"En el signo sencillo del pesebre se manifiesta el misterio de la fe"

El Papa Francisco se dirigió por segunda vez, tras la visita privada que realizó en 2016, al Santuario franciscano de Greccio, para recogerse frente al fresco medieval que conmemora la primera representación de la Natividad. Esta vez, además, el Santo Padre presentó y firmó la Carta Apostólica sobre el significado y el valor del pesebre, y realizó una breve reflexión

Nueva Carta Apostólica Admirabile signum

“ Iré a Greccio para rezar en el lugar del primer Pesebre que hizo San Francisco de Asís y para enviar a todo el pueblo creyente una carta para comprender el significado del Pesebre

Ciudad del Vaticano

Un primer domingo de Adviento con gran actividad pública para el Obispo de Roma quien comenzó celebrando, por la mañana, la Santa Misa por la paz para los congoleños residentes en Italia. A mediodía mantuvo su tradicional cita con los fieles y peregrinos de numerosos países congregados en la Plaza de San Pedro para escuchar su comentario al Evangelio antes del Ángelus dominical y rezar por sus intenciones de Pastor de la Iglesia Universal.

 

 

En esta ocasión por Iraq, tal como el mismo Pontífice lo manifestó al comunicar que sigue con preocupación la situación en este país, donde tras las últimas protestas se cuentan diversas víctimas. Y finalmente, por la tarde, tras el anuncio que él mismo había hecho durante la última audiencia general de noviembre, su visita al Santuario del Pesebre en Greccio. Aquí Francisco rezó en el lugar del primer belén que hizo San Francisco de Asís y firmó y presentó a todo el pueblo creyente una Carta Apostólica que permite comprender, precisamente, el significado del Pesebre.

En la gruta del Santuario franciscano del Pesebre de Greccio, tras un momento de oración, el Papa colocó en el altar una estatua tallada en madera del Niño Dios y procedió a firmar su Carta apostólica. A continuación saludó a los franciscanos y a las religiosas de esta comunidad a quienes les dirigió unas palabras acerca del testimonio que deben seguir dando. “Testimoniar el amor de Jesús”, les dijo. “En la pobreza y en la humildad”.

Un breve momento íntimo que concluyó, antes de impartirles su Bendición apostólica, con el rezo del Padrenuestro. A la vez que les pidió que si tienen “algún minuto”, recen por él. Luego el Papa prosiguió fuera de la gruta saludando personalmente a numerosas personas, entre las cuales a diversos jóvenes en compañía de algunos frailes, mientras se escuchaban los cantos y vítores de numerosos niños. Francisco recibió un pergamino regalo de los niños con un pensamiento dedicado para él.

“ Dios nos ama hasta el punto de compartir nuestra humanidad y nuestra vida ”

Durante la Celebración de la Palabra en la iglesia del Santuario – que comenzó alrededor de las 16.15 – el  Santo Padre Francisco dijo, entre otras cosas que “en este signo, sencillo y maravilloso del pesebre, que la piedad popular ha acogido y transmitido de generación en generación, se manifiesta el gran misterio de nuestra fe: Dios nos ama hasta el punto de compartir nuestra humanidad y nuestra vida”.

También afirmó que Él “nunca nos deja solos”, sino que “nos acompaña con su presencia escondida, pero no invisible”. Y lo hace “en toda circunstancia, tanto en la alegría como en el dolor”, puesto que Él es el Emmanuel, “Dios con nosotros”.

“ Como los pastores de Belén, aceptemos la invitación a ir a la gruta, para ver y reconocer el signo que Dios nos ha dado ”

Redescubrir la sencillez del pesebre

¡Cuántos pensamientos se amontonan en la mente en este lugar santo! Y sin embargo, ante la roca de estos montes tan queridos por San Francisco, lo que estamos llamados a hacer es, ante todo, redescubrir la sencillez.

El pesebre, que San Francisco realizó por primera vez en este pequeño espacio, a imitación de la estrecha gruta de Belén, habla por sí mismo. Aquí no hay necesidad de multiplicar las palabras, porque la escena ante nuestros ojos expresa la sabiduría que necesitamos para captar lo esencial.

Frente al pesebre descubrimos lo importante que es para nuestra vida, a menudo frenética, encontrar momentos de silencio y oración. El silencio, para contemplar la belleza del rostro del niño Jesús, el Hijo de Dios nacido en la pobreza de un establo. La oración, para expresar el "gracias" maravillado por este inmenso regalo de amor que nos es dado.

En este signo, sencillo y maravilloso del pesebre, que la piedad popular ha acogido y transmitido de generación en generación, se manifiesta el gran misterio de nuestra fe: Dios nos ama hasta el punto de compartir nuestra humanidad y nuestra vida. Nunca nos deja solos; nos acompaña con su presencia escondida, pero no invisible. En toda circunstancia, tanto en la alegría como en el dolor, Él es el Emmanuel, Dios con nosotros.

Como los pastores de Belén, aceptemos la invitación a ir a la gruta, para ver y reconocer el signo que Dios nos ha dado. Entonces nuestro corazón estará lleno de alegría, y podremos llevarla a donde haya tristeza; estará lleno de esperanza, para compartirla con quien que la ha perdido.

Identifiquémonos con María, que posó a su Hijo en el pesebre, porque no había lugar en una casa. Con ella y con San José, su esposo, miremos al Niño Jesús.

“ Que su sonrisa, florecida en la noche, disipe la indiferencia y abra los corazones a la alegría de quien se siente amado por el Padre que está en los cielos ”

Una vez concluida la reflexión del Santo Padre se leyó integralmente esta nueva Carta Apostólica Admirabile signum sobre el hermoso signo del pesebre.

 

Leer la Carta Apostólica Admirabile signum

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Visita del Papa al Santuario del Pesebre en Greccio

Virgen y mártir del siglo III

Una gran estudiosa de la naturaleza y de la filosofía

Nicomedia año 288 d.C.  A pesar de su educación pagana, su vida cambió al ver la crueldad con la que se trataba a los cristianos. El momento culmen llega con el asesinato de su mejor amiga, Giuliana, una esclava que antes de morir le habla de la fe cristiana a la que se había convertido. Después descubre también que su madre antes de morir también había abrazado el cristianismo.

Según recoge la Enciclopedia Católica, "Bárbara era la hija de un rico pagano llamado Dióscoro. Fue cuidadosamente protegida por su padre, quien la mantuvo encerrada en una torre, a fin de protegerla del mundo exterior. Una propuesta de matrimonio recibida a través de él fue rechazada por ella. Antes de partir en un viaje, su padre ordenó que se erigiera un baño para el uso de ella cerca de su casa, y durante su ausencia, Bárbara hizo poner en él tres ventanas, como un símbolo de la Santísima Trinidad, en vez de las dos planeadas originalmente. Cuando su padre regresó, ella se dio a conocer como cristiana; a partir de esto él la maltrató y la arrastró hasta el prefecto de la provincia, Martiniano, quien la hizo torturar cruelmente, y finalmente la condenó a muerte por decapitación. Su mismo padre ejecutó la sentencia, pero en castigo por esto, fue fulminado por un rayo en el camino a su casa, y su cuerpo fue consumido".

Una película sobre la vida de Santa Bárbara

El 4 de diciembre de 2012, festividad de la mártir, la RAI 1 estrenó en prime time la película de cien minutos Santa Bárbara, rodada en Túnez bajo la dirección de Carmine Elia y producida por Lux Vide, que ya ha llevado a la gran o pequeña pantalla otras vidas de santas.

El éxito ha sido notable y en breve podrá verse en otros países e idiomas. La bellísima Vanessa Hessler se hace enseguida con el papel de Santa Bárbara, de quien se dice que su padre la encerró en una torre porque tal era su hermosura que temía que los hombres la sedujeran si podían admirarla.

El film nos presenta a la joven en el año 288 d.C., en plena persecución de los cristianos. Es una gran estudiosa de la naturaleza y de la filosofía, hija del gobernador romano Dioscoro, interpretado por Massimo Wertmuller.

La trama se centra en las relaciones de Santa Barbara y su padre con el cruel prefecto Marciano y con el soldado Claudio. La chica está escandalizada ante el trato que se da a los cristianos, entre ellos su mejor amiga, Juliana, que antes de ser martirizada le confiesa su fe cristiana. Descubre luego que también lo era su madre, quien se había convertido poco antes de morir, siendo Bárbara pequeña.

Eso despierta en ella el interés por el cristianismo, hasta la conversión que la llevará al martirio. Santa Bárbara es una historia de fe, un drama familiar y también una escenificación de un momento decisivo de la historia: el tránsito de la Roma de las persecuciones a la que un cuarto de siglo después, con el edicto de Milán, garantizará la libertad de la Iglesia en todo el Imperio.

 

 

 

 

 

Impresionante Oración de Adviento en árabe - por los cristianos perseguidos

Pidamos para que todos aquellos que viven perseguidos por el Nombre de Jesús, esperen alegres su venida a esta tierra y experimenten la fortaleza de Dios, hecho débil por amor a ellos.

A través de la voz de una religiosa árabe del Instituto del Verbo Encarnado en Egipto, queremos unirnos a la llamada de toda la Iglesia universal y la de todos los cristianos que esperan con ansia la venida del Mesías hecho Niño.

El «Proyecto Despierta» te invita a rezar con y por los cristianos perseguidos, en sus idiomas de origen.
En esta oración encontrarás imágenes de los Santos Lugares de Belén (Tierra Santa) y de Irak.

Web: eukmamie.org

Ben-Hur  ,  60 años

Se cumplen 60 años del estreno de una de las epopeyas fílmicas más grandes de la historia del cine y una de las películas más recurridas en tiempos de pascua. La gran película Ben-Hur

1.  William Wyler no quería dirigir Ben-Hur. Le parecía una historia simplona y no le interesó. Sin embargo, Wyler mantenía una intensa rivalidad con Cecil B. DeMille, otro de los grandes de las supreproducciones de Hollywood de la época. A Wyler le apetecía mojarle la oreja a De Mille que en 1956 había filmado la gran epopeya bíblica, Los diez mandamientos y fue por esto que Wyler terminó aceptando el encargo.

 

 

2. Charlton Heston no fue la primera opción. Antes que a él tocaron a Burt Lancaster que consideraba que el guion no hacía justicia al cristianismo y a Paul Newman, que le preocupaba que sus piernas no quedaran bien en pantalla ataviado como un romano. Aún así, cuando Heston se incorporó al rodaje a Wyler no le gustaba nada cómo lo hacía y se dice que se dieron grandes discusiones a cuenta de la incapacidad del actor de ofrecer al director lo que pedía.

 

 

3. William Wyler no dirigió la célebre carrera de cuadrigas. Los responsables de la filmación de tan memorable escena fueron Andrew Marton y Yakima Canutt. El primero era un director que nunca tuvo un gran éxito más allá de Las minas del Rey Salomón y el segundo era un curtido especialista de escenas de acción que se había especializado en dirigir la segunda unidad de películas de Hollywood. En realidad, esto no es extraño. La inmensa mayoría de las escenas de acción de las películas norteamericanas no las ruedan sus directores, sino los responsables de la segunda unidad.

 

 

4. Cifras de vértigoBen-Hur  ganó 11 Oscar y hasta la llegada de Titanic fue la película más oscarizada de la historia. Juzguen ustedes mismos. Durante décadas fue la película más cara de la historia con un presupuesto de más de 15 millones de dólares. Se emplearon 100.000 disfraces y se levantaron 300 decorados para la ocasión. El circo romano de la carrera de cuadrigas se levantó de la nada a escala real imitando un complejo idéntico en Antioquia. Se utilizaron más de 50.000 extras, 15.000 solo para la escenas de la carrea de cuadrigas y la arena del circo de la escena fue importada de las playas de Marruecos. El esfuerzo valió la pena porque fue un éxito instantáneo.

 

 

5. Ben-Hur también es un remake. En 1925 Fred Niblo adaptó la novela de Lee Wallace en la que se basa ambas películas. En aquel film William Wyler trabajó como ayudante de dirección.

6. Para la escena de las galeras la Metro Goldwyn Mayer mandó construir un barco real. Cuando lo pusieron en el mar se hundió. Acto seguido construyeron otro idéntico pero esta vez, siguiendo las instrucciones de un ingeniero naval.

 

 

7. En Ben-Hur todos los actores son británicos o americanos. Los primeros interpretaron a los judíos y los segundos a los romanos.

8. El rodaje de Ben-Hur duró cinco años. Y esta es la única película de la Metro Goldwyn Mayer en la que no se escucha el mítico rugido del león de los estudios. A William Wyler no le gustaba que el rugido de un león fuera el primer sonido que se escuchara en su película.

 

 

9. El actor que interpreta a Jesucristo no aparece en los créditos de la película. A Cristo no se le ve el rostro en ningún momento y en el rodaje fue interpretado por un respetado cantante de ópera, Claude Heater.

 

 

 

+info - La película

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Confió a la juventud la construcción de la paz. Les dijo que si de verdad quieren crecer deben dejar de vivir para ellos mismos y vivir para los demás.

El Papa Francisco acaba de cumplir uno de sus sueños de juventud, visitar Japón. En Nagasaki rindió homenaje a las víctimas de la bomba atómica en el monumento en el que están escritos todos sus nombres. Allí clamó por un mundo sin armas nucleares.

FRANCISCO

“Con el convencimiento de que un mundo sin armas nucleares es posible y necesario, pido a los líderes políticos que no se olviden de que las mismas no nos defienden de las amenazas a la seguridad nacional e internacional de nuestro tiempo”.

Presidió una misa junto a una escultura de la Virgen María quemada por la explosión nuclear. Recordó a las víctimas de todas las guerras.

FRANCISCO

“Nagasaki lleva en su alma una herida difícil de curar, signo del sufrimiento inexplicable de tantos inocentes; víctimas atropelladas por las guerras de ayer pero que siguen sufriendo hoy en esta tercera guerra mundial a pedazos. Alcemos nuestras voces aquí en una plegaria común por todos aquellos que hoy están sufriendo en su carne este pecado que clama al cielo”.

También recordó la historia de persecución de los cristianos en Japón en este lugar, la colina de los 26 mártires crucificados en el siglo XVI.

FRANCISCO

“Recemos por ellos y con ellos, y levantemos la voz para que la libertad religiosa sea garantizada para todos y en todos los rincones del planeta, y levantemos también la voz contra toda manipulación de las religiones”.

En Hiroshima visitó el lugar exacto de la explosión de la bomba atómica donde condenó la posesión de armamento nuclear.

FRANCISCO

“Con convicción, deseo reiterar que el uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen, no sólo contra el hombre y su dignidad sino contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común. El uso de la energía atómica con fines de guerra es inmoral. Como asimismo es inmoral la posesión de las armas atómicas”.

Francisco también quiso ofrecer su consuelo a las víctimas de Fukushima. Escuchó los crudos testimonios de los sobrevivientes del terremoto, el tsunami y el accidente nuclear de 2011.

Además se reunió con el Emperador Naruhito y más tarde fue al Kantei para reunirse con el primer ministro nipón. El Papa propuso un proceso internacional para abolir la promoción y uso de armas nucleares.

FRANCISCO

“Estoy convencido de la necesidad de abordar la cuestión nuclear en el plano multilateral, promoviendo un proceso político e institucional capaz de crear un consenso y una acción internacional más amplia”.

Confió a la juventud la construcción de la paz. Les dijo que si de verdad quieren crecer deben dejar de vivir para ellos mismos y vivir para los demás.

FRANCISCO

“Se han inventado muchas cosas, pero gracias a Dios todavía no existen 'selfies' del alma. Para ser felices, necesitamos pedirle ayuda a los demás, que la foto la saque otro, es decir, salir de nosotros mismos e ir hacia los demás”.

Antes de partir de regreso a Roma, los alumnos y docentes de la Universidad Sofía de Tokyo le entregaron un regalo muy significativo. Una escultura de Kannon, la diosa budista de la misericordia. Por su parecido con la Virgen María, durante la persecución, los cristianos de Nagasaki la usaban para rezar sin ser descubiertos.

Rome Reports

SANTA MARÍA VIRGEN INMACULADA DE LA MEDALLA MILAGROSA 

 

En la fiesta litúrgica que conmemoramos hoy se recuerdan las apariciones de la Virgen María a Santa Catalina Labouré (27 de noviembre), acontecidas el 27 de noviembre de 1830 en París, en la capilla de la casa madre de la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Esta aparición dio origen a la Medalla Milagrosa y de ella tomó también su nombre la fiesta de la Inmaculada de la Sagrada Medalla, instituida por León XIII, el 23 de julio de 1894.

LA HISTORIA

Comenzamos situándonos en la noche del 18 al 19 de julio de 1830, por entonces fiesta de San Vicente de Paúl ( 27 de septiembre). Catalina, que estaba en oración, se ve sobresaltada por la aparición de la Virgen en un sillón. La entonces »novicia» de las Hijas de la Caridad «se arrodilla sobre las gradas del altar, con las manos apoyadas en las rodillas de la Virgen» y María abre su corazón angustiado a Catalina, justamente una semana antes del inicio de la revolución que padece Francia en el mes de julio.

Parece como si la Madre quisiese preparar el ánimo de la joven: Sufrirás mucho, pero lo superarás pensando en que lo harás por la gloria del buen Dios; te contradirán, pero tendrás la gracia de convencer inspirada en la oración. Sucederán infortunios de toda clase: entre el clero habrá muchas víctimas, morirá el señor arzobispo, la Cruz será despreciada, la sangre correrá por las calles, todo el mundo estará sumido en tristeza'..., pero venid al pie de este altar donde se derramarán gracias sobre todas las personas que las pidan con confianza y fervor.

Catalina confía a su confesor lo referido y calla hasta que el 27 de noviembre de 1830, en la oración de la tarde, ve una especie de medalla en movimiento con la Virgen María en el anverso y una serie de signos en el reverso.

¿Qué vio Catalina en el anverso y en el reverso de la medalla? Según sus escritos, la Santísima Virgen llevaba »un vestido liso de seda blanco-aurora sin costura; un velo blanco que le cubría la cabeza y le descendía por ambos lados hasta los pies; sobre su cabello liso, una especie de pañoleta terminada en un pequeño encaje aproximadamente de dos dedos de ancho.

Tenía el rostro bastante descubierto y sus ojos tan pronto se elevaban al cielo como miraban a la tierra, era bellísimo; en sus manos elevadas a la altura del estómago de una manera muy natural llevaba una esfera o globo, con una crucecita de oro encima, que representaba al mundo, ofrecido por ella a Nuestro Señor y sus pies se apoyaban en la mitad de otro globo sobre la cabeza de una serpiente de color verdoso con manchas amarillas (...) de pronto, los dedos de aquellas manos que sostenían y ofrecían al mundo se llenaron de anillos y piedras preciosas, de las que salían rayos de luz, siempre extendiéndose hasta llenar la parte baja, de modo que ya no se podían ver sus pies; en lo alto del cuadro, un poco ovalado, había estas palabras: Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Al mismo tiempo, Catalina escucha: «Este globo que ves representa al mundo entero y a cada persona en particular; estos rayos de luz son el símbolo de las gracias que distribuyo a las personas que me las piden».

Después el cuadro dio la vuelta. Catalina vio el reverso, pero no lo describe hasta que, un día, en la meditación, oyó una voz que le decía: «La letra M y los dos corazones dicen bastante». Así lo dice su confesor el padre Aladel: «En el reverso vio la letra M con una cruz encima, y debajo los sagrados corazones de Jesús y María». Éstos son los elementos del reverso de la medalla: arriba el signo más importante, la cruz, como naciendo de la letra M e íntimamente entrelazado con ella. Debajo los dos corazones, unidos por los signos del amor: espinas, espada y llamas. Y en torno las doce estrellas del Apocalipsis.

Catalina oye una voz que le decía: Di que acuñen una medalla según este modelo: todas las personas que la lleven recibirán grandes gracias. De esta forma nace, la conocida en todo el mundo, como Medalla Milagrosa.

LA MEDALLA

Posiblemente el que lea estas letras dirá: pues en la medalla la Virgen no está con el globo. Y tiene toda la razón. Algunos estudiosos dicen que hubo dos momentos o fases en la visión del anverso, que fue una visión «en movimiento»: la Virgen del Globo fue dando paso a la Virgen de las manos extendidas. Pero Catalina no dice nada de esto. Después de ver acuñada la medalla insiste en que se esculpa una imagen de la Virgen del Globo y en que se le levante un altar en el mismo lugar donde ella se había aparecido.

Es necesario no olvidar esta imagen de María. ¿Qué sucedió con el anverso de la medalla? René Laurentin, al que podemos considerar el mejor conocedor de las apariciones, lo explica de la siguiente manera: El padre Juan María Aladel, confesor de Catalina y responsable último de la acuñación de la medalla, «tenía que traducir la visión y el programa de Santa Catalina a una medalla conforme a la vez al sentido y consignas del arzobispo de París, a las reglas de la Iglesia y, por fin, a la capacidad del pueblo de Dios». Así supo conservar lo esencial, lo que la Virgen quería:

En el anverso

Aparece la Virgen María Inmaculada pisando a una serpiente.

Vemos a la Virgen con las manos extendidas en actitud de conceder algo.

De sus manos salen unos rayos dirigidos al globo. Alrededor la inscripción: Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

En el reverso

Una M entrelazada con una Cruz.

El corazón de Jesús coronado de espinas y con llamas en la parte superior.

El corazón de María atravesado por una espada y también con llamas en la parte superior.

Envolviendo a todos los símbolos, doce estrellas.

¿Cuál es el significado de todos estos signos? Jean Guitton escribió en su libro sobre la Virgen de la Medalla Milagrosa, Superstición superada, que la Medalla es un tratado de mariología en miniatura. Es como una alegoría del pensamiento global de la Iglesia. Pablo VI (6 de agosto) escogió las apariciones de la Virgen a Santa Catalina, Santa Bernardita (18 de febrero y 11 de febrero) y a los niños de Fátima ( 20 de febrero y 13 de mayo) como los tres signos marianos actuales, más significativos en la Iglesia. Otros han dicho que es un catecismo en símbolos para la gente sencilla, en una Iglesia pobre que no tenía grandes medios para contrarrestar las ideologías que iban contra Dios, la Virgen y la Iglesia.

No cabe duda de que podemos reflexionar sobre el contenido de la medalla de formas distintas, pero la verdad es que da lo mismo de un modo u otro, las conclusiones son las mismas: en el anverso vemos claramente dos momentos bíblicos-marianos: Genésis 3, 15 y Apocalipsis 12, 1; el principio y el fin de la historia de salvación. En ambos interviene María. En el reverso también dos momentos claves: la profecía que Simeón hace del Niño a María (Lc 2, 35) y la entrega de su Madre que nos hace Cristo exaltado en la Cruz Un 19, 27). Podemos comprender momentos cruciales: natividad donde el Hijo de Dios nace del seno de la Virgen María como la Cruz nace de la letra M o la pasión representada en la unión de los dos corazones entrelazados por el amor y el sufrimiento: llamas, espinas y espada.

El padre Vicente de Dios, en su libro La Milagrosa, no duda en resumir de la siguiente forma: «El misterio mariano queda increíblemente plasmado en la medalla. Vemos en el anverso su mediación, su realeza, su inmaculada concepción. Vemos en el reverso su maternidad divina, su íntima unión con el Hijo, su cooperación a la redención, su maternidad espiritual, su calidad de miembro-modelo-madre de la Iglesia, su asunción... Todo ello, inserto bien a los ojos en las dos grandes dimensiones que garantizan la autenticidad de la devoción mariana: María en el misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia. En la Medalla Milagrosa se condensan de igual modo los fundamentos bíblicos de la mariología y los pasajes marianos del Evangelio. Desde el Génesis al Apocalipsis desfila el entramado de la historia de la salvación, donde un corazón humano, traspasado por una espada ardiente y dolorosa, se mantiene unido a un corazón divino, punzado de espinas y henchido de llamas».

Un resumen del contenido doctrinal de la Medalla Milagrosa puede ser éste: por una parte se expresa el papel de María en el conjunto de la historia de salvación, desde el principio –expresado en el Génesis– hasta el final –visto en el Apocalipsis–. Contemplamos el protoevangelio: la mujer que manifiesta su victoria sobre la serpiente, es decir, sobre el mal que es victoria ante todo de Jesucristo, pero también de María. Las doce estrellas que simbolizan las doce tribus de Israel y la Iglesia, como hacen notar los comentaristas de la Biblia de Jerusalén. El todo de la medalla nos muestra la íntima unión con Jesucristo que, al fin, es lo principal, ya que la Virgen María, sin esa vinculación con Jesús, no seria más que un personaje más o menos importante, pero, vista desde su unión con Jesús, es la criatura excelsa y admirable. Por eso, nadie como ella ha gozado de los grandes privilegios como son el de la Inmaculada, ser intercesora de todas las gracias, ser corredentora y, sobre todo, ser Madre natural de Cristo y espiritual de todos los hombres.

EL TRIUNFO DE LA MEDALLA

¿Qué signos podemos aducir para poder hablar con fundamento del «triunfo» de la Medalla Milagrosa? Veamos:

El nombre de «Milagrosa» lo dio el pueblo a la misma medalla. Fueron las personas necesitadas, los pobres, los que la llamaron Medalla Milagrosa. Ellos se fiaron del lema que la adorna: «Oh María..., ruega por nosotros que recurrimos a ti».

La extensión. Sin más propaganda que ella misma. Nunca en torno a la Medalla hubo señales maravillosas. Solamente ha existido la señal sentida por el devoto que ha acudido a ella con fe. Antes de la muerte de sor Catalina, acaecida el 31 de diciembre de 1876, se habían distribuido por todo el mundo más de mil millones de medallas, hasta el punto que el canónigo Quentin afirma: «Sin miedo a que se nos contradiga, podemos afirmar que la fabricación y venta de la medalla constituye un hecho extraordinario».

De igual modo, la divulgación del escrito confeccionado por el padre Aladel, confesor y director espiritual de la vidente, sobre el origen y efectos de la nueva medalla, resulta extraordinario. Se cuentan más de ocho ediciones en Francia y no se sabe, a ciencia cierta, cuántas traducciones en otras naciones.

Por no hablar de la cantidad de hechos juzgados extraordinarios —en el sentido del pueblo «milagrosos— que se atribuyen a la Medalla: conversiones y curaciones. Entre ellas está la conversión del judío Ratisbona en el mismo corazón de Roma.

Otra señal es la que la misma Iglesia le ha dado. Cuando en 1954 el papa Pío XII ('9 de octubre) proclamó el Año Mariano, uno de los signos que el mismo papa escogió para demostrar el marianismo universal de la Iglesia fue la Medalla Milagrosa, juntamente con el recuerdo de Lourdes y Fátima, sin duda los signos más marianos de los siglos XIX y XX.

CULTO Y DEVOCIÓN

El culto y la devoción verdadera, debe ser, como dijo el Señor «en Espíritu y en Verdad», es decir, fruto del convencimiento y de la fe. No es un afecto transitorio ni una vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera por la que somos llamados a conocer la excelencia de la Madre de Dios y somos incitados al amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes. Son, pues, tres los elementos que exige la verdadera devoción:

Conocimiento: lo que no se conoce no se ama.

Amor.: como acto principal de toda devoción.

Imitación: de las virtudes de la Virgen según el propio estado.

Así, las formas de expresar la devoción, son múltiples. Depende de las personas y de la cultura de las mismas. El Concilio Vaticano II dice que María es modelo de todas las virtudes, pero de manera especial de la fe, de la esperanza y de la caridad; asimismo las que se manifiestan en el Magníficat: humildad, gratitud y estar a favor de los pobres.

Como modelo de fe, acoge la palabra de Dios, que para ella fue premisa y camino de maternidad divina. Al decir «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra hizo que la fe envolviera, de alguna manera, todas las relaciones de María con Jesús, desde la Encarnación hasta la venida del Espíritu Santo.

Como modelo de esperanza, María es imagen del gozo de nuestra vida futura glorificada ya en el cielo. En ella se han cumplido todas las promesas de salvación que se cumplirán, un día, en nosotros.

Como modelo de amor a Jesús, María se consagró totalmente a él desde el momento de su concepción hasta que expiró en la Cruz.

Pablo VI pone de manifiesto otras actitudes de María, su actitud orante y oferente. Orante, cuando juntamente con los discípulos y las otras mujeres perseveraba en la oración. María aparece como orante en la Iglesia que nace y en toda la historia de la Iglesia porque en el cielo sigue intercediendo por la gran familia de los hijos de Dios. Es oferente, como se ve en la fiesta de la presentación, teniendo en cuenta la profecía del anciano Simeón, se orienta hacia el acontecimiento salvífico de la Cruz. San Bernardo (20 de agosto), en un sermón sobre la Virgen, dice: «Ofrece a tu Hijo, Virgen sagrada, y presenta al Señor el fruto de tu vientre. Ofrece por la reconciliación de todos nosotros la víctima santa, agradable a Dios».

Teniendo en cuenta todo el conjunto de las apariciones y los misterios marianos que presenta la Medalla Milagrosa, no es difícil encontrar esas actitudes que Pablo VI expone en su exhortación para ofrecer un culto recto a la Virgen María. La actitud orante y oferente es clara en la Virgen del Globo y en el anverso de la medalla; en el reverso muestra su fe y su participación en el misterio salvador de Cristo.

No cabe duda que el culto y la devoción a la Virgen María sigue manteniéndose por los valores de la misma medalla, pero también porque son muchas las organizaciones que han surgido en torno a ella o han encontrado un hálito de vida en ella: Sacerdotes de la Misión de San Vicente de Paúl (padres paúles) e Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl establecen en sus constituciones la importancia de la acción de María en su camino de entrega: «Divulgaremos el especial mensaje manifestado por su maternal benevolencia en la sagrada Medalla Milagrosa».

Las asociaciones que tienen su origen, directa o indirectamente, en la Medalla Milagrosa son numerosas: los Hijos e Hijas de María, hoy Juventud Mariana Vicenciana; la Asociación de la Medalla Milagrosa; la visita domiciliaria de la Virgen Milagrosa... Así como la Legión de María, fundada por el irlandés Frank Duff, para quien colocar una Medalla Milagrosa es introducir a María en un hogar y en un alma. La medalla es su mejor arma de apostolado. La Milicia de María Inmaculada, fundada por San Maximiliano Kolbe (' 14 de agosto), víctima en el campo de concentración de Auschwitz, que pide a todos los miembros de la Milicia llevar y propagar la Medalla Milagrosa y rezar todos los días la invocación de «Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti y por los que no recurren». La novena perpetua a la Milagrosa, fundada en Estados Unidos por el misionero padre Skelly... Y tantas otras que tienen en María Inmaculada de la Medalla Milagrosa su ejemplo de vida y de apostolado.

 

Iconografia: Aparece con vestiduras blancas y azules y con las manos caídas y un poco despegadas del cuerpo, con gesto de acogida misericordiosa y de ellas salen rayos.

JOSÉ MANUEL VILLAR SUÁREZ, C.M.

Más de 850.000 ingresos de turistas

Tierra Santa es cada vez más destino de peregrinaciones de cristianos y no cristianos alrededor del mundo. Así lo indican recientes cifras ofrecidas por el Ministerio de Turismo de Israel, difundidas por el Christian Media Center, medio de comunicación de la Custodia franciscana de Tierra Santa.

De acuerdo con los datos, el número de turistas -entre peregrinos y visitantes- creció un 11% en los meses de septiembre y octubre de este año, con respecto al mismo periodo del 2018.

Jerusalén, Tierra Santa

Como detalla el medio de comunicación, se han registrado más de 850.000 ingresos de turistas, frente a los 770.000 del año anterior. En lo que va del 2019, también ha habido un aumento del número de personas, ya que de enero a octubre de este año el aumento ha sido del 10% en comparación con el 2018.

Según otros datos del Ministerio de Turismo de Israel, más de la mitad de los visitantes de Tierra Santa son menores de 44 años; y más de la mitad son cristianos.

Entre los lugares santos que más visitan los peregrinos se encuentran la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, la Iglesia de la Flagelación y la Basílica de la Anunciación.

"Algunos de los lugares que ciertamente nos han dejado sin palabras, que nos han encantado profundamente, han sido el Calvario y el Sepulcro, que representan los momentos más importantes de nuestra salvación y de nuestra redención. Allí hemos tenido la oportunidad de ver de cerca el lugar en el que Jesús fue crucificado y el lugar en el que resucitó. Este es el kerigma que queremos llevar a nuestra diócesis, a nuestras parroquias: no desesperar ante la cruz", ha indicado el peregrino Mons. José Negri, de la Diócesis de Santo Amaro, Brasil, en entrevista con el Christian Media Center.

Los datos del aumento de peregrinos son especialmente visibles para los guías turísticos de Tierra Santa, como Maristela Ciarrocchi, quien en entrevista con el medio de comunicación, señaló:

"Ni siquiera en 2000 había tantos peregrinos como hay ahora. Antes eran sobre todo evangélicos, pero actualmente los católicos están viniendo aquí para descubrir la riqueza de Tierra Santa".

Lo cierto es que en los últimos años el número de peregrinos que llegan a los santos lugares de Tierra Santa ha venido en aumento.

Este crecimiento fue notorio entre el 2016 y 2017, ya que después de registrarse 274.983 visitantes en 2016, los datos se elevaron a 411.754 en 2017. Cifra que también se elevó en 2018.

Entre los lugares de donde mayormente proceden los peregrinos se encuentran Estados Unidos, Italia, Polonia, e, incluso, Indonesia.

Con información de Christian Media Center.

Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche

Belén y su comarca ocupan un terreno suavemente ondulado. En algunas lomas, la pendiente ha sido escalonada en terrazas y se han plantado olivares; en los valles, las zonas más planas están divididas en campos de cultivo; y en las tierras sin labrar, donde enseguida aflora el estrato rocoso, crece una vegetación dispersa, típicamente mediterránea, formada por pinos, cipreses y varias especies de arbustos.

 

En esta región apacentaba David los ganados de su padre cuando fue ungido por Samuel (cfr. 1 S 16, 1-13) y, tres generaciones antes, su bisabuela Rut espigaba los campos de trigo y cebada detrás de los segadores de Booz (cfr. Rt 2, 1-17). Siglos después, cuando se cumplió el momento de la venida del Hijo de Dios a la tierra, allí tuvo lugar el primer anuncio del nacimiento de Jesús:

“Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche. De improviso un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de luz. Y se llenaron de un gran temor. El ángel les dijo: -No temáis. Mirad que vengo a anunciaros una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: hoy os ha nacido, en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre” (Lc 2, 8-12).

Aunque el relato evangélico no permite identificar con certeza el lugar de aquella aparición, los cristianos enseguida la situaron en un paraje a unos dos o tres kilómetros al este de Belén, donde hoy se encuentra el pueblo de Bet Sahur: “la casa de los vigías”. San Jerónimo lo menciona (cfr. San Jerónimo, Epistola CVIII. Epitaphium Sanctae Paulae, 10), asociándolo al emplazamiento bíblico llamado Migdaléder -“la torre de Ader” o “del rebaño”-, donde Jacob estableció su campamento tras la muerte de Raquel (cfr. Gn 35, 21).

 

 

En el periodo bizantino -siglo IV o V-, allí se edificó un santuario dedicado a los pastores, la iglesia de Jerusalén celebraba una fiesta la vigilia de la Navidad y también se veneraba una gruta. Hubo además un monasterio, pero de todo esto no quedaban más que ruinas cuando llegaron los cruzados.

Siglos después, ya en época moderna, dos lugares diferentes del pueblo Bet Sahur conservaban la memoria de las antiguas tradiciones. El primero era conocido como Der er-Ruat y se hallaba en la parte oeste de la localidad, que casi se ha convertido en un barrio de Belén. Allí había restos de un pequeño santuario bizantino. Actualmente existen en esa zona una iglesia ortodoxa, construida en 1972, y la parroquia católica, edificada en 1951 y dedicada a la Virgen de Fátima y a santa Teresita de Lisieux.

 

Restos de los monasterios del Campo de los pastores. Firma: Leobard Hinfelaar.

 

El segundo de los lugares, distante casi un kilómetro hacia el nordeste, se encontraba en el sitio de Siyar el-Ghanam, “el campo de los pastores”. En una ladera donde abundan las grutas naturales, había un terreno con ruinas que fue adquirido por los franciscanos en el siglo XIX. Las excavaciones realizadas entre 1951 y 1952 -continuación de otras parciales de 1859- sacaron a la luz dos monasterios que estuvieron habitados del siglo IV al VIII.

La iglesia del primero habría sido demolida en el siglo VI y reconstruida sobre su misma planta, pero desplazando el ábside ligeramente hacia el este, lo que sugiere una relación con algún recuerdo particular. El complejo contaba con numerosas instalaciones agrícolas -prensas, piletas, silos, cisternas- y aprovechaba las cuevas de la zona. Estas habrían sido utilizadas ya en tiempos de Jesús, a juzgar por los hallazgos de piezas de cerámica pertenecientes a la época herodiana. También se conservan los vestigios de una torre de guardia.

 

Sobre una roca que domina esas ruinas del Campo de los pastores, la Custodia de Tierra Santa edificó entre 1953 y 1954 el santuario del Gloria in excelsis Deo, donde se conmemora el primer anuncio del nacimiento de Cristo. Se llega a través de un paseo enlosado, flanqueado por pinos y cipreses. La vista desde el exterior, con la planta en forma de decágono y los muros inclinados, pretende recordar una tienda de nómadas.

En el interior, destaca el altar en el centro; en las paredes, en tres ábsides, se reproducen las escenas evangélicas: la aparición celestial, los pastores dirigiéndose a Belén y la adoración del Niño. El torrente de luz que entra a través de la cúpula acristalada trae a la memoria la que rodeó a aquellos hombres. Diez figuras de ángeles, junto con el canto que entonaron, decoran el tambor: gloria in altissimis Deo et in terra pax hominibus bonæ voluntatis (Lc 2, 14).

 

Diez ángeles rodean el tambor de la cúpula. Firma: Berthold Werner (Wikimedia Commons).

 

La milicia celestial

Los pastores estaban escuchando el mensaje, envueltos en una nube de luz, cuando de pronto apareció junto al ángel una muchedumbre de la milicia celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres en los que Él se complace» (Lc 2, 13-14). Considerando este pasaje, Benedicto XVI hace hincapié en un detalle:

«Para los cristianos estuvo claro desde el principio que el hablar de los ángeles es un cantar, en el que se hace presente de modo palpable todo el esplendor de la gran alegría que ellos anuncian. Y así, desde aquel momento hasta ahora el canto de alabanza de los ángeles jamás ha cesado»

(Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, La infancia de Jesús, p. 80).

De modo particular, aquel coro resuena a través de los siglos en el himno del Gloria, que muy pronto la Iglesia incorporó a la liturgia. «A las palabras de los ángeles, desde el siglo II, se añadieron algunas aclamaciones: "Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias"; y más tarde otras invocaciones:

"Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, tú que quitas el pecado del mundo...", hasta formular un armonioso himno de alabanza que se cantó por primera vez en la misa de Navidad y luego en todos los días de fiesta. Insertado al inicio de la celebración eucarística, el Gloria quiere subrayar la continuidad que existe entre el nacimiento y la muerte de Cristo, entre la Navidad y la Pascua, aspectos inseparables del único y mismo misterio de salvación» (Benedicto XVI, Audiencia general, 27-XII-2006).

Al recitar o cantar el Gloria durante la Santa Misa -en los días y tiempos prescritos por la liturgia-, toca a cada uno tener presentes estos misterios, en los que contemplamos a Jesús hecho hombre para cumplir la voluntad del Padre, revelarnos el amor que nos tiene, redimirnos, restablecernos en nuestra vocación de hijos de Dios (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 516-518).

Si nos unimos sinceramente al himno angélico no solo de palabra sino con la vida entera, alimentaremos el deseo de imitar a Cristo, de cumplir también nosotros la voluntad de Dios y de darle gloria.

 

 

Gloria a Dios en lo más alto de los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Que la paz de Cristo triunfe en vuestros corazones, escribe el apóstol. La paz de sabernos amados por nuestro Padre Dios, incorporados a Cristo, protegidos por la Virgen Santa María, amparados por San José. Esa es la gran luz que ilumina nuestras vidas y que, entre las dificultades y miserias personales, nos impulsa a proseguir adelante animosos (Es Cristo que pasa, 22).

 

En el altar, una inscripción recuerda la contribución de Canadá a la construcción del santuario. Firma: Jamie Lynn Ross

 

Tras escuchar el jubiloso anuncio de los ángeles, los pastores “vinieron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho” (Lc 2, 15-18).

Resulta lógico que los pastores se apresuraron, pues sin esperarlo se descubrieron testigos de un momento histórico. En la vida espiritual y en el apostolado, la docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo reclama aprovechar las ocasiones en el momento en que se presentan; y esa urgencia, lejos de agobiar, es expresión de amor: cuando se trabaja única y exclusivamente por la gloria de Dios, todo se hace con naturalidad, sencillamente, como quien tiene prisa y no puede detenerse en "mayores manifestaciones", para no perder ese trato -irrepetible e incomparable- con el Señor (Surco, 555).

 

 

Este relato evangélico localizado en Belén y sus alrededores termina con la dicha de los pastores: “regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según les fue dicho” (Lc 2, 20). Pero antes, san Lucas revela un detalle íntimo: “María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón” (Lc 2, 19). Procuremos nosotros imitarla, tratando con el Señor, en un diálogo enamorado, de todo lo que nos pasa, hasta de los acontecimientos más menudos. No olvidemos que hemos de pesarlos, valorarlos, verlos con ojos de fe, para descubrir la Voluntad de Dios (Amigos de Dios, 285).

 

Santuario del Gloria in excelsis Deo, en Siyar el-Ghanam. Firma: Alfred Driessen.

 

 

Gloria TV

Benedicto XVI presenta la figura de San Columbano

El Papa propone a san Columbano como “verdadero santo europeo”

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 11 junio 2008

El Papa Benedicto XVI propuso este miércoles, durante la audiencia general que tuvo lugar en la plaza de San Pedro, una reflexión sobre la figura de san Columbano, "verdadero santo europeo", según el Pontífice.

De este santo monje irlandés, el Papa destacó su gran cultura, la firmeza de su fe y su incansable labor evangelizadora en toda Europa.

"Con su energía espiritual, con su fe, con su amor por dios y por el prójimo, realmente fue uno de los Padres de Europa: él nos muestra también hoy a nosotros dónde están las raíces de las cuales puede renacer esta Europa nuestra", afirmó.

El mensaje de san Columbano, dijo el Papa, "se concentra en una firme llamada a la conversión y al desprendimiento de los bienes terrenos con vista a la herencia eterna. Con su vida ascética y su comportamiento sin compromisos frente a la corrupción de los poderosos, evoca la figura severa de san Juan Bautista".

Sin embargo, su austeridad "nunca fue un fin en sí misma, sino sólo el medio para abrirse libremente al amor de Dios y corresponder con todo su ser a los dones recibidos de él, reconstruyendo así en sí mismo la imagen de Dios y, al mismo tiempo, roturando la tierra y renovando la sociedad humana".

El Papa citó una palabras del santo abad, en su obra Instructiones: "Si el hombre usa rectamente las facultades que Dios ha concedido a su alma, entonces será semejante a Dios... nos ha enseñando el modo con sus mandamientos. El primero de ellos es el de amar al Señor con todo el corazón, porque él nos amó primero, desde el inicio de los tiempos, antes de que nosotros viniéramos a la luz de este mundo".

"Estas palabras, el santo irlandés las encarnó realmente en su vida. Hombre de grande cultura -escribió también poesía en latín y un libro de gramática- se reveló rico de dones de gracia. Fue un incansable constructor de monasterios, como también intransigente predicador penitencial, gastando todas sus energías en alimentar las raíces cristianas de la Europa que estaba naciendo".

San Columbano, abad

Columbano, según explicó el Papa, nació alrededor del año 543 en Leinster (sureste de Irlanda). A los veinte años entró en el monasterio de Bangor, donde fue ordenado sacerdote.

A los cincuenta años, siguiendo el ideal ascético irlandés de la peregrinatio pro Christo, "Columbano dejó la isla para acometer, junto con doce compañeros una obra misionera en el continente europeo". Llegados a Francia, fundaron el primer eremitorio en Annegray y otros dos en Luxeuil y Fontaine.

"El monasterio se convertiría en el centro de la irradiación monástica y misionera de tradición irlandesa sobre el continente europeo". El Papa se refirió también a las fricciones que tuvo el santo conlos obispos franceses y con el rey Teodorico, por su defensa de la tradición litúrgica irlandesa y de la moralidad de las costumbres.

Expulsado de Francia, Columbano pasó a territorios alemanes, y de allí a Italia. Acogido por la corte logombarda, fundó el monasterio de Bobbio, donde falleció en el año 615.

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Francisco ha dejado un recuerdo imborrable en Tailandia tras su visita de tres días, con grandes mensajes para todo el mundo.

En su primer encuentro con las autoridades, y ante el primer ministro, el general Prayuth Chan-ocha, agradeció los esfuerzos del país por erradicar el turismo sexual y la prostitución infantil.

FRANCISCO

“Pienso en todas aquellas mujeres y niños de nuestro tiempo que son particularmente vulnerados, violentados y expuestos a toda forma de explotación, esclavitud, violencia y abuso. Manifiesto mi reconocimiento al gobierno tailandés por sus esfuerzos para extirpar este flagelo”.

El mensaje al Patriarca Supremo de los Budistas de Tailandia fue el regalo. Francisco le entregó el documento sobre la fraternidad humana que firmó en Abu Dhabi junto al gran imán de Al-Azhar. De este modo, incluye a los budistas en este proyecto de diálogo.

En el hospital católico más importante del país, el Papa pidió a médicos y enfermeras que no se conformen con cumplir su trabajo.

FRANCISCO

“Deben ir más allá, abiertos a lo imprevisible. Recibir y abrazar la vida como llega a la emergencia del hospital para ser atendida con una piedad especial, que nace del respeto y amor a la dignidad de todos los seres humanos”.

Y en la Misa más multitudinaria de la visita, recordó a los católicos que tienen que tratar a los marginados como si fueran de su propia familia.

FRANCISCO

“Pienso especialmente en esos niños, niñas y mujeres, expuestos a la prostitución y a la trata, desfigurados en su dignidad más auténtica; en esos jóvenes esclavos de la droga y el sin sentido que termina por nublar su mirada y cauterizar sus sueños; pienso en los migrantes despojados de su hogar y familias, así como tantos otros que, como ellos, pueden sentirse olvidados, huérfanos, abandonados”.

 

 

El Papa también animó a las religiosas y a los religiosos que trabajan en Tailandia. Un país en el que los católicos son casi el 0,6% de la población.

FRANCISCO

“Les pido que, por favor, no cedan a la tentación de pensar que son pocos, piensen más bien que son pequeños instrumentos en las manos creadoras del Señor. Él irá escribiendo con sus vidas las mejores páginas de la historia de salvación en estas tierras”.

A los obispos les pidió que estén cerca de la gente y que cuiden de sus sacerdotes, religiosas y laicos.

FRANCISCO

Me gusta señalar que la misión, antes que actividades para realizar o proyectos para implementar, requiere una mirada y un olfato a cultivar; requiere una preocupación paternal y maternal porque la oveja se pierde cuando el pastor la da por perdida, nunca antes.

Como el diálogo interreligioso era una de las claves del viaje, Francisco visitó una universidad para saludar a los líderes de las demás religiones. Les recordó que pueden hacer mucho para ayudar a las personas a resolver sus diferencias.

FRANCISCO

“Hoy es tiempo de atreverse a imaginar la lógica del encuentro y del diálogo mutuo como camino, la colaboración común como conducta y el conocimiento recíproco como método y criterio. Y, de este modo, ofrecer un nuevo paradigma para la resolución de conflictos, contribuir al entendimiento entre las personas y salvaguardar la creación”.

La última ceremonia del Papa en Tailandia fue una Misa para jóvenes. Francisco les dijo que la Iglesia cuenta con ellos.

FRANCISCO

“El Señor sabe que por medio de ustedes, jóvenes, entra el futuro en estas tierras y en el mundo, y con ustedes cuenta para llevar adelante su misión hoy. Así como Dios tenía un plan para el pueblo elegido, también tiene un plan para cada uno de ustedes”.

El otro protagonista del viaje fue el pueblo tailandés. De ellos, el Papa destacó su continua sonrisa y sus modos elegantes y delicados.

 

Rome Reports

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