La famosa Fontana di Trevi, se construyó como cúlmen de este acueducto que parte desde Lunghezza, a 22 km de Roma.
A escasos metros de la Fontana el dueño de uno de los cines más conocidos de la zona se llevó una gran sorpresa cuando en 1999 realizó unas obras. Bajo su cine se hallaba una parte del acueducto romano. Un descubrimiento que ahora da lugar a esta curiosa estampa: a la izquierda, un cine, a la derecha, las estructuras del acueducto más antiguo de Roma.
"El agua que atraviesa estas estructuras es la misma que emerge de la Fontana de Trevi, de la fuente de la Barcaza de Plaza de España o de la fuente que se encuentra justo debajo del mirador del Pincio”.
"Las excavaciones han permitido sacar a la luz una parte de la Antigua Roma”.
"Debemos considerarlo uno de los testimonios más importantes de la ingeniería hidráulica de la época romana. El acueducto subterráneo realizado por Agripa en el 19 a.C”.
Con los trabajos de excavación se encontró algo más: la casa de la que sería una de las familias más adineradas de la Roma del siglo I a.C. También se hallaron estatuas, jarrones y monedas que ahora se exponen en su colección de anticuario.
La historia de este acueducto, a nueve metros bajo tierra, tiene su origen en el mismo Imperio romano, aunque en la superficie también se encuentran trazos de la edad medieval.
"El nivel más alto de las estructuras corresponde al periodo medieval de la ciudad. Esa Roma que se desarrolla entre el siglo VII y XII d.C. Sobre estas estructuras Roma se transformaría después en la Roma que nosotros conocemos”.
El rumor constante del agua que se escucha de fondo al bajar a esta ciudad subterránea tranquiliza y relaja al mismo tiempo que refleja la continuidad histórica desde la Roma Antigua hasta la actualidad. Un corriente que ni el paso de miles de años ha logrado frenar.