Según la tradición, murió como mártir en la persecución de Valeriano del 257.
Condenó a los obispos y herejes que defendían la invalidez de los sacramentos administrados por sacerdotes y clérigos herejes o de malas costumbres. Reprobó también las doctrinas antitrinitarias de algunos obispos de las Galias. San Vicente de Lerins, en sus Comentarios, elogia la caridad y celo de este pontífice.
Historia del papado en la iglesia primitiva - Los papas del Siglo III (del año 200 al 260)
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