El 1 de mayo de 2011 por primera vez un Papa beatificó a su predecesor: Juan Pablo II

Apenas seis años después de su muerte Benedicto XVI lo elevó a los altares en una ceremonia multitudinaria que atrajo a casi un millón y medio de personas a la Ciudad Eterna.

La ciudad de Roma se volcó con la beatificación del papa polaco que hablaba ‘romanesco’, el dialecto que hablan los romanos, y toda la ciudad se engalanó para celebrar ese día.