Resurgido de la tierra, increíblemente: es el lugar del encarcelamiento y martirio de San Juan Bautista, el palacio-fortaleza del rey Herodes Antipas situado en la colina de Maqueronte al este del Mar Muerto en la actual Jordania.
La sensacional reconstrucción del antiguo yacimiento bíblico de Maqueronte le ha valido al profesor Győző Vörös, arqueólogo y arquitecto, miembro de la Academia Húngara de las Artes, la concesión en los últimos días de la Medalla de Oro del Pontificado 2020 por la Pontificia Academia Romana de Arqueología y la Pontificia Academia Cultorum Martyrum.
El prestigioso premio se concedió por el proyecto "Las excavaciones arqueológicas de Maqueronte", documentado en tres volúmenes publicados por Edizioni Terra Santa.
"Increíble, casi milagroso". Así describe el profesor Vörös el descubrimiento del yacimiento de Maqueronte, un testimonio encapsulado de una época histórica de la que hasta ahora no se habían perdido rastros.
El emplazamiento del palacio había desaparecido tras la destrucción por parte de los romanos al final de la Primera Revuelta Judía en 71/72 d.C. En 1968, el erudito alemán August Strobel descubrió los restos de una muralla construida por las legiones romanas y formuló la hipótesis de que la antigua ciudad herodiana se encontraba en el lugar.
Desde entonces, se han realizado importantes estudios. Entre ellas, las realizadas por los arqueólogos franciscanos Virginio Canio Corbo y Michele Piccirillo, que murieron sin poder publicar nada.
A raíz de un deseo expresado durante el viaje apostólico del Papa Benedicto XVI a Jordania, en 2009 el Departamento Real de Antigüedades de Ammán encargó a Győző Vörös un estudio de 20 años de duración sobre el yacimiento arqueológico.
El proyecto se llevó a cabo en estrecha colaboración científica con el Jerusalem Studium Biblicum Franciscanum, la École biblique et archéologique française de Jerusalén y el Cobb Institute of Archaeology de la Universidad Estatal de Mississippi.
Más de cien mil elementos arquitectónicos reensamblados como en un mosaico han permitido al arqueólogo devolver a la humanidad la reconstrucción gráfica de un sitio rico en significado y atractivo para la historia y la fe.
"Maqueronte -declara- es un regalo que Dios Todopoderoso ha hecho al siglo XXI. Podemos reconstruir arquitectónicamente el interior de un lugar, el palacio herodiano, descrito en el Evangelio.
Hoy podemos ofrecer a las nuevas generaciones una imagen fiel de lo que nos dicen los textos sagrados: no una ilustración bíblica, basada en la imaginación o la fantasía, sino un documento histórico. Este es el corazón y el sentido de la misión de la arqueología".
"Como ha dicho el Papa Francisco -continúa Győző Vörös-, Tierra Santa es el quinto Evangelio que nos ayuda a entender los cuatro primeros. En Macheronte, del griego makhaira, que significa espada, estamos ante el Gólgota de Juan el Bautista, 'precursor' con su martirio, del Calvario, del sacrificio de Cristo".
El acontecimiento es narrado por los evangelistas Marcos y Mateo: un hecho histórico confirmado en el siglo I en las Antiquitates Judaicae del historiador judío Josefo Flavio y, 250 años después, en la Storia Ecclesiastica de Eusebio de Cesarea.
Dentro del palacio hubo un banquete durante el cual la princesa Salomé danzó para Herodes y le pidió, casado ilegítimamente con la madre Herodías, la cabeza de Juan el Bautista. Incómodo por haber dicho la verdad sobre el adulterio del rey y odiado por Herodías por ello, Juan fue encarcelado y luego decapitado en la fortaleza de Maqueronte.
Con la doble emoción de erudito y creyente, Győző Vörös dice sentirse especialmente feliz de que, en el bimilenario del martirio de Juan el Bautista, que tuvo lugar entre el 28 y el 29 de nuestra era, Maqueronte haya encontrado su ubicación geográfica en el mapa de Tierra Santa.