¿Cómo vivían los primeros cristianos la Semana Santa?

Durante el santo Triduo Pascual de la Pasión y  Resurrección del Señor,  la Iglesia conmemora los grandes acontecimientos que jalonaron los  últimos días del Señor.

 

 

Es el punto culminante de todo el año litúrgico

El Triduo Pascual

 

 

La expresión Triduo pascual, aplicada a las fiestas anuales de la Pasión y Resurrección, es relativamente reciente, pues no se remonta más allá de los años treinta de nuestro siglo; pero ya a finales del siglo IV San Ambrosio hablaba de un Triduum Sacrum para referirse a las etapas del misterio pascual de Cristo que, durante tres díaset passus est, et quievit et resurrexit.

Deslumbrada por la realidad histórica de la muerte de Cristo, la primitiva Iglesia advirtió la necesidad de celebrar litúrgicamente este hecho salvífico, por medio de un rito memorial, donde, en obediencia al mandato expreso del Señor, se renovara sacramentalmente su sacrificio.

De este modo, durante los primeros compases de la vida de la Iglesia, la Pascua del Señor se conmemoraba cíclicamente, a partir de la asamblea eucarística convocada el primer día de la semana, día de la resurrección del Señor (dominicus dies) o domingo.

 

pasion semana santa

 

 

Y, muy pronto, apenas en el  siglo II , comenzó a reservarse un domingo particular del año para celebrar este misterio salvífico de Cristo.

Llegados a este punto, el nacimiento del Triduo Pascual era sólo cuestión de tiempo, cuando la Iglesia comenzase a revivir los misterios de Cristo de modo histórico, hecho que acaeció, por primera vez en Jerusalén, donde aún se conservaba la memoria del marco topográfico de los sucesos de la pasión y glorificación de Cristo.

De todos modos, en el origen de la celebración pascual, tampoco puede subestimarse la benéfica influencia de la respuesta dogmática y litúrgica de la ortodoxia frente a la herejía arriana; reacción que supuso una atracción de la piedad de los fieles hacia la persona de Jesús (Hijo de Dios e Hijo de María), y hacia sus hechos históricos.

Cada celebración del Triduo presenta su fisonomía particular: la tarde del Jueves Santo conmemora la institución de la Eucaristía; el Viernes se dedica entero a la evocación de la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz; durante el sábado la Iglesia medita el descanso de Jesús en el sepulcro. Por último, en la Vigilia Pascual, los fieles reviven la alegría de la Resurrección.

 

Jueves Santo

La Misa vespertina in Cena Domini abre el Triduo Pascual. La iglesia de Jerusalén conocía ya, en el siglo IV, una celebración eucarística conmemorativa de la Última Cena, y la institución del sacramento del sacrificio de la Cruz.

 

Eucaristía Iglesia primitiva

 

Al principio, esta celebración se desarrollaba sobre el Gólgota, en la basílica del Martyrion, al pie de la Cruz, y no en el Cenáculo; hecho que confirma la íntima relación entre la celebración eucarística y el sacrificio de la Cruz.

finales del siglo IV, esta tradición se vivía también en numerosas iglesias de occidente, pero habrá que esperar hasta el siglo VII para encontrar los primeros testimonios romanos.

 

Viernes Santo: Celebración de la Pasión del Señor

El Viernes Santo conmemora la Pasión y Muerte del Señor. Dos documentos de venerable antigüedad (la Traditio Apostolica de San Hipólito y la Didaskalia Apostolorum, ambas del siglo III) testimonian como práctica común entre los cristianos el gran ayuno del Viernes y Sábado previos a la Vigilia Pascual.

Sin embargo, habrá que esperar hasta finales del siglo IV d.C. para encontrar, en Jerusalén, las primeras celebraciones litúrgicas de la Pasión del Señor: se trataba de una jornada dedicada íntegramente a la oración itinerante; los fieles acudían del Cenáculo (donde se veneraba la columna de la flagelación) al Gólgota, donde el obispo presentaba el madero de la Cruz. Durante las estaciones se leían profecías y evangelios de la Pasión, se cantaban salmos y se recitaban oraciones.

 

semana Santa Cruz

 

Los testimonios más antiguos de una liturgia de Viernes Santo en Roma proceden del siglo VII.

Manifiestan dos tradiciones distintas, y nos han llegado a través del Sacramentario Gelasiano (oficio presbiteral con adoración de la cruz, liturgia de la palabra y comunión con los presantificados) y el Sacramentario Gregoriano (liturgia papal, limitada a lecturas bíblicas y plegaria universal).

 

Sábado Santo

En los primeros siglos de historia de la Iglesia, el Sábado Santo se caracterizaba por ser un día de ayuno absoluto, previo a la celebración de las fiestas pascuales.

Pero a partir del siglo XVI, con la anticipación de la Vigilia a la mañana del sábado, el significado litúrgico del día quedó completamente oscurecido, hasta que las sucesivas reformas de nuestro siglo le han devuelto su originaria significación.

 

semana santa

 

El Sábado Santo debe ser para los fieles un día de intensa oración, acompañando a Jesús en el silencio del Sepulcro.

 

Vigilia Pascual

La celebración litúrgica de la Pascua del Señor se encuentra en los orígenes mismos del culto cristiano. Desde la generación apostólica, los cristianos conmemoraron semanalmente la Resurrección de Cristo, por medio de la asamblea eucarística dominical.

Además, ya en el siglo II, la Iglesia celebra una fiesta específica como memoria actual de la Pascua de Cristo, aunque las distintas tradiciones subrayen uno u otro contenido pascual: Pascua-Pasión (se celebraba el 14 de Nisán, según el calendario lunar judío, y acentuaba el hecho histórico de la Cruz) y Pascua-Glorificación, que, privilegiando la resurrección del Señor, se celebraba el domingo posterior al 14 de Nisán, día de la Resurrección de Cristo. Esta última práctica se impuso en la Iglesia desde comienzos del siglo III.

 

Tiempo Pascualsemana santa

La Resurrección de Cristo (Piero della Francesca)

 

 

La Noche Santa (San Agustín la llama la “madre de todas las vigilias”) culmina el Santo Triduo e inicia el tiempo pascual, celebrando la Gloria de la Resurrección del Señor. De aquí que su contenido teológico encierre el misterio de Cristo Salvador y del cristiano salvado. Ello explica que, desde los primeros siglos, se celebrase el bautismo de los catecúmenos en la Vigilia Pascual.

Como ya indica San Agustín en sus Sermones (220-221), toda la celebración de esta Vigilia Sagrada debe hacerse en la noche, de tal modo que o bien comience después de iniciada la noche, o acabe antes del alba del domingo. La Vigilia Pascual se convierte en el punto central donde confluyen las celebraciones anuales de los misterios de la vida de Cristo.

by primeroscristianos.com

 

 

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Seis preguntas clave para entender la Semana Santa

 

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Películas recomendadas para Semana Santa

Semana Santa es un tiempo propicio para conocer y reflexionar más sobre el sentido de ser cristianos y qué mejor si es con la ayuda de una buena película. Te dejamos 14 filmes con claves de fe que marcaron y cambiaron la vida de muchos de sus espectadores.

 

 

1. La Pasión de Cristo (2004)

Iniciamos la lista con la adaptación de Mel Gibson de los últimos días de Jesucristo. El filme fue rodado en latín y en arameo, idiomas que habló Jesús, y fue proyectado en todo el mundo en versión original por deseo del director. Además, atrajo la atención de todos por la crudeza y realismo de sus imágenes.

 

 

2. Pablo, Apóstol de Cristo (2018)

Jim Caviezel, conocido por su papel como Jesús en “La Pasión de Cristo”, regresa para protagonizar a San Lucas, en una película que narra la persecución contra los primeros cristianos en la antigua Roma y cómo a pesar de ello la Iglesia primitiva salió adelante.

 

3. Ben Hur (1959)

William Wyler firmó una épica superproducción protagonizada por Charlton Heston, Stephen Boyd y Jack Hawkins que obtuvo once premios Oscar. Una historia de dos viejos amigos que se enfrentan y en la que no se muestra el rostro de Jesucristo, aunque su presencia marcará toda la vida de Judá Ben-Hur.

 

 

4. Jesús de Nazareth (1977)

Aunque se trata de una miniserie de televisión y no una película, la obra de Franco Zeffirelli es quizás el mejor relato global del nacimiento, obra y muerte de Jesucristo. El Beato Pablo VI, tras visionar esta producción, recibió en audiencia al director de cine Franco Zefirelli y le agradeció por su obra.

 

5. Quo Vadis? (1951)

El título significa en latín “¿A dónde vas?” y se refiere a las palabras de Pedro cuando se encuentra con Cristo en la Vía Apia. La cinta muestra el amor de un soldado romano por una joven doncella, integrante del primer grupo de cristianos en Roma, y que será puesto a prueba después que Nerón queme Roma y les eche la culpa a los cristianos.

 

 

6. Los Diez Mandamientos (1956)

Charlton Heston vuelve a aparecer con la adaptación del pasaje de Moisés y Los Diez Mandamientos que dirigió el legendario Cecil B. DeMille. Una colosal superproducción de proporciones bíblicas: casi cuatro horas de duración.

 

 

7. Risen (2016)

"Risen" es un filme estrenado en el 2016 que presenta la Resurrección de Cristo narrada a través de los ojos de un agnóstico. Clavius (Joseph Fiennes), un poderoso centurión romano, y su edecán Lucius (Tom Felton), reciben la misión de resolver el misterio de lo que ocurrió con Jesús en las semanas siguientes a la crucifixión para desmentir los rumores de un Mesías que resucitó y evitar una revuelta en Jerusalén.

 

 

 

8. Exodus (2014)

Narra la historia de Moisés (Christian Bale), un hombre de extraordinario valor que desafió al faraón Ramsés (Joel Edgerton) y liberó a 600.000 esclavos, que protagonizaron una épica y peligrosa huida a través de Egipto en busca de la Tierra Prometida.

 

 

 

 

9. Escarlata y negro (1983)

Refleja parte de lo que se vivió durante la ocupación nazi en Roma y las tensiones contra el Vaticano por refugiar judíos y perseguidos políticos de los alemanes. Un sacerdote, que salvó la vida de cientos de personas, estará en la mira de los altos oficiales nazis, pero no podrán tocarlo por estar dentro del territorio papal.

 

10. Cristiada (2012)

Película que describe la dramática e histórica persecución del gobierno mexicano contra la Iglesia Católica en la década de 1920’s. Muchos fieles fueron llevados al martirio, otros optaron por el camino de las armas, pero la fuerza de “¡Viva Cristo Rey!” hará resonar la verdad.

 

11. Un Dios prohibido (2013)

Narra el martirio de 51 miembros de la Congregación Claretiana durante la Guerra Civil Española. El hecho ocurrió en 1936 en la localidad de Barbastro, en Zaragoza. Ellos fueron beatificados por San Juan Pablo II en 1992.

 

12. Encontrarás dragones (2011)

Drama épico dirigido por Roland Joffé, ambientado en la Guerra Civil española, que narra la vida de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Ambientada en la época de la Guerra Civil Española, trata temas como la amistad, el amor, el odio, la traición, el perdón y la búsqueda del sentido de la vida.

 

 

13. De dioses y de hombres (2010)

Película francesa sobre unos monjes cristianos en Argelia que viven en armonía con la población musulmana hasta que estalla la guerra civil que azotó al país entre 1991 y 2002. Esta producción fue ganadora del Premio del Jurado y el Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Cannes de 2010.

 

 

14. El Príncipe de Egipto (1998)

Pensando en los más pequeños se incluye en la lista esta historia de Moisés que fue la primera película de animación tradicional producida y distribuida por Dreamworks, la productora creada por Steven Spielberg.

 

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Los orígenes de la Semana Santa

 

 

 

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Película animada "El Rey de Reyes" comparte el Evangelio desde la perspectiva de Charles Dickens

 

Cuando “El Rey de Reyes” de Angel Studios se estrene en cines el próximo 11 de abril, el público verá algo poco común en la animación: la vida de Jesucristo, narrada a través de los ojos de un niño e inspirada en la prosa de Charles Dickens.

 

Para el director surcoreano Jang Seong-Ho y el director de fotografía y productor Woo-hyung Kim, el proyecto es un intento de transmitir el mensaje del amor de Jesús a un público global, cada vez más secular.

“Yo era un gran aficionado al cine y la animación”, declaró Jang. “Y, al mismo tiempo, leí todos los libros de Charles Dickens. Más tarde, descubrí que existía este libro, La Vida de Nuestro Señor, y lo leí. Después de leerlo, pensé que sería muy original hablar de la historia de Jesús a través de Charles Dickens”.

 

 

 

Esa inspiración llevó a Jang, director debutante en largometrajes, a asumir el reto de adaptar la narrativa del Evangelio a la animación, utilizando la voz literaria de Dickens para guiar la historia.

“Hay mucho contenido que habla sobre la historia de Jesús, pero transmitir esos mensajes desde la perspectiva de Charles Dickens me pareció significativo y, además, único”, dijo.

La película animada, ambientada en la Inglaterra victoriana, sigue a Dickens mientras le cuenta la historia de Jesús a su hijo. Cuenta con un elenco de voces estelares que incluye a Kenneth Branagh, Uma Thurman, Pierce Brosnan, Mark Hamill, Roman Griffin Davis, Forest Whitaker, Ben Kingsley y Oscar Isaac. Kristin Chenoweth coescribió y canta la canción de cierre de la película, "Live Like That".

 

rey de reyes

 

 

Jang, un cristiano profesante, comentó que su trayectoria personal de fe influyó significativamente en su decisión de dirigir la película.

“Como cristiano, me sorprendió un poco que no existieran largometrajes animados que hablaran de la historia de Jesús”, comentó. “Así que fue una gran motivación para mí”.

Jang añadió que la película también surgió de la preocupación por su propio país; Corea del Sur, que tiene una de las mayores poblaciones cristianas de Asia, pero la asistencia entre los jóvenes está disminuyendo, según el Pew Research Center.

“Hay muchos cristianos en Corea”, afirmó. “Pero al mismo tiempo, lamentablemente, hay mucha gente que se opone a la población cristiana coreana. Y hoy en día, no muchos jóvenes […] asisten a la iglesia”.

El considera a “El Rey de Reyes” como una forma de ofrecer un mensaje de esperanza y verdad. “Pensé que se necesitaba a alguien que transmitiera el mensaje de Jesús de la manera correcta […] a todos los presentes”, dijo.

 

rey de reyes

 

 

Jang comentó que, si bien la fe fue la base del proyecto, también debía equilibrarse con las exigencias prácticas de la producción. “Producir animación implica muchos aspectos, y sé que no se puede lograr solo […] con fe”, afirmó. “Debo considerar muchos aspectos, incluyendo los técnicos y los comerciales”.

Para dar vida al mundo de “El Rey de Reyes”, la producción se basó en gran medida en captura de movimiento avanzada y cinematografía virtual. Kim, quien se encargó tanto de la producción como de la cinematografía, describió un proceso complejo y laborioso.

“Primero contratamos a los actores y luego capturamos los movimientos”, explicó. “Y una vez terminado, entré en el mundo virtual con mi cámara virtual y realicé los movimientos de cámara una y otra vez”.

La actuación de voz y las expresiones faciales se grabaron por separado y se añadieron a la animación. "No es como las películas de acción real. Simplemente sucede gradualmente, paso a paso", dijo. "Básicamente, no es un proceso sencillo".

El objetivo, dijo Kim, era que la película pareciera más que una simple animación. "Quería que el público sintiera esta película, obviamente como una animación, pero también como una película convencional", añadió Jang.

Si bien trabajar en una película sobre Jesús conlleva su propia presión, tanto Jang como Kim señalaron escenas específicas que presentaron desafíos creativos y técnicos.

Para Kim, una escena que representa una tormenta destacó. "Técnicamente fue difícil... porque la hicimos por primera vez", dijo. "La hicimos hace como cinco, seis años... hace siete años".

 

Rey

 

 

En ese momento, el equipo no tenía acceso a las herramientas de producción virtual que utilizarían posteriormente. "Todo tuvo que hacerse digitalmente: el movimiento de cámara, la actuación y la voz", explicó. Posteriormente reconstruyeron la escena con herramientas mejoradas, pero tuvieron que mantenerse fieles a la versión anterior. "Fue técnicamente todo un reto", dijo.

Jang señaló un momento más tranquilo: una escena en la que Charles Dickens sube las escaleras de su casa para contarle un cuento a su hijo.

"Puede que a la gente le sorprenda esto", dijo. "La escena [...] necesitaba establecer la relación entre Charles Dickens y su esposa. [...] Y al mismo tiempo, [...] Dickens debió de sentirse persuadido de contarle la historia a su hijo. Era muy importante expresar esa conexión emocional [...] dentro de la corta escena".

El reto, dijo, fue explicar los matices a los animadores. "Fue todo un reto para mí como director".

Para Kim, la esperanza es simple: "Siempre quiero que esta película sea proyectada por el mayor número de espectadores posible", dijo.

Jang añadió que espera que los espectadores se vayan con una comprensión del mensaje del Evangelio. "Todo este proyecto comenzó con la idea de extraer solo una palabra de toda la Biblia", dijo. “Pensé que eso era amor. Jesús es amor”.

“Quiero que sientan que la razón de su sacrificio es su amor por nosotros”, añadió. “Ese es el mensaje que quiero que la audiencia se lleve a casa después de ver esto”.

LA PASIÓN DE CRISTO

VOLVERÁ A CONTAR CON JIM CAVIEZEL EN EL PAPEL DE JESÚS

Mel Gibson, la esperada secuela de La Pasión de Cristo, titulada La Resurrección de Cristo, comenzará su rodaje el próximo mes de agosto en los estudios Cinecittà de Roma, según confirmó Manuela Cacciamani, directora ejecutiva de dichos estudios.

 

«Puedo confirmar que la próxima película dirigida por Mel Gibson, producida por Icon Productions, La Resurrección de Cristo, se rodará íntegramente en Cinecittà a partir de agosto y requerirá la construcción de numerosos escenarios y platós», declaró Cacciamani en una entrevista concedida al diario italiano Il Sole 24 Ore.

 

En una conversación con el presentador de pódcast Joe Rogan, el director estadounidense calificó el proyecto como «muy ambicioso» y explicó que la trama abarcará «desde la caída de los ángeles hasta la muerte del último apóstol».

«Creo que, para contar bien la historia, hay que empezar con la caída de los ángeles, lo que implica situarse en otro lugar, en otro reino. Hay que ir al infierno. Hay que ir al Sheol», afirmó Gibson.

El cineasta también destacó que el desafío está en encontrar una forma de narrar el relato «sin que resulte cursi o demasiado obvia». «Tengo algunas ideas sobre cómo hacerlo, cómo evocar cosas y emociones en la gente a través de la forma en que se representa y se filma.

Llevo mucho tiempo pensándolo. No será fácil, requerirá una gran planificación y no estoy del todo seguro de lograrlo; para ser sincero, es un proyecto extremadamente ambicioso. Pero lo intentaré, porque eso es lo que hay que hacer, ¿no? Enfrentarse al reto», expresó.

 

Mel Gibson rodará en Italia a partir de agosto la secuela de «La Pasión de Cristo»

Mel Gibson

 

Gibson adelantó que volverá a contar con Jim Caviezel en el papel de Jesús, aunque será necesario aplicar técnicas digitales, como el rejuvenecimiento por CGI, debido a que han transcurrido más de 20 años desde el estreno de la primera película.

La Pasión de Cristo se estrenó en 2004 y, a pesar de las controversias que suscitó, recaudó 370 millones de dólares en Estados Unidos. Muchos la consideran una obra que abrió las puertas a la producción de contenidos religiosos en Hollywood.

 

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ANALISIS DE LA PASIÓN DE CRISTO

 

 

(CNA/InfoCatólica)

Séptimo Papa, es decir, el sexto después de Pedro

SAN SIXTO I, Papa y mártir

Sexto sucesor de san Pedro, vivió en Roma en una época de parcial tolerancia hacia los cristianos, en la época del emperador Trajano primero y luego de Adriano. A su muerte, después de diez años de pontificado, fue sepultado en el Vaticano cerca de san Pedro.

 

Sixto es hijo de dos pastores, originario de la VII zona de la Urbe llamada via Lata, cerca de la actual vía del Corso, donde todavía hay una avenida con este nombre. En realidad se llamaba "Xystus", nombre probablemente de origen griego, que luego se confunde con Sixto, pues en realidad será el séptimo Papa, es decir, el sexto después de Pedro.

El sexto pontificado después de Pedro

Elegido alrededor del 115, a él se le atribuyen ciertamente algunas normas de culto muy importantes. Es Sixto, por ejemplo, quien decide que durante la consagración nadie fuera de los ministros de culto pueda tocar el cáliz sagrado y la patena; también introduce en la misa, después del Prefacio, el rezo del "Santo" en forma conjunta entre el sacerdote y la asamblea y, al parecer, también la fórmula final del "Ite missa est", aunque esto no esté históricamente comprobado.

 

San Sixto I

 

Parece más seguro que haya establecido que los obispos que han visitado la Santa Sede deban volver a sus diócesis con una carta del Papa que demuestre su plena comunión con el sucesor de Pedro. No es seguro, finalmente, si fue él quien introdujo el uso del agua en el rito eucarístico y del agua bendita para las abluciones, mientras que se le atribuyen dos cartas sobre cuestiones doctrinales: una sobre la Santísima Trinidad, la otra sobre la primacía del obispo de Roma, que sin embargo algunos consideran apócrifas.

Durante su Papado probablemente comenzaron los primeros enfrentamientos con las Iglesias Orientales, mientras que parece que fue él quien envió a los primeros misioneros a evangelizar la Galia, incluyendo a San Pellegrino.

La incerteza sobre el martirio y las reliquias

Sixto muere alrededor de 125, posiblemente decapitado, y es inicialmente indicado como un mártir. Sin embargo, como no se conocen más detalles sobre su martirio, el Calendario Universal de la Iglesia no lo incluye actualmente entre los mártires. Inicialmente enterrado en la necrópolis del Vaticano, diez siglos después de su muerte sus restos son transportados a Alatri.

Desde entonces, esta ciudad se disputa con la cercana ciudad de Alife - en la zona de Caserta - San Sixto como patrón. En realidad, según las últimas verificaciones, reliquias de su cuerpo se conservan en ambas. Hay también reliquias atribuibles a San Sixto I en la iglesia del mismo nombre en la Vía Appia de Roma e incluso en una capilla de la Catedral de la Asunción de Savona, donadas a la ciudad por el Papa Pablo V.

Acerca de los obispos de Roma en los primeros siglos de la Iglesia es muy poco lo que sabemos aparte de sus nombres.

Hay que decir que, en concreto, sobre el papa San Sixto I, la primera noticia de su existencia y pontificado la proporciona San Ireneo que, en su obra Adversus haereses (III, 3), nos da la lista de los sucesores de San Pedro y en ella Sixto ocupa el sexto lugar. Según esa misma lista sucedió al Papa San Alejandro I. El obispo historiador Eusebio de Cesarea, en su Historia eclesiástica (IV, 5), señala que estuvo unos diez años de papa, pudiendo datarse su muerte alrededor del año 128.

Y casi no hay más noticias biográficas de San Sixto, puesto que las proporcionadas por el Liber pontificales no están acreditadas ante la crítica.

Para el Martirologio Romano, en su reseña del 3 de abril, San Sixto I fue papa en tiempos del emperador Adriano y, gobernó egregiamente la Iglesia, y sufrió martirio en tiempos de Antonino Pío. Baronio en la edición original del Martirologio situó a este santo el 6 de abril, y luego en posterior edición del mismo ha sido pasado al día 3. En sus notas Baronio dice que se vean las obras atribuidas a San Sixto en sus Anales eclesiásticos.

Estas obras hoy se consideran legendarias, tales como varias cartas y algunas disposiciones litúrgicas y disciplinares. No se comprueba históricamente su martirio, pudiendo en cambio decirse, sobre la base de lo que dice Ireneo, que ni él ni sus sucesores siguieron la costumbre de los obispos de Asia en lo referente a la celebración de la Pascua, pero sin que se rompiera la comunión con ellos. Se cree que fue romano, hijo de Pastor, de la región de Via Lata.

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LOS PAPAS DEL SIGLO II

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Hay que aprovechar los medios de comunicación porque una presencia cristiana muy grande está a nuestro alcance

 

Juan Luis Lorda Iñarra es ingeniero industrial, doctor en Teología, y profesor ordinario de Teología Dogmática​ y del Instituto Core curriculum en la Universidad de Navarra. Experto en la cuestión del humanismo cristiano e implicado en la divulgación del mensaje evangelizador del cristianismo, aprovechamos esta entrevista desde www.primeroscristianos.com para hacerle algunas preguntas.

 

¿En qué sentido le parece que tienen interés los primeros cristianos para los cristianos del siglo XXI?

Hay muchos aspectos por los cuales los primeros cristianos tienen interés. Primero, efectivamente, está la cuestión de la cercanía, de la unión con el origen, aunque hay que tener en cuenta que para nosotros son muy lejanos, pero también muchos de ellos son bastante lejanos históricamente del Señor; con todo, hay indudablemente un factor de testimonio. El cristianismo se expandió muy rápidamente, dando lugar a tradiciones lingüísticas y culturales muy distintas, dentro de las cuales hay una tradición, una convergencia en la celebración de los Sacramentos, en la doctrina y en la moral.

En segundo lugar, la experiencia de vida de tantos cristianos nos enseña a vivir nuestra fe; en la Iglesia hay una tradición de santidad y, dado que el cristianismo es algo que se vive, ese testimonio es muy elocuente. 

En tercer lugar, hay una cuestión teológica: el cristianismo lo vive gente muy distinta social y culturalmente y puede vivirlo muy bien la gente sencilla, pero, para enseñarlo, surge la necesidad de organizarlo y convertirlo en un discurso; eso hace que surjan dificultades internas y cuestiones que se deben resolver. Cuando la tradición cristiana entra en contacto con el mundo filosófico griego, casi desde el principio, el primer tema que se plantea es el concepto de Dios. 

Aunque los autores cristianos asumieron muchas cosas de la filosofía, no nos hacemos cargo de hasta qué punto la concepción cristiana fue novedosa: en el mundo antiguo no se puede encontrar por ninguna parte la fe en un Dios único creador inteligente personal al cual realmente puedes rezar, con el que puedes entrar en contacto y que te llama a vivir en Él.  

El segundo tema que se plantea es cómo puede Dios tener un hijo; es el inicio de la cuestión trinitaria: los cristianos bautizan en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y ese “Hijo” se entiende en un sentido fuerte, como lo dio a entender el mismo Jesucristo y como se expresa especialmente en el Evangelio de san Juan. 

Después, surge la pregunta de cómo Jesucristo puede ser a la vez Dios y hombre verdadero, que da lugar a la controversia arriana. Hay un gran debate en la Iglesia, porque algunos defienden que Jesucristo es hijo, pero de otra manera, una especie de divinidad de segundo grado. 

Distintas tradiciones culturales van abordando estos temas y su convergencia es la doctrina cristiana. Más adelante, surgen otras cuestiones, como el sentido del tiempo, de la historia, la salvación, etc, con figuras como la de San Agustín.

 

 

¿Qué se entiende hoy en día por humanismo cristiano?

“Humanismo” es una palabra que puede entenderse de muchas maneras. En primer lugar, como un movimiento que surge en Centroeuropa en el siglo XVI, que tiene que ver con la recuperación de las lenguas clásicas y los textos antiguos y que reacciona  contra una teología escolástica un poco exagerada y sacada de quicio, buscando un saber menos abstracto y con forma más humana.  

Algunas de sus figuras centrales son Erasmo de Rotterdam, Juan Luis Vives o Tomás Moro. El descubrimiento de América, su conquista y evangelización, les hace reflexionar sobre el modo cristiano de vivir en una sociedad cambiante, sobre los derechos y la dignidad del ser humano…

Por otro lado, está el sentido general de humanismo, que tiene que ver con el impacto que tiene la religión cristiana en las culturas donde es recibida. El cristianismo forja la realidad del ser humano, hace al ser humano más humano.  Hay una frase que aparece en el documento del Concilio Vaticano II Gaudium et spes y que le gustaba mucho a san Juan Pablo II:  “Cristo descubre el hombre al hombre”, Cristo descubre cómo somos y cómo tenemos que ser, desde nuestra realidad de hijos de Dios. 

Nuestra identidad ha sido muy estudiada por los pensadores cristianos, que asumen los hallazgos griegos, pero aportan grandes novedades a la comprensión de lo humano: San Agustín, por ejemplo, trató con mucha profundidad el tema de la  libertad; y Santo Tomás de Aquino hizo una descripción antropológica extraordinaria, que estableció las bases de nuestro modo de comprender la inteligencia, la voluntad y su relación con la afectividad. 

Así pues, por “humanismo” se entiende un movimiento, una inclinación favorable a los frutos que desarrolla la humanidad en la cultura, el lenguaje, la escritura, la conversación y, sobre todo, un aprecio a la persona humana misma. Pero el humanismo también se puede identificar con un descubrimiento de la estructura del ser humano.  

En el siglo XX, la visión del ser humano seguía siendo heredera de la visión cristiana, que habla del hombre como creado a imagen de Dios. Pero, en ese contexto, surgieron diversas ideologías ateas.

 En su obra El drama del humanismo ateo, De Lubac denuncia el modo en que estas ideologías han maltratado a sus miembros, creando sistemas terriblemente opresores, como nunca en la historia. De Lubac defiende que, aunque se puede hacer una sociedad sin Dios, esta tiende a convertirse en una sociedad contra el hombre, porque, cuando quitas a Dios, ¿de qué es imagen el hombre? Es tan solo un poco de tierra… ¿Y qué más da que haya más o que haya menos?

 

 

Otra de las tareas a las que ha dedicado gran parte de su vida es a la divulgación del mensaje cristiano, con obras tan conocidas como “Para ser cristiano”. ¿Sigue la Iglesia predicando al “Dios desconocido”?

Evangelizar a todos los pueblos es un mandato del Señor y un cristiano no tiene que quedarse tranquilo si no intenta amar a Dios sobre todas las cosas. Eso es una tarea para todos los días, para todas las épocas y para todos los cristianos de una manera natural. A veces, hay que organizarlo porque para evangelizar África o Asia no se puede hacer sin pensar.

Y aunque no significa que cada uno no pueda o deba dar testimonio y hablar del Señor para ofrecer a otros esa posibilidad sabiendo que al otro le va a hacer mucho bien, si san Juan Pablo II impulsaba a evangelizar occidente era porque sabía que se había descristianizado mucho en los últimos años y, ahora, se tiene una idea muy externa y lejana de lo que es el cristianismo.

Al ver la historia de la evangelización, se ve a los primeros cristianos evangelizando el mundo antiguo. ¿Cómo se evangelizaron los pueblos bárbaros? ¿Cómo se evangelizaron las naciones eslavas? Ahora se ve el mundo occidental así porque, no es que no crean por problemas intelectuales, sino que, generalmente, no creen porque en el ambiente se siente que no lo necesitamos. 

Sin embargo, hay que aprovechar los medios de comunicación que hoy tenemos porque una presencia cristiana muy grande está a nuestro alcance. Por supuesto, hay que conservar el tú a tú y el testimonio cristiano, pero también hay que aprovechar estos medios y, desde otra época, a esto nos invitaba san Pablo. 

La fortaleza de San Pablo sale de la fe que tiene para ser capaz de ir a sitios complicados de los que nos cuenta penurias. La expansión de la Iglesia debe mucho a este hombre que el Señor puso ahí. Había mucha gente “libre” que tenía esclavos y no se dedicaba a la vida cultural y van a ver qué se decía por ahí. 

San Pablo iba allí a explicar cuestiones acerca del Dios desconocido. Mucha gente que no cree, no sabe quién es Dios ni su relación con el universo. Hoy es una responsabilidad y un reto que tenemos, pero hay que aprovechar las redes, los audios y los medios que tenemos para llegar a mucha gente dando un paso hacia adelante con lo audiovisual, que tiene mucho efecto.

 

 

Después de tantos años dedicado a la vida universitaria, ¿diría que quienes participan de esta institución tienen algo que aprender de las primitivas comunidades cristianas? ¿Qué papel cree que tiene la Universidad en la nueva evangelización?

Todos los cristianos que llevan una vida cristiana auténtica lo han aprendido todo de los primeros cristianos. Tenemos una gran variedad cultural y tenemos interés, que es muy importante para la teología. La reflexión que hacen los primeros cristianos sobre los grandes misterios cristianos es la base de la histórica de la teología. 

La Universidad es la casa de los saberes y un lugar donde se profundiza en los conocimientos de la filosofía, la forma de vida y, por tanto, dentro de estos saberes que se deben estudiar tiene que estar saber el sobre Dios como muy bien  Newman en su idea de la Universidad.

 

 

 

by Jaime Alonso de Velasco y Rafael Peña

Juan Pablo II gobernó la Iglesia rezando

Tras un brevísimo Juan Pablo I, sereno, sencillo y jovial, pero consciente de la seriedad de los problemas y falto de salud, llegó Juan Pablo II, sano y deportista, con buen humor y aplomo, mucha fe y una piedad que le salía natural

 

La sensación de que todo en la Iglesia tenía que ir para abajo fue lo primero que quebró aquella frase del discurso inaugural del Pontificado: No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo (22-X-1978). La llamada no fue muy advertida ni comprendida entonces, pero resultó un punto de inflexión en la tendencia a la baja de la época posconciliar y abrió un horizonte de esperanza y juventud, que se desarrollaría en los siguientes 26 años de pontificado. La frase se convertiría en el lema del pontificado, como subraya el himno Non abbiate paura, que Marco Frisina compuso para la beatificación.

Con esas palabras, un tanto solemnes y poéticas, como a él le gustaba, Juan Pablo II se dirigía, en primer lugar, a los sistemas políticos y económicos, especialmente a las sociedades marxistas, pero también a las liberales, para pedirles que acogieran el mensaje de Cristo. Era el programa del pontificado: no tener miedo a proponer la salvación de Cristo, el Evangelio, a todos los hombres. Tener claro cuál es su valor y, por tanto, cuál es la misión de la Iglesia, su punto fuerte y su justificación en el mundo moderno.

 

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También era la justificación de su propia misión en el mundo, la del Papa, que no es solo un resto venerable de épocas pretéritas que atrae el turismo a Roma, lo mismo que los Museos vaticanos o el Foro romano. Juan Pablo II se sentía depositario de una misión, la de la Iglesia con su mensaje para todos los pueblos, y con la renovación y la urgencia que le había dado el Concilio Vaticano II. Le acompañaba entonces una convicción y una salud que subrayaban su propuesta. Después, fue perdiendo salud, pero no perdió convicción.

Juan Pablo II fue elegido Papa el 15 de octubre de 1978, con 58 años. Estaba en plenitud de facultades, fuerte, simpático y decidido. Venía de una Polonia que estaba entonces muy separada del resto de Europa por el telón de acero, y bajo un claro y severo dominio comunista. Quizá por eso no estaba en la lista de “papables”.

Recuerdo que, cuando el cardenal Felici pronunció su nombre en la plaza de San Pedro, nadie sabía quién era y su foto no estaba en los periódicos. Además, como intentó pronunciar Wojtyła con acento polaco, con la “l” barrada que es una “u”, no se podía reconocer el nombre en las listas. A mi lado, alguien comentó que debía ser swahili y buscó entre los cardenales africanos. La elección fue una sorpresa total y cada paso posterior una nueva sorpresa: los gestos, los temas, el estilo, las propuestas. En casi 26 años no paró y no dejó parar.

Quién era

Aunque no estaba entre los favoritos, era conocido por los cardenales electores y algunos se habían fijado en él. Había brillado en el reciente sínodo sobre la evangelización y catequesis. Había ayudado a redactar la encíclica Humanae vitae, del Papa Pablo VI (1968), y la había defendido en distintas conferencias por todo el mundo. Y había predicado los ejercicios espirituales a Pablo VI poco antes (1975). Se habla de la promoción que le hizo el entonces cardenal de Viena, Franz König.

Sin duda, tenía un perfil interesante. Había participado en la confección de Gaudium et spes del Concilio Vaticano II (1962-1964), a pesar de ser uno de los obispos más jóvenes. Tenía una fuerte formación e inclinación intelectual, por ser profesor de ética en Lublin, y haber promovido varias revistas de pensamiento cristiano y personalista.

Pero también era pastor en una situación difícil y había impulsado la pastoral de Cracovia, en medio de un régimen comunista. Los más enterados conocían su intervención en cuestiones difíciles de la Iglesia en Roma. Se sabía mover en público. No era nada tímido. Además, se le veían dotes naturales de simpatía, decisión y capacidad de diálogo. Tenía una asombrosa capacidad para los idiomas. Podía dialogar en francés, inglés, alemán, español e italiano, además de su polaco natal. Y le encantaba.

Un largo e intenso pontificado

Desde el principio, fue una sorpresa de estilo y de iniciativas. El estilo le salía de dentro. Los Papas cambian su nombre para expresar la nueva condición que adquieren. Karol Wojtyla cambió de nombre, pero asumió su misión, sin dejar de ser él mismo. Al contrario, estaba seguro -lo escribió- de que había sido elegido para que desarrollara lo que llevaba dentro. ¿Qué Papa se hubiera animado a escribir libros tan personales sobre su vida y pensamiento como: Cruzando el umbral de la esperanza; Don y misterio; Levantaos, vamos; y Memoria e identidad, además de las poesías?

No eran ocurrencias personales. Le había tocado vivir en su carne muchas encrucijadas de la Iglesia en la historia. Le había tocado vivir bajo los regímenes totalitarios nazi y comunista, le había tocado explicar a los jóvenes la moral de la Iglesia, especialmente la moral sexual, y le había tocado buscar caminos de la conciencia personal en su enseñanza universitaria de ética y moral. Además, le había tocado defender Humanae vitae, de una manera que implicaba luna idea de la sexualidad y del ser humano, una antropología cristiana.

Este era el programa del pontificado: no tener miedo a
proponer la salvación de Cristo, el Evangelio,
a todos los hombres. Tener claro cuál es su valor y,
por tanto, cuál es la misión de la Iglesia,
su punto fuerte y su justificación en el mundo moderno

Su aplomo, basado en fuertes convicciones y experiencias de fe, resultó inmensamente valioso en un momento de incertidumbres. Entró a todas las cuestiones difíciles, una tras otra, con una paciencia y una tenacidad verdaderamente asombrosas y propias de su carácter. Y, al mismo tiempo, con una característica holgura. No era un hombre tenso. Se daba tiempo para estudiar y hacer estudiar los asuntos y le gustaba dialogarlos. Esto podía dilatarlos, pero llegaron a puerto uno tras otro. Basta pensar en el Catecismo de la Iglesia Católica. Cuando se propuso, muchos pensaron que era una tarea imposible.

No tenía miedo a las cuestiones espinosas. Se enfrentó con muchas de ellas, muy consciente de su misión. Reunió a los obispos de países que atravesaban momentos difíciles o a las congregaciones con problemas. Intervino en las grandes cuestiones internacionales y multiplicó la actividad diplomática del Vaticano en pro de la paz y los derechos humanos. Eso, en paralelo con una gran cantidad de iniciativas doctrinales, de constantes viajes y de visitas a las parroquias de Roma y a las diócesis italianas. Porque también ejercía de obispo de Roma y primado de Italia.

 

Juan Pablo II

Juan Pablo II

 

Fue un claro protagonista en la disolución del comunismo en el Este de Europa. Aquello fue tan milagroso como la caída de los muros de Jericó, aunque también supuso una consciente e intensa actividad diplomática y un apoyo moral decidido y explícito a sus connacionales del sindicado Solidaridad. Un apoyo que no era emocional y oportunista, sino basado en los principios de la justicia social y en la dignidad de las personas. Y le valió un atentado que le hizo claramente partícipe de la cruz.

Proclamó una y otra vez los principios morales y sus aplicaciones prácticas (defensa de la vida y la familia, doctrina social, prohibición de la guerra), fueran o no políticamente correctas. Se opuso decididamente a la guerra del Golfo. Dio la cara ante el régimen sandinista o el de Castro, y encauzó la teología de la liberación. Hizo investigar a fondo el caso Galileo.

Para preparar el cambio de milenio, quiso purificar la memoria histórica y pidió perdón por los fallos de la Iglesia y los pecados de los cristianos. Quiso una mayor transparencia en los asuntos vaticanos. Impulsó desde el principio el diálogo ecuménico con los protestantes y ortodoxos. Y tuvo gestos inéditos con los judíos, a los que apreciaba sinceramente; y también con los representantes de otras religiones, a los que reunió para rezar juntos.

Un estilo y una conciencia

Tanto como su ánimo, llamaba la atención su desenvoltura. Cualquier autoridad consciente siente el peso de su oficio. Por eso, necesita también guardar distancias. Juan Pablo II no descansaba de su oficio. Lo llevaba siempre puesto. Lo ejerció día a día, delante de todo el mundo. De manera habitual, tuvo invitados a su Misa matutina y a su mesa, desayuno, comida y cena, además de múltiples audiencias.

Buscó constantemente encontrarse con la gente y con frecuencia se saltaba el protocolo, con toda naturalidad. No era un hombre de curia y no le atraía el papeleo. Esto lo confiaba a sus subordinados. Y por allí, quizá, se le escaparon algunas cosas.

Estaba convencido de que su misión era transmitir el Evangelio como lo que es, un testimonio personal, y de que debía hacerlo unido a toda la Iglesia. De ahí, la importancia de los viajes y convocatorias, que, al principio, parecían una anécdota y, sin embargo, constituyen una de las claves del pontificado.

Reunió millones de personas para rezar, para escuchar el Evangelio o para celebrar la Eucaristía. Algunas concentraciones fueron las mayores registradas en la historia humana. Pero lo más importante es que esto fue un ejercicio privilegiado de su ministerio papal y produjo un visible impacto de unidad y renovación en toda la Iglesia en una época difícil.

Se cumplió ante todos los ojos el principio de que la Eucaristía construye la Iglesia. Tras tantas divisiones e incertidumbres, la Iglesia se reunió en todos los continentes, alrededor del sucesor de Pedro para manifestar su fe, celebrar el misterio de Cristo y aumentar su unidad en la caridad. Muchísimos obispos y sacerdotes recuperaron allí la esperanza, la alegría y las ganas de trabajar. Hay testimonios son innumerables, además de suscitar una oleada de vocaciones sacerdotales.

Un hombre de fe

Dio un testimonio constante y natural de piedad y de fe. Todos le vieron hablar con fe en la doctrina de la Iglesia, con fe también en los documentos del Concilio, en los que veía el camino de la Iglesia que él tenía que seguir. Tenía una doctrina que había madurado a fondo, con su mente de intelectual preocupado, desde que era profesor de universidad, por establecer un diálogo evangelizador con el mundo moderno.

Y también una experiencia pastoral y una clara preocupación por los jóvenes y sus inquietudes. Desde allí desarrolló concienzudamente la doctrina matrimonial y social cristiana. Y las relaciones entre la fe y la razón.

Dio un testimonio constante y natural de piedad
y de fe. Todos le vieron hablar con fe en la doctrina
de la Iglesia, con fe también en los documentos
del Concilio, en los que veía el camino de la Iglesia que él
tenía que seguir. Tenía una doctrina
que había madurado a fondo

 

Se le vio rezar, continuamente, año tras año. Lo comprobaron especialmente, los que vivían cerca de él, en las distintas etapas de su vida, que dejaron un testimonio unánime y un sinfín de anécdotas. Cuando tantas veces lo vieron en la capilla en las noches de aquellos viajes agotadores.

Antes que nada, el Papa Juan Pablo II gobernó la Iglesia rezando. No fue un gestor de los asuntos eclesiásticos. No buscó la eficacia en el despacho, sino en la capilla. Se le vio celebrar con intensidad y concentración la Eucaristía en Roma, en privado y en público. Le vieron millones de creyentes en sus viajes y por la televisión. Especialmente, en sus gozosos encuentros con cientos de miles de jóvenes de todo el mundo.

Se le vio también acudir personalmente con su característico aplomo y conciencia de fe a los foros internacionales y también al diálogo con las grandes autoridades del mundo, para proponer la fe de Jesucristo, con la convicción de que es salvadora para todos los hombres y todas las culturas. Se le vio oponerse a todas las guerras y a todas las violencias, y defender la vida humana del inicio al fin, y la dignidad humana en todas las circunstancias. Todo esto ha sido historia, y se hizo a la vista de todos.

Dejó una notable cantidad de documentos, que cubren todos los aspectos de la vida de la Iglesia. Dejó un Catecismo, que es una piedra miliar en su historia. Y el Código de Derecho Canónico renovado. Dejó muchos escritos personales luminosos. Y, sobre todo, la impronta personal de un hombre de fe y de oración. Y cumplió la misión que él mismo creía haber asumido, con su conciencia providencial, de entrar con la Iglesia en el tercer milenio, “cruzando el umbral de la esperanza”.

Juan Luis Lorda

Jesús, María y Pedro: los actores de «The Chosen» en la 5ª temporada

Los actores de The Chosen están en Madrid: es la ciudad elegida para acoger la première europea de The Chosen: La Última Cena, que es la quinta temporada de la teleserie, una temporada especial, que describe los hechos de la Semana Santa. El año pasado la première tuvo lugar en Londres. En sus distintas plataformas e idiomas, la serie ha alcanzado a 280 millones de espectadores, con más de 17 millones de seguidores en las redes sociales.

 

Este 25 de marzo, Día de la Anunciación, actores y fans acuden a los céntricos Cines de Callao, junto a la Gran Vía de Madrid, donde se emiten dos capítulos en un pase especial: la entrada triunfal en Jerusalén y la ira de Jesús en el Templo con los mercaderes.

Hemos aprovechado para entrevistar en persona a 3 de los actores: primero a Jonathan Roumie (Jeesús), y después a la peruana Vanessa Benavente (María, madre de Jesús) y el israelí Shahar Isaac (Simón Pedro).

 

- Jonathan, te vimos tocando la batería en la JMJ de Lisboa, en un encuentro de oración que reunía a miles de católicos y protestantes...

- Sí, ¡toco la batería desde los 11 años! Tomé lecciones entonces y luego en más ocasiones.

- ¿Tocas en algún grupo de oración o de otro tipo?

- No, pero sí en un disco que saldrá pronto.

- En Lisboa dirigiste en una oración por el Papa y la Iglesia a miles de personas, católicos y protestantes...

- Ese encuentro de la JMJ me pareció una expresión hermosa de ecumenismo, un escenario mundial espectacular.

- Tú eres católico, en Chosen hay cristianos de distintas denominaciones, ¿qué has aprendido estos años sobre unidad de los cristianos?

Es más lo que nos une que lo que nos divide. Cuando nos centramos en Jesús, podemos hacer mucho juntos, y crecer en discipulado y relaciones.

- ¿Has hablado alguna vez con Jim Caviezel, el actor que interpreta a Cristo en La Pasión de Mel Gibson?

- Sí, lo conozco, hemos hablado. Es un actor brillante y un hombre magnífico. ¡Pero no hemos hablado de Jesús en el cine! No hay duda de que La Pasión de Cristo es una película que cambió el cine, y nuestro director, Dallas Jenkins, y yo mismo, reconocemos su influencia.

- En esta quinta temporada Jesús llega montado en burrito. ¿Qué tal se te da montar en burro?

- ¡Ya tenía experiencia montando a caballo y eso ayudó! Pero nuestro burrito era magnífico, muy amable y gentil. Es fácil trabajar con él. Se llama Thunderstruck.

 

 

- Te vemos hacer muchas cosas con el látigo en el templo, con los cambistas...

- Sí, entrené mucho con un especialista, el mismo que entrenó a Harrison Ford [que como Indiana Jones usa látigo] y a Michelle Pfeiffer [los usó como Catwoman, en una película de Batman].

- Has sido un Jesús alegre muchos episodios, pero en el templo tenemos un Jesús enfurecido...

- Me gusta que digas que es un Jesús alegre. Pero Jesús es plenamente humano, tiene todo un abanico de emociones humanas, y en esta temporada vamos a ver en Él más emociones que nunca.

- ¿Has vivido alguna vez la Semana Santa en un país hispánico, con procesiones?

- No, nunca. Pero la Semana Santa ahora ¡ha llegado a nuestra teleserie!

Vanessa Benavente, limeña que interpreta a María, la Madre de Jesús. Actualmente vive en Los Ángeles. Los capítulos se graban en Texas y Utah.

- ¿Cuántos hijos tienes en la vida real, Vanessa?

- Dos niñas, de 6 y 2 años.

- Dices que ser madre te ayuda a interpretar a María, pero esta María tiene un hijo crecido que trae gente extraña a casa...

- Jajaja. Me la imagino un poco como a mi abuela y mi tía abuela. Para ellas todos eran "hijitos", aunque fueran sobrinos, primos o amigos. Eran como muy mamás de los pollitos. Y me imagino así a María, como esa mujer de pueblo que te dice "quédate unos días aquí", te acoge, que se implica y cuida de muchos, como la mamá de todos.

- ¿Has hablado con otras actrices que hayan interpretado a María?

- No, nunca, no conozco a ninguna. Una de mis ideas fue no ver otras representaciones de María. Chosen tenía sabor a algo fresco y único, quería hacerlo muy mío.

- ¿Cómo es la relación de María con las otras mujeres que acompañan a los apóstoles en la serie?

- María es la mayor, es como la mentora de las otras. Cuando Reyma se pone muy inquieta porque María Magdalena ha desaparecido, María Madre es la que la anima a confiar. Ella es una guía, es la que lleva más tiempo con Jesús, es la primera discípula.

También hablamos con Shahar Isaac, que interpreta a Simón Pedro. Ahora vive en Estados Unidos, pero acude con frecuencia a su Israel natal.

- ¿Qué lugares de Tierra Santa te han conectado con la historia de Chosen?

- ¿Sabes? En el rodaje hago fotos, me ayuda a meterme en situación. Hice fotos de las dos primeras temporadas y luego, en Tierra Santa, busqué los lugares reales de los hechos. Algunos los conocía, otros no. Cerca mi pueblo siempre veía la señal a Cafarnaúm, pero ¡nunca había estado! Y en la época del coronavirus pude visitarlo, una organización italiana me hizo una visita privada...

- En Cafarnaúm están las ruinas de la casa de Pedro, y la sinagoga de época romana justo al lado...

- Sí, es impresionante. Pues ahora ya saqué un libro comparando con fotos esos lugares reales y mis impresiones, y comparándolo con el set de rodaje. Y ya fotografié el set de las temporadas 3,4 y 5 y quiero visitar los lugares reales en cuanto pueda.

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La quinta temporada de The Chosen se estrena en 40 países distintos, y más adelante llegará a las plataformas de streaming (online). En España las anteriores temporadas se pueden ver en: Acontra+, Mitele Plus, Amazon Prime Video, Movistar Plus+ y en The Chosen App.

La serie pretende tener 7 temporadas, lo que hace pensar que cubrirá muchos eventos sucedidos tras la Resurrección. Aunque Jesús es el gran protagonista, cada apóstol tiene su propia historia y evolución, es conocido por los espectadores, y el público querrá saber qué le sucede a cada discípulo después de la Ascensión o Pentecostés.

 

 

 

 

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Karol: El hombre que se convirtió en Papa

 El “Papa Grande”, el “Papa viajero”, el que amó profundamente a los jóvenes y les habló al corazón reuniendo a millones en torno suyo.

 

Aquí puedes ver  “Karol: El hombre que se convirtió en Papa”  sobre la historia y juventud de Karol Wojtyla, su paso por el seminario, primeros años de sacerdocio hasta su llegada al cónclave que lo convirtió en el Papa Juan Pablo II.

 

 

 

Sinopsis

Esta película trata sobre la vida del difunto Juan Pablo II, iniciando su trama en la Segunda Guerra Mundial y finalizando con la elección de Karol Wojtila como Papa.

En este camino se construye la vida de un gran hombre, que de niño tenía muchos sueños, los cuales se fueron desvaneciendo; primero por la pérdida de su madre y hermano. Luego, por el estallido de la guerra y el posterior éxodo de personas que huían de la muerte. Finalmente, por los primeros indicios de la persecución a los Judíos.

Estos hechos marcarían el comienzo de la larga travesía de Karol, desde obrero hasta poeta y maestro; una travesía llena de encuentros que con el tiempo lo llevarían a ser sacerdote y, por último, en 1978, a convertirse en el hombre que hoy todos conocemos: el hombre que ha signado una era, el hombre que ha construido la historia.

Este film muestra el lado más humano de Karol. Era un hombre que amaba, que lloraba, reía y sufría como cada uno de nosotros, pero que llevaba una luz en su corazón que lo hacía brillar: la luz del amor, la fe y la esperanza.

La película profundiza en temas como la felicidad, el dolor, el amor, la libertad, la muerte. Y sobre todo la vida de un hombre entregado a los demás a través de Dios.

karol

 

Ficha técnica de la película 

Género: Drama
País: Italia
Duración: 186 minutos
Calificación: Todo Público

 

+ info -

SAN JUAN PABLO II

 

 

 

 

Así quedará la Sagrada Familia de Barcelona en el 2026

La construcción de la Sagrada Familia de Barcelona comenzó en el año 1882. Su arquitecto, Antonio Gaudí, falleció sin verla finalizada.

El proyecto se ha retomado y este vídeo muestra cómo se espera que evolucionen los trabajos hasta que quede definitivamente terminada, en el año 2026.
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