Los cristianos se han convertido en el objeto de la ira de los Hermanos Musulmanes desde que estalló la revuelta entre los partidarios del depuesto presidente Morsi y el ejército.
Los islamistas acusan a la población cristiana de Egipto de estar detrás del golpe de estado que derrocó a Mohammed Morsi.
“Creen que los cristianos y las iglesias cristianas han apoyado al ejército para derrocar al presidente Morsi. Incluso hay quien ha hablado de una cruzada de las iglesias cristianas. Esto no es cierto porque la iglesia no ha sugerido nada a nadie. Ha dejado que cada uno actúe libremente”.
Un 10% de la población egipcia es cristiana. Se trata de una minoría que sufre indefensa la violencia de los otros grupos enfrentados entre sí. Los ataques se han centrado en parroquias, monasterios, escuelas y negocios de propietarios cristianos en todo el país. Así ardía hace cuatro días una iglesia en la ciudad de Menia, al sur de El Cairo.
“Se habla de que en estos días trágicos unas 50 iglesias han sido incendiadas o atacadas pero es difícil, en estos casos, tener las cifras exactas porque, por desgracia, hay mucha desinformación”.
Es una situación que se agrava con los días ante el silencio internacional. Por desgracia, la persecución a los cristianos en Egipto no es un hecho puntual.
“Seguramente en este año los cristianos no estén satisfechos de cuanto ha ocurrido durante la presidencia de Morsi. Se ha registrado un aumento de la violencia sectaria, de los ataques anticristianos”.
En los últimos días, el Papa Francisco ha hecho un llamamiento por la paz, el diálogo y la reconciliación en Egipto.
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