Sin embargo, el también conocido como lago Tiberiades tiene cada vez menos agua. Y se ha convertido en un problema de primer orden para Israel. Esta mar se está secando y es debido a distintos motivos, desde las sequías a la sobre explotación que se hace de él en el norte del país. Por ello, las autoridades de Israel han decidido tomar cartas en el asunto y actuar a lo grande.
Tal y como informa la agencia AFP, Israel, país puntero en desalinización, está trabajando para bombear sus excedentes de agua marina desalada para así rellenar el Mar de Galilea. Las lluvias irregulares, el sofocante calor veraniego y los trasvases abusivos de agua han drenado este lago de agua dulce, situado a 200 metros bajo el nivel del mar, que ha servido durante décadas de reserva acuífera para el país hebreo.
Mar de Galilea. / Fotografía cortesía de la NASA.
Ahora, Israel quiere invertir la tendencia en este histórico lago, de vital importancia no sólo social y medioambiental, sino también religiosa.
El proyecto cuenta con usar una compleja red de canalizaciones, túneles y estaciones de bombeo instaladas en los años 1960. Según Noam Halfon, investigador de los servicios meteorológicos israelíes, la temperatura ha aumentado en dos grados Celsius en las últimas dos décadas que, sumado a un incremento de los episodios de sequía entre 2014 y 2018, ha contribuido a secar el mar de Galilea.
El boom demográfico incrementa la presión sobre este acuífero estratégico. «La población se duplica cada 30 años. Sin este proyecto (de rellenar el lago), la situación será terrible», cuenta a AFP.
“Cuando el agua circule por la canalización aportando el excedente de las plantas de desalinización en el centro (de Israel), podremos elevar el nivel del lago de Tiberíades, que se convertirá en una reserva operativa», celebra Ziv Cohen, ingeniero de la compañía nacional de agua de Israel, Mekorot, que supervisa parte de las obras.
El proyecto presupuestado en 1.000 millones de séquel (290 millones de euros, 310 millones de dólares) permitirá de ahora a finales de año invertir la tendencia y revivir de algún modo esta antigua presa natural.
Para llegar hasta aquí, Israel ha tenido que invertir masivamente en los últimos años en tecnologías de desalinización, una experiencia usada después en las negociaciones para normalizar las relaciones con los países árabes de la región enfrentados a la misma carencia de agua.
«En el espacio de 15 años, Israel ha pasado de ser un país deficitario en agua a ser un país en estado de abundancia, lo que es fenomenal», dice David Muhlgay, director general de la sociedad Omis Water, que explota una planta desalinizadora en Hadera.
El complejo transforma 137 millones de metros cúbicos de agua salada en agua potable cada año, lo que supone un 16% del agua potable de todo el país. Y su capacidad puede alcanzar los 160 millones de metros cúbicos anuales, asegura Muhlgay.
https://www.primeroscristianos.com/genesaret-mar-de-galilea/
Scott Stripling, director del Instituto de Estudios Arqueológicos del Seminario Bíblico en Katy, (Texas) explicó junto a un equipo internacional de especialistas que han encontrado una tablilla que contiene, según él, el texto hebreo protoalfabético más antiguo que incluye la palabra Yavhé hallado en Tierra Santa.
Según recoge The Times of Israel, el hallazgo se ha producido en el monte Ebal, conocido desde el Deuteronomio como un lugar de maldiciones, y situado cerca de la ciudad cisjordana de Nablus.
La datación de esta “tablilla de maldición” estaría encuadrada en la Edad de bronce tardía (1200 a.C.), según estos arqueólogos y tiene un tamaño de 2×2 centímetros con plomo plegado.
De este modo sería el primer uso atestiguado del nombre de Dios en la tierra de Israel y adelantaría la alfabetización del pueblo de Israel en varios siglos demostrando que sabían leer y escribir cuando entraron en Tierra Santa.
“Se trata de un texto que solo se encuentra cada 1000 años”, declaró el jueves el profesor de la Universidad de Haifa Gershon Galil a The Times of Israel.
Galil ayudó a descifrar el texto interno oculto de la tablilla de plomo doblada basándose en escaneos de alta tecnología realizados en Praga en la Academia de Ciencias de la República Checa.
Basándose en el análisis epigráfico de los escaneos y en el análisis del plomo del artefacto, Stripling y su equipo datan la tablilla de la maldición (o defixio) en la Edad de Bronce tardía, antes o alrededor del año 1200 a.C.
Si se verifica esta datación, el texto sería siglos más antiguo que el anterior récord de texto hebreo más antiguo de Israel y 500 años más antiguo que el uso anteriormente atestiguado de Yahvé, según Galil.
Sin embargo, los investigadores aún no han publicado el hallazgo en una revista académica revisada por pares. Asimismo, aún no han publicado imágenes y escaneos claros de la inscripción para que otros académicos puedan opinar al respecto.
El hecho de que la lápida no se descubriera en un contexto estratificado cuidadosamente excavado también pone en duda la datación segura del objeto. Por el contrario, se encontró durante una reexaminación en 2019 de la tierra de un vertedero formado durante las excavaciones de la década de 1980 en el monte Ebal que se llevaron a cabo bajo la dirección del profesor Adam Zertal.
La tierra había sido tamizada en seco entonces, y en 2019 el equipo de Stripling volvió a tamizarla utilizando una técnica de tamizado en húmedo que se desarrolló en el Proyecto de Tamizado del Monte del Templo, donde Stripling trabajó en su día.
“En cuanto la vi [la tablilla], supe lo que era porque estas tablillas de maldición son conocidas. El corazón casi se me sale del pecho”, dijo Stripling.
Además del hecho de que se trata de una inscripción hebrea temprana -si no la más temprana- encontrada en la Tierra de Israel, Galil explicó que este hallazgo pone fin a la actual discusión académica sobre si los israelitas sabían leer y escribir.
“Sabemos que desde el momento en que llegaron a Israel, los israelitas sabían escribir, incluido el nombre de Dios, con claridad”, dijo Galil. “No es demasiado sorprendente; la gente ya sabía escribir en otros lugares”, añadió.
Ing. ZIAD AL-SAYEH Director del servicio de planificación y proyectos del Ayuntamiento de Belén
La parte antigua de Belén fue elegida Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012, gracias al camino que conduce desde la Calle de la Estrella hasta la Iglesia de la Natividad. Para seguir teniendo este "título" estamos obligados a documentar en detalle todo lo que incluye este recorrido. Un proyecto que tiene como objetivo ayudar a preservar el patrimonio cultural del centro histórico de Belén, protegiéndolo así de cualquier alteración. También dará facilidades a todos aquellos que deseen conocer la belleza de este camino.
Ing. ZIAD AL-SAYEH Director del servicio de planificación y proyectos del Ayuntamiento de Belén
Simplemente, abriendo el ordenador desde tu oficina, estés donde estés, podrás dar un paseo por las calles de la Ciudad Vieja. En 2015 colaboramos con el Centro de Patrimonio Cultural para introducir datos e información de todos los edificios.
Vincularemos este proyecto con el programa "Belén Tridimensional" para que cualquier persona pueda visualizar el edificio en 3D y con dos clics obtener información sobre su historia. Una colaboración con el municipio italiano de Pavía que continuará gracias a un nuevo proyecto, que durará tres años, titulado“Belén, ciudad inteligente”. Será una culminación de este proyecto 3D y ayudará, a través de una aplicación, a turistas y peregrinos a pasear por el centro histórico e identificar monumentos y viviendas.
Vista de Belén
Ing. ZIAD AL-SAYEH Director del servicio de planificación y proyectos del Ayuntamiento de BelénCon el proyecto
“Belén, ciudad inteligente” tendremos, por ejemplo, tres coches eléctricos disponibles que permitirán a las personas mayores o con necesidades especiales visitar la calle Najma, porque no todo el mundo puede caminar por ella. Ziad Al-Sayeh también destacó que el centro histórico de la ciudad vieja de Belén no permite la ampliación de calles o la construcción de puentes o túneles. Infraestructuras que, de existir, ayudarían a reducir el tráfico.
Ing. ZIAD AL-SAYEH Director del servicio de planificación y proyectos del Ayuntamiento de Belén
Estamos planeando comprar bicicletas eléctricas. El municipio estará equipado con 15 mini-scooters eléctricos con diferentes puntos de recarga para incentivar a la gente a usarlos en la ciudad vieja. El objetivo principal es aliviar la congestión del tráfico en la ciudad de Belén. “Belén tridimensional” es un proyecto piloto en Palestina pero es una forma de prepararse para recibir a los numerosos peregrinos que volverán a la ciudad gracias a la flexibilización de las restricciones para luchar contra la pandemia.
Por ejemplo, somos un pueblo obsesionado con el tiempo —y con la exactitud cuando se trata de tiempo— hasta el nanosegundo. En este sentido, somos muy diferentes de los antiguos, que no andaban con pequeños relojes de sol. de sol en las muñecas y no
hablaban de segundos y minutos. No se obsesionaron con la precisión cuando se trata de tiempo.
Tome algunos ejemplos de los Evangelios que pueden ayudarnos a leer las historias sobre la última semana de vida de Jesús con más perspicacia.
En la mañana de Pascua, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé fueron a la tumba de Jesús para ungir su cuerpo (Marcos 16:1–2), como se muestra aquí en “Las tres Marías” de Henry Osawa Tanner (1910). Foto: Galerías de la Universidad de Fisk, Nashville, Tennessee.
Algunos textos nos dicen que Jesús predijo que resucitaría “ después de tres días”. Otros dicen que resucitaría “ al tercer día”. En Mateo 12:40 Jesús menciona “tres días y tres noches ”, pero esto es solo parte de una analogía general con la historia de lo que sucedió con Jonás y la ballena. , y como tal la referencia de tiempo no debe ser presionada. Jesús simplemente está diciendo: “Será como la experiencia de Jonás”.
Por otro lado, en Marcos 8:31 Jesús dice: “El Hijo del Hombre resucitará después de tres días”. Él menciona el mismo evento en Juan 2:19 como “en tres días”, y en varias ocasiones los escritores de los Evangelios nos dicen que Jesús usó la frase “al tercer día” (ver, por ejemplo, Mateo 16:21; 17 :23; 20:19; Lucas 24:46). A primera vista, esto podría parecer una contradicción rotunda. Si bien ambas predicciones pudieran estar equivocadas, ¿es realmente posible que ambas pudieran estar en lo correcto?
El problema con este tipo de razonamiento moderno es que se supone que los escritores de los Evangelios siempre tuvieron la intención de escribir con precisión sobre este asunto. De hecho, la frase “después de tres días” en el Nuevo Testamento puede significar simplemente “después de un tiempo” o “después de algunos días” sin ninguna especificidad clara más allá de sugerir varios días, en este caso partes de tres días, estarían involucrados. De hecho, la Biblia hebrea nos brinda algunas pistas sobre este tipo de diferencias.
Segundo de Crónicas 10:5, 12 dice claramente: “Volved a mí después de tres días… Así que… todo el pueblo vino a Roboam al tercer día porque el rey había dicho: 'Volved a mí al tercer día'”. Aparentemente “después de tres días” significa exactamente lo mismo que “al tercer día” en este texto. ¿Es esto solo un descubierto, ¿o es de hecho un ejemplo de la típica imprecisión a la hora de hablar del tiempo?
Sugeriría que la frase “después de tres días” es una forma más general o imprecisa de hablar, mientras que “al tercer día” es algo más específico (aunque todavía no nos dice cuándo será el tercer día). Estos textos no fueron escritos para cumplir con nuestros exigentes estándares modernos cuando se trata de tiempo.
Una de las claves para interpretar las referencias temporales en el Nuevo Testamento es ser consciente de que la mayoría de las veces las referencias temporales no son precisas , y debemos permitir que el autor antiguo sea general cuando quiera ser general y más específico cuando quiera. quiere ser más específico.
Especialmente cuando tienes ambos tipos de referencias al lapso de tiempo entre la muerte y la resurrección de Jesús en un libro de un autor , y de hecho, a veces incluso muy cerca uno del otro, uno debe entender que estos textos no fueron escritos de acuerdo con nuestras expectativas exigentes modernas cuando se trata de referencias de tiempo.
¿No es hora de que dejemos que estos autores usen el lenguaje, incluido el lenguaje del tiempo, en la forma en que era costumbre en su propia época? Ya es hora de que mostremos a estos autores antiguos el respeto que merecen y los leamos con conciencia de las convenciones que siguieron al escribir historia antigua o biografía antigua y no imponerles nuestras convenciones de género posteriores.
La Iglesia expresa así a la Santísima Virgen María la alegría de los hijos de Dios por la Resurrección de su Hijo Jesucristo.
Se sabe que esta oración mariana se cantaba ya desde el siglo XII. En el siglo XIII los franciscanos la difundieron por todo el mundo. Pero es a partir de 1742 que el Papa Benedicto XIV estableció que se cante o rece al mediodía en Pascua. La Iglesia expresa así a la Santísima Virgen María la alegría de los hijos de Dios por la Resurrección de su Hijo Jesucristo.
Como muchas oraciones, el Regina Coeli (latín) toma su nombre de las primeras palabras que componen la oración. Significan: “Reina del Cielo”, y hacen referencia a uno de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario: la Coronación de la Santísima Virgen como Reina y Señora de todo lo creado.
Aunque se desconoce quién escribió esta oración, una hermosa tradición le atribuye la autoría a San Gregorio Magno. Se cuenta que este pontífice y doctor de la Iglesia, mientras realizaba descalzo una procesión por las calles de Roma para pedir a Dios que acabara con una peste, escuchó algunos de los versos de la oración de la boca de los propios ángeles. En ese momento, la peste cesó.
Al igual que el Ángelus, el Regina Coeli se reza tres veces al día: al amanecer, al mediodía y al atardecer.
El texto dice:
-Alégrate, Reina del cielo. Aleluya.
-Porque el que mereciste llevar en tu seno. Aleluya.-Ha resucitado, según predijo. Aleluya.
-Ruega por nosotros a Dios. Aleluya.-Gózate y alégrate, Virgen María. Aleluya.
-Porque ha resucitado Dios verdaderamente. Aleluya.
Y se finaliza proclamando:
Oh Dios, que por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos por su Madre, la Virgen María, alcanzar el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
https://www.primeroscristianos.com/regina-coeli-tiempo-pascual/
Podría ser el lienzo que envolvió el cadáver de Cristo en el sepulcro.
Luego, con la Resurrección, su figura habría quedado estampada en la tela.
Técnicamente es un lienzo de lino de 441 centímetros de largo y 113 de ancho.
Tiene manchas de sangre y lleva impregnada la imagen de un hombre torturado y posteriormente crucificado.
El relato que cuentan esas heridas coincide con la historia de la Pasión: El hombre de la Sábana Santa llevó una corona de espinas, fue azotado, llevó un enorme peso en la espalda y fue apuñalado cuando estaba muerto.
Emanuela Marinelli es una de las mayores expertas del mundo sobre este objeto único.
“Estos coágulos, estas costras de sangre que tenía el pobre cuerpo en su piel, se diluyen y se ha calculado en cuanto tiempo se produjo este fenómeno de acuerdo con lo que nos muestra la Síndone: entre 36 y 40 horas, justo el tiempo que el cuerpo de Jesús ha pasado en el sepulcro“. EMANUELA MARINELLI, Experta en la Sábana Santa
En 1988 fueron analizados fragmentos de la Sábana Santa con la prueba del Carbono 14, y la pieza fue datada en el siglo XIV.Pero varios expertos denunciaron irregularidades en la selección de fragmentos y en su análisis que invalidaron el proceso.
El misterio sigue abierto pues nadie ha conseguido explicar cómo se fijó esa imagen tan precisa de la historia del crucificado en la tela.
Aunque la Iglesia no se ha pronunciado definitivamente sobre su autenticidad, sigue venerándose en la catedral de Turín, en Italia. Allí está desde el año 1578 y se expone sólo en circunstancias extraordinarias.
Juan Pablo II la visitó en 1998 y dijo que era un “espejo del Evangelio”.
Benedicto XVI fue más allá y la denominó “icono del Sábado Santo”.
También el Papa Francisco rezó en silencio ante ella y no quiso marcharse sin acercar su mano a la reliquia.
Para unos, es un falso histórico. Para otros, es una reliquia. Un misterio abierto encerrado en las cicatrices que dejó una brutal tortura, de un hombre que luego murió en una cruz.
Javier Martínez-Brocal
San Lucas añade que tenían miedo a la posible reacción popular: Por eso, muchos debieron de opinar que era necesario esperar a que pasaran esos días de la Pascua, que se echaba encima, y actuar cuando los peregrinos volvieran a sus lugares de origen.
Mientras tanto, entró Satanás en Judas (Lc).
Afloraron los sentimientos oscuros y ocultos en su corazón, y se dirigió a los príncipes de los sacerdotes y a los magistrados para convenir el modo de entregar a Jesús. Para éstos, todo había cambiado inesperadamente; la decisión del discípulo precipitó los acontecimientos. Los judíos se alegraron, y para asegurarlo más en su propósito convinieron en darle dinero; unas monedas siempre ayudan.
Se pusieron de acuerdo en treinta siclos de plata (Mt). No era mucho..., el precio de un esclavo en la antigüedad. Y él quedó comprometido. Sólo faltaba la ocasión oportuna.
Según una antigua tradición recogida ya por San Agustín, estos sucesos tuvieron lugar el Miércoles Santo. Parece que Jesús pasó este día en Betania. El encuentro de Judas con los sanedritas debió de tener lugar inmediatamente después de la reunión del Sanedrín. A partir de ahora, todos los acontecimientos de estos dos días (miércoles a viernes) están íntimamente enlazados y descritos por los evangelistas al detalle.
El beso de Judas - Giotto
Es interesante observar que el móvil de la entrega no parece que fuera en primer lugar el dinero, pues éste lo ofrecieron los judíos del Sanedrín al conocer la disponibilidad de Judas para traicionar a su Maestro, según indican San Marcos y San Lucas: ellos propusieron darle dinero. Y veremos cómo al día siguiente Judas arrojará en el Templo esas monedas (Mt). ¿Qué ocurrió realmente en el alma de este apóstol?
Porque él fue elegido por Cristo mismo, después de una noche en oración. Estaba bien seleccionado; tenía las condiciones para ser uno de los Doce, una de las columnas de la Iglesia; no hubo error. En los comienzos debió de seguir a Jesús con verdadero fervor. Y probablemente hizo milagros como los demás. ¿Nos imaginamos a Judas haciendo un milagro?, ¿hablando con entusiasmo de Jesús?
Después de la Ascensión, cuando hubo que cubrir su puesto en el colegio de los Doce, Pedro recordará: se contaba entre nosotros y había recibido la suerte de participar de este ministerio. Y vio también cómo sanaban los leprosos, los ciegos recobraban la vista... Sobre todo, experimentó el amor entrañable de Jesús, su amistad y su confianza. ¿Qué pasó en su alma?
La traición de esta noche ha tenido una larga historia llena de pequeños actos de desafecto y de avaricia. Un año antes ya se encontraba muy lejos del Maestro y de los demás, cuando, después de los momentos de confusión con motivo del discurso del pan vivo en Cafarnaún, Jesús exclamó: ¿No os he elegido yo a los doce? Sin embargo, uno de vosotros es un demonio.
Y San Juan precisa enseguida: Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, pues éste, aun siendo uno de los doce, era el que le iba a entregar.
Desde tiempo antes se hallaba ya distante de Jesús, aunque estuviera en su compañía. Permanecía normal en lo externo, pero su ánimo estaba lejos.
La ruptura con el Maestro, el resquebrajamiento de su fe y de su vocación, debió producirse poco a poco, cediendo cada vez en cosas más importantes. Hay un momento en que protesta porque le parecen «excesivos» los detalles de cariño que otros tienen con el Señor; y encima disfraza su protesta de «amor a los pobres».
Pero San Juan nos dice la verdadera razón: era ladrón y, como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.
Permitió que su amor al Señor se fuera enfriando, y ya sólo quedó un mero seguimiento externo, de cara a los demás. Su vida se convirtió poco a poco en una farsa; más de una vez consideraría que hubiera sido mejor no haber seguido al Señor.
Ahora ya no se acuerda de los milagros, de las curaciones, de sus momentos felices junto al Maestro, de su amistad con el resto de los apóstoles. Ahora es un hombre desorientado, descentrado, capaz de cometer culpablemente la locura que acaba de hacer. El acto que ahora se consuma ha sido ya precedido por infidelidades y faltas de lealtad cada vez mayores.
Éste es, sin duda, el resultado último de un largo proceso interior.
Desde el momento del pacto con el Sanedrín, Judas andaba al acecho, esperando la ocasión oportuna. Pronto se le presentaría.
https://www.primeroscristianos.com/campo-de-sangre-traicion-de-judas/
Ver en Wikipedia
Vida de Jesús (Fco Fz Carvajal)
Según estas indicaciones, se trataba de un huerto donde había una prensa para extraer aceite —es el significado del nombre—, y quedaba fuera de las murallas de Jerusalén, al este de la ciudad, en el camino hacia Betania.
Aparte de que aquel paraje debía de ser muy conocido, pues Jesús se reunía frecuentemente allí con sus discípulos (Jn 18, 2), no extraña que los primeros cristianos conservasen la memoria de un sitio donde ocurrieron hechos trascendentales de la historia de la salvación.
En el huerto de los Olivos, ante la inminencia de la Pasión, que se desencadenará con la traición de Judas, el Señor advierte la necesidad de rezar:
"Sentaos aquí, mientras hago oración, dice a los Apóstoles. Y se llevó con él a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a afligirse y a sentir angustia. Y les dice:
—Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad.
Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, a ser posible, se alejase de él aquella hora. Decía:
—¡Abbá, Padre! Todo te es posible, aparta de mí este cáliz; pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú" (Mc 14, 32-36).
La congoja era tal, que se le apareció un ángel del cielo que le confortaba. Y entrando en agonía oraba con más intensidad. Y le sobrevino un sudor como de gotas de sangre que caían hasta el suelo (Lc 22, 43-44). La plegaria de Cristo contrasta con la actitud de los Apóstoles: cuando se levantó de la oración y llegó hasta los discípulos, los encontró adormilados por la tristeza. Y les dijo:
—¿Por qué dormís? Levantaos y orad para no caer en tentación (Mc 45-46).
Tres veces volvió Jesús junto a los que le acompañaban, y las tres veces los halló cargados de sueño, hasta que ya fue demasiado tarde: ¿Aún podéis dormir y descansar...? Se acabó; llegó la hora. Mirad que el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; ya llega el que me va a entregar. Todavía estaba hablando, cuando de repente llegó Judas, uno de los doce, acompañado de un tropel de gente con espadas y palos (Mc 14, 41-43).
Con un beso delató al Señor, que fue prendido mientras los discípulos lo abandonaban y huían.
Gracias a la peregrina Egeria, sabemos que en la segunda mitad del siglo IV se celebraba una liturgia durante el Jueves Santo «en el lugar donde rezó el Señor», y que allí había «una iglesia elegante» (Itinerarium Egeriae, XXXVI, 1 (CCL 175, 79). Los fieles entraban en el templo, oraban, cantaban himnos y escuchaban los relatos evangélicos sobre la agonía de Jesús en el huerto. Después, en procesión, se dirigían a otro sitio de Getsemaní donde se recordaba el prendimiento (Cfr. Ibid., 2-3 (CCL 175, 79-80).
Siguiendo esta tradición y otras igualmente antiguas, en la actualidad se veneran tres lugares relacionados con los acontecimientos de aquella noche: la roca sobre la que oró el Señor, un jardín que custodia ocho olivos milenarios con algunos de sus retoños, y la gruta donde se habría producido el prendimiento.
Apenas unas decenas de metros los separan, en la zona más baja del monte de los Olivos, casi en el fondo del Cedrón, en medio de un paisaje muy sugestivo: este torrente, como la mayoría de los wadis palestinos, es un valle seco y recibe agua solo con las lluvias de invierno; la falda del monte, al contrario que la cima, está poco habitada, porque grandes extensiones del terreno se han destinado a cementerios; abundan los olivares, dispuestos en terrazas, y también los cipreses, en los bordes de los caminos.
El terreno en el que se levanta la basílica es propiedad de la Custodia de Tierra Santa desde la segunda mitad del siglo XVII. Cuando fue adquirido, lo más notable que conservaba, además de las ruinas medievales y bizantinas, era el llamado jardín de las flores: un área no cultivada, cercada por un muro, donde crecían ocho olivos que las tradiciones locales databan de la época de Cristo.
Mientras los franciscanos esperaban el momento oportuno de reconstruir la iglesia, protegieron aquellos olivos milenarios, ligados sin duda a la tradición cristiana del lugar, de forma que han llegado vivos hasta nosotros.
Impresiona el aspecto añejo que tienen. Los botánicos que los han estudiado no han llegado a un acuerdo para fijar su edad: algunos sostienen que fueron plantados en el siglo XI y que provienen de una misma rama, y otros que su enorme grosor permite aventurar que se remonten al primer milenio.
Sean más o menos antiguos, eso no resta interés por preservarlos como testimonios silenciosos que perpetúan el recuerdo de Jesús y de la última noche de su paso por la tierra.
Mártir de la fe cristiana hacia el año 165, es considerado el mayor apologeta del Siglo II. En uno de los primeros textos cristianos, San Justino explica cómo se celebraba la Eucaristía en los primeros tiempos.
“El día que se llama día del sol tiene lugar la reunión en un mismo sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el campo. Se leen las memorias de los Apóstoles y los escritos de los Profetas. Cuando el lector ha terminado, el que preside toma la palabra para incitar y exhortar a la imitación de tan bellas cosas.
Luego nos levantamos y oramos por nosotros… y por todos los demás dondequiera que estén, a fin de que seamos hallados justos en nuestra vida y nuestras acciones y seamos fieles a los mandamientos para alcanzar la salvación eterna.
Luego se lleva al que preside el pan y una copa con vino y agua mezclados. El que preside los toma y eleva alabanzas y gloria al Padre del universo, por el nombre del Hijo y del Espíritu Santo, y da gracias largamente porque hayamos sido juzgados dignos de estos dones.
Cuando el que preside ha hecho la acción de gracias y el pueblo ha respondido “amén”, los que entre nosotros se llaman diáconos distribuyen a todos los que están presentes el pan y el vino “eucaristizados”.
En otro momento, dice:
“A nadie le es lícito participar en la Eucaristía, si no cree que son verdad las cosas que enseñamos y no se ha purificado en aquel baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó.
Porque no tomamos estos alimentos como si fueran un pan común o una bebida ordinaria, sino que así como Cristo, nuestro salvador, se hizo carne y sangre a causa de nuestra salvación, de la misma manera hemos aprendido que el alimento sobre el que fue recitada la acción de gracias, que contiene las palabras de Jesús y con que se alimenta y transforma nuestra sangre y nuestra carne, es precisamente la carne y la sangre de aquel mismo Jesús que se encarnó.
Los apóstoles, en efecto, en sus tratados llamados Evangelios, nos cuentan que así les fue mandado, cuando Jesús, tomando pan y dando gracias dijo: “Haced esto en conmemoración mía. Esto es mi cuerpo”. Y luego, tomando del mismo modo en sus manos el cáliz, dio gracias y dijo: “Esta es mi sangre”, dándoselo a ellos solos.
Desde entonces seguimos recordándonos unos a otros estas cosas. Y los que tenemos bienes acudimos en ayuda de otros que no los tienen y permanecemos unidos. Y siempre que presentamos nuestras ofrendas alabamos al Creador de todo por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo”. (SAN JUSTINO, Carta a Antonino Pío, Emperador, año 155)
Padre de la Iglesia, quien entregó su vida para mostrar que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, ante las herejías de su época. En el Comentario al Evangelio de San Juan dice:
“El Cuerpo de Cristo vivifica a los que de el participan: aleja la muerte al hacerse presente en nosotros, sujetos a la muerte, y aparta la corrupcion, ya que contiene en sí mismo la virtualidad necesaria para anularla totalmente” (SAN CIRILO DE ALEJANDRIA, Coment. Evang. S. Juan, 5).
San Cirilo emplea el símil de la cera para explicar la unión de nuestro cuerpo al de Cristo en la Eucaristía:
“Así; como cuando uno junta dos trozos de cera y los derrite por medio del fuego, de los dos se forma una sola cosa, así también, por la participación del Cuerpo de Cristo y de su preciosa Sangre, Él se une a nosotros y nosotros nos unimos a Él” (SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA, Coment. Evang. S. Juan, 10).
San Ambrosio, obispo de Milán (nacido en Tréveris hacia el año 340 y fallecido en Milán en el 397), quien introdujo en occidente la lectura meditada de las Escrituras, para hacer que penetre en el corazón, algo que hoy se conoce con el nombre de «lectio divina».
“No se nos ofrece (en la Comunión) el Cuerpo de Cristo como premio, sino como comunicacion de la gracia y de la vida celestial” (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, volt VI, p. 447).
“Nadie alimenta a los convidados con su misma persona; pero esto es lo que hace Cristo el Señor: Él mismo es a la vez anfitrión, comida y bebida” (SAN AGUSTÍN, Sermón sobre el natalicio de los mártires, 1-2).
Plinio no tardó en aplicar la prohibición de las eterías a un caso particular que se le presentó en el otoño del 112. Bitinia estaba llena de cristianos. “Es una muchedumbre de todas las edades, de todas las condiciones, esparcida en las ciudades, en la aldeas y en el campo», escribe al emperador.
Continúa diciendo haber recibido denuncias por parte de los fabricantes de amuletos religiosos, estorbados por los Cristianosque predicaban la inutilidad de semejantes baratijas. Había instituido una especie de proceso para conocer bien los hechos, y había descubierto que ellos tenían:
“la costumbre de reunirse en un día fijado, antes de la salida del sol, de cantar un himno a Cristo como a un dios, de comprometerse con juramento a no perpetrar crímenes, a no cometer ni latrocinios ni pillajes ni adulterios, a no faltar a la palabra dada. Ellos tienen también la costumbre de reunirse para tomar su comida que, no obstante las habladurías, es comida ordinaria e inocua“.
Los cristianos no habían dejado estas reuniones ni siquiera después del edicto del gobernador que recalcaba la interdicción de las eterías.
“Más dichosos que los santos del Antiguo Testamento, no solamente poseemos a Dios por la grandeza de su inmensidad, en virtud de la cual se halla en todas partes, sino que le tenemos con nosotros como estuvo en el seno de Maria durante nueve meses, como estuvo en la cruz. Más afortunados aun que los primeros cristianos, quienes hacían cincuenta o sesenta leguas de camino para tener la dicha de verle; nosotros le poseemos en cada parroquia, cada parroquia puede gozar a su gusto de tan dulce compañía. ¡Oh, pueblo feliz!“(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).
“Sin el domingo no podemos vivir: es lo que profesaban los primeros cristianos, incluso a costa de su vida, y lo mismo estamos llamados a repetir nosotros hoy” (BENEDICTO XVI, Ángelus 22 de mayo de 2005).
“Perseveraban todos en la doctrina de los Apóstoles, en la comunicación de la fracción del pan, y en las oraciones. Así nos describen las Escrituras la conducta de los primeros cristianos: congregados por la fe de los Apóstoles en perfecta unidad, al participar de la Eucaristía, unánimes en la oración. Fe, Pan, Palabra.
Jesús, en la Eucaristía, es prenda segura de su presencia en nuestras almas; de su poder, que sostiene el mundo; de sus promesas de salvación, que ayudarán a que la familia humana, cuando llegue el fin de los tiempos, habite perpetuamente en la casa del Cielo, en torno a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo: Trinidad Beatísima, Dios Único. Es toda nuestra fe la que se pone en acto cuando creemos en Jesús, en su presencia real bajo los accidentes del pan y del vino” (Es Cristo que pasa, n. 153).
“Fracción del pan porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia (cf Mt 14,19; 15,36; Mc 8,6.19), sobre todo en la última Cena (cf Mt 26,26; 1 Co 11,24). En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección (Lc 24,13-35), y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas (cf Hch 2,42.46; 20,7.11). Con él se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él (cf 1 Co 10,16-17)“.
La higuera en Palestina daba dos cosechas al año: la primera en junio (higos tempranos, brevas, que han pasado el invierno en el árbol); la segunda, a finales de agosto (higos tardanos). Ahora, en los primeros días de abril, no era tiempo de higos. Sin embargo, este árbol da fruto de modo casi permanente.
Con frecuencia se podía encontrar en él algo comestible. Por eso se acerca Jesús; pero no encontró más que hojas. Se dirigió entonces a ella, y dijo en voz alta: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. San Mateo nos dice que se secó enseguida. Pero San Marcos nos indica que sus discípulos advirtieron al día siguiente que la higuera se había secado.
¿Por qué esta maldición a un ser sin razón, y si, además, no era tiempo de dar frutos? Se trata de una parábola en acción. Son frecuentes en las Escrituras estos modos de enseñar.
Jeremías estrelló contra el suelo una vasija para dar a entender a sus compatriotas el castigo que les tenía reservado Yahvé; en otra ocasión, una faja de lino escondida durante mucho tiempo entre las rocas, podrida ya cuando fue a tomarla de nuevo, revelará al profeta el triste fin de la nación que no quiso ceñirse con el sometimiento a Dios.
Isaías anduvo descalzo y desnudo para significar públicamente el expolio de Egipto y Etiopía [14]. De modo semejante, quiso el Señor describir, en la desgracia de aquel árbol maldecido, la suerte de Israel, pueblo con abundancia de hojas, por sus numerosas ceremonias y prescripciones, pero sin los frutos del amor a Dios y al prójimo.
Los discípulos quedaron admirados y sorprendidos. Y reemprendieron el camino sin decir nada.
Llegaron a la ciudad y Jesús pasó el día enseñando. Entonces se acercaron a Felipe unos gentiles griegos que habían subido a la fiesta para adorar a Dios (Jn). Probablemente se trata de unos prosélitos iniciados en el culto del Dios verdadero que llegan a Jerusalén para celebrar la Pascua.
Han oído hablar del Maestro, como todo el mundo en Jerusalén, y desean conocerlo: Señor, le dicen con respeto a Felipe, queremos ver a Jesús. Se dirigen a este apóstol que conocería bien su idioma. Su mismo nombre es griego. Esta petición debió de extrañar a los discípulos. Por esto Felipe consulta con Andrés.
El Señor les recibió con afecto y vio en ellos las primicias de la fe cristiana en el mundo helénico; por eso exclamó: Ha llegado la hora en que sea glorificado el Hijo del Hombre. Les explica Jesús con una comparación cómo se iba a realizar el triunfo y los frutos del Mesías.
Como el grano de trigo muere para fructificar, así el Mesías: Si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto. Esta ley del Mesías se extiende a todos sus discípulos. El que ama su vida la perderá, y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna.
Jesús está evocando su Pasión y muerte, ya tan cercanas. Esta idea se repite constantemente, especialmente en estos días. En un momento de la conversación, y como en confidencia, dijo: Ahora mi alma está turbada; y ¿qué diré?: ¿Padre, líbrame de esta hora?, si para eso vine a esta hora. ¡Padre, glorifica tu nombre!
Se oyó entonces una voz del cielo, que dejó a todos sorprendidos: Lo he glorificado y lo glorificaré.
La gente no sabía qué pensar. Unos decían: Ha sido un trueno. Y otros que era un ángel el que había hablado. El Señor declara que aquella voz era un testimonio más para que creyeran en Él. Y hablaba claramente de su muerte en la cruz: Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí.
Pero la multitud no terminaba de creer en Él y de entender a qué se refería. Por eso dijeron: Nosotros hemos oído en la Ley que el Cristo permanece para siempre; entonces, ¿cómo dices tú: Es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
Jesús les contestó que ya faltaba poco para que Él se marchara, pero que debían aprovecharse de la luz mientras estaba entre ellos.
Cuando se tiene luz se puede caminar sin tropiezo. Mientras tenéis luz, creed en la luz para que seáis hijos de la luz.
Después se marchó y se ocultó de ellos.
Mientras tanto, los sacerdotes y los escribas andaban dando vueltas para ver cómo podían matarlo. Esto no les resultaba fácil pues le temían, ya que toda la muchedumbre estaba admirada de su doctrina.
Al atardecer salieron de la ciudad, camino de Betania.
Ver en Wikipedia
Vida de Jesús (Fco Fz Carvajal)