Gracias a estas gafas podemos sentirnos como el excéntrico emperador en su Casa de Oro, el descomunal palacio que abarcaba desde la colina del Palatino a la del Esquilino, un total de 50 hectáreas.
Hoy en día la Domus Aurea está 12 metros bajo tierra pero no era así cuando Nerón la proyectó, en el año 64 después de Cristo, tras el incendio de Roma.
Sin embargo, los siglos de abandono la condenaron al olvido y los constantes saqueos desnudaron sus paredes del mármol, marfil, oro y piedras preciosas que la recubrían.
"Me he dado cuenta, al conocer y visitar la Domus Aurea, de que percibir la esencia de este lugar no era posible visitando solamente los restos porque ahora este lugar es muy diferente a como era cuando fue construido. Estas condiciones solo se podían alcanzar hoy en día a través de un mecanismo virtual que la tecnología actual permite”.
El emperador solo la disfrutó unos pocos años. En el 109 después de Cristo, Trajano quiso borrar cualquier rastro de Nerón y la recubrió de tierra y escombros.
"La historia de la Domus Aurea, por increíble que parezca, es muy breve porque fue construida en muy pocos años y se usó aún durante menos tiempo. Después cayó en el olvido pero desde el 1.400 se convirtió en un auténtico mito”.
Fue a partir del siglo XV cuando se redescubrió esta Casa de Oro. Aunque ninguna de sus 300 habitaciones ya se asemejaba mínimamente a lo que dejan intuir estos restos.
Ahora la magia virtual ha hecho posible ver lo magnífica que era la lujosa villa de uno de los personajes más excéntricos de la historia, el mismo que cuando vio la Domus terminada exclamó: "Ahora por fin puedo vivir como un hombre”.