Iglesia de la 'primera comunidad cristiana' descubierta en la antigua ciudad de Priene

Se ha hallado la iglesia que data de 1600 años, construida por la primera comunidad cristiana, que se encuentra en la antigua ciudad de Priene, conocida como la región donde la ciencia y el arte florecieron, en la provincia de Aydın, al oeste de Turquía

 

Las excavaciones arqueológicas en la ciudad antigua de Priene, conocida como la "Pompeya de Anatolia" por sus estructuras bien conservadas y la planificación urbana, se están llevando a cabo por el Prof. Dr. Ibrahim Hakan Mert de la Universidad de Uludağ en Bursa.

 

priene

 

 

La antigua ciudad, construida sobre escarpados acantilados, que ofrece a sus visitantes la oportunidad de contemplar la vista incomparable de la llanura de Söke por su altura, llama la atención con el Templo de Atenea, el teatro, el Templo de Deméter, el ágora, el bouleutérion, el Gimnasio Superior, el Gimnasio Inferior, el Templo Egipcio, la iglesia bizantina y zonas residenciales.

 

priene

 

El vicepresidente de excavaciones de la Universidad de Uludağ, el catedrático Ali Altın dijo que observan aquí un buen ejemplo de la estructura urbana llamada "Plan Grid".

 

La región donde florecen la ciencia y el arte

Altın afirmó que la ciudad antigua, que se encuentra en la Lista indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO, también tiene calles que cortan calles paralelas verticalmente y destacó que el famoso filósofo Bias también vivió aquí, y que Priene también se conoce como la región donde florecieron la ciencia y el arte.

 

priene

 

 

Altın señaló que las excavaciones de este año se centraron en estructuras como cementerios fuera de la ciudad y agregó que han encontrado rastros de una iglesia.

''Esta iglesia de la que estamos hablando es probablemente una estructura que los primeros cristianos aquí usaron para el culto colectivo y construyeron para este propósito. Por el momento, es posible contar estas cosas de acuerdo con la información que nos brindan los hallazgos. Según nuestros hallazgos, se podría decir que es la iglesia más antigua de Priene'', expresó.

iglesia priene

 

 

Templos, teatro, ágora, edificios públicos, tiendas y edificios educativos fueron desenterrados en la antigua ciudad durante las excavaciones que fueron iniciadas por arqueólogos alemanes en la década de 1895

 

priene

 

 

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Se reanudan las obras de restauración en la Basílica del Santo Sepulcro

 

Más de 50.000 fotos en muy alta definición de las piedras más gastadas del cristianismo para crear el primer mapa topográfico digital de los mil metros cuadrados de pavimento de la Basílica del Santo Sepulcro. Detrás de los objetivos están los expertos del equipo íntegramente italiano y multidisciplinar al mando de la segunda fase de restauración, reanudada tras la larga pausa forzada debido a la pandemia.

 

 

 

"La reanudación de los trabajos de restauración es una buena noticia para nosotros porque será muy importante, una gran contribución de las comunidades cristianas locales a la preservación y mantenimiento del estatus cultural, religioso y también político de la ciudad santa de Jerusalén."  S.B. TEÓFILO III Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén

Junto al patriarco greco-ortodoxo, el custodio de Tierra Santa y el representante de la comunidad armenia de la Basílica del Santo Sepulcro escuchan la presentación de las propuestas para la fase operativa de las obras: de la implementación de los sistemas a la compleja restauración del pavimento.

 

santo sepulcro

"Se ha profundizado en este complejo tema a través de actividades de diagnóstico, a través del estudio de la documentación existente y también por otra parte inédita: al juntar estos elementos hemos comenzado a proponer soluciones a las comunidades, que deberán ser validadas por las propias comunidades y posteriormente plasmadas en el proyecto ejecutivo."

MICHELA CARDINALI Directora Centro de Conservación y Restauración de La Venaria Reale en Turín

"Obviamente, es un enfoque muy italiano para la conservación de materiales en la medida de lo posible; al mismo tiempo restaura la unidad a las superficies y, por lo tanto, hace que las superficies también sean accesibles."

PAOLA CROVERI Coordinadora del proyecto

"Cerraremos varios segmentos de las zonas, sin dejar de hacer accesibles las funciones y el paso de los peregrinos, por lo que habrá mucha emoción, habrá descubrimiento, habrá innovación y al mismo tiempo intentaremos restaurar la historia de este lugar."

MICHELA CARDINALI Directora Centro de Conservación y Restauración de La Venaria Reale en Turín

Un proyecto que prevé dos años de trabajo, mientras que la base de datos de la Basílica del Santo Sepulcro ya está disponible.

"No existía una recopilación de información completa y sobre todo consultable entre fuentes escritas y datos arqueológicos, fuentes cartográficas, fuentes iconográficas. Así que hemos reunido todo lo que se sabe sobre el Santo Sepulcro y también una gran parte de documentación inédita, que provenía precisamente de los archivos, especialmente documentación fotográfica."

FRANCESCA ROMANA STASOLLA Arqueóloga Universidad La Sapienza de Roma

"Considero que este paso es muy importante porque la cooperación entre las tres grandes comunidades es también un signo, me atrevería a decir, de un ecumenismo en marcha."

Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa

 

 

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En esta ciudad a orillas del mar de Tiberíades, Jesús pasó gran parte de su vida pública

Por las calles de Cafarnaum aún resuenan las palabras de Jesús. Además esta ciudad fue testigo de sus más importantes milagros.

 

 

El 9 de octubre, la Custodia de Tierra Santa conmemoró la presencia, predicación y milagros de Jesús en su ciudad de Cafarnaum, ubicada a orillas del Mar de Galilea. Allí, nuestro Salvador Jesucristo habitó, llamó, sanó, perdonó, enseñó y realizó milagros.

Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa

"Muchas páginas del Evangelio se escriben aquí en Cafarnaum. El día a día de Jesús se establece aquí en Cafarnaum, la curación del paralítico que escucharemos en la misa de hoy tiene lugar aquí en Cafarnaum. La curación de la hija de Jairo, también de la mujer con hemorragia; la llamada a los primeros cuatro discípulos Pedro, Andrés, Santiago y Juan sucede aquí."

"Y además esa hermosa historia extraordinaria que se encuentra en el capítulo sexto de San Juan, que es el sermón que da Jesús, el sermón sobre el Pan de vida".

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Fr. Francesco Patton, OFM Custodio de Tierra Santa

"Todo esto permite a los peregrinos ver las páginas del Evangelio, ver el escenario en el que están ambientados todos esos Evangelios y en cierto modo permite a los peregrinos a través de la experiencia del lugar sentir la verdad del Evangelio con más intensidad y profundizar en su fe. Luego, obviamente, regresan a sus hogares renovados."

La misa festiva en esta ocasión fue presidida por Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, con la participación de un grupo de sacerdotes y monjes, en presencia de una gran multitud de fieles de Jerusalén, Nazaret y ciudades y pueblos vecinos.

El padre Zaher Abboud afirmó en su homilía que “si no experimentamos la misericordia personal de Dios todos los días en nuestra vida, no podremos perdonar a los demás. La voz de Jesús nos está llamando y las voces del mundo están tratando de silenciar su voz en nuestros corazones. Esperamos poder reconocer su voz en nuestra vida y seguirlo hacia la felicidad eterna".

 

BADE'A ATEEK Nazaret

"De hecho, la ciudad de Cafarnaum estuvo presente en gran parte de la vida de Cristo. Experimentó orgullo e ira en ella. Jesús estaba tan enojado que dijo: "Y tú, Cafarnaum, ¿serás elevada al cielo? ¡Hasta el infierno te caerás!”. Le dijo a la suegra de Pedro: "Levántate, ponte bien", aunque era una mujer mayor. Y la Biblia nos dice: "Se levantó y les sirvió". Todo esto fortalece enormemente nuestra fe en Jesús, en su verdad, y da mucho sentido a nuestra vida."

En la ciudad donde el Evangelio nos cuenta tantas hermosas historias, las excavaciones franciscanas han desenterrado pequeños barrios con casas de piedra de basalto y los restos de lo que fue una sinagoga donde Jesús iba y enseñaba a las multitudes. Las excavaciones han revelado una iglesia bizantina octogonal, que es confirmada por el diario de la peregrina Egeria del siglo IV que dice:

"Se construyó una iglesia en la casa del Príncipe de los Apóstoles, pero las paredes de la casa aún permanecen como estaban".

cafarnaum

 

Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa

"Este lugar es muy importante para los cristianos de Tierra Santa, porque estos lugares son parte de la identidad de los cristianos de Tierra Santa. Cristianos que hoy viven en diferentes pueblos de Galilea, en Jerusalén o Palestina. Son los descendientes directos de aquellos cristianos que, hace 1.000 años, y hace más de 1.000 años, también estuvieron aquí en Cafarnaum para orar, para dar testimonio de que creen en Jesucristo y para llevar una cadena ininterrumpida de vida cristiana que ha llegado hasta nosotros hoy."

La vida y los milagros de Jesús en Cafarnaum abren nuestra mente, disipan las tinieblas de nuestra vida y testimonian que Él es el camino, la verdad y la vida.

 

+ info -

https://www.primeroscristianos.com/la-casa-de-pedro-en-cafarnaum/

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¿Qué son los pecados capitales?

Existe un grupo de pecados a los que llamamos pecados capitales. Santo Tomás de Aquino dice que “son aquellos que tienen un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados, todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal” (II-II:153:4)

Fue el Papa San Gregorio Magno (590-604) junto a Juan Casiano o Cassiano, quienes fijaron los siete pecados capitales, así denominados por el Catecismo de la Iglesia católica posteriormente.

Provienen de la concupiscencia, que es la inclinación de la naturaleza humana hacia el pecado proveniente del pecado original.

Se utiliza el término «capital» para designarlos porque estos pecados, dan origen a muchos otros. Generando otros pecados y otros vicios. Dios nos da todas las gracias y más de las que necesitamos para vencer la tentación.

 

Pecados capitales del catecismo, ¿cuáles son?

Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás (I-II:84:4) como siete:

Soberbia

Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios. Catecismo Iglesia Católica 1866

Avaricia

Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Este pecado capital está prohibido por el noveno y décimo mandamiento. (Catecismo Iglesia Católica 2514, 2534)

Lujuria

Deseo desordenado por el placer sexual. Pecado contra el Sexto Mandamiento. Es una ofensa contra la virtud de la castidad.

Ira

Es una explosión de amor propio. Nos sentimos heridos, marginados, impotentes, y acudimos a la violencia para defender nuestros supuestos derechos. Sentimiento de enojo suscitado por un daño real o aparente.

Gula

Vicio con el que nos mostramos más indulgentes, porque aunque seamos más conscientes que nunca de los estragos que producen los excesos tanto en la comida como en el consumo de bebidas alcohólicas..

Envidia

Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se opone al décimo mandamiento. (Catecismo Iglesia Católica 2539)

Pereza

Falta culpable de esfuerzo físico o espiritual; acedia, ociosidad. Es uno de los pecados capitales. (Catecismo Iglesia Católica 1866, 2094, 2733)

 

Los pecados capitales y sus virtudes contrarias

Las siete virtudes contrarias que enumera el catecismo, son elementos para saber cómo afrontar la tentación de cometer alguno de los siete pecados capitales.

Además de éstas virtudes contrarias a los pecados capitales. Todo cristiano cuenta también con tres virtudes teologales como la Fe, la Esperanza y la Caridad. Junto a éstas, podemos citar también la prudencia, fortaleza, justicia y templanza; hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad para obrar según el juicio de la razón iluminada por los dones del Espíritu Santo.

  • La Gracias: Que es la fuente de la obra de santificación; sana y eleva la naturaleza haciéndonos capaces de obrar como hijos de Dios.

  • Los Sacramentos: “Centro de la fe cristiana, por los que Dios comunica su gracia, se hace presente y actúa en nuestra vida. Los siete sacramentos de la Iglesia prolongan en la historia la acción salvífica y vivificante de Cristo, con la fuerza del Espíritu Santo» Papa Francisco

  • La Oración: “El espíritu de la oración se fundamenta en el gran mandamiento: amaras al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. La oración se alimenta del afecto por Dios.” Papa Francisco. Todos los cristianos contamos con la oración en familia y Rosario. La Santísima Virgen María, es nuestra aliada en la lucha contra estos pecados.

Contra el pecado capital de Soberbia: Humildad

Todo con lo que contamos, es un don de Dios. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio.

Contra el pecado capital de Avaricia: Generosidad

Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten. San Pablo la llama una idolatría y declara que los avaros no entrarán en el Reino de los cielos. La avaricia nos hace duros con los pobres, indiferentes a los bienes del cielo, y hasta nos incita a veces a apoderarnos de los bienes ajenos.

Antiguamente la iglesia lo llamaba diezmo, hoy simplemente lo llamamos generosidad. Cuando aprendemos a compartir lo que tenemos con los demás, incluso cuando lo hacemos con personas a los que no conocemos ni conoceremos jamás, nos sentimos más cerca de Dios y de nosotros mismos. Porque ayudar a los que lo necesitan puede devolverte mucho más de lo que entregas.

Contra el pecado capital de Lujuria: Castidad

Es la virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual según los principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo.

Contra el pecado capital de Ira: Paciencia

«Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión «no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca» (Hch 8,32). Santo Tomás de Aquino. Exposición sobre el Credo.

Contra el pecado capital de Gula: Templanza

Moderación en el comer y en el beber. Es una de las virtudes contrarias que vence al pecado capital de gula. Conduce a evitar toda clase de exceso, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas.

Contra el pecado capital de Envidia: Caridad

La tercera y principal de las Virtudes Teologales. La caridad es el amor de Dios habitando en el corazón. Una forma de actuar con caridad, es tener presente  las obras de misericordia que son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales.

Contra el pecado capital de Pereza: Diligencia

Prontitud de ánimo para obrar el bien. Nos ayuda contra el gusto excesivo por el descanso, que descuida nuestros deberes. Nos ayuda a imponernos con esfuerzo.

 

cuales son los pecados capitales

Cómo aparecen los pecados capitales en la biblia

En la Biblia no aparecen como tal los pecados capitales. Pero si existen variedad de referencia sobre los mismos.

Sobre el Orgullo

  • Eclesiástico 10:6-10«Por ninguna ofensa devuelvas mal al prójimo, y no sigas el camino de los orgullosos. El orgullo es odioso al Señor y a los hombres; tanto Dios como los hombres aborrecen la opresión. El poder pasa de una nación a otra por causa de la violencia y del orgullo. ¿Quién puede sentir orgullo siendo polvo y ceniza, si aun en vida se pudre ya su cuerpo?»
  • Mateo 5:5 Bienaventuranzas «“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido.»
  • Proverbios 16:18 «Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso»
  • Romanos 12:3 «Por el encargo que Dios me ha dado en su bondad, os digo a todos que nadie piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, piense cada uno de sí con moderación, según los dones que Dios le haya concedido junto con la fe.»

Sobre la Avaricia

  • Mateo 6:19 -21 “No acumuléis riquezas en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entran a robar. Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.”
  • Lucas 12:33-34 “No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino. Vended lo que tenéis y dad a los necesitados; procuraos bolsas que no envejezcan, riquezas sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruye. Pues donde esté vuestra riqueza, allí estará también vuestro corazón.” 
  • Hebreos 13:5 “No améis el dinero. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.”

Sobre la Lujuria

  • Corintios 6:9-10 “¿No sabéis que los malvados no tendrán parte en el reino de Dios? No os dejéis engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que cometen inmoralidades sexuales, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los tramposos.” 
  • Colosenses 3:5-6 “Haced morir, pues, todo lo que de terrenal hay en vosotros: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni sea avaro, que es una forma de idolatría. Estas cosas, por las que viene el terrible castigo de Dios sobre quienes no le obedecen.”
  • Levítico 18:4 “Cumplid mis decretos; poned en práctica mis leyes; vivid conforme a ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios.”
  • Gálatas 5:19-20 “Es fácil descubrir cómo se portan quienes siguen los malos deseo cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas, adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se irritan fácilmente, provocan rivalidades, divisiones y partidismos.”

Sobre la Ira

  • Efesios 4:26-27 «Si os enojáis, no pequéis procurad que el enojo no os dure todo el día. No deis oportunidad al diablo.»
  • Colosenses 3:8 «Pero ahora dejad todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.»
  • Santiago 1:19-20 «Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.»

Sobre la Gula

  • Romanos 13:13 «Portémonos con decencia, como en pleno día. No andemos en borracheras y comilonas, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias.»
  • Eclesiástico 37, 29–31«No te abalances sobre todo lo que más te guste ni te dediques a comer todo lo sabroso. Porque en las muchas comidas exquisitas anida la enfermedad, y el mucho comer produce náuseas. Por falta de moderación, muchos mueren; pero el que se domina tiene larga vida.»
  • Proverbios 23:20-21: «No te juntes con los borrachos ni con los que comen demasiado, pues los borrachos y los glotones acaban en la ruina, y los perezosos se visten de harapos.”

Sobre la Envidia

  • Santiago 3:16 “Donde hay envidias y rivalidades hay también desorden y toda clase de maldad.»
  • Eclesiástico 13:24 “Buena es la riqueza conseguida honradamente, y mala es la pobreza fruto del orgullo.”
  • Eclesiástico 14:9-11 “Al acaparador, todo lo que tiene le parece poco; pero al quitar a los otros, pierde lo suyo. El avaro mira el pan con ansia, pero no pone nada en su mesa. Hijo mío, si tienes algo, úsalo para tu provecho y sé generoso con Dios.”

Sobre la Pereza

  • Proverbios 6:9-11 “¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado! Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado.»
  • Romanos 12:11 “Esforzaos, no seáis perezosos y servid al Señor con corazón ferviente.»

 

El pecado nos separa de Dios e impide que sus propósitos se cumplan en nosotros. Todos tenemos luchas. Sea con uno de los siete pecados capitales o cualquier otro, anos hace batallar contra nuestra naturaleza pecaminosa.

Pero Dios nos ha dado las herramientas para vencerlo. Podemos acercarnos a Dios en oración, con actitud humilde y de arrepentimiento. Debemos realizar un buen examen de conciencia y acercanos para recibir los sacramentos. Dios nunca rechaza un corazón que reconoce que ha fallado. Asistir a misa y rencontrarnos con Él.

Porque cuando nos ponemos con humildad ante Dios. Él nos recibe, nos perdona y nos restaura. Nos llena de su Espíritu Santo y nos ayuda a vivir en santidad mostrando su amor.

 

 

 

Ignacio era el segundo o tercer sucesor del apóstol San Pedro en la sede de Antioquía

La vuelta del emperador Trajano a Roma, tras la conquista de la Dacia —la actual Rumanía—, fue celebrada con ciento veintitrés días de espectáculos. Diez mil gladiadores perecieron en los juegos circenses. También fueron devorados por las fieras muchos condenados, por el mero hecho de ser cristianos. Entre ellos el obispo de Antioquía, Ignacio. Detenido y juzgado, el prisionero abandonó la gran metrópoli de Siria hacia Roma, cargado de cadenas y bien escoltado por un pelotón de diez soldados de la cohorte Lepidania. Corría probablemente el año 106, o principios del 107.

 

Ignacio era el segundo o tercer sucesor del apóstol San Pedro en la sede de Antioquía, pues los testimonios no son unánimes. Según un documento del s. IV/V fue discípulo del apóstol Juan. Ante todo era un pastor de almas, enamorado de Cristo y preocupado tan sólo de custodiar el rebaño que le había sido confiado.

Su mejor retrato nos lo proporciona él mismo en las siete cartas que escribió a varias comunidades cristianas mientras era llevado a Roma. Cuatro fueron escritas desde Esmirna a las Iglesias de Éfeso, Magnesia, Tralles y Roma; las otras tres las escribió desde Tróade: a la Iglesia de Filadelfia, a la de Esmirna y al obispo de ésta, Policarpo, en la que le da unos consejos sobre la manera de desempeñar sus deberes de obispo.

Por su contenido, estas cartas tienen un gran interés doctrinal, por el que San Ignacio es uno de los Padres de la Iglesia. Es en ellas donde encontramos por vez primera la expresión “Iglesia católica” para referirse al conjunto de los cristianos.

Bastantes de los temas que tratan vienen determinados por la polémica contra las herejías más difundidas, especialmente el docetismo, que negaba la realidad de la encarnación del Verbo.

 

san Ignacio de Antioquia

 

San Ignacio afirma con energía la verdadera divinidad y la verdadera humanidad del Hijode Dios. Otro punto importante es la doctrina sobre la Iglesia.

San Ignacio considera que el ser de la Iglesia está profundamente anclado en la Trinidad y, a la vez, expone la doctrina de la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Su unidad se hace visible en la estructura jerárquica, sin la cual no hay Iglesia y sin la que tampoco es posible celebrar la Eucaristía.

La jerarquía aparece constituida por obispos, presbíteros y diáconos. Se trata de un testimonio precioso, por su claridad y su antigüedad.

Toda la comunidad debe obedecer al obispo, que representa a Dios, el obispo invisible. Al obispo deben someterse el presbiterio y los diáconos hasta el punto de que, si alguien obra algo a margen de lajerarquía, dice, “no es puro en su conciencia”.

Sobre este mismo punto, refiriéndose a su martirio, llega a afirmar en una de las cartas: “Yo me ofrezco como rescate por quienes se someten al obispo, a los presbíteros y a los diáconos. ¡Y ojalá que con ellos se me concediera entrar a la parte de Dios!”.

Ignacio muestra ser un hombre de gran corazón. Agradece emocionado la finura de la fraternidad de los primeros cristianos, que —apenas conocer su cautiverio— se prodigan con él, le proporcionan lo necesario para el viaje, se ofrecen a acompañarle y a compartir su suerte. Corren a confortarle desde las ciudades vecinas, pero son ellos quienes tornan removidos y contagiados del amor a Dios.

Gracias a su intensa vida interior, San Ignacio intenta hacer el mayor bien posible en los lugares por donde pasa, abriendo a los demás el tesoro de los dones que el Espíritu Santo le ha concedido. Con una gran humildad afirma: “no os doy órdenes como si fuese alguien”, pero su caridad sabe usar tonos enérgicos cuando es necesario: no esquiva corregir aunque duela, ni denunciar la herejía o la desviación disciplinar.

 

 

Este es el propósito principal de las epístolas ignacianas. A lo largo de su viaje, observa y escucha lo que ocurre: rápidamente discierne los viejos errores ya repetidamente combatidos por los Apóstoles, cuya raíz maligna sigue brotando por doquier: el docetismo, que propugnaba un Cristo aparente, no realmente encarnado; el gnosticismo, que disuelve el cristianismo para reducirlo a una ciencia de autosalvación basada en el conocimiento de verdades pseudofilosóficas; las tendencias judaizantes, el rigorismo ético…

Y sobre todo, una doctrina que quiere dividir a la Iglesia en dos bloques contrapuestos, enfrentando a los fieles con el obispo y su presbiterio.

En el saludo inicial de la carta a los romanos, Ignacio se excede y trata a la Iglesia de Roma de forma distinta a como trata a las demás, con especiales alabanzas.

El tono general de la salutación se puede tomar como un testimonio del primado de Roma, aún de mayor interés por provenir del obispo de la sede de Antioquía: una sede antigua, que cuenta a San Pedro como su primer obispo, establecida en una de las ciudades mayores y más influyentes del Imperio, en la que además comenzaron a llamarse cristianos lo seguidores de Cristo.

Para San Ignacio, la vida del cristiano consiste en imitar a Cristo, como Él imitó al Padre. Esa imitación ha de ir más allá de seguir sus enseñanzas, ha de llegar a imitarle especialmente en su pasión y muerte; es de ahí de donde nace su ansia por el martirio:

soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras, para poder ser presentado como pan limpio de Cristo”, dice a los romanos; y al obispo Policarpo le anima: “Mantente firme, como un yunque golpeado por el martillo. De grande atleta es ser desollado y, sin embargo, vencer”.

 

Por otra parte, esa imitación viene facilitada porque Cristo vive en nosotros como en un templo y nosotros llegamos a vivir en Él; por eso los cristianos estamos unidos entre nosotros, porque estamos unidos a Cristo.

En estas cartas se refleja la santidad del obispo de Antioquía, que dejaría una huella imborrable en los cristianos de su época y en la Iglesia para siempre: la de un santo que, como tantos otros en su época, va alegre al martirio, a encontrarse con su Dios.

“Pedid a Cristo por mí para que, por medio de estos instrumentos [las fieras], logre ser un sacrificio para Dios. No os doy órdenes como Pedro y Pablo. Aquéllos eran Apóstoles; yo soy un condenado; aquéllos, libres; yo, hasta ahora, un esclavo. Pero si sufro el martirio, seré un liberto de Jesucristo y en Él resucitaré libre (…). Para mí es mejor morir para Jesucristo que reinar sobre los confines de la tierra. Busco a Aquél que murió por nosotros. Quiero a Aquél que resucitó por nosotros.”

+INFO

https://www.primeroscristianos.com/san-ignacio-de-antioquia/

Carta de San Ignacio de Antioquía a los efesios

Ver en Wikipedia

Etimología y sentido de la expresión litúrgica "Amén"

La expresión "amén" está presente en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, y contiene en ambos casos significados muy diversos y ricos en matices.

 

Es palabra hebraica, derivada de la raíz 'mn, que evoca estabilidad, solidez y seguridad. La idea fundamental es la de una realidad capaz de sustentar (Num 11, 1112), apoyándose en ella los demás sentidos de esta raíz. Es un sustantivo que significa un acto por el cual la persona se apoya en una realidad capaz de realizar su ser y su vida.

Se usa como respuesta individual (1 Reg 1, 36) o colectiva (Neh 5, 13); el profeta Jeremías explica el sentido salvador de esta respuesta: es una actitud ante la Palabra de Dios que instaura la Alianza (Ier 11, 5), y una respuesta a la Palabra que compromete el futuro de un pueblo con el fin de darle la salvación (Ier 28, 6). Es, pues, un acto de aceptación y de comunión con la voluntad divina que quiere salvar a su Pueblo.

 

Amén

 

En el Antiguo Testamento el empleo de la expresión es exclusivamente cultual. Se usa en Dt 27, 15 ss. en las llamadas maldiciones de Siquém. Dt 27 recoge la conclusión del esquema de la Alianza (v.), cuyas cláusulas se encuentran en Ex 2023, de modo que aquí "amén" tiene el sentido de aceptación de la Alianza que exige un compromiso personal y colectivo (los 24, 15.16.19).

Como respuesta a una maldición, le expresión es un compromiso personal frente a la posibilidad que se abre para el pueblo ante la vida o la muerte (Dt 27, 15 ss.; Dt 30, 15 ss.).

En Num 5, 22 tiene ese mismo sentido. En Num 5, 1131 es respuesta a un tipo de ordalía que propone el juicio divino como una alternativa entre la bendición y la maldición. "Amén" es una aceptación de la Palabra de Dios que juzga (ls 65, 16).

 

 

Neh 8, 6 emplea este vocablo en una liturgia que consiste fundamentalmente en una lectura de la Palabra de Dios que lleva al arrepentimiento y a la conversión (Neh 89); es una aceptación de la Palabra que obra en la historia para realizar entre los hombres los beneficios del amor y de la fidelidad divinos. Aceptación también de la Palabra y del Amor divinos que salvan y constituyen al Pueblo (Neh 9., 3233).

También es significativo el uso de esta expresión en 1 Par 16, 36 como respuesta del pueblo que concluye toda la liturgia del traslado del Arca a Jerusalén, fundamento de la organización del culto levítico en la ciudad santa (1 Cron 13; 16, 443).

Efectivamente el cronista nos dice que la historia es una sucesión de generaciones, recordadas en las genealogías, que terminan en la tribu de Judá y de los levitas; y toda la historia converge en David, el fundador del único y verdadero culto celebrado en Jerusalén. En torno a David se congrega el Pueblo (1 Cron 11, 13).

Y es David el instaurador del culto de Jerusalén por el hecho del traslado del Arca, a cuyo servicio están los levitas (1 Cron 13, 1 ss.). De este modo 1 Cron 16, 4 ss. aparece como una liturgia final que da sentido a este culto.

 

Esa liturgia final se caracteriza por el nuevo empleo de los salmos 105, 15 y 96, 1 ss., que son una meditación del pasado a fin de reforzar la esperanza en la salvación definitiva.

Así, pues, el "amén" de 1 Cron 16, 36 es una participación en la acción litúrgica que consiste en alabar, narrar y recordar las maravillas divinas que realizan la salvación (1 Cron 16, 9.12.15.35).

Este vocablo viene a significar la aceptación del designio de Dios de salvar a su Pueblo, que le tributa culto en Jerusalén y espera la realización plena de la promesa hecha en su día al rey David: la aparición del Mesías (1 Cron 17, 1 ss.).

"Amén" aparece también como conclusión sacral en el Salterio (Ps 41, 14; 72, 19; 89, 53, 106, 48). En la Biblia griega la palabra significa en Tob 8, 8 un deseo, y en Tob 14, 15 se usa como conclusión del libro.

En Idt 13, 20 y 15., 10 tiene un sentido cultual. En la comunidad de Qumrán, a. está empleado en el aspecto cultual de la aceptación de la bendición y de la maldición (en 1QS 1, 20; 2, 10, 18).

En el Nuevo Testamento. En los Evangelios sinópticos a. sirve para introducir alguna palabra o frase (logion) de Jesús. Generalmente se trata de frases en las que Jesús dice algo sobre su Persona o sobre su misión de instaurar el Reino de Dios.

Bastan algunos ejemplos: Mt 5, 18 muestra la autoridad personal de la palabra de Jesús; en Mt 11, 26 y Lc 10, 21 las palabras iniciales primitivas arameas eran ciertamente Amen Abba que resumen el sentido de la relación de Jesús con el Padre; en Mt 24, 2 sirve para plasmar la certeza de lo que es anunciado.

En Juan aparece la forma reforzada «Amén, amén» como introducción de las palabras de Jesús, testigo del juicio y verdad reveladora de vida.

S. Pablo, en 2 Cor 1, 20, emplea "amén" con un sentido teológico. El apóstol quiere mostrar el significado de su predicación sobre Cristo. Y conforme a la característica propia del anuncio del mesianismo de Jesús (Mt 5, 37) la predicación de Pablo se caracteriza por un «sí», pues anuncia a Cristo como el realizador de todas las promesas.

Cristo es el Amén del Padre. Es la afirmación de la voluntad del Padre que la comunidad debe aceptar como la confirmación sólida del designio trinitario de salvación (1 Cor 1, 21).

En el Apocalipsis, a. aparece igualmente con un sentido teológico. Primeramente Apc 3, 14, en la línea de Is 65, 16 (LXX), dice que Cristo es el Amén. Esta afirmación es paralela a otras representaciones de Cristo, en las que los atributos de Dios, contenidos en Is 4066, son aplicados a Cristo, Hijo del Hombre, nuevo Adán y principio de la nueva vida de la humanidad por su muerte y resurrección. É1 es el Vivo (Apc 1, 18), el Santo (Apc 3, 7), el Verídico (Apc 3, 7).

 

amén

 

El es Amén en cuanto testigo victorioso que realizará el juicio definitivo, que el Apocalipsis presenta con terminología inspirada en la ley de talión: si la ramera embriagó a las naciones con su copa (Apc 17, 1 ss.), el Hijo del Hombre, que es el juez escatológico, prepara la copa de la cólera de Dios (Apc 14, 10 ss.).

Cristo Amén es el juez; Él es el Verbo fiel que por medio de su victoria en la muerte y resurrección venció al mal y mudó el sentido de la marcha de la historia.

Es Amén como Juez que viene a juzgar; y juzgar es decir la verdad sobre la historia, sobre los hombres y sobre sí mismo. Su palabra es el testimonio fiel. Lo que Cristo dice de sí mismo en cuanto A. es recordado siete veces en el Apocalipsis: «Yo soy el Alfa y Omega» ; es decir, Yo soy la totalidad, la realidad verdadera y trascendente.

Amén es la realidad capaz de salvar. Cristo Amén es, pues, el misterio de su vida victoriosa de Verbo de Dios que da sentido y realiza la vida de los hombres. Se emplea también la palabra "amén" en el Apocalipsis con sentido cultual en la liturgia celeste (Apc 5, 14; 7, 12; 19, 4), y como aceptación del testimonio de Jesús que sustenta la esperanza de su triunfo definitivo (Apc 22, 20).

 

En los otros libros del Nuevo Testamento, "amén" se utiliza como una aclamación y respuesta de la comunidad en el culto (1 Cor 14, 16), como conclusión de oraciones y doxologías (Rom 1, 25; 9, 5; 11, 36; 16, 27; Gal 1, 5; Eph 3, 21; Philp 4, 20; 1 Tim 1, 17; 6, 16; 2 Tim 4, 18; Heb 13, 21; 1 Pet 4, 11; 5, 11; Ids 25). En los manuscritos más recientes, a aparece como conclusión de los libros del N. T.; en los mejores manuscritos solamente en Rom 15, 33 y Gal 6, 19.

De la Escritura y de la liturgia judía "amén" ha pasado a la liturgia cristiana. En la liturgia antigua se decía en tres lugares: después de la consagración, en el momento de la comunión y al final de las doxologías (v.); actualmente se dice en los dos últimos. S. Jerónimo afirma que el amén resonaba como un trueno celestial en las basílicas romanas (PL 26, 355) y S. Ambrosio indica su significado en el momento de la comunión:

«Es verdadero. Y lo que la lengua confiesa, que la convicción lo guarde» (De Sacramentis V, 25).

 

L. BERTIN GORGÜLHO.  (GER)

BIBL.: Amén, en TWNT I, 339342; G. DALMAN, Die Worte lesu, 2 ed. Leipzig 1930, 185187; G. M. BEHLER, Amen, «La Vie Spirituellen (mayo 1965) 545 ss.; P. HuFTIER, Corpus Christi. Amen, «La Vie Spirituellev (octubre 1964) 477501.

 

Ver en Wikipedia

 

 

San Ireneo Doctor de la Iglesia con el título de Doctor unitatis (Doctor de la Unidad)

 

El Papa emérito Benedicto XVI llamó a San Ireneo de Lyon pastor y campeón en la lucha contra las herejías.

En la mañana del 7 de octubre, durante su discurso ante los miembros del Grupo de Trabajo Conjunto Ortodoxo-Católico ‘San Ireneo’, el Papa Francisco anunció que proclamará a San Ireneo de Lyon como Doctor de la Iglesia con el título de Doctor unitatis (Doctor de la Unidad).

 

Destacando la importancia primordial de la figura de San Ireneo en la historia de la Iglesia como “un gran puente espiritual y teológico entre los cristianos orientales y occidentales”, el Pontífice recordó que el nombre Ireneo tiene sus raíces en la palabra griega Ειρηναίος (Eirenaios), que significa pacífico , pacificador, seráfico.

ireneo

San Ireneo de Lyon

Ireneo nació en Esmirna, llegó a la Galia en el año 177, discípulo de Policarpo, por tanto indirectamente del apóstol Juan, fue el primer teólogo cristiano en intentar elaborar una síntesis global del cristianismo primitivo.

Tenía el griego como idioma, pero tuvo que aprender otros idiomas para evangelizar a los celtas y los alemanes.

Este santo vivió un período de dura persecución y un período histórico marcado por dos grandes acontecimientos culturales: el auge del gnosticismo en el ámbito cristiano; y la difusión en el mundo pagano del neoplatonismo.

Por eso atacó los errores contenidos en el gnosticismo. De sus obras escritas quedan los siguientes títulos: “Contra las herejías” y “Exposición de la predicación apostólica”, también definida como el catecismo más antiguo de la doctrina cristiana.

+ info -

https://www.primeroscristianos.com/san-ireneo-de-lyon/

 

gaudiumpress.org

 

«Nosotros no decimos cosas grandes, pero las hacemos» escribió uno de ellos: Y cambiaron el mundo pagano

Presentamos algunas consideraciones de Javier Echevarría, acerca de la conveniencia de tener muy presente el ejemplo de los primeros cristianos, para aprender a comprometernos con nuestra fe.

 

Nos conviene volver a considerar la conducta de los Apóstoles y de nuestros primeros hermanos en la fe. Eran pocos, carecían de medios humanos, no contaban entre sus filas —así sucedió, al menos, durante mucho tiempo— con grandes pensadores o gentes de relieve público. Se desenvolvían en un ambiente social de indiferentismo, de carencia de valores, semejante, en muchos aspectos, al que nos toca ahora afrontar.

Sin embargo, no se amedrentaron.

«Tuvieron una conversación maravillosa con todas las personas a las que encontraron, a las que buscaron, en sus viajes y peregrinaciones. No habría Iglesia, si los Apóstoles no hubieran mantenido ese diálogo sobrenatural con todas aquellas almas» (1).

ejemplo primeros cristianos

 

Mujeres y hombres, sus contemporáneos, experimentaron una profunda transformación al ser tocados por la gracia divina.

No se adhirieron simplemente a una nueva religión, más perfecta que las que ya conocían, sino que, por la fe, descubrieron a Jesucristo y se enamoraron de Él, del Dios-Hombre que se había entregado en sacrificio por ellos y había resucitado para abrirles las puertas del Cielo. Este hecho inaudito penetró con enorme fuerza en las almas de aquellos primeros, confiriéndoles una fortaleza a prueba de cualquier quebranto.

«Ninguno ha creído a Sócrates hasta morir por su doctrina —anotaba sencillamente san Justino a mediados del siglo II—; pero, por Cristo, hasta los artesanos y los ignorantes han despreciado, no sólo la opinión del mundo, sino también el temor de la muerte» (2).

 

En un mundo que anhelaba ardientemente la salvación, sin saber dónde encontrarla, la doctrina cristiana se abrió paso como una luz encendida en medio de la obscuridad. Aquellos primeros supieron, con su comportamiento, hacer brillar ante sus conciudadanos esa claridad salvadora y se convirtieron en mensajeros de Cristo —sencillamente, con naturalidad, sin alardes llamativos— con la coherencia entre su fe y sus obras.

«Nosotros no decimos cosas grandes, pero las hacemos» (3), escribió uno de ellos. Y cambiaron el mundo pagano.

En la Carta apostólica que dirigió a toda la Iglesia, en preparación del gran jubileo del año 2000, el beato Juan Pablo II explicaba que «en Cristo la religión ya no es un "buscar a Dios a tientas" (cfr. Hch 17, 27), sino una respuesta de fe a Dios que se revela: respuesta en la que el hombre habla a Dios como a su Creador y Padre; respuesta hecha posible por aquel Hombre único que es al mismo tiempo el Verbo consustancial al Padre, en quien Dios habla a cada hombre y cada hombre es capacitado para responder a Dios» (4).

 

Javier Echevarría (29.09.2012)

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[1] San Josemaría, Carta 24-X-1965, n. 13.
[2] San Justino, Apología 2, 10 (PG 6, 462).
[3] Minucio Félix, Octavio, n. 38 (PL 3, 357).
[4] Beato Juan Pablo II, Carta apost. Tértio millénnio adveniénte, 10-XI-1994, n. 6.

 

 

El nombre «Christianus» sólo empezó a difundirse en Occidente cristiano a partir del siglo IV

Un breve artículo de Carlo Carletti en L´Osservatore Romano aborda un aspecto concreto de la construcción de la identidad cristiana en los primeros tiempos: la forma en que los miembros de la nueva comunidad religiosa se llamaban unos a otros.

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La palabra Christianus [cristiano] sólo empezó a difundirse en Occidente, y con mucha lentitud, a partir de la conversión de Constantino, el emperador que con el edicto de Milán del año 313, en virtud del cual la religión cristiana comenzó a dejar se ser perseguida y acabó convirtiéndose en la religión del Imperio.
Antes de esa fecha, la fraternidad cristiana no sólo como virtud, sino también como forma de vida, había hecho cuajar la fórmula "los hermanos" para referirse a los demás miembros de la Iglesia. Así se plasma, por ejemplo, en diversas inscripciones funerarias, donde el deseo de autorrepresentación evidencia este hecho.
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Tres lápidas...

Carletti se fija por ejemplo en una lápida en torno a al año 220, que se expone en el Museo Nacional de Roma, donde Alejandro, el padre del difunto (Marco), ambos siervos, se dirige en primera persona a quienes lean la lápida: "Os pido, buenos hermanos en el nombre del Dios único, que tras mi muerte nadie dañe esta tumba". Dado que la lápida no estaba en una catacumba, sino en un cementerio donde había tumbas cristianas y paganas, la expresión "hermanos" adquiere un valor identificativo.

Lo mismo pasa con el que se considera el primer elogio funerario latino de la comunidad cristiana de Roma, en torno al año 270. Se conserva en una de las zonas más antiguas del cementerio de Priscila. Son también unos padres que entierran a su hija Ágape, de catorce años, quien al final de los hexámetros se dirige a ellos:

"Eucaris, madre mía, y Pío, padre mío, os pido, hermanos, que cuando vengáis aquí a rezar y en todas vuestras oraciones invoquéis al Padre y al Hijo y os acordéis de vuestra querida Ágape, para que Dios Omnipotente la conserve en la eternidad".

De nuevo la expresión "hermanos", referida imaginariamente a los padres, alude a su condición de cristianos.

No cerca de la tumba de Ágape está la de Leoncio, unos veinte años anterior, donde sus amigos le despiden así:

"Leoncio, paz te desean los hermanos. Adiós".

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...y dos referencias

Este hecho notorio de que los cristianos, antes de existir este nombre, se llamasen "hermanos", sorprendía a los paganos, como recoge Minucio Félix en su imaginario diálogo Octavius: "Se aman casi antes de conocerse... y se llaman sin distinción hermanos y hermanas".

Y un siglo después Lactancio explica: "No hay otra razón para llamarnos hermanos que el hecho de que nos consideramos todos iguales. Esclavos y libres, grandes y pequeños son iguales entre sí y ante Dios se distinguen sólo por la virtud".

La hermandad como identidad, y la identidad en Cristo: dos denominaciones sucesivas, pues, y un mismo principio que ya latía en los siglos de los mártires.

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L´Osservatore Romano

 

Betsaida - La ciudad de Pedro, Andrés y Felipe

Un especialista afirma que ha puesto fin al debate científico en torno a la situación exacta de Betsaida después de tres décadas de excavaciones en el yacimiento de Et-Tell

 

Betsaida, en la región de Galilea, es una de las ciudades más mencionadas en los evangelios. De allí eran los apóstoles san Pedro, san Andrés y san Felipe y allí se cree que Jesús llevó a cabo varios milagros, como el de los panes y los peces o el de devolver la vista un ciego.

No obstante, no hay consenso científico acerca de su localización exacta. Dos asentamientos situados junto al Mar de Galilea, en Israel, han sido relacionados históricamente con la antigua Betsaida: Et-Tell, El-Araj y el-Mesydiah.

 

Betsaida

 

Ahora, el arqueólogo Rami Arav, profesor del Departamento de Filosofía y Religión y del Departamento de Historia de la Universidad de Nebraska, afirma haber encontrado la ubicación exacta de la ciudad bíblica y que es Et-Tell. Este sitio arqueológico se encuentra en Cisjordania, apenas a un kilómetro y medio del Mar de Galilea.

 

Desde la Edad de Hierro

El yacimiento ha sido estudiado durante 32 años. Durante las sucesivas excavaciones, Arav y su equipo descubrieron fortificaciones monumentales, almacenamiento de alimentos y una puerta de la ciudad en el sitio arqueológico, que los científicos dicen que se remontan a la Edad del Hierro y afirman que pertenecen a la capital de Geshur, que más tarde se convirtió en Betsaida.

«Las fuentes antiguas imponen varios requisitos para la identificación de Betsaida», ha apuntado en el Daily Mai, donde también ha agregado que «los hallazgos en Et-Tell me convencieron no solo a mí, sino a un grupo de expertos».

Este especialista ha acudido hasta Tito Flavio Josefo, historiador judeoromano del siglo I, quien describe la ubicación de Betsaida en sus escritos. «Él afirma que la ciudad estaba en el "bajo Golán cerca del estuario del río Jordán», ha rematado mientras ha señalado que se trata del mismo lugar que el sitio de excavación de El-Tell.

 

 

Movimientos tectónicos

El principal escollo con el que se encuentran Arav es lo alejado que se encuentra Et-Tell del Mar de Galilea, contrariamente a la descripción bíblica de Betsaida como un lugar accesible en barco.

Sin embargo, el especialista apunta a que pudo haber estado más cerca en la antigüedad, y que los por movimientos tectónicos y cambios en los niveles de agua hayan provocado el alejamiento. «El mar de Galilea está justo en medio de la grieta sirioafricana y es propenso a cambios tectónicos», ha señalado Arav que ha recordado que su equipo ha descubierto equipos de pesca antiguos entre las ruinas del asentamiento.

También ha tenido palabras para los especialistas que apuntan a que la ciudad bíblica se encuentra en realidad en El-Araj y ha aseverado que lo que se ha encontrado en la zona es un campamento militar, no la auténtica Betsaida.

 

 

abc.es

 

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