Os invito a dedicar hoy cinco minutos, diez minutos, sentados, sin radio, sin televisión; sentados y pensando en la propia historia
Os invito a dedicar hoy cinco minutos, diez minutos, sentados, sin radio, sin televisión; sentados y pensando en la propia historia
En su homilía en Casa Santa Marta el Papa Francisco invitó a los cristianos a guardar silencio, sin distracciones, a pensar en lo que han hecho bien y mal, y en Dios, que siempre es fiel incluso desde los tiempos de Abraham.
FRANCISCO
"Os invito a dedicar hoy cinco minutos, diez minutos, sentados, sin radio, sin televisión; sentados y pensando en la propia historia, en las bendiciones y en los problemas. En todo. En las gracias y en los pecados: todo. Estoy seguro de que en medio de las cosas, tal vez feas – porque todos las tenemos, tantas cosas feas en la vida – si hoy hacemos esto, descubriremos la belleza del amor de Dios, la belleza de su Misericordia, la belleza de la esperanza. Y estoy seguro de que todos nosotros estaremos llenos de alegría”.
Por último, explicó que Abraham afrontaba una situación desesperada de la que finalmente salió. Obedeció y confió en Dios, que cumplió su promesa de hacer que sus descendientes fueran tan numerosos como las estrellas.
EXTRACTO DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
"Puesto a la prueba, después de haber tenido el hijo, hijo muchacho, adolescente, se le pide que lo ofrezca en sacrificio: obedeció y fue contra toda esperanza. Y éste es nuestro padre Abraham, que va adelante, adelante, adelante y cuando Jesús dice que Abraham vio su día, vio a Jesús, estuvo lleno de alegría. Sí: vio en promesa eso y esa alegría de ver la plenitud de la promesa de la alianza, la alegría de ver que Dios no lo había engañado, que Dios – como hemos rezado en el Cántico litúrgico – es siempre fiel a su alianza”.
"Mirar la Historia: yo no estoy solo, soy un pueblo. Vamos juntos. La Iglesia es un pueblo. Pero un pueblo soñado por Dios, un pueblo que ha dado un padre a la Tierra que obedeció, y tenemos un hermano que ha dado su vida por nosotros, para hacernos pueblo. Y así podemos mirar al Padre, agradecer; mirar a Jesús, agradecer; y mirar a Abraham y a nosotros, que somos parte del camino”.
"Los invito a dedicar hoy cinco minutos, diez minutos, sentados, sin radio, sin tv; sentados y pensar en la propia historia: las bendiciones y los problemas, todo. Las gracias y los pecados: todo. Y ver allí la fidelidad de aquel Dios que permaneció fiel a su alianza, ha permanecido fiel a la promesa que había hecho a Abraham, ha permanecido fiel a la salvación que había prometido en Su Hijo Jesús. Estoy seguro de que en medio de las cosas, tal vez feas – porque todos las tenemos, tantas cosas feas en la vida – si hoy hacemos esto, descubriremos la belleza del amor de Dios, la belleza de Su Misericordia, la belleza de la esperanza. Y estoy seguro de que todos nosotros estaremos llenos de alegría”.