Una de las más conocidas sin duda es la de Michael York en "Jesús de Nazareth"(1977), aquella producción italiana dirigida por Franco Zeffirelli que en su origen fue una miniserie, pero que se llegaron a hacer copias más cortas para cine y televisión. York realiza una soberbia interpretación de san Juan, en todas sus acepciones.
El nacimiento del Bautista está marcado por la oración: el canto de alegría, de alabanza y de agradecimiento que Zacarías eleva al Señor, el ‘Benedictus’, exalta la acción de Dios en la historia e indica proféticamente la misión del hijo Juan: preceder al Hijo de Dios hecho carne para prepararle los caminos.
Toda la existencia del Precursor de Jesús está alimentada por la relación con Dios, en particular, el período transcurrido en regiones desiertas, regiones desiertas que son lugar de la tentación, pero también lugar en el que el hombre siente su propia pobreza porque está privado de los apoyos y las seguridades materiales, y comprende que el único punto de referencia sólido es Dios mismo.
San Juan Bautista interceda por nosotros, a fin de que sepamos conservar siempre la primacía de Dios en nuestra vida.