Francisco: internet es don de Dios si promueve la solidaridad

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Mensaje del Pontífice para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

«Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios».

Mensaje del Pontífice para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Papa Francisco confirmó y amplió la actitud positiva de la Iglesia católica hacia la red que había externado Benedicto XVI. En el mensaje para la 48° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (que será el primero de junio), titulado “La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro” y presentado esta mañana en el Vaticano, Jorge Mario Bergoglio no dejó de identificar los riesgos y los desafíos que albergan las redes sociales y las nuevas tecnologías de la comunicación, pero también insistió en los aspectos positivos y en la posibilidad de llegar a través de internet, y con «ternura», a las «periferias existenciales».

«Hoy vivimos en un mundo que se va haciendo cada vez más “pequeño”; por lo tanto, parece que debería ser más fácil estar cerca los unos de los otros», escribió el Papa argentino en su primer mensaje para la ya tradicional Jornada de la IglesiaCatólica. Sin embargo, persisten las divisiones, la «escandalosa» distancia entre el lujo de los más ricos «y la miseria de los más pobres. A menudo basta caminar por una ciudad para ver el contraste entre la gente que vive en las aceras y la luz resplandeciente de las tiendas. Nos hemos acostumbrado tanto a ello que ya no nos llama la atención. El mundo sufre numerosas formas de exclusión, marginación y pobreza; así como de conflictos en los que se mezclan causas económicas, políticas, ideológicas y también, desgraciadamente, religiosas». Por ello, los medios de comunicación ante esta realidad «pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos». En particular, subrayó el Papa, «internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios».

El Papa reconoció que hay «aspectos problemáticos», como la velocidad de la información, «que supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo», o bien el hecho de que «El deseo de conexión digital puede terminar por aislarnos de nuestro prójimo, de las personas que tenemos al lado. Sin olvidar que quienes no acceden a estos medios de comunicación social –por tantos motivos-, corren el riesgo de quedar excluidos». A pesar de ello, estos límites reales, insistió Bergoglio, «no justifican un rechazo de los medios de comunicación social; más bien nos recuerdan que la comunicación es, en definitiva, una conquista más humana que tecnológica». Por ello la invitación del Papa a «recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar», para «entender a quien es distinto de nosotros» y «escuchar a los demás». El testimonio cristiano, escribió el Papa, «no se ofrece un bombardeando mensajes religiosos, sino con la voluntad de donarse a los demás “a través de la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana” (Benedicto XVI, Mensaje para la XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2013)».

El Papa argentino indicó como ejemplo la figura del buen samaritano: «Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino». Esta imagen permitió al Papa advertir también sobre los riesgos de la comunicación, sobre todo cuando esta «tiene como objetivo preponderante inducir al consumo o a la manipulación de las personas»; en este caso, escribió Bergoglio, «nos encontramos ante una agresión violenta como la que sufrió el hombre apaleado por los bandidos y abandonado al borde del camino, como leemos en la parábola». Por ello, «no basta pasar por las “calles” digitales, es decir simplemente estar conectados: es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación. El mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno de la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura». «Precisamente por eso –expicó el Papa en su mensaje– el testimonio cristiano, gracias a la red, puede alcanzar las periferias existenciales».
Durante la conferencia de prensa de presentación del documento, mons. Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, respondió a algunas preguntas de los periodistas, sobre todo en relación con el peligro de que un pasaje del mensaje papal pudiera ser interpretado como una afirmación de relativismo: el desafío de la comunicación, escreibió Bergoglio, «requiere profundidad, atención a la vida, sensibilidad espiritual. Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas. Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas». Mons. Celli, que recordó cómo algunas veces los mensajes papales son interpretados mediante “clichés”, subrayó que este pasaje del mensaje está «en sintonía con toda la enseñanza de la Iglesia», incluido un discurso pronunciado en Lisboa por Benedicto XVI, a quien se le acusaba de ser demasiado dogmático, mientras en realidad escribió que «la Iglesia debe aprender a saber dialogar con la verdad de los otros». El mensaje de Papa Francisco, explicó mons. Celli hablando en general sobre el documento, «es profundamente franciscano». Y el vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, confirmó esta idea cuando destacó el vínculo entre el «estilo de comunicación» y la forma de concebir el Pontificado de Papa Francisco.

Por su parte, el también jesuita Antonio Spadaro, director de “La Civiltà Cattolica”, indicó en su blog “Cyberteología” cuáles son los puntos principales de este mensaje del Papa: internet expresa la «profecía» de un mundo nuevo; internet: una red de personas, no de hilos; ¿quién es mi prójimo en el ambiente digital? Las redes de «proximidad»; una Iglesia «accidentada», pero con las puertas abiertas incluso en la red; una comunicación no «de masa» sino «popular»; diálogo y relación entre “Ecclesia” y «Ágora».

Vatican Insider

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