Con estos bailes recibieron a Francisco en el parque donde se celebró la canonización del padre José Vaz, el primer santo de Sri Lanka.
El momento más esperado fue este, cuando José Vaz se convirtió en santo.
En su homilía, Francisco destacó el ejemplo del nuevo santo como alguien que trabajó por la paz, más allá de las divisiones religiosas. El requisito para esta labor es la libertad, dijo el Papa.
"La libertad religiosa es un derecho humano fundamental. Toda persona debe ser libre, individualmente o en unión con otros, para buscar la verdad, y para expresar abiertamente sus convicciones religiosas, libre de intimidaciones y coacciones externas”
Francisco explicó de nuevo que las religiones nunca pueden usarse para justificar la violencia. El culto a Dios promueve la convivencia.
"Como la vida de san José Vaz nos enseña, el verdadero culto a Dios no lleva a la discriminación, al odio y la violencia, sino al respeto de la sacralidad de la vida, al respeto de la dignidad y la libertad de los demás, y al compromiso amoroso por todos”.
Dijo además que, como José Vaz, todos los cristianos están llamados a ser "discípulos misioneros”.
Al final de la Misa, el arzobispo de Colombo entregó al Papa 70.000 dólares para obras de caridad de parte de los católicos de Sri Lanka.
Arzobispo de Colombo (Sri Lanka)
"Santo padre, somos pobres. Pero, en nuestra pobreza, somos ricos. Por eso, tenemos un regalo para usted. Y se lo quiero entregar, con humildad, para sus obras de caridad”.
Medio millón de personas asistieron a esta Misa en un país de mayoría budista donde los cristianos representan sólo el 7 por ciento de 20 millones de habitantes.
