¡He aquí a unas mujeres valientes!

 

India es, según un estudio publicado recientemente por la asociación francesa Portes Ouvertes France “Índice mundial de persecución 2014” , uno de los 50 países donde los cristianos son más perseguidos a causa de su fe. Hablamos de asesinatos, agresiones físicas, amenazas, destrucción de iglesias, intimidación, asalto sexual, violaciones, matrimonios forzados… entre los que podemos destacar:
1. 8.712 en el área de la privacidad y/o de la “libertad de conciencia".
2. 9.821 en el entorno familiar, donde el perseguidor busca detener la transmisión de la fe.
3. 8.854 en la vida social, lo cual es de gran importancia en los países en que los barrios
y las aldeas son población homogénea.
4. 9.649 en la vida pública y en su participación como ciudadano.
5. 8.550 en la vida eclesial impidiendo a los cristianos una participación activa en su comunidad.
6. y 9.815 actos de violencia física contra los cristianos.
Todo esto hace un total de 55.401 actos de violencia de gente real, cuyos derechos de expresión, adoración, creencia o pensamiento son violados a causa de su religión.
Si a esto añadimos la difícil situación en la que vive la mujer en la India, “el cuarto país más peligroso del mundo para nacer mujer, solo superado por Afganistán, la República Democrática del Congo y Pakistán (…)un país en el que las mujeres no son dueñas de su propio destino", según la Fundación Vicente Ferrer; hay que destacar la valentía y el coraje de todas las mujeres que han creado el Movimiento de mujeres cristianas.
Una iniciativa que “quiere lanzar un mensaje de dignidad y redescubrir el papel fundamental de la mujer en la Iglesia saliendo del cliché de los complejos de inferioridad o subordinación, reiterar la importancia, la contribución y la dignidad de las mujeres en la sociedad India, donde sobrevive una mentalidad fuertemente patriarcal marcada por incidentes graves de violación que quedan impunes son los propósitos de dicho movimiento.”.
Toma ya!!!!
Según informa la Agencia Fides, en una conferencia nacional celebrada recientemente en Bangalore, cientos de religiosas y laicas de diferentes denominaciones cristianas han dado luz a un movimiento “para desafiar la mentalidad patriarcal y promover la igualdad de derechos y una mayor sensibilidad de género”.
Partiendo de la valoración de la mujer promovida por el Concilio Vaticano II y el documento de Juan Pablo II “Mulieris dignitatem” y estando en “total acuerdo” con el Papa Francisco, que ha subrayado repetidamente la importancia y dignidad de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, 
las mujeres miembros de esta iniciativa “están dispuestas a trabajar dejando su zona de confort, para promover actos de compasión y justicia, defender la dignidad de la mujer, trabajar en red con otras comunidades”.
“Asimismo, afirman, han decidido ser la voz de las mujeres más pobres y más marginadas, al darse cuenta de la urgencia de dar voz a las mujeres cristianas en la Iglesia y en la sociedad, para proteger los derechos de las mujeres”.
No va a ser fácil, seguro, pero con un orgullo inmenso por mis congéneres de este país lejano, les aliento con toda mi oración y sacrificio. ¡Vale apostar por estas mujeres valientes, llenas de fe!
Por todas estas mujeres que llenan la iglesia y la sociedad de amor, sabiduría y justicia, dejándose la vida en ello.
Recuerden aquellas palabras de Isaías: “Fortalezcan los brazos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a los que están desalentados:
“¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos".
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo.
Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa; el páramo se convertirá en un estanque y la tierra sedienta en manantiales; la morada donde se recostaban los chacales será un paraje de caña y papiros.
Allí habrá una senda y un camino que se llamará “Camino santo". No lo recorrerá ningún impuro ni los necios vagarán por él; no habrá allí ningún león ni penetrarán en él las fieras salvajes.
Por allí caminarán los redimidos, volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Sión con gritos de júbilo, coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán”.

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