Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, explicada por el Papa Francisco - 14 de septiembre

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‘Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz’

El Papa: «El diablo promete mucho, pero paga mal»

Lo dijo Francisco durante la homilía matutina de la Misa en Santa Marta, concelebrada con los cardenales del C9 que lo ayudan en la reforma de la Curia: «Para seguir a Jesús hay que abajarse como hizo Él en la Cruz».

El diablo «te promete muchas cosas, pero, a la hora de pagar, paga mal, es un mal pagador. Pero tiene esta capacidad de seducir, de encantar…». Es lo que dijo el Papa Francisco durante la homilía de la Misa en la Capilla de la Casa Santa Marta, concelebrada, según indicó la Radio Vaticana, con los 9 cardenales que lo ayudan en la reforma de la Curia y que tendrán reuniones hasta el próximo miércoles.

En la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el Papa advirtió sobre el diablo que nos encanta y después nos arruina. El Génesis, explicó, nos demuestra que la serpiente es la más astuta, «es una encantadora, y también tiene la capacidad de fascinar». La Biblia, prosiguió, también nos dice que «es un mentiroso, es un envidioso, porque por la envidia del diablo, de la serpiente, entró el pecado al mundo». Después de haber recordado que Satanás es un «mal pagador», Francisco citó al apóstol Pablo, que «se enoja con los cristianos de Galacia que le dieron mucho que hacer y les dice: ‘Pero, necios Gálatas, ¿quién los encantó? Ustedes que están llamados a la libertad, ¿quién los encantó?’. A estos los corrompió la serpiente. Y esta no es una cosa nueva, estaba en la consciencia del pueblo de Israel».

El Papa después indicó que el Señor le dijo a Moisés que hiciera «una serpiente de bronce»: quien la mirara se habría salvado. Esta, añadió, es una figura, pero también «una profecía, es una promesa, una promesa que no es fácil comprender», porque Jesús mismo explicó a Nicodemo que «como Moisés erigió la serpiente en el desierto, así tendrá que ser elevado el Hijo del hombre, para que quien crea en Él tenga vida eterna». Esa serpiente de bronce era, pues, «una figura de Jesús elevado en la Cruz».

«Pero, ¿por qué el Señor tomó esta figura tan fea, tan mala? Simplemente porque Él vino para cargar sobre sí todos nuestros pecados y Él se convirtió en el pecador más grande sin haber cometido ninguno. Y Pablo dice: ‘Él se hizo pecado por nosotros’, retomando la figura ‘Él se hizo serpiente’. ¡Es feo! Él se hizo pecado para salvarnos, esto significa el mensaje de la liturgia de la Palabra de hoy, el recorrido de Jesús».

Dios se hizo hombre y cargó sobre sí todo el pecado, «se vació a sí mismo, asumiendo una condición de siervo, convirtiéndose en semejante de los hombres; ‘Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz’». Esta es la vía del cristiano: abajarse como Jesús en la Cruz. Jesús, repitió el Papa, «se aniquiló a sí mismo, se hizo pecado por nosotros, Él que no conocía el pecado».

«Cuando vemos a Jesús en la Cruz… hay pinturas hermosas, pero la realidad es otra: estaba todo desgarrado, ensangrentado de nuestros pecados. Esta es la vía que Él tomó para vencer a la serpiente en su campo. Ver la Cruz de Jesús, pero no esas cruces artísticas, bien pintadas: hay que ver la realidad, lo que era la Cruz en esos tiempos. Y ver su recorrido y a Dios, que se aniquiló a sí mismo, se bajó para salvarnos. Esta también es la vía del cristiano. Si un cristiano quiere seguir adelante por la vida cristiana, debe abajarse, como se bajó Jesús. Es la vía de la humildad, sí, pero también hay que cargar sobre sí las humillaciones, como las cargó Jesús».

Vatican Insider

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