San Bernardo de Claraval - 20 de agosto, según Benedicto XVI

Benedicto XVI dedicó la catequesis, dentro del ciclo de escritores cristianos del primer milenio a san Bernardo de Claraval (1090-1153), abad cisterciense conocido como el “Doctor melifluo” por la dulzura con que hablaba de Jesucristo.

"No se puede hacer teología sin experiencia de Cristo", "A través de María somos conducidos a Jesús”.

Santo abad Bernardo de Claraval

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 21 de octubre de 2009 (ZENIT.org)

“Para Bernardo de Claraval, el verdadero conocimiento de Dios consiste en la experiencia personal, profunda, de Jesucristo y de su amor. Y esto, queridos hermanos y hermanas, vale para todo cristiano”, afirmó hoy Benedicto XVI.

Este santo escritor fue una importante figura de la Europa medieval, que mantuvo contactos con importantes personalidades de su tiempo, y que es reconocido como el “último Padre de la Iglesia”.

Subrayó que más que haber abierto nuevos caminos en la teología, san Bernardo “configura al teólogo con el contemplativo y el místico”, en un tiempo de agrias disputas entre dos importantes corrientes teológicas, el nominalismo y el realismo.

“Sólo Jesús – insiste Bernardo ante los complejos razonamientos dialécticos de su tiempo – sólo Jesús es miel en la boca, cántico en el oído, júbilo en el corazón”, explicó el Papa. “El abad de Claraval no se cansa de repetir que sólo hay un nombre que cuenta, el de Jesús Nazareno”, añadió.

“Para Bernardo, de hecho, el verdadero conocimiento de Dios consiste en la experiencia personal, profunda, de Jesucristo y de su amor”. Su ejemplo recuerda hoy que “la fe es ante todo encuentro personal íntimo con Jesús, es hacer experiencia de su cercanía, de su amistad, de su amor, y sólo así se aprende a conocerle cada vez más, a amarlo y seguirlo cada vez más”. “¡Que esto pueda sucedernos a cada uno de nosotros!”, auguró el Papa.

Las reflexiones de este santo abad “provocan aún hoy de forma saludable no sólo a los teólogos, sino a todos los creyentes”, que “a veces pretenden resolver las cuestiones fundamentales sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo, con las únicas fuerzas de la razón”.

“San Bernardo, en cambio, sólidamente fundado en la Biblia y en los Padres de la Iglesia, nos recuerda que sin una profunda fe en Dios, alimentada por la oración y por la contemplación, por una relación íntima con el Señor, nuestras reflexiones sobre los misterios divinos corren el riesgo de ser un vano ejercicio intelectual, y pierden su credibilidad”.

“Al final, la figura más verdadera del teólogo sigue siendo la del apóstol Juan, que apoyó su cabeza sobre el corazón del Maestro”, subrayó el Papa.

Otro de los puntos sobresalientes del pensamiento de san Bernardo es su veneración a la Virgen María, sobre la que ha escrito importantes sermones y oraciones.

Sobre todo, se detuvo en la importancia de la Virgen al haber acompañado a su Hijo en la Pasión. “Bernardo no tiene dudas: per Mariam ad Iesum, a través de María somos conducidos a Jesús”, afirmó el Papa.

En sus escritos, el santo “confirma con claridad la subordinación de María a Jesús, según los fundamentos de la mariología tradicional”, pero “documenta también el lugar privilegiado de la Virgen en la economía de la salvación”.

El Papa concluyó su catequesis citando una hermosa homilía del santo: “En los peligros, en las angustias, en las incertidumbres – dice – piensa en María, invoca a María. Que Ella no se aparte nunca de tus labios, que no se aparte nunca de tu corazón; y para que obtengas la ayuda de su oración, no olvides nunca el ejemplo de su vida”.

“Si tú la sigues, no puedes desviarte; si la rezas, no puedes desesperar; si piensas en ella, no puedes equivocarte. Si ella te sostiene, no caes; si ella te protege, no tienes que temer; si ella te guía, no te cansas; si ella te es propicia, llegarás a la meta...”

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN EXIGE SACERDOTES BIEN FORMADOS, ASEGURA BENEDICTO XVI

Nació en Séez  (Francia) en 1601. Ordenado sacerdote, se dedicó durante muchos años a la predicación, difundiendo particularmente la devoción a los Corazones de Jesús y de María. Fundó sendas congregaciones religiosas para la formación de los sacerdotes (Eudistas) y de mujeres abandonadas (Hijas de Nuestra Señora de la Caridad). Murió en 1680.

Al recoger la herencia espiritual dejada por san Juan Eudes

En el seminario los futuros sacerdotes deben "aprender a Cristo"

CASTEL GANDOLFO, miércoles, 19 de agosto de 2009 (ZENIT.org)

Benedicto XVI reconoce que la formación permanente de los sacerdotes constituye un punto decisivo para que la "nueva evangelización no se quede simplemente en un eslogan atractivo".

Así lo constató este miércoles durante la intervención que pronunció durante la audiencia general, celebrada en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, dedicada a recordar la figura de san Juan Eudes (1601-1680), cuya memoria litúrgica celebraba ese día la Iglesia, y la formación del clero.

Este santo francés, como recordó el Papa, comprendió que para descubrir el amor del Corazón de Jesús es decisiva la formación profunda y continua de los sacerdotes, motivo por el cual fundó la congregación de Jesús y María, actualmente extendidos por Francia, Italia, América del Norte, América Latina, el Caribe y África.

"También hoy se experimenta la necesidad de que los sacerdotes testimonien la infinita misericordia de Dios con una vida totalmente 'conquistada' por Cristo, y aprendan esto desde los años de su formación en los seminarios", reconoció el Papa en pleno Año Sacerdotal.

 

En este sentido, recordó que Juan Pablo II, después del Sínodo de 1990, emanó la exhortación apostólica Pastores dabo vobis, en la que presenta la importancia de la formación de los seminaristas y sacerdotes.

"Es un verdadero punto de partida para una auténtica reforma de la vida y del apostolado de los sacerdotes, y es también el punto central para que la 'nueva evangelización' no se quede en un eslogan atractivo, sino que se traduzca en realidad", añadió Benedicto XVI.

En este sentido, el obispo de Roma consideró que tienen un papel decisivo los años de formación que los futuros sacerdotes viven en el seminario, en los que deben "aprender a Cristo", "dejándose configurar progresivamente por Él, único Sumo Sacerdote y Buen Pastor".

"El tiempo del seminario debe ser visto, por tanto, como la actualización del momento en el que el Señor Jesús, después de haber llamado a los apóstoles y antes de enviarles a predicar, les pide que se queden con Él", aseguró.

El sucesor del apóstol Pedro invitó a rezar en este año "por los sacerdotes y por quienes se preparan a recibir el don extraordinario del sacerdocio ministerial".

Como consejo, a los peregrinos presentes, les dejó este pensamiento de san Juan Eudes: "Entregaos a Jesús para entrar en la inmensidad de su gran Corazón, que contiene el Corazón de su santa Madre y de todos los santos, y para perderos en este abismo de amor, de caridad, de misericordia, de humildad, de pureza, de paciencia, de sumisión y de santidad".

 

El estudio que muestra cómo la impresionante red de caminos del Imperio romano sigue generando prosperidad 2.000 años después

“Todos los caminos conducen a Roma”.

Lo que llegó a la actualidad como una expresión popular, durante el esplendor del Imperio romano tenía un sentido casi literal.

Los historiadores calculan que hacia el año 117 de nuestra era, cuando los romanos llegaron a su punto máximo de expansión geográfica, la intrincada red de calzadas que habían construido rondaba los 80.000 kilómetros.

Eso equivale a darle dos veces la vuelta a la Tierra.

Esos caminos les servían para transportar tropas y suministros a los lugares que iban conquistando. Más adelante se convirtieron en vías de comercio y rutas de mensajería.

Los romanos llegaron a construir una impresionante red de calzadas que cruzaban Europa, Oriente Medio y el norte de África.

Muchos de esos caminos aún se pueden recorrer, pero no solo son un atractivo histórico.

Un grupo de economistas de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) llegó a la conclusión de que la prosperidad que esas rutas generaron hace casi 2.000 años está relacionada con el desarrollo del que hoy gozan los lugares por donde fueron trazadas.

El camino del progreso

Para llegar a esta conclusión, los investigadores daneses superpusieron un mapa de la antigua red de calzadas romanas con un moderno mapa nocturno de 2010 en el que se pueden ver las zonas más iluminadas.

Para los economistas, la relación es clara: a mayor luz, mayor progreso económico.

Luego, para robustecer sus análisis, tomaron estadísticas actuales de población, densidad de vías y actividad económica.

El resultado fue claro: los lugares con más caminos durante el Imperio romano tienden a coincidir con aquellos que hoy tienen más vías, más gente y mayor desarrollo económico.

Así, los investigadores concluyeron que el desarrollo que tienen hoy importantes centros urbanos en Europa “se debe a la persistencia de una notable infraestructura durante un periodo de 2.000 años”, según escriben en su estudio.

La importancia de la rueda

Los investigadores, sin embargo, se dieron cuenta de que la relación entre la cantidad de caminos y el desarrollo actual no era tan clara en zonas del Medio Oriente y del Norte de África. ¿Por qué?

Ocurre que durante un periodo entre los años 500 y 1000 el transporte más popular en esas regiones eran las caravanas de camellos, en vez de los carruajes tirados por bueyes.

Las caravanas resultaban más rentables, pero eliminaban la necesidad de construir una calzada y además, a diferencia de los caminos de Europa, no había razón para mantenerlos en buen estado.

De esa manera se perdió la oportunidad de mantener una infraestructura durante varios siglos, como sí ocurrió con los caminos de Europa.

Así, el estudio ayuda a fortalecer la idea de que la inversión en infraestructura es un factor clave a la hora de lograr un desarrollo persistente.

Publicamos algunas oraciones de los primeros escritores cristianos dirigidas a la Virgen María.

San Efrén, diácono de la Iglesia en Siria y doctor de la Iglesia -nació hacia el año 306 en Nisibis, ciudad de Mesopotamia- nos ha dejado unos magníficos himnos dirigidos a la Virgen…Poeta de delicadísimos sentimientos hacia Jesucristo y su Santísima Madre, escribió centenares de himnos para uso litúrgico y para uso popular.

 

1. María tiene muchos nombres , y es para mi un gran gozo llamarla con ellos. Es la fortaleza donde habita el poderoso Rey de reyes, mas no salió de allí igual que entró: en Ella se revistió de carne, y así salió. Es también un nuevo cielo, porque allí vive el Rey de reyes; allí entró y luego salió vestido a semejanza del mundo exterior (...). Es la fuente de la que brota el agua viva para los sedientos; quienes han gustado esta bebida llevan fruto al ciento por uno. (SAN EFRÉN DE SIRIA , Himno por el Nacimiento de Cristo, 11)

theotokos

2. Volved la mirada a María . Cuando Gabriel entró en su aposento y comenzó a hablarle, Ella preguntó: ¿cómo se hará esto? (Lc 1, 34). El siervo del Espíritu Santo le respondió diciendo: para Dios nada es imposible (Lc 1, 37). Y Ella, creyendo firmemente en aquello que había oído, dijo: he aquí la esclava del Señor (Lc 1, 38). Y al instante descendió el Verbo sobre Ella, entró en Ella y en Ella hizo morada, sin que nada advirtiese. Lo concibió sin detrimento de su virginidad, y en su seno se hizo niño, mientras el mundo entero estaba lleno de Él (...). Cuando oigas hablar del nacimiento de Dios, guarda silencio: que el anuncio de Gabriel quede impreso en tu espíritu. Nada es difícil para esa excelsa Majestad que, por nosotros, se ha abajado a nacer entre nosotros y de nosotros.   (SAN EFRÉN DE SIRIA, Himno por el Nacimiento de Cristo, 11

3. Hoy María es para nosotros un cielo, porque nos trae a Dios . El Altísimo se ha anonadado y en Ella ha hecho mansión, se ha hecho pequeño en la Virgen para hacernos grandes (...). En María se han cumplido las sentencias de los profetas y de los justos. De Ella ha surgido para nosotros la luz y han desaparecido las tinieblas del paganismo.     (SAN EFRÉN DE SIRIA, Himno por el Nacimiento de Cristo, 11)

4. BenedictoXVI hablando de San Efrén de Siria y sus himnos a nuestra Madre, nos dice…

Ahora no puedo hablar mucho de él, en parte porque es difícil de traducir la poesía, pero para dar al menos una idea de su teología poética quisiera citar pasajes de dos himnos. Ante todo os propongo unas espléndidas imágenes tomadas de los himnos «Sobre la natividad de Cristo». Ante la Virgen, San Efrén manifiesta con inspiración su maravilla:

«El Señor vino a ella para hacerse siervo.

El Verbo vino a ella para callar en su seno.

El rayo vino a ella para no hacer ruido.

El pastor vino a ella, y nació el Cordero, que llora dulcemente.

El seno de María ha trastocado los papeles:

Quien creó todo se ha apoderado de él, pero en la pobreza.

El Altísimo vino a ella (María),

pero entró humildemente.

El esplendor vino a ella, pero vestido con ropas humildes.

Quien todo lo da experimentó el hambre.

Quien da de beber a todos sufrió la sed.

Desnudo salió de ella, quien todo lo reviste (de belleza).»

(Himno «De Nativitate» 11, 6-8).

(BENEDICTO XVI presenta a San Efrén el Sirio, 28 noviembre 2007)

 

virgen maria

 

5. San Efrén de Siria, poeta de delicadísimos sentimientos hacia Jesucristo y su Santísima Madre, escribió centenares de himnos para uso litúrgico y para uso popular.

Los cantos populares -en los que destaca su gracioso ingenio y la solidez de su doctrina- son especialmente interesantes porque estaban destinados a que los cantase todo el pueblo, que no entendía de enrevesadas controversias teológicas: así se difundía de modo fácil, rápido y agradable la verdadera fe.

Reproducimos a continuación parte de uno de ellos:

He mirado asombrado a María que amamanta a Aquél

que nutre a todos los pueblos,

pero que se ha hecho niño.

Habitó en el seno de una muchacha, Aquél que llena de sí el mundo (...).

Un gran sol se ha recogido y escondido en una nube espléndida.

Una adolescente ha llegado a ser la Madre de Aquél

que ha creado al hombre y al mundo.

Ella llevaba un niño, lo acariciaba, lo abrazaba,

lo mimaba con las más hermosas palabras y lo adoraba diciéndole:

Maestro mío, dime que te abrace .

Ya que eres mi Hijo, te acunaré con mis canciones;

soy tu Madre, pero te honraré.

Hijo mío, te he engendrado, pero Tú eres más antiguo que yo;

Señor mío, te he llevado en el seno, pero Tú me sostienes en pie.

Mi mente está turbada por el temor,

concédeme la fuerza para alabarte .

No sé explicar cómo estás callado,

cuando sé que en Ti retumban lostruenos.

Has nacido de mí como un pequeño ,

pero eres fuerte como un gigante;

eres el Admirable, como te llamó Isaías cuando profetizó sobre Ti.

He aquí que todo Tú estás conmigo,

y sin embargo estás enteramente escondido en tu Padre.

Las alturas del cielo están llenas de tu majestad,

y no obstante mi seno no ha sido demasiado pequeño para Ti.

Tu Casa está en mí y en los cielos. Te alabaré con los cielos.

Las criaturas celestes me miran con admiración y me llaman Bendita.

Que me sostenga el cielo con su abrazo,

porque yo he sido más honrada que él.

El cielo, en efecto, no ha sido tu madre; pero lo hiciste tu trono.

¡Cuánto más venerada es la Madre del Rey que su trono!

Te bendeciré, Señor, porque has querido que fuese tu Madre;

te celebraré con hermosas canciones.

Oh gigante que sostienes la tierra y

has querido que ella te sostenga, Bendito seas.

Gloria a Ti, oh Rico, que te has hecho Hijo de una pobre.

Mi magnificat sea para Ti , que eres más antiguo que todos,

y sin embargo, hecho niño, descendiste a mí.

Siéntate sobre mis rodillas ;

a pesar de que sobre Ti está suspendido el mundo,

las más altas cumbres y los abismos más profundos (...).

Tú estás conmigo, y todos los coros angélicos te adoran.

Mientras te estrecho entre mis brazos,

eres llevado por los querubines.

Los cielos están llenos de tu gloria, y sin embargo

las entrañas de una hija de la tierra te aguantan por entero .

Vives en el fuego entre las criaturas celestes,

y no quemas a las terrestres.

Los serafines te proclaman tres veces Santo:

¿qué más podré decirte, Señor?

Los querubines te bendicen temblando,

¿cómo puedes ser honrado por mis canciones?

(SAN EFRÉN DE SIRIA, Himno La canción de cuna de María , 18, 1-23)

Fuente:
“ORAR CON LOS PRIMEROS CRISTIANOS"
Gabriel Larrauri


Sobre San Efrén - 9 de Junio

 

Benedicto XVI en la casa de María en Éfeso

El 29 noviembre de 2006 Benedicto XVI celebró la eucaristía con parte de la pequeña comunidad católica de Turquía a unos cuatro kilómetros de Éfeso en la casa, en la que, según la tradición, vivió María.

Numerosos autores cristianos de Oriente y Occidente, desde los primeros siglos, mencionaron la estancia del apóstol Juan, acompañado de la Virgen, en esta ciudad, en la que se encontraba la sede de la primera de las siete iglesias recordadas en el Apocalipsis.

¿Pero cómo se sabe que ésta era la casa de la Madre de Jesús? El descubrimiento tuvo lugar a finales del siglo XIX.

El 29 de julio de 1891 dos sacerdotes de la Congregación de la Misión (lazaristas) franceses, los padres Henry Jung y Eugène Poulin, cediendo a las insistentes peticiones de sor Marie de Mandat-Grancey, la superiora de las Hijas de la Caridad, que trabajaban en el hospital francés de Esmirna (Izmir), salieron en busca de la casa de María, teniendo como brújula las visiones de la mística alemana Anna Katharina Emmerick (1774-1824).

La religiosa, beatificada por Juan Pablo II el 23 de octubre de 2004, desde su lecho, en un pueblo de Westfalia, en el que transcurrió los últimos doce años de su vida, había recibido las visiones de la vida de Jesús y de la Virgen, recogidas y publicadas después de su muerte.

Los dos sacerdotes, antiguos soldados del ejército francés, subieron el Bülbül Dag (que en turco quiere decir «la colina del ruiseñor»), que se eleva por encima de la llanura de Éfeso.

Tras muchos esfuerzos y calor, junto a una fuente, encontraron las ruinas de una casa, que daba la impresión de haber sido utilizada como capilla, y que correspondía perfectamente a la descripción de Emmerick.

Era el «Panaya üç Kapoulou Monastiri», como lo llamaban los cristianos ortodoxos del lugar, es decir, el «Monasterio de las tres puertas de Panaya, la Toda Santa», a causa de los tres arcos de la fachada.

Esos cristianos griegos, que hablaban turco, acudían al lugar en peregrinación en la octava de la fiesta de la dormición de María, el 15 de agosto.

Los sacerdotes hicieron una investigación entre los habitantes del lugar y pudieron confirmar la existencia de una secular devoción que reconocía en la capilla en ruinas el lugar de la última residencia terrena de «Meryem Anas», la Madre María.

Estudios arqueológicos realizados entre 1898 y 1899 sacaron a la luz, entre las ruinas, los restos de una casa del siglo I, así como las ruinas de una pequeña población que se desarrolló alrededor de la casa a partir del siglo VII.

El Papa León XIII (1878-1903) se pronunció favorablemente sobre estos descubrimientos, y restableció en el Ordo Romanus una nota que con motivo de la fiesta de la Asunción mencionaba a Éfeso como probable lugar de la dormición de la Virgen.

El santuario «Meryem Ana» ante el que el Papa celebró la misa, al aire libre, fue restaurado en los años cincuenta del siglo pasado con piedras y material del lugar. En estos momentos la atención pastoral ha sido encomendada a los frailes capuchinos.

La Casa de María fue visitada por Pablo VI en 1967 y por Juan Pablo II en 1979. Es meta de peregrinaciones de musulmanes, pues María es presentada en el Corán como «la única mujer que no ha sido tocada por el demonio».

 

ÁFRICA/ETIOPÍA - Iglesias quemadas y sacerdotes asesinados en la región Somalí de Etiopía

El Patriarca Matthias y el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo de Etiopía han decretado16 días de ayuno y oración, antes y después de la solemnidad litúrgica de la Asunción de Santa María Madre de Dios (que se celebra el 15 de agosto), para invocar el don de la paz y la reconciliación en Jijiga y en la región Somali después de la violencia étnica que estalló en los últimos días en esta parte de Etiopía, que ha causado cerca de 30 víctimas. La Iglesia Ortodoxa etíope ha pagado un precio muy alto en esta espiral de violencia. De acuerdo con la información proporcionada por medios locales, al menos siete iglesias ortodoxas fueron atacados e incendiadas, con un saldo de 6 sacerdotes y varios fieles muertos.

Los enfrentamientos comenzaron la semana pasado cuando hombres armados de las milicias Liyu, de etnia somalí y a las órdenes de Abdi Illey (Presidente de la región Somalí), intentaron interrumpir un encuentro entre miembros del parlamento regional y representante civiles en la ciudad de Dire Daua reunidos para denunciar la violación de los derechos humanos en la región. La violencia dio lugar a la intervención del ejército etíope que desplegó sus tropas alrededor de las sedes de las instituciones, incluido el edificio del parlamento regional y el palacio presidencial de la misma Abdi Illey.

Fue una intervención masiva seguida por ataques contra objetivos vinculados a grupos étnicos minoritarios, fomentada por miembros de la milicia Liyu. La espiral de violencia también ha acentuado las diferencias entre la administración regional y el gobierno de Addis Abeba, y condujo a la renuncia del gobernador regional Abdi Illey, que en las últimas horas, - según recogen medios locales -, también fue detenido y puesto bajo custodia por las autoridades de Addis Ababa.

Desde hace tiempo la región Somalí vive presa de la inestabilidad. El primer ministro, Abyi Ahmed, ha querido cumplir allí con su primera visita después del acuerdo a principios del pasado mes de abril. Por el momento, según fuentes oficiales de la Iglesia ortodoxa Tewahedo, más de 20,000 etíopes desplazados reciben apoyo y asistencia de las parroquias ortodoxas de Jijiga.
La Iglesia Ortodoxa Tewahedo de Etiopía, guiada por Abuna Matthias I, es la única iglesia local autóctono en todo el África Subsahariana que nace directamente de los apóstoles. “La clave de la unidad entre las Iglesias está hoy en el ecumenismo de los mártires”, aseguró el Patriarca etíope después de reunirse en Roma Francisco el 29 de febrero 2016.

Agenzia Fides

Los Padres son una fuente riquísima de doctrina

José Antonio Loarte (Talavera de la Reina) es licenciado en medicina por la Universidad de Navarra y doctor en teología por la Universidad Lateranense. Recibió la ordenación sacerdotal en 1969. Es autor de varios libros de espiritualidad sobre temas marianos y patrísticos. Ha vivido en Roma más de cincuenta años, siendo profesor de varias disciplinas teológicas. Además ha trabajado en tareas relacionadas con la conservación y clasificación de los textos de la predicación de san Josemaría Escrivá, junto a quien trabajó en los últimos años de su vida.

Los primeros cristianos. ¿Qué relevancia puede tener para un creyente, en el contexto actual, la vida de unas personas tan lejanas en el pasado?

Estamos en época de primeros cristianos. El mundo hoy en día se ha alejado completamente de Cristo. En los primeros siglos no le conocían; hoy o le han olvidado o hay mucha gente que tampoco lo ha conocido. Además, nos encontramos en un periodo de la historia marcadamente materialista en el que somos esclavos del cuerpo, como también lo eran las sociedades de los primeros siglos, especialmente Grecia y Roma, donde vivieron los primeros cristianos. Por tanto, su sociedad era muy parecida a la nuestra.

Nosotros contamos con la ventaja de muchos siglos de Tradición, ellos sólo contaban con treinta, cincuenta, cien años máximo desde la vida terrena de Jesucristo, y sin embargo no tuvieron miedo y se lanzaron a dar a conocer el Evangelio.

Pienso que hay dos cosas que conviene destacar de estos años primeros de la cristiandad: en primer lugar la caridad, el cariño que se tenían entre sí los primeros cristianos. Es sabido que algunos paganos exclamaban escandalizados: “Mirad cómo se aman”, y no lo decían como un elogio, sino que no les cabía en la cabeza que se quisiesen tanto. Golpeó mucho las conciencias de la sociedad el amor que ponían en el cuidado de los huérfanos, de los pobres, de los enfermos, de las viudas... Y por otro lado no podemos olvidar el gran testimonio del martirio. A ningún pagano se le pasaba por la cabeza que alguien pudiese dar la propia vida, incluso hasta la muerte, por unas ideas.

En general, al hablar de los primeros cristianos, mucha gente tiene en mente dos estereotipos bastante alejados de lo que podríamos denominar “la vida corriente”; en efecto, todo cristianismo de los primeros siglos parece ser o mártir o Padre de la Iglesia ¿Hasta qué punto se corresponde con la realidad esta concepción?

Esta afirmación no se corresponde con la realidad, los mártires primeros cristianos o los Padres de la Iglesia son un pequeño porcentaje respecto al número de fieles que fueron introduciéndose en la Iglesia y convirtiéndose a Cristo. La gran mayoría de los primeros cristianos son personas que no han pasado a la historia. En las catacumbas de Roma están sus tumbas con los nombres grabados. De hecho, los escritos de los primeros Padres de la Iglesia están plagados de referencias a los cristianos que vivían en su trabajo, en su familia, de forma corriente y desempeñando sus labores de igual manera que el resto de los ciudadanos. En Tertuliano y en Orígenes, por ejemplo, encontramos dichos textos, en los que de forma muy bonita se hace referencia a toda esta sencillez.

Efectivamente hubo muchos mártires, pero no debemos olvidar que hoy en día hay muchos más mártires que entonces. En el siglo XX ha habido más mártires que en los comienzos de la Iglesia. No es algo que no se supiese: numerosas personalidades eclesiásticas ya lo han advertido, entre ellas el Papa Francisco o San Juan Pablo II. Aunque no debemos olvidar que no sólo existe un martirio de sangre, también existe el martirio de la memoria y del nombre, no hablar de ellos esconderlos, tratar de hundirlos y de ocultar sus éxitos.

Hoy en día no resulta sencillo que alguien se siente a leer los escritos de algún Padre de la Iglesia ¿Qué cree que un cristiano corriente podría encontrar de atractivo en esas obras?

¡Hay tantas cosas que la gente no se sienta a leer y que son interesantes! Los Padres son una fuente riquísima de doctrina y de magisterio. Evidentemente es difícil leer directamente a un padre de la iglesia. Es difícil entender el contexto cultural, histórico, geográfico del que hablan. Para que una persona lea algo cercano a la patrística conviene empezar por algo sencillo, no ir en primer lugar a los más difíciles. Evidentemente requiere una preparación previa, al igual que la requiere leer a Platón o a Aristóteles. Hay libros especialmente adaptados para la persona del mundo actual. Yo escribí un libro llamado “El tesoro de los padres” precisamente por este asunto, para acercar estos escritos a la gente de a pie.

San Josemaría Escrivá, el fundador del Opus Dei, decía que la Obra había venido a recoger el testigo de los primeros cristianos y su espíritu de vida. A partir del siglo V todo se concentra en los eremitas y los cenobios después, olvidando por completo la vida cristiana de la gente de a pie. Vosotros estáis haciendo un gran bien con vuestra página web, ya que acercáis la vida de los primeros cristianos y los Padres de la Iglesia a todo el mundo, y gracias a ella mucha gente puede conocerlos, que ya es una forma de resolver lo que me preguntáis.

El Papa Francisco ha convocado un sínodo en octubre para hablar de los jóvenes y el discernimiento vocacional. ¿Qué papel jugaban estos dos aspectos en la vida de las primeras comunidades cristianas? ¿Cómo se refleja esa llamada a llevar el Evangelio por todo el mundo en la obra de los Padres de la Iglesia?

La Iglesia crece en los primeros siglos fundamentalmente en el seno de las familias. Los nuevos hijos que tienen los cristianos convertidos pasan a formar parte de la comunidad cristiana, siendo educados ya en la doctrina de Cristo. Y por otro lado también con el testimonio de personas cercanas, amigos, parientes o vecinos. El beato Álvaro del Portillo hablaba mucho de cómo vivían en todas las clases sociales, eran de todas las edades, y cómo hacían apostolado a través de su trabajo profesional. Estos son los dos caminos fundamentales: el bautismo de los hijos pequeños de familias cristianas y la amistad y el apostolado a través del trabajo. Por tanto los jóvenes fueron importantes.

¿Se siente particularmente atraído por el mensaje o ideas concretas de algún Padre de la iglesia?

Creo que la Epístola a Diogneto es fundamental, es algo que todo cristiano debería leer por su tremenda actualidad. Es un escrito del siglo II aproximadamente. No se sabe con certeza ni su autor ni la fecha, aunque sí que es de los primeros años del cristianismo. Diogneto es una persona alegórica, alguien que ama a Dios. Es curioso cómo refleja con mucha fidelidad lo que era el cristianismo de aquella época. Sorprende que la vida y los problemas de esos años son los mismos que los que nos encontramos hoy en día.

Por otro lado san Agustín y san Juan Crisóstomo son también dos Padres impresionantes, por decir uno de Oriente y otro de Occidente. El problema es que hasta hace pocos años hemos tenido unas traducciones al castellano fatales, que no reflejaban bien y con precisión lo que cada autor quería decir. Con San Agustín, por ejemplo, no habría que empezar con el De Trinitate, que es impresionante, sino más bien convendría coger los Sermones al pueblo, o algunas de sus epístolas que tienen un lenguaje mucho más oral y popular, y por tanto más comprensible. Y San Juan Crisóstomo es también otro autor espiritual muy especial. Aunque era monje y Obispo de Constantinopla, tenía un lenguaje y unas ideas muy de hombre de la calle y que seguro que pueden ser de mucho provecho para quien lo lea.

Diego Peralta e Ignacio Laguía

 

Bajo la Ciudad Eterna hay un mundo antiguo por descubrir lleno de misterios.

Uno de ellos es el del rico edificio descubierto a orillas del Tíber, cerca de Puente Milvio, donde en el siglo IV tuvo lugar la batalla que llevó a la conversión de Constantino y de todo su Imperio al cristianismo.

FRANCESCO PROSPERETTI
Responsable excavaciones
“No sabemos si esta zona es anterior, contemporánea o posterior a la batalla de Puente Milvio pero una de las hipótesis que manejamos es que este edificio pueda recordar la sepultura de un mártir cristiano”.

La elegancia de su suelo de mármol, que contrasta con el de las otras edificaciones, demuestra que el edificio no era un simple local comercial como los que lo rodean.

Los arqueólogos estiman que esta era una zona comercial donde se descargaban las mercancías.

FRANCESCO PROSPERETTI
Responsable excavaciones
“Este descubrimiento confirma el hecho de que el río Tíber en la antigüedad era la verdadera arteria de la ciudad de Roma. A lo largo del Tíber estaban los tiendas, los transportes. A lo largo de la orilla, lejos del centro de la capital, las construcciones eran de tipo comercial”.

Los arqueólogos solo han sacado a la luz una pequeña parte de la excavación. En ella además, de los locales comerciales también había un mausoleo con tres tumbas.

Sin embargo, de quién era o para qué servía el misterioso edificio continuará siendo un secreto porque la excavación deberá ocultarse de nuevo. Su proximidad al Tíber es peligrosa porque las lluvias otoñales o invernales pueden dañar los restos. Quizá se continuará estudiando en el futuro.

Roma está llena de pequeñas excavaciones como esta que poco a poco van ofreciendo más detalles sobre el pasado de uno de los imperios más gloriosos de la Historia.

Rome Reports.

¿Sabes en qué lugar fue la Asunción de la Virgen al Cielo?

Por testimonios muy antiguos, de los primeros siglos, podemos saber que ese sitio se encuentra donde se venera el actual lugar del Cenáculo, y que es de igual modo donde antiguamente estaba situada la iglesia de Santa María del Monte Sión.

Aquí se encontraba originalmente, según la tradición, la casa de san Marcos. En este lugar también tuvo lugar la última Cena, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstolesy la Virgen, y es el sitio desde dónde, según dice la tradición, Nuestra Madre la Virgen María marchó al cielo mientras estaba acompañada de los discípulos.

Cuando Adriano visitó Jerusalén en el año 130 afirmó que la única parte de la ciudad que no estaba en ruinas consistía en algunas casas y una pequeña iglesia en Sión. Con Epifanio esta pequeña iglesia fue reemplazada por un largo edificio. Eso debió suceder después del año 336, pues no aparece en el plan de construcciones del emperador Constantino.

Otra fuente atribuye el alargamiento de esta iglesia en el monte Sión al emperador Teodosio (379-385). La famosa peregrina Egeria afirma haberla visto alrededor del año 384. Se volvió a reedificar posteriormente por el obispo Juan de Jerusalén, entre el 387 y el 417. Se consideraba un gran templo, la madre de todas las iglesias. Una tradición del siglo V y VI dice que en esta casa vivió la Virgen con el apóstol Juan hasta que María terminó su vida terrena. Esta iglesia fue quemada por los persas en el 614.

En cuanto pasaron los persas el Abad Modestus la restauró. Tenía forma rectangular y en ella se podían señalar varias partes: en el lado noroeste la columna de la flagelación, en el sudeste el lugar de la última Cena, en el sudoeste el lugar de la venida del Espíritu Santo, y en el noreste el lugar donde la Virgen murió. San Willibald, que visitó la iglesia en el año 724 o 725, dice que vio el lugar desde donde la Virgen partió de esta vida.

También pudo ver una columna que estaba enfrente de la puerta que conduce a Siloan, que marcaba el lugar donde los judíos intentaron hacerse con su cuerpo mientras los apóstoles la trasladaban para ser enterrada en el valle de Josafat. Epifanio, que vivió entre el 639 y 689, también asegura que esa habitación alta era el lugar desde donde los apóstoles trasladaron el cuerpo sin vida de la Virgen María.

 

La casa donde vivió el emperador Trajano antes de acceder al trono

El subsuelo de la Ciudad Eterna esconde grandes maravillas hasta ahora desconocidas, por ejemplo esta. En una de las famosas 7 colinas de Roma, la del monte Aventino, en un aparcamiento como cualquier otro, los arqueólogos descienden a 10 metros de profundidad para acceder a un tesoro escondido: una casa de 5 espaciosas estancias de techos altos donde no han perdido el color los frescos de 2.000 años de antigüedad.

Los arqueólogos piensan que esta fue la casa donde vivió el emperador Trajano antes de acceder al trono.

Las estancias todavía no son accesibles al público, pero la capital italiana lleva años estudiando las huellas del genial emperador en obras como esta... o esta otra: un acueducto de 57 kilómetros hecho por Trajano. Transportaba el agua desde el lago de Bracciano a la zona de Trastévere.

Trajano no solo expandió los límites del Imperio sino que también hizo grandes obras civiles por todo su territorio. En ocasiones para borrar el rastro de predecesores suyos como Nerón. Esta gran cisterna de donde provenía el agua de las termas la hizo construir sobre su famosa Casa de Oro. Trajano la había reducido a escombros.

Estos vídeos se pueden ver en la exposición “Trajano. Construir el Imperio, crear Europa”, organizada con motivo del 1.900 aniversario de su muerte.

Está en pleno centro de la Ciudad Eterna y permanecerá abierta hasta septiembre de 2018. Allí se muestran retratos suyos, estatuas y objetos de época que hasta ahora no habían salido a la luz. El objetivo es dar a conocer a la figura que marcó el inicio de la Edad de Oro del Imperio.

Trajano llegó al poder en el año 98. Fue el primer emperador no romano. Lo consideraron más que un gran militar y gobernante. Fue considerado el mejor. Tanto es así que para desear prosperidad a los nuevos emperadores se decía: “Que puedas ser mejor que Trajano”.

 

Primeros Cristianos en otros idiomas
magnifiercrosschevron-down