La censura contra la película «Sagrado Corazón» no impide su inesperado éxito - 250.000 espectadores en Francia

«Sagrado Corazón»  éxito inesperado

En el mes transcurrido desde su estreno el 1 de octubre, 250.000 espectadores han acudido en Francia a ver Sacré-Coeur, una película dirigida por Steven Sabrina Gunnell que cuenta las apariciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita-María Alacoque.

 

La promoción del film sufrió la censura de Médiatransport, la central de publicidad de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia y de la Dirección Autónoma de los Transportes de París, complicando la publicidad en estaciones de metro, tren y autobús.

 

 

De poco ha servido, pues en parte gracias a ese boicot se ha convertido en una obra emblemática para los defensores de la identidad cristiana de la nación, que han reaccionando haciéndola triunfar en cientos de salas.

El 'affaire' marsellés

El deseo de dificultar su difusión alcanzó cotas de censura en Marsella, cuyo alcalde, el socialista Benoît Payan, prohibió el 22 de octubre la exhibición única prevista en La Buzine, un majestuoso castillo propiedad municipal que es sede de la Casa de la Cinematografía Mediterránea. La suspensión tuvo lugar una hora antes del pase, con la gente haciendo ya cola para entrar.

La razón alegada fue que ver dicha producción en un recinto del ayuntamiento violaría la 'laicidad' republicana. Un argumento que solo parece valer para esta producción católica, pues por la sala de cine de La Buzine han pasado absolutamente todo tipo de películas de trasfondo religioso no cristiano. Y la prohibición venía de un político particularmente solícito con la comunidad musulmana de la ciudad.

Al conocer esta arbitrariedad, el consejero municipal de Marsella y senador Stéphane Ravier, que ha sido elegido en las listas del Front National y Rassemblement National (Marine Le Pen) y de Reconquête (Éric Zemmour) y aspira a la alcaldía, presentó un recurso ante el Tribunal Administrativo de Marsella.

Alegó que Sagrado Corazón tiene una autorización de explotación del Centre National du Cinéma en todos los cines del país, incluidas 386 salas municipales. Y que se trataba de un ataque a la libertad de expresión.

Sagrado Corazón

Correctivo judicial al alcalde

La Justicia fue rápida y el 25 de octubre ordenó la re-programación de la película, propinando un severo correctivo al munícipe por su "atentado grave y manifiestamente ilegal contra la libertad de expresión, la libertad de creación y la libertad de difusión artística".

Es más que eso. Christophe Geffroy, director de La Nef,  afirmaba en el editorial del número 384 (noviembre de 2025) que lo sucedido, aunque anecdótico, "es revelador del estado de espíritu de una parte de nuestros dirigentes: nuestra civilización tiene el triste privilegio de alimentar en su seno una franja de población que rechaza visceralmente el fundamento de su propia cultura, con un odio tenaz a lo que nos define, el cristianismo en primer lugar pero también la larga historia nacional", que incluye como episodio de gran impacto multisecular las apariciones que refleja la película. "El mal está en nosotros mismos", lamenta Geffroy.

Con todo, y consciente del error político cometido (que le ha convertido en censor sin conseguir su objetivo y ha servido para generar una polémica que ha beneficiado a la película), el alcalde Payan ha tenido reflejos y telefoneó al director Steven Gunnell para 'hacer las paces' y prometerle que vería la película en alguno de los cines de Marsella donde la ponen.

Saliendo del 'nicho'

Aparte los propios méritos de Sagrado Corazón, es este tipo de polémicas el que ha disparado el taquillazo. Un reciente comentario en el diario progresista Le Monde no disimulaba su fastidio por esa audiencia que multiplica por más de diez la asistencia prevista (250.000 frente a los 20.000 esperados) y que, con su pequeño presupuesto de 800.000 euros, "no tendría que haber salido del nicho de fieles al que iba destinado".

Pero lo ha hecho. "Las salas están llenas, estamos desbordados", comentan, felices, los Gunnell, porque se están implicando a tope en la difusión, acudiendo a numerosos estrenos.

La película suma ya 500 sesiones y en su segunda semana se coló en el décimo puesto del Top 10 en taquilla, lo que, para un docudrama religioso en Francia, es todo un hito.

De las 833 críticas de los espectadores recogidas por la página de referencia Allociné, el 77% le dan la máxima puntuación (5), logrando de media un 4,2. El propio portal especializado hace una advertencia sobre el número "inhabitual" de valoraciones extremas en algunas películas, y ésta es una de ellas. Lo que refleja que Sagrado Corazónestá gustando mucho en ese nicho del que algunos querrían que no hubiese salido.

 

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