. Desde el principio se propuso «renovar todas las cosas en Cristo». Hacia Él quería conducir al mundo entero, afligido al constatar que el hombre vivía de espaldas a Dios.

Era piadoso y firme; estaba lleno de caridad. Había demostrado sobradamente sus dotes para encauzar la vida espiritual de los fieles corrigiendo y animando, exhortando a todos a que dejasen penetrar en su espíritu el amor de Dios. Y en esa línea se mantuvo cultivando personalmente la oración, llevando por doquier la devoción por Cristo y por María, sin abandonar los estudios. Se ocupó de que la instrucción catequética llegase a los adultos –es autor de un catecismo–, y a los jóvenes, en las escuelas y en la universidad, de la formación del clero, diseñó un nuevo programa de estudios para los seminarios, estableció el seminario regional (le preocupaba la santidad de los sacerdotes), impulsó la redacción de un nuevo Código de Derecho Canónico, creó el Pontificio Instituto Bíblico en Roma, emprendió una importante restauración del Vaticano, dio realce a las misiones en la Iglesia, etc. También fomentó la recepción de la comunión, que aconsejaba fuese diaria, impulsó la solemnidad de los Congresos Eucarísticos, (de ahí su reconocimiento como «papa de la Eucaristía»), promovió la música sacra y dio realce al canto gregoriano. Además, combatió las herejías y plantó cara al modernismo entre otras acciones encaminadas a preservar la pureza de la fe.

En el aspecto diplomático tuvo que lidiar con distintos gobiernos reacios a la Santa Sede. Vaticinó el estallido de la Primera Guerra Mundial, y profundamente consternado manifestó: «Esta será la última aflicción que me mande el Señor. Con gusto daría mi vida para salvar a mis pobres hijos de esta terrible calamidad». Pocos días después de expresarse así, cayó gravemente enfermo. Murió el 21 de agosto de 1914. En su testamento escribió: «Nací pobre, he vivido en la pobreza y quiero morir pobre». En el funeral se resaltaron las tres virtudes características de su vida: pobreza, humildad y bondad. Pío XII lo beatificó el 3 de junio de 1951, y también lo canonizó el 29 de mayo de 1954.

Por Isabel Orellana

Durante la última década, América Latina se ha convertido en la zona del mundo con más católicos. Y es que allí hay dos grandes países que encabezan el número de bautizados en el mundo.

1. Brasil

El primero es Brasil, con 170 millones de católicos, alrededor del 64% de la población.

Precisamente Brasil fue el primer país que visitó el Papa Francisco. Fue en julio de 2013 a Rio de Janeiro, para quizá la Jornada Mundial de la Juventud más multitudinaria de la historia: asistieron casi 3 millones de personas.

2. México

El segundo de la lista es México. Con sus 111 millones de católicos, el 77% de su población, es el segundo país con mayor número de bautizados.

Hace solo 3 años el Papa viajó hasta allí y mantuvo encuentros con millones de personas.

El tercer país está en Asia.

3. Filipinas

Se trata de Filipinas, a día de hoy es la zona de este continente con más católicos. El Papa Francisco lo visitó en 2015, y fue recibido con gran entusiasmo.

Filipinas también tiene uno de los porcentajes de católicos más altos de todo el mundo: el 81%.

4. EE.UU.

Estados Unidos es el país americano con más habitantes, cerca de 300 millones, y de ellos unos 55 millones son católicos.

De ellos, muchos son hispanos, y los otros, descendientes de irlandeses e italianos.

5.Italia

Italia es el país europeo con más católicos y el quinto en el ranking mundial. Tiene cerca de 50 millones de bautizados, un 80% de la población.

A pesar de todo, si miramos los porcentajes, sin duda el país con más densidad de católicos es el Vaticano, con el 100% de su población.

 

Rome Reports

La iglesia en Antioquía -  Hechos 11, 19-30

19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.

20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús.

21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.

22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.

23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.

24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.

25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.

26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.

28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.

29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;

30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

 

Este relato enlaza con (8,1-4): la dispersión de los cristianos a causa de la primera persecución después del martirio de Esteban. Ahora se narra la difusión del Evangelio, que llega a Antioquía del Orontes, capital de la provincia romana de Siria.

Antioquía es la primera gran urbe del mundo antiguo en la que se predica a Jesucristo. Era, junto con Éfeso, la ciudad más importante del Imperio romano después de Roma y Alejandría. Tenía alrededor de 150.000 habitantes y una numerosa colonia judía. Constituía un centro de gran relevancia cultural, económica y religiosa.

 

 

El anuncio del Evangelio en Antioquía no se limita ya a judíos y prosélitos. La predicación se dirige a todos y forma parte de la actividad cotidiana, normal y espontánea, de los cristianos helenistas llegados desde Jerusalén después del martirio de Esteban.

La misión de Antioquía encierra un gran significado en la expansión del cristianismo, pues el centro de gravedad de la Iglesia cristiana comienza a desplazarse de Jerusalén a Antioquía, que será el punto de partida para la evangelización del mundo pagano.

Por eso, San Lucas subraya la comunión entre ambas iglesias: es la iglesia de Jerusalén (cfr v. 22) la que se siente responsable y solícita de toda la misión cristiana, y es la iglesia de Antioquía la primera en mostrarse atenta (cfr vv. 29-30) ante las necesidades de la iglesia madre.

 

 

Lucas recuerda también (cfr v. 26) el origen del nombre de «cristianos» que tan adecuadamente señala la identidad de los fieles:

«Aunque los Santos Apóstoles han sido nuestros maestros y nos han entregado el Evangelio del Salvador, sin embargo no hemos recibido de ellos nuestro nombre, sino que somos cristianos por Cristo y por Él se nos llama de ese modo» (S. Atanasio, Or. contr. arian. 1,2).

by primeroscristianos.com

El carmelita Antonio Maria Sicari es uno de los autores de espiritualidad más leídos en Italia. Ha escrito más de 100 biografías de santos.

Le gusta recordar que todos los cristianos están llamados a ser santos, y que Dios ha preparado a cada uno un camino para conseguirlo. Este camino es la vocación.

Y la clave para reconocerla es intentar escuchar en el corazón qué pide Dios a cada uno, y decidir cómo responderle.

 

 

P. ANTONIO MARIA SICARI - “No puedo escuchar una voz, ni creer que estoy escuchando una voz, si vivo en medio de una gran confusión, constantemente 'mensajeado', con cien mil voces que me hablan, sin saber cuál es verdadera, cuál es falsa, o cuál es estúpida. Es clave alejarse del ruido de la inútil multiplicación de voces y de propuestas sin sentido”.

Dice que la segunda clave es rodearse de personas que ayuden a cultivar sueños grandes, y no de amigos que dificulten ponerlos en práctica.

P. ANTONIO MARIA SICARI - “¿Con qué personas paso mi vida, quiénes son mis amigos? ¿Son personas que de algún modo transmiten la voz de Dios? ¿Son personas que me ayudan? ¿O elijo estar con personas que, si Dios me pide algo, me dirán: 'Eso no..., es absurdo, no le hagas caso'? A veces se pierden las vocaciones porque alguno se burla de ellos, o porque los desaniman. Y lo hacen justo quienes deberían tomárselos en serio”.

El tercer consejo es acercarse al tipo de vida que atrae para verificar si se está capacitado para ponerla en práctica, y luego, tomar una decisión.

P. ANTONIO MARIA SICARI - “La vocación se forja siempre en la compañía correcta y en la fidelidad. Otros consejos son tener una ayuda, una guía paterna o materna. Y sobre todo no dar vueltas entre distintas vocaciones, ya sean de personas, situaciones o ambientes. Y también comenzar cuanto antes, cuanto antes, a verificar la vocación”.

En las historias de los santos que ha escrito siempre hay una respuesta generosa a la propuesta de Dios.

Pero además, no faltan los momentos de crisis o duda. Por eso, la clave está en regresar siempre al recuerdo de aquellos momentos en los que se forjó la llamada que cambió la vida.

Rome Reports

Arqueólogos de la Universidad de Carolina del Norte han hallado puntas de flecha, lámparas, capas de ceniza e incluso una valiosa joya

Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte han anunciado importantes hallazgos en el Monte Sión de Jerusalén al descubrir evidencias claras que constatan la conquista babilónica de Jerusalén en el 587 antes de Cristo, lo que coincide con el relato que aparece en la Biblia.

El hallazgo se corresponde con un depósito que incluye capas de ceniza, puntas de flecha, tiestos, lámparas y una importante pieza de joyería de época: una borla o arete de oro y plata (un arillo de metal que algunas mujeres llevaban atravesado en el lóbulo de cada una de las orejas).

 

Yacimiento Arqueológico en el Monte Sión

 

Según recoge La Vanguardia, también hay signos de una estructura significativa de la Edad de Hierro. Pero el edificio, debajo de las capas de períodos posteriores, aún no se ha excavado. El proyecto arqueológico actual ya anunció, en julio de 2019, que había encontrado evidencias sobre el saqueo de la ciudad durante la Primera Cruzada.

El hallazgo actual es uno de los más antiguos y quizás el más destacado por su importancia histórica, ya que la conquista babilónica de Jerusalén es un momento importante en la historia judía. El equipo de investigadores ha explicado que el depósito puede datarse gracias a la combinación única de artefactos y materiales encontrados.

 

Cerámica y lámparas se han encontrado justo al lado de evidencias del asedio babilónico, representado por madera quemada y cenizas, y una serie de puntas de flecha de bronce y hierro de tipo escita que son típicas de ese período. Debido a la ubicación del sitio, se pueden eliminar varias explicaciones alternativas para los artefactos, según argumentan los investigadores.

“Sabemos dónde corría la antigua línea de fortificación”, señalan en declaraciones a phys.org, “así que sabemos que estamos dentro de la ciudad. Sabemos que esta no es una zona de descarga, sino el vecindario sudoeste de la ciudad de la Edad del Hierro, durante el siglo VIII”. El área urbana se extendía hacia el sureste y hasta la colina occidental donde ahora se está excavando.

 

Localización y planos del Yacimiento Arqueológico en el Monte Sión

 

Los depósitos de cenizas, de manera similar, no son evidencia concluyente del ataque babilónico en sí mismos, pero lo son mucho más en el contexto de otros materiales. ”En este caso, la combinación de una capa de ceniza llena de artefactos, mezclada con puntas de flecha y un adorno muy especial indica algún tipo de devastación y destrucción. Nadie abandona las joyas de oro y nadie tiene puntas de flecha en su basura doméstica“, asumen.

”Las puntas de flecha se conocen como ‘puntas de flecha escitas’ y se han encontrado en otros sitios de conflicto de los siglos VII y VI antes de Cristo. También se conocen en sitios fuera de Israel. Eran bastante comunes en este período y se sabe que son utilizado por los guerreros de Babilonia”, concluyen.

Fundación Tierra Santa

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