En teoría, es la sábana que se usó para cubrir el cuerpo de Jesús para su sepultura. Es el trozo de tela más estudiado en la historia de la humanidad. Sin embargo, ahora, un nuevo estudio parece apuntar lo contrario.
Este nuevo estudio rescata una línea de investigación que ya se desechó en la década de los 70 y 80. Señala que la impresión en la sábana fue realizada mediante una estatua en bajorrelieve en la Edad Media y no a través de un cuerpo humano.
Alfonso Sánchez Hermosilla, vicepresidente del Centro Español de Sindonología, explica que esta teoría no tiene base científica. La sangre en la Sábana Santa se degrada a temperaturas superiores a los 50 grados, y la creación de la impresión mediante una estatua caliente habría quemado el lienzo de manera irregular, algo que no se observa en el tejido.
A pesar de la polémica, el Centro Español de Sindonología afirma que no se puede demostrar científicamente que el lienzo sea el que se utilizó para envolver a Jesús. Sin embargo, Sánchez Hermosilla señala que la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo cumplen todos los requisitos para ser lienzos funerarios utilizados en el siglo I, en la provincia romana de Judea, para enterrar a un judío. "No podemos decir que fue Jesús de Nazaret porque como científicos no lo podemos demostrar, pero sí podemos decir que es nuestro candidato número uno", asegura.
Ante toda la polémica, el centro ha lanzado un comunicado dando argumentaciones científicas en las que se demuestra que el estudio que desacredita la autenticidad de la Sábana Santa no tiene validez científica.