Durante muchos siglos, la Iglesia Romana utilizó exclusivamente esta antigua traducción de la Biblia

A diferencia de hoy, los cristianos de los primeros siglos de la Iglesia no podían ir a la librería local y recoger la Biblia (o buscar un versículo en su móvil); ni siquiera existía una sola compilación de escrituras sagradas, hasta el siglo IV.

 

En ese momento había varias versiones de los Evangelios y las cartas de San Pablo, así como del Antiguo Testamento. Los cristianos en Europa utilizaron traducciones griegas o traducciones latinas locales que fueron copiadas y compartidas entre las diversas comunidades.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que algunas de las traducciones se corrompieron y alteraron el significado original del texto.

Por eso el papa Dámaso I encargó a san Jerónimo en 382 que echara un vistazo a los Evangelios y revisara las traducciones latinas basadas en los manuscritos griegos más antiguos.

 

La labor de san Jerónimo

Y san Jerónimo hizo exactamente eso, pero después de completar los Evangelios, su curiosidad se despertó y comenzó una nueva traducción de los salmos.

Luego viajó a Jerusalén y una vez en la Ciudad Santa se embarcó en un ambicioso proyecto para traducir todo el Antiguo Testamento, basado en los textos hebreos originales.

Le tomó alrededor de 16 años completar su intento, pero no tradujo todos los libros, saltándose Sabiduría, Eclesiástico, Baruc y Macabeos I y II.

Jerónimo hizo grandes esfuerzos para traducir el texto hebreo y convertirlo en un equivalente latino que tuviera sentido, pero que fuera fiel al original.

 

La edición común, la traducción oficial de la Biblia

Fue uno de los primeros «eruditos de las escrituras» y tuvo tanto cuidado al traducir la Biblia que su trabajo finalmente se conoció como vulgata editio (la «edición común»).

Si bien se hicieron varias revisiones en los siglos posteriores, la Iglesia siempre miró hacia atrás a san Jerónimo como un estándar. Por el Concilio de Trento en el siglo XVI, la Vulgata Latina se había convertido en la traducción oficial de la Biblia en la Iglesia católica romana.

En el siglo XVII se creó la Biblia en inglés Douay-Rheims; también se basó en la Vulgata latina. No fue hasta el siglo XX que los traductores católicos se alejaron de la Vulgata a favor de ir directamente al material original, descubriendo textos similares a los que san Jerónimo usó en el siglo IV.

Como resultado, la Vulgata dio forma a la vida litúrgica y devocional de la Iglesia católica romana durante casi 1.500 años.

Tenemos mucho que agradecerle a san Jerónimo por su trabajo académico, que impactó en la Iglesia durante la mayor parte de su historia.

 

 

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https://www.primeroscristianos.com/san-jeronimo-doctor-de-la-iglesia-30-de-septiembre-4/

 

https://es.aleteia.org

 

20 de enero

SAN SEBASTIAN, SOLDADO
(† ca. 304)

 

Después de la persecución de Valeriano, el emperador Galieno, su Sucesor, dirigió un rescripto a los obispos por el que les permitía reanudar el culto cristiano y ocupar las iglesias que unos anos antes les habían sido confiscadas. Los emperadores siguientes respetaron aquel rescripto y el cristianismo gozó de un largo período de paz.

 

Sí se dieron casos de persecución en provincias, ello fue debido más al celo intempestivo de algún prefecto que a la voluntad expresa del emperador.

Durante los años que transcurrieron del 260 hasta rayar el siglo IV, la Iglesia completó la organización por todo el Imperio y afianzó su prestigio. Había muchos cristianos en todas partes: llegando a ser mayoría en algunas ciudades de Asia Menor. Los había entre los funcionarios públicos, entre los cargos palatinos y en la milicia. Fue preciso edificar nuevos templos espaciosos, pues los locales construidos en el decurso del siglo III no bastaban para atender a la multitud de fieles. Quedaba muy lejos el tiempo aquel en que los cristianos eran mal vistos y acusados de los peores crímenes.

Los cristianos podían pensar que había llegado el momento de su triunfo sin nuevas pruebas. Mas, contra todas las previsiones, se presentó una nueva persecución; la más cruel y duradera de todas. El historiador Eusebio nos explica por qué la Providencia permitió una prueba tan dura. Eusebio vivió aquellos hechos y sus palabras nos dan la clave de otras persecuciones habidas en la larga historia de la Iglesia.

"Como comenzásemos a abandonarnos en la negligencia y desidia - confiesa humildemente - debido al mal uso de tantos años de libertad, y unos a tener envidia y criticar a otros; como nos hiciéramos nosotros mismos mutua guerra, hiriéndonos de palabra a modo de armas y lanzas; como los prelados luchasen contra prelados y pueblos contra pueblos, levantando revueltas y tumultos; finalmente, como imperase el fraude y el engaño hasta el ápice de la malicia, entonces la divina Justicia empezó a amonestarnos primero con brazo suave, como acostumbra, casi sin sentir, y moderadamente, sin tocar aún al cuerpo general de la Iglesia y pudiéndose reunir todavía las multitudes de fieles libremente; la persecución estalló en sus comienzos por los que ejercían la milicia".

Sucedía eso a fines del siglo III. El Imperio era gobernado por Diocleciano, hombre inteligente pero escéptico, en Oriente, Italia y todo el Occidente estaba en manos del emperador Maximino. vanidoso e inculto. Fue éste el primero que emprendió la depuración de elementos cristianos en sus tropas. A los oficiales se les degradaba de momento; los veteranos eran echados ignominiosamente del Ejército. Han llegado hasta nosotros los nombres de varios mártires pertenecientes a la milicia: Maximiano en Tebaste, Víctor en Marsella, Marcelo en Tánger, el veterano Julio en Mesia, Emeterio y Celedonio en Calahorra. Pero el más ilustre de todos fue, sin duda alguna, San Sebastián, en Roma.

Se conservan los restos de San Sebastián, así como la catacumba en donde fue sepultado, con el lugar del sepulcro. Hay noticia de su culto, antiguo y nunca interrumpido. En cambio, no poseemos ningún relato contemporáneo de su martirio. La "pasión" o relato del martirio fue escrita un par de siglos más tarde y, aunque verídica en lo sustancial, es dudosa en ciertos detalles y contraría en algunos hechos históricos conocidos. Mas, como se trata del único documento que relata el martirio del Santo, en él han debido de apoyarse los hagiógrafos posteriores.

Sebastián, hijo de padre militar y noble, era oriundo de Narbona, pero creció y fue educado en Milán. De muy joven emprendió la carrera militar y llegó a capitán de la primera cohorte de la guardia pretoriana, cargo que sólo se daba a personas ilustres. Era respetado por todos y apreciado por el emperador. Lo que ignoraba éste es que Sebastián fuera cristiano de corazón. El noble capitán cumplía con disciplina, pero no tomaba parte en los sacrificios a los dioses ni en otros actos que fueran de idolatría. No exteriorizaba su fe íntima; aunque se valía de su posición privilegiada para ejercer el apostolado seglar entre los compañeros de milicia y en ayudar ocultamente a los cristianos.

Visitaba a los encarcelados por causa de Cristo, alentaba a los débiles y abatidos, daba ánimo a los que padecían tormento. Según la "pasión", intervino de un modo especial en sostener la fe de dos caballeros romanos, Marco y Marceliano, hermanos mártires, cuyo sepulcro fue identificado a principios del presente siglo cerca de la catacumba de San Sebastián. daba a personas ilustres. Era respetado por todos y apreciado por el emperador. Lo que ignoraba éste es que Sebastián fuera cristiano de corazón. El noble capitán cumplía con disciplina, pero no tomaba parte en los sacrificios a los dioses ni en otros actos que fueran de idolatría.

No exteriorizaba su fe íntima; aunque se valía de su posición privilegiada para ejercer el apostolado seglar entre los compañeros de milicia y en ayudar ocultamente a los cristianos. Visitaba a los encarcelados por causa de Cristo, alentaba a los débiles y abatidos, daba ánimo a los que padecían tormento. Según la "pasión", intervino de un modo especial en sostener la fe de dos caballeros romanos, Marco y Marceliano, hermanos mártires, cuyo sepulcro fue identificado a principios del presente siglo cerca de la catacumba de San Sebastián.

La conducta de San Sebastián no era de cobardía, sino de cautela, y estaba de acuerdo con lo que, en distintas ocasiones, habían exhortado los prelados. El martirio se podía pedir a Dios, pero no se debía provocar, pues eso hubiera sido tentar a Dios, obligándole a conceder unas gracias especialísimas fuera de lo ordinario. El proceder de Sebastián fue, pues, el de simultanear, mientras pudo. el cargo de soldado del emperador pagano con el otro cargo de soldado de Cristo.

Esta situación duró hasta el día en que llegó la denuncia, en parte temida y en parte deseada, y se enteró el emperador. Maximiano le hizo comparecer a su presencia, reprochó su conducta y le colocó en la disyuntiva de abandonar su religión o perder el honroso cargo. Sebastián tuvo que escoger entonces una de las dos milicias. Como pudo más la convicción y su conciencia que la posición encumbrada y el bienestar material, escogió a Cristo. No soportó el emperador aquel desaire y le amenazó con la muerte. Pero Sebastián sentía por todo su ser la gracia sacramental de la confirmación que le empujaba al martirio y no dio el brazo a torcer. En vista de ello, Maximiano le condenó, sin más dilación, a morir asaeteado. Los sagitarios se lo llevaron al estadio del Palatino; desnudo lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de flechas. Luego se retiraron indiferentes, dejando el cuerpo erizado y dándolo por muerto.

Mas no fue así. Sus íntimos, que estaban al acecho, fueron allí y, encontrándolo vivo aún, lo desataron y se hicieron con él. La "pasión" nos ha conservado el nombre de la santa matrona que lo escondió en su propia casa y le curó las heridas. Se llamaba Irene, y en los catálogos antiguos su nombre se encuentra entre los santos del día 22 de enero.

Pasado un tiempo, Sebastián quedó completamente restablecido. Sus íntimos le aconsejaban que se ausentara de Roma; mas él, que ya se había encariñado con la idea del martirio, en vez de esconderse se presentó un buen día ante el emperador y le pidió, con singular entereza, que dejara ya de perseguir a los cristianos. Maximiano, salido que hubo de su asombro, pues lo creía muerto, no se dejó ablandar, antes al contrario, enojado por todo aquello, le mandó azotar horriblemente hasta morir. Luego los soldados echaron el cuerpo en un albañal inmundo. Mas los cristianos fueron de noche, lo recogieron y enterraron en un cementerio subterráneo de la vía Apia.

Esta catacumba, que hoy lleva el nombre de San Sebastián, se halla a poco más de dos kilómetros de las antiguas murallas que circundaban la urbe. Durante el siglo IV, cuando la Iglesia pudo desenvolverse con toda libertad, se erigió una pequeña iglesia subterránea en el lugar de la tumba. En la parte superior edificaron, por el mismo tiempo, otra basílica de mayores proporciones, dedicada a San Pedro y San Pablo, pues desde el siglo anterior se venía dando culto a los dos apóstoles en aquella catacumba. Esta basílica cambió de nombre en el siglo IX y lleva desde entonces el del mártir Sebastián. Para el visitante de hoy, la iglesia ofrece un aspecto moderno, pero debajo de las molduras y estucos barrocos está la estructura romana del siglo IV. La estatua de San Sebastián, que preside el altar, obra de Giorgetti, es muy venerada por el pueblo romano. Cerca del lugar del martirio, en el Palatino, hay otra iglesia dedicada al santo mártir.

El culto a San Sebastián como protector contra la peste data de muy antiguo. En el año 680, la ciudad de Roma, estaba infectada de este mal. Entonces erigieron un altar con la imagen del Santo en la basílica de San Pedro. La gente fue a invocarle y, según rezan las crónicas, la peste cesó al punto. El hecho se divulgó rápidamente y desde entonces es invocado en todas partes. En España son innumerables las ermitas y capillas dedicadas en honor suyo y son muy pocas las parroquias rurales que no tengan el altar de San Sebastián. Tan sólo en Cataluña tiene 61 iglesias dedicadas. También data de muy antiguo en los anales de la Iglesia el invocar a San Sebastián contra los enemigos de la religión junto con otros dos santos caballeros, San Mauricio y San Jorge.

En el cielo está con doble aureola de mártir, pues padeció doble martirio, que si el segundo le quitó la vida, le bastara el primero a quitársela de no haberlo dispuesto Dios de otro modo, para mayor gloria del Santo y ejemplo de los cristianos pusilánimes.

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San Sebastián, Mártir - La fuerza de la fe

JUAN FERRANDO ROIG

San Germánico fue un discípulo muy joven de San Policarpo

Fue también uno de los once cristianos de Filadelfia, en la actual Turquía, que fueron devorados por las bestias durante las persecuciones del Imperio Romano en el siglo II. En vez de renegar su fe, instó a sus compañeros a dar su vida por Jesús.

 

En Esmirna, de Asia, pasión de san Germánico, mártir de Filadelfia en tiempo de los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio. Discípulo de san Policarpo, le precedió en el martirio, y al ser condenado por el juez en el vigor de la primera juventud, superó con la gracia de Dios el temor de la fragilidad corporal y llegó a provocar éI mismo a la fiera que le destinaron para su sacrificio.

Todo lo que sabemos de san Germánico se reduce a lo que nos dice la carta a los cristianos de Esmirna sobre la persecución en la que fue hecho prisionero san Policarpo: «Pero demos gracias a Dios, porque Germánico triunfó de sus enemigos. En efecto, el muy noble joven alentó el valor de los otros con su constancia, e hizo frente a las fieras, en forma admirable.

Como el procónsul tratase de salvarle, rogándole que se apiadara de su propia juventud, Germánico, expresó su deseo de verse libre de la compañía de hombres tan descarriados, y él mismo provocó valientemente a las fieras para que le atacaran. Al ver la multitud el maravilloso valor de los cristianos, amados del Señor y temerosos de Dios, empezó a gritar: ¡Mueran los enemigos de los dioses! ¡Traed a Policarpo!»

Este relato es uno de los documentos más auténticos que poseemos sobre la Iglesia primitiva. Eusebio cita este pasaje en su «Historia Eclesiástica», y el texto completo nos ha llegado por una fuente independiente. Hay que notar que Germánico, al provocar contra sí a las fieras para librarse cuanto antes de la abyecta compañía de los paganos y judíos, hizo realmente el gesto que san Ignacio de Antioquía se proponía hacer (Carta a los Romanos, 5).

Nota : La cuestión del año de martirio es problemática: por un lado, el martirio de Germánico está estrechamente relacionado con el de Policarpo; sin embargo, el de Policarpo cuenta con testimonios dispares, que hace que haya que situarlo en el 166/7, o en el 155, o incluso en otros años. Si nos guiamos por el elogio del Martirologio Romano, el «tiempo de los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio» es después del 160, siempre que el «Marco Antonino» que menciona sea Marco Aurelio, porque podría tratarse de Antonino Pío, y entonces el martirio se situaría hacia el 155. La cuestión queda abierta, y la confusión entre los dos emperadores, así como otras dificultades en la concordancia cronológica, son bastante frecuentes en la literatura posterior como para no poder cerrar definitivamente el asunto.

Ver Lightfoot, Apostolic Fathers, pt. 11, vol. III, p. 478; Delehaye, Les passions des martyrs... (1921), pp. 12 ss., y Acta Sanctorum, 19 de enero.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston
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Acta del martirio de San Policarpo de Esmirna (año 155 d.C.)

 

Mártir San Sebastián - Su fiesta se celebra el 20 de enero

La información histórica sobre San Sebastián es muy poca, pero la difusión de su culto ha perdurado durante milenios, y todavía está muy viva, tres municipios en Italia llevan su nombre y muchos otros lo veneran como santo patrón, también recuerda la ciudad española de San Sebastián, la isla de Sao Sebastiao en Brasil, frente a Sao Paolo.

 

Las fuentes históricas son ciertas: el 'Depositio martyrum' que data de 354, que lo recuerda el 20 de enero y el "Comentario sobre el Salmo 118" de S. Ambrogio (340-397), las pocas noticias fueron ampliadas y adornadas, por el más tarde 'Passio', probablemente escrito en el siglo V por el monje Arnobio el Joven.

San Sebastián, según S. Ambrosio, nació y creció en Milán, de padre de Narbona (Francia) y de madre milanesa, había sido educado para la fe cristiana, se mudó a Roma en 270 y se embarcó en una carrera militar alrededor de 283, hasta llegar a tribuno de la primera cohorte de la guardia imperial en Roma, estimado por su lealtad e inteligencia por los emperadores Maximiano y Diocleciano, que no sospechaban que era cristiano.

Gracias a su posición, pudo ayudar a los cristianos encarcelados con discreción, encargarse del entierro de los mártires y ser capaz de convertir a los soldados y nobles de la corte, donde había sido presentado por Castulo, un sirviente (cubicolario) de la familia imperial, quien luego murió como mártir.

 

Justo cuando, según la tradición, Sebastián había enterrado a los santos mártires Claudio, Castorio, Sinforiano, Nicostrato, llamados los "Cuatro Martires Coronados" (Quattro Coronati), en la vía Labicana, Maximiano lo arrestó y lo llevó a Diocleciano, quien ya estaba enfurecido por el rumor que se estaba extendiendo que, en el palacio imperial, había muchos cristianos entre los pretorianos, el tribuno apostrofeó: "Siempre te he mantenido entre los mayores de mi palacio y has trabajado en las sombras contra mí, insultando a los dioses".

Sebastián fue condenado a ser atravesado por flechas; atado a un poste en un área de la colina del Palatino llamada "campus". Dado por  muerto por los soldados que lo habían atravesado, lo dejaron allí para alimentar a los animales salvajes, pero la noble Irene, viuda del mencionado S. Castulo, fue a recuperar su cuerpo para enterrarlo, se dio cuenta de que el tribuno no estaba muerto y transportado a su casa en el Palatino, lo cuidó de numerosas heridas.

Milagrosamente Sebastian logró sanar y luego, a pesar de los consejos de sus amigos de huir de Roma, decidió proclamar su fe nuevamente ante Diocleciano y su asociado Maximiano, mientras que los emperadores acudieron para las funciones al templo erigido por Elagabalus, en honor del Invitto Sun.

Habiendo escuchado los reproches de Sebastian por la persecución de los cristianos, inocentes de las acusaciones hechas contra ellos, Diocleciano ordenó que esta vez se le azotara hasta la muerte; la ejecución tuvo lugar en 304 ca. En el Hipódromo Palatino, el cuerpo fue arrojado al Cloaca Máximo, para que los cristianos no pudieran recuperarlo.

El mártir apareció en sueños a la matrona Lucina, indicando el lugar donde había aterrizado el cadáver y ordenándole enterrarlo en el cementerio "ad Catacumbas" en la Via Appia. Hasta finales del siglo VI, los peregrinos iban allí atraídos por la "memoria" de san Pedro y de san Pablo, en la basílica de Constantiniano erigida en memoria de los dos apóstoles justo encima del cementerio, también visitaron la tumba del mártir, cuya figura se había vuelto muy popular y cuando en 680 se atribuyó a su intercesión, el final de una grave plaga en Roma.

El mártir san Sebastián fue elegido intercesor contra las epidemias y la iglesia comenzó a llamarse "Basílica Sancti Sebastiani". Por su trabajo de asistencia a los cristianos, fue proclamado por el Papa San Cayo "defensor de la Iglesia". El santo es venerado el 20 de enero y es considerado el tercer patrón de Roma, después de los dos apóstoles Pedro y Pablo.

 

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San Sebastián - 20 de enero

 

Santos Mario, Marta, Audifax y Abacum, mártires en la via Cornelia

Esta familia cristiana con dos hijos, a final del siglo III, salió de Persia para ir a Roma a venerar las reliquias de los mártires. Llegados a Roma ayudaron a darles una digna sepultura en la Vía Salaria. Por esta razón, los cuatro serán encarcelados y condenados al martirio.

 

De origen persa, se dedicaba al comercio, en medio de un ambiente familiar muy cristiano

Precisamente, viaja Roma en clave de peregrinación junto a su esposa, llamada Marta, y sus dos hijos. Allí visitarán el sepulcro de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia, cuando gobernaba Claudio II.

Este espíritu de piedad se traducía en sus muchas obras de caridad, entre las que destacaba la visita a los cristianos encarcelados, a punto de sufrir el martirio, confortándoles y orando con ellos para pedir la ayuda del Cielo.

Pero la Luz de la Fe que no puede quedar oculta, tampoco permaneció escondida para los romanos que, pronto descubrieron en Mario y su familia, la condición de seguidores de Cristo.

Después de detenerlos por orden del propio emperador, les invitan a abandonar la Fe. Pero ellos se mantienen incólumes en el Señor Jesús, por lo que les entregaron al prefecto Musciano con la intención de que les atormentase y después les diese muerte.

Así torturan a Mario y los hijos delante de Marta, mutilándoles y abrasándoles con hachas encendidas. Sin embargo, todos sintieron la fortaleza del Espíritu, por lo que son conducidos hasta la Vía Cornelia, donde murieron decapitados, cuando era el año 272.

 

 

 

Roma es una ciudad sorprendente....

Durante las excavaciones en el Foro de Trajano, considerado la octava maravilla del mundo, encontraron este sorprendente busto. También se descubrió un busto de Dionisio, con los ojos excavados.

 

Y restos de los frisos con armas de los ejércitos derrotados y del ejército romano.

 

La alcaldesa anunció que ya han concluido las excavaciones y que las piezas localizadas se expondrán al público.

VIRGINIA RAGGI
Alcaldesa de Roma
“Roma es un descubrimiento continuo, un cofre precioso que nunca deja de sorprendernos y de devolvernos fragmentos de nuestro pasado”.

El Foro de Trajano era espectacular. Lo diseñó Apolodoro de Damasco.

Ahora se puede ver sólo una parte de la vista que daba desde el mercado de Trajano.

MARIA VITTORIA MARINI CLARELLI
Superintendente cultural de Roma
“Ya el emperador Constancio II cuando lo visitó en el año 378 lo consideró digno de la admiración de los dioses, y Amiano Marcellino, que relató esta visita, dijo que hay construcciones que las palabras no pueden describir y que la mano ya no podrá volver a realizar”.

CLAUDIO PARISI PRESICCE
Director, Museos Arqueológicos de Roma
“No sólo se han encontrado estatuas, relieves como los que hemos visto, sino sobre todo partituras arquitectónicas que nos permiten entender exactamente cómo era la elevación de esta plaza, la plaza del Foro de Trajano, que fue la más grande jamás realizada en la antigüedad”.

En el siglo XVI la zona se convirtió en un barrio de casas, que fueron derribadas en torno a 1930 para mostrar los Foros Imperiales.

Ahora se abrirá el público para poder recuperar la majestuosidad de este lugar.

RomeReports

Javier Martínez-Brocal

 

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El Coliseo y el Foro de Trajano disponibles a un click gracias a Google

SAN CIPRIANO NOS HABLA DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Nos habla Cipriano de Cartago. Siglo III. Los primeros cristianos están dispuestos a dar su vida por la unidad de la Iglesia. Se esfuerzan por mantener unido el rebaño de Cristo, que empieza  a verse atacado y zarandeado por herejías, infidelidad, etc.

 

TEXTOS DE LOS PRIMEROS SIGLOS SOBRE LA UNIDAD DE LA IGLESIA

 

1. Este misterio de la unidad, este vinculo de concordia indisoluble, se pone de manifiesto cuando en el evangelio no se descose ni se desgarra en manera alguna la túnica del Señor, sino que la recibe íntegra y la posee intacta e indivisa quien, después de echar suertes sobre ella, se ha vestido de la prenda de Cristo. La túnica significaba la unidad que proviene de arriba, es decir, la que viene del cielo y del Padre, que no puede de ningún modo ser partida por el que la recibe y la posee, sino que la adquiere total y firmemente indisoluble. (SAN CIPRIANO DE CARTAGO, De la Unidad de la Iglesia, 7)

 

2. Ciertamente los demás apóstoles eran lo que era Pedro, pero el primado es dado a Pedro a fin de que quedase patente que hay una sola Iglesia y una sola cátedra. Todos son pastores, pero queda patente que uno sólo es el rebaño, que es apacentado por todos los apóstoles con unanimidad de sentimientos… El que abandona esta cátedra de Pedro, sobre la cual está fundada la Iglesia, ¿puede creer que está todavía en la Iglesia? ¿El que se rebela contra la Iglesia y se opone a ella, puede pensar que está en ella? (…) Esta unidad hemos de mantener y vindicar particularmente aquellos que estamos al frente de la Iglesia como obispos, mostrando con ello que el mismo episcopado es uno e indiviso. (SAN CIPRIANO DE CARTAGO, Sobre la unidad de la Iglesia católica, 4, 7)

 

3. (San Cipriano de Cartago…) No se cansa de repetir que «quien abandona la cátedra de Pedro, sobre la que está fundada la Iglesia, se queda en la ilusión de permanecer en la Iglesia» («La unidad de la Iglesia católica», 4). Cipriano sabe bien, y lo dijo con palabras fuertes, que «fuera de la Iglesia no hay salvación» (Epístola 4,4 y 73,21), y que «no puede tener a Dios como Padre quien no tiene a la Iglesia como madre» («La unidad de la Iglesia católica, 4). Característica irrenunciable de la Iglesia es la unidad, simbolizada por la túnica de Cristo sin costura (ibídem, 7): unidad que, según dice, encuentra su fundamento en Pedro (ibídem, 4) y su perfecta realización en la Eucaristía (Epístola 63,13). «Sólo hay un Dios, un solo Cristo», exhorta Cipriano, «una sola es su Iglesia, una sola fe, un solo pueblo cristiano, firmemente unido por el cemento de la concordia: y no puede separarse lo que por naturaleza es uno» («La unidad de la Iglesia católica», 23). (BENEDICTO XVI, presenta a San Cipriano de Cartago, 6 junio 2007)

 

4. Tanto para ellos (los santos del cielo…) como para nosotros significa una gran alegría poder llegar a su presencia y abrazarlos; la felicidad plena y sin termino la hallaremos en el reino celestial, donde no existirá ya el temor a la muerte, sino la vida sin fin. Allí esta el coro celestial de los apóstoles, la multitud de los profetas, la innumerable muchedumbre de los mártires, coronados por el glorioso certamen de su pasión; allí las vírgenes triunfantes, que con el vigor de su continencia dominaron la concupiscencia de su carne y de su cuerpo; allí los que han obtenido el premio de su misericordia, los que practicaron el bien, socorriendo a los necesitados con sus bienes, los que, obedeciendo el consejo del Señor, trasladaron su patrimonio terreno a los tesoros celestiales. Deseemos ávidamente, hermanos muy amados, la compañía de todos ellos. (SAN CIPRIANO DE CARTAGO, Tratado sobre la muerte, 18, 24)

 

 Del libro:
ORAR CON LOS PRIMEROS CRISTIANOS
Gabriel Larrauri (Ed. Planeta)

 

 

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San Cipriano, Obispo de Cartago - 16 de septiembre

Iglesia de San Juan Bautista en Qasr Al-Yahud, a orillas del río Jordán

Tenemos intención de volver a abrirlo a los peregrinos, que podrán encontrar un lugar donde detenerse y meditar en rincones de oración que se construirán alrededor de la iglesia central, dentro de un jardín de palmeras.

 

El domingo 10 de enero de 2021, después de 54 años y 3 días, los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa volvieron a celebrar en la iglesia de San Juan Bautista en Qasr Al-Yahud, a orillas del río Jordán, sitio cristiano donde se recuerda el Bautismo de Jesús.

La liturgia comenzó con la procesión de los franciscanos que, desde el monasterio greco-ortodoxo de San Juan, llegaron al terreno franciscano no muy lejos de las orillas del río, donde se celebró la santa misa.  Antes de la celebración eucarística el párroco de la parroquia de Jericó, fray Mario Hadchity recibió a los frailes y al Custodio de Tierra Santa fray Francesco Patton.

 

Nadim Asfour/CTS

 

“Estamos encantados, en este día especial, de que la Custodia de Tierra Santa con la ayuda de Dios, después de más de medio siglo, haya podido regresar a la iglesia latina de San Juan Bautista” dijo fray Mario.  “Que sea un lugar donde todos los que entren puedan encontrar la gracia de Dios”. Después de besar la cruz y de la incensación, el Custodio hizo su entrada solemne abriendo personalmente la cancela del lugar, cerrada desde hace más de medio siglo.

Asistieron a la celebración, presidida por el Custodio de Tierra Santa, el nuncio apostólico en Israel y Chipre y delegado apostólico en Jerusalén y Palestina, monseñor Leopoldo Girelli, el cónsul general italiano Giuseppe Fedele, la vicecónsul española Paloma Serra y una representación de las autoridades militares israelíes.En cumplimiento de las normas por el coronavirus, se hallaban presentes unas cincuenta personas divididas en grupos de diez y manteniendo la distancia. “Fue el 7 de enero de 1967 cuando dos sacerdotes celebraron por última vez la santa misa en este santuario y firmaron en el registro de las misas.  Fray Sergey pudo recuperarlo el 9 de agosto de 2018, entrando en el pequeño convento poco después de que el terreno fuera limpiado de minas”, dijo fray Patton en su homilía.

“Se trataba de un sacerdote inglés, don Robert Carson y de un sacerdote nigeriano, don Silao Umah. Hoy, 54 años y 3 díasdespués, podríamos decir que al empezar el 55º aniversario desde que se cerró ese registro, al finalizar esta celebración eucarística volveremos a abrir el mismo registro, pasaremos página y en una nueva página podremos escribir la fecha de hoy, 10 de enero de 2021, y firmar con nuestros nombres para dar testimonio de que este lugar, que se había transformado en campo de guerra, un campo minado, ha vuelto a ser campo de paz, un campo de oración”.

 

El terreno, ya frecuentado desde 1641 para la peregrinación anual, fue adquirido por la Custodia en 1932, pero no fue hasta 1956 cuando se construyó una pequeña iglesia dedicada a San Juan Bautista y luego encomendada a los frailes del convento de Jericó. En 1967, al estallar la guerra entre Israel y Jordania, que afectó muy de cerca a la zona hasta el punto de que se convirtió en un campo minado de cincuenta y cinco hectáreas, los franciscanos fueron obligados a huir a toda prisa del convento, abandonando el sitio.  Después de treinta y tres años, en 2000, se abrió un acceso con ocasión de la visita del papa Juan Pablo II a Tierra Santa.

En 2011 las autoridades israelíes hicieron el lugar accesible para los peregrinos y solo en enero de 2018 la asociación Halo Trust centró su interés en este territorio iniciando las tareas de desminado en marzo del mismo año y liberándolo por completo a finales de octubre de 2018.

Luego, en octubre de 2020 se devolvieron las llaves del lugar y se pudo comenzar el trabajo de limpieza y rehabilitación con el fin de hacerlo accesible a los peregrinos en el futuro.  “Se realizaron obras urgentes para permitir la habitabilidad del lugar para la celebración actual del bautismo”, comentó el ingeniero Leonardo di Marco, director de la Oficina Técnica de la Custodia.

Tenemos intención de volver a abrirlo a los peregrinos, que podrán encontrar un lugar donde detenerse y meditar en rincones de oración que se construirán alrededor de la iglesia central, dentro de un jardín de palmeras.  La experiencia de los peregrinos continuará con la visita al Jordán a través del camino detrás de la iglesia de San Juan, que lleva hasta el altar situado a orillas del Jordán, también propiedad de la Custodia”.

Al final de la celebración eucarística, antes de firmar en el libro de celebraciones, el Custodio de Tierra Santa dio las gracias a las autoridades presentes y al equipo de la Oficina Técnica implicado en la recuperación y restauración del lugar. “Quiero dar las gracias de manera especial al presidente Rivlin que deseaba firmemente la restitución de estos lugares santos a las Iglesias”, dijo el Custodio fray Patton.

“En muchas reuniones siempre ha hablado de su sueño de que las dos orillas del Jordán estén en paz y que también gracias a este lugar santo exista una colaboración entre Israel, la Autoridad Palestina y el reino de Jordania.  Por este motivo, en los últimos años el presidente ha realizado muchos esfuerzos para que este lugar pudiese volver a ser lugar de oración y acogida para los peregrinos. Como Custodia de Tierra Santa, estamos muy contentos de que el primer lugar de la zona que vuelve a ser lugar de oración y celebración sea precisamente nuestro santuario de San Juan Bautista”.

Tras la firma, todos los asistentes continuaron la celebración con una breve procesión hasta el segundo altar franciscano situado a orillas del río Jordán. En este lugar se leyó un pasaje del Libro de los Reyes y, posteriormente, la asamblea se diluyóhacia la orilla del rio donde el Custodio, descalzo, como miles de peregrinos antes que él, sumergió los pies en las aguas del río.

 

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https://www.primeroscristianos.com/rio-jordan-el-lugar-del-bautismo-de-jesus-ha-sido-reabierto/

 

custodia.org

San Marcelo I, es el número treinta de la serie de los Papas.

Su pontificado fue muy corto, del año 308 al 309.

La Iglesia había salido robustecida de las persecuciones del siglo III. Hubo después de Decio y Valeriano un tiempo de tolerancia que no duró mucho. Diocleciano, en su largo reinado, del año 284 al 305, fue respetuoso al principio.

Pero al final, del año 303 al 305, se desató una violenta persecución, la más fuerte de las habidas hasta entonces. El emperador publicó varios edictos persecutorios, y en las diversas regiones del Imperio hubo muchos mártires, entre ellos el Papa San Marcelino en el año 304.

Marcelo, que había querido acompañar al Papa en el martirio, fue en las persecuciones el gran animador de la vida cristiana por su caridad y su celo apostólico. Su elección como Papa no pudo hacerse hasta el año 308, según las fuentes más verosímiles, cuatro años después del martirio del Papa San Marcelino. La triste situación de la época obstaculizaba la reunión de los Obispos que habían de elegirle, pues aunque Diocleciano abdicó el año 305, las dificultades siguieron con su sucesor Majencio.

Los Obispos comprendieron que Marcelo era el hombre que las circunstancias requerían. La persecución había atacado principalmente la organización de la vida de la Iglesia. Habían destruido los templos, quemado los libros sagrados, habían llevado a la apostasía o a la muerte preferentemente a Sacerdotes. Hacía falta, pues, un hombre de temple, suave y fuerte, que restaurara sobre todo la disciplina y la jerarquía.

El nuevo Papa construyó nuevos templos, consagró Obispos y Sacerdotes, colocó 25 Sacerdotes muy elegidos en otras tantas iglesias de Roma, estratégicamente situadas, y estableció un nuevo cementerio, en la Vía Salaria, con la ayuda de una noble y rica matrona romana, Santa Priscila, que se dedicaba a socorrer a los mártires, a los que luego sepultaba.

Un problema espinoso tenía que afrontar el Papa. Eran los famosos "lapsi", que por debilidad se habían apartado de la Iglesia en la persecución. Unos exigían un rigorismo intransigente, otros una indulgencia demasiado blanda. El Papa impuso su autoridad. Abrió a todos las puertas de la reconciliación, pero a todos se exigiría la debida penitencia.

Algunos aún trataron al Papa de demasiado riguroso, lo que originó disturbios y revueltas en Roma, y los llamados "cismas romanos". Con el pretexto de las citadas revueltas, Majencio el usurpador, que ya que se encontraba seguro, se revolvió contra el Papa. San Marcelo fue primero cruelmente azotado y después condenado a cuidar bestias en las caballerizas romanas.

En enero del año 309 moría San Marcelo en silencioso martirio. Sus restos descansan bajo el altar mayor de la Iglesia, levantada en su honor, en la ciudad de Roma, en la Vía del Corso, en el lugar donde antes se levantara el establo público al que fue conducido Marcelo.

 

+ info -

Historia del papado en la iglesia primitiva – Los papas del Siglo III (del año 260 al 314)

 

 

La organización Puertas Abiertas ha publicado la última encuesta anual de países de todo el mundo que señala aquellos lugares donde es más difícil vivir la fe

 

La pandemia mundial que estamos viviendo desde ya casi un año ha puesto de relieve la discriminación y la persecución sufrida por, al menos, 340 millones de cristianos en todo el mundo. La organización Puertas Abiertasha publicado la Lista Mundial de la Persecución 2021, la última encuesta anual de países que señala aquellos lugares donde es más difícil vivir como cristiano.

Según informa la organización, por primera vez en la historia, 50 países han alcanzado niveles de persecución “muy alta” y los 12 primeros países han llegado al nivel “extremo” de persecución entre los cuales encontramos Corea del Norte, China, Siria, Irak, India, Nigeria, Yemen o Irán.

Esta lista de países se basa en encuestas exhaustivas a líderes cristianos locales y expertos sobre más de 100 países en los que hay indicios de persecución a cristianos. Las encuestas analizan el nivel de opresión experimentado por los creyentes en el ámbito privado, familiar, social (comunidad), nacional y eclesial. Por último, una investigación exhaustiva determina el número mínimo de muertes y ataques contra cristianos e iglesias a causa de su fe para establecer el nivel de violencia anticristiana.

La covid-19, catalizador de la persecución a las minorías cristianas

Este año, la Lista Mundial de la Persecución 2021 examina los titulares mundiales de la violencia incesante en Nigeria, así como los sistemas de vigilancia utilizados en China y la India para controlar a los ciudadanos por su propia "protección" y "seguridad". Asimismo, muestra las formas en que las redes de la delincuencia organizada consolidan su poder en aquellos países donde no hay un sistema estatal que puede satisfacer las necesidades locales de suministro, salud, alimentos o trabajo.

Además, este año la covid-19 ha sido un autentico catalizador de la persecución a las minorías cristianas. En países como Bangladesh, Pakistán, Yemen y Sudán se le negó a veces la ayuda por que “el virus fue creado y/o propagado por Occidente”.

El grupo islamista Al Shabaab en Somalia llegó también a culpar a los cristianos por el coronavirus afirmando que llegó “por las fuerzas cruzadas que han invadido el país y los países incrédulos que las apoyan”

Nigeria entra en los primeros diez países

Corea del Norte encabeza esta lista por vigésimo año consecutivo y Nigeria ha entrado en los primeros diez países por primera vez desde 2015. Yemen e Irán han subido un puesto. India se mantiene en el número 10, debido al creciente nacionalismo hindú.

El Director General de Puertas Abiertas Internacional, Dan Ole Shani, comentó sobre la Lista Mundial de la Persecución de este año: "En un mundo en el que la persecución de los cristianos aumenta sin cesar, sobre todo debido a las restricciones del coronavirus, la buena noticia para los cristianos es que nunca están solos gracias a la presencia de Dios con ellos, a las oraciones por ellos en todo el mundo y al aumento de la defensa de ellos por parte de las iglesias, las organizaciones y otros que creen en la libertad religiosa".

Desde 1990, Puertas Abiertas ha estado elaborando año a año la Lista Mundial de la Persecución (LMP) que clasifica los países donde es más difícil vivir la fe cristiana.

El informe es compilado por expertos regionales y auditado por una organización externa especializada en libertad religiosa. La LMP se acredita como el más completo y fidedigno informe de su tipo. A través de entrevistas y análisis de datos sobre el terreno, la lista proporciona una imagen exacta de las dificultades que los cristianos perseguidos experimentan en todo el mundo.

Cadena Cope

 

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