Ben-Hur  ,  60 años

Se cumplen 60 años del estreno de una de las epopeyas fílmicas más grandes de la historia del cine y una de las películas más recurridas en tiempos de pascua. La gran película Ben-Hur

1.  William Wyler no quería dirigir Ben-Hur. Le parecía una historia simplona y no le interesó. Sin embargo, Wyler mantenía una intensa rivalidad con Cecil B. DeMille, otro de los grandes de las supreproducciones de Hollywood de la época. A Wyler le apetecía mojarle la oreja a De Mille que en 1956 había filmado la gran epopeya bíblica, Los diez mandamientos y fue por esto que Wyler terminó aceptando el encargo.

 

 

2. Charlton Heston no fue la primera opción. Antes que a él tocaron a Burt Lancaster que consideraba que el guion no hacía justicia al cristianismo y a Paul Newman, que le preocupaba que sus piernas no quedaran bien en pantalla ataviado como un romano. Aún así, cuando Heston se incorporó al rodaje a Wyler no le gustaba nada cómo lo hacía y se dice que se dieron grandes discusiones a cuenta de la incapacidad del actor de ofrecer al director lo que pedía.

 

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3. William Wyler no dirigió la célebre carrera de cuadrigas. Los responsables de la filmación de tan memorable escena fueron Andrew Marton y Yakima Canutt. El primero era un director que nunca tuvo un gran éxito más allá de Las minas del Rey Salomón y el segundo era un curtido especialista de escenas de acción que se había especializado en dirigir la segunda unidad de películas de Hollywood. En realidad, esto no es extraño. La inmensa mayoría de las escenas de acción de las películas norteamericanas no las ruedan sus directores, sino los responsables de la segunda unidad.

 

 

4. Cifras de vértigoBen-Hur  ganó 11 Oscar y hasta la llegada de Titanic fue la película más oscarizada de la historia. Juzguen ustedes mismos. Durante décadas fue la película más cara de la historia con un presupuesto de más de 15 millones de dólares. Se emplearon 100.000 disfraces y se levantaron 300 decorados para la ocasión. El circo romano de la carrera de cuadrigas se levantó de la nada a escala real imitando un complejo idéntico en Antioquia. Se utilizaron más de 50.000 extras, 15.000 solo para la escenas de la carrea de cuadrigas y la arena del circo de la escena fue importada de las playas de Marruecos. El esfuerzo valió la pena porque fue un éxito instantáneo.

 

 

5. Ben-Hur también es un remake. En 1925 Fred Niblo adaptó la novela de Lee Wallace en la que se basa ambas películas. En aquel film William Wyler trabajó como ayudante de dirección.

6. Para la escena de las galeras la Metro Goldwyn Mayer mandó construir un barco real. Cuando lo pusieron en el mar se hundió. Acto seguido construyeron otro idéntico pero esta vez, siguiendo las instrucciones de un ingeniero naval.

 

 

7. En Ben-Hur todos los actores son británicos o americanos. Los primeros interpretaron a los judíos y los segundos a los romanos.

8. El rodaje de Ben-Hur duró cinco años. Y esta es la única película de la Metro Goldwyn Mayer en la que no se escucha el mítico rugido del león de los estudios. A William Wyler no le gustaba que el rugido de un león fuera el primer sonido que se escuchara en su película.

 

 

9. El actor que interpreta a Jesucristo no aparece en los créditos de la película. A Cristo no se le ve el rostro en ningún momento y en el rodaje fue interpretado por un respetado cantante de ópera, Claude Heater.

 

 

 

+info - La película

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Confió a la juventud la construcción de la paz. Les dijo que si de verdad quieren crecer deben dejar de vivir para ellos mismos y vivir para los demás.

El Papa Francisco acaba de cumplir uno de sus sueños de juventud, visitar Japón. En Nagasaki rindió homenaje a las víctimas de la bomba atómica en el monumento en el que están escritos todos sus nombres. Allí clamó por un mundo sin armas nucleares.

FRANCISCO

“Con el convencimiento de que un mundo sin armas nucleares es posible y necesario, pido a los líderes políticos que no se olviden de que las mismas no nos defienden de las amenazas a la seguridad nacional e internacional de nuestro tiempo”.

Presidió una misa junto a una escultura de la Virgen María quemada por la explosión nuclear. Recordó a las víctimas de todas las guerras.

FRANCISCO

“Nagasaki lleva en su alma una herida difícil de curar, signo del sufrimiento inexplicable de tantos inocentes; víctimas atropelladas por las guerras de ayer pero que siguen sufriendo hoy en esta tercera guerra mundial a pedazos. Alcemos nuestras voces aquí en una plegaria común por todos aquellos que hoy están sufriendo en su carne este pecado que clama al cielo”.

También recordó la historia de persecución de los cristianos en Japón en este lugar, la colina de los 26 mártires crucificados en el siglo XVI.

FRANCISCO

“Recemos por ellos y con ellos, y levantemos la voz para que la libertad religiosa sea garantizada para todos y en todos los rincones del planeta, y levantemos también la voz contra toda manipulación de las religiones”.

En Hiroshima visitó el lugar exacto de la explosión de la bomba atómica donde condenó la posesión de armamento nuclear.

FRANCISCO

“Con convicción, deseo reiterar que el uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen, no sólo contra el hombre y su dignidad sino contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común. El uso de la energía atómica con fines de guerra es inmoral. Como asimismo es inmoral la posesión de las armas atómicas”.

Francisco también quiso ofrecer su consuelo a las víctimas de Fukushima. Escuchó los crudos testimonios de los sobrevivientes del terremoto, el tsunami y el accidente nuclear de 2011.

Además se reunió con el Emperador Naruhito y más tarde fue al Kantei para reunirse con el primer ministro nipón. El Papa propuso un proceso internacional para abolir la promoción y uso de armas nucleares.

FRANCISCO

“Estoy convencido de la necesidad de abordar la cuestión nuclear en el plano multilateral, promoviendo un proceso político e institucional capaz de crear un consenso y una acción internacional más amplia”.

Confió a la juventud la construcción de la paz. Les dijo que si de verdad quieren crecer deben dejar de vivir para ellos mismos y vivir para los demás.

FRANCISCO

“Se han inventado muchas cosas, pero gracias a Dios todavía no existen 'selfies' del alma. Para ser felices, necesitamos pedirle ayuda a los demás, que la foto la saque otro, es decir, salir de nosotros mismos e ir hacia los demás”.

Antes de partir de regreso a Roma, los alumnos y docentes de la Universidad Sofía de Tokyo le entregaron un regalo muy significativo. Una escultura de Kannon, la diosa budista de la misericordia. Por su parecido con la Virgen María, durante la persecución, los cristianos de Nagasaki la usaban para rezar sin ser descubiertos.

Rome Reports

SANTA MARÍA VIRGEN INMACULADA DE LA MEDALLA MILAGROSA 

 

En la fiesta litúrgica que conmemoramos hoy se recuerdan las apariciones de la Virgen María a Santa Catalina Labouré (27 de noviembre), acontecidas el 27 de noviembre de 1830 en París, en la capilla de la casa madre de la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Esta aparición dio origen a la Medalla Milagrosa y de ella tomó también su nombre la fiesta de la Inmaculada de la Sagrada Medalla, instituida por León XIII, el 23 de julio de 1894.

LA HISTORIA

Comenzamos situándonos en la noche del 18 al 19 de julio de 1830, por entonces fiesta de San Vicente de Paúl ( 27 de septiembre). Catalina, que estaba en oración, se ve sobresaltada por la aparición de la Virgen en un sillón. La entonces »novicia» de las Hijas de la Caridad «se arrodilla sobre las gradas del altar, con las manos apoyadas en las rodillas de la Virgen» y María abre su corazón angustiado a Catalina, justamente una semana antes del inicio de la revolución que padece Francia en el mes de julio.

Parece como si la Madre quisiese preparar el ánimo de la joven: Sufrirás mucho, pero lo superarás pensando en que lo harás por la gloria del buen Dios; te contradirán, pero tendrás la gracia de convencer inspirada en la oración. Sucederán infortunios de toda clase: entre el clero habrá muchas víctimas, morirá el señor arzobispo, la Cruz será despreciada, la sangre correrá por las calles, todo el mundo estará sumido en tristeza'..., pero venid al pie de este altar donde se derramarán gracias sobre todas las personas que las pidan con confianza y fervor.

Catalina confía a su confesor lo referido y calla hasta que el 27 de noviembre de 1830, en la oración de la tarde, ve una especie de medalla en movimiento con la Virgen María en el anverso y una serie de signos en el reverso.

¿Qué vio Catalina en el anverso y en el reverso de la medalla? Según sus escritos, la Santísima Virgen llevaba »un vestido liso de seda blanco-aurora sin costura; un velo blanco que le cubría la cabeza y le descendía por ambos lados hasta los pies; sobre su cabello liso, una especie de pañoleta terminada en un pequeño encaje aproximadamente de dos dedos de ancho.

Tenía el rostro bastante descubierto y sus ojos tan pronto se elevaban al cielo como miraban a la tierra, era bellísimo; en sus manos elevadas a la altura del estómago de una manera muy natural llevaba una esfera o globo, con una crucecita de oro encima, que representaba al mundo, ofrecido por ella a Nuestro Señor y sus pies se apoyaban en la mitad de otro globo sobre la cabeza de una serpiente de color verdoso con manchas amarillas (...) de pronto, los dedos de aquellas manos que sostenían y ofrecían al mundo se llenaron de anillos y piedras preciosas, de las que salían rayos de luz, siempre extendiéndose hasta llenar la parte baja, de modo que ya no se podían ver sus pies; en lo alto del cuadro, un poco ovalado, había estas palabras: Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Al mismo tiempo, Catalina escucha: «Este globo que ves representa al mundo entero y a cada persona en particular; estos rayos de luz son el símbolo de las gracias que distribuyo a las personas que me las piden».

Después el cuadro dio la vuelta. Catalina vio el reverso, pero no lo describe hasta que, un día, en la meditación, oyó una voz que le decía: «La letra M y los dos corazones dicen bastante». Así lo dice su confesor el padre Aladel: «En el reverso vio la letra M con una cruz encima, y debajo los sagrados corazones de Jesús y María». Éstos son los elementos del reverso de la medalla: arriba el signo más importante, la cruz, como naciendo de la letra M e íntimamente entrelazado con ella. Debajo los dos corazones, unidos por los signos del amor: espinas, espada y llamas. Y en torno las doce estrellas del Apocalipsis.

Catalina oye una voz que le decía: Di que acuñen una medalla según este modelo: todas las personas que la lleven recibirán grandes gracias. De esta forma nace, la conocida en todo el mundo, como Medalla Milagrosa.

LA MEDALLA

Posiblemente el que lea estas letras dirá: pues en la medalla la Virgen no está con el globo. Y tiene toda la razón. Algunos estudiosos dicen que hubo dos momentos o fases en la visión del anverso, que fue una visión «en movimiento»: la Virgen del Globo fue dando paso a la Virgen de las manos extendidas. Pero Catalina no dice nada de esto. Después de ver acuñada la medalla insiste en que se esculpa una imagen de la Virgen del Globo y en que se le levante un altar en el mismo lugar donde ella se había aparecido.

Es necesario no olvidar esta imagen de María. ¿Qué sucedió con el anverso de la medalla? René Laurentin, al que podemos considerar el mejor conocedor de las apariciones, lo explica de la siguiente manera: El padre Juan María Aladel, confesor de Catalina y responsable último de la acuñación de la medalla, «tenía que traducir la visión y el programa de Santa Catalina a una medalla conforme a la vez al sentido y consignas del arzobispo de París, a las reglas de la Iglesia y, por fin, a la capacidad del pueblo de Dios». Así supo conservar lo esencial, lo que la Virgen quería:

En el anverso

Aparece la Virgen María Inmaculada pisando a una serpiente.

Vemos a la Virgen con las manos extendidas en actitud de conceder algo.

De sus manos salen unos rayos dirigidos al globo. Alrededor la inscripción: Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.

En el reverso

Una M entrelazada con una Cruz.

El corazón de Jesús coronado de espinas y con llamas en la parte superior.

El corazón de María atravesado por una espada y también con llamas en la parte superior.

Envolviendo a todos los símbolos, doce estrellas.

¿Cuál es el significado de todos estos signos? Jean Guitton escribió en su libro sobre la Virgen de la Medalla Milagrosa, Superstición superada, que la Medalla es un tratado de mariología en miniatura. Es como una alegoría del pensamiento global de la Iglesia. Pablo VI (6 de agosto) escogió las apariciones de la Virgen a Santa Catalina, Santa Bernardita (18 de febrero y 11 de febrero) y a los niños de Fátima ( 20 de febrero y 13 de mayo) como los tres signos marianos actuales, más significativos en la Iglesia. Otros han dicho que es un catecismo en símbolos para la gente sencilla, en una Iglesia pobre que no tenía grandes medios para contrarrestar las ideologías que iban contra Dios, la Virgen y la Iglesia.

No cabe duda de que podemos reflexionar sobre el contenido de la medalla de formas distintas, pero la verdad es que da lo mismo de un modo u otro, las conclusiones son las mismas: en el anverso vemos claramente dos momentos bíblicos-marianos: Genésis 3, 15 y Apocalipsis 12, 1; el principio y el fin de la historia de salvación. En ambos interviene María. En el reverso también dos momentos claves: la profecía que Simeón hace del Niño a María (Lc 2, 35) y la entrega de su Madre que nos hace Cristo exaltado en la Cruz Un 19, 27). Podemos comprender momentos cruciales: natividad donde el Hijo de Dios nace del seno de la Virgen María como la Cruz nace de la letra M o la pasión representada en la unión de los dos corazones entrelazados por el amor y el sufrimiento: llamas, espinas y espada.

El padre Vicente de Dios, en su libro La Milagrosa, no duda en resumir de la siguiente forma: «El misterio mariano queda increíblemente plasmado en la medalla. Vemos en el anverso su mediación, su realeza, su inmaculada concepción. Vemos en el reverso su maternidad divina, su íntima unión con el Hijo, su cooperación a la redención, su maternidad espiritual, su calidad de miembro-modelo-madre de la Iglesia, su asunción... Todo ello, inserto bien a los ojos en las dos grandes dimensiones que garantizan la autenticidad de la devoción mariana: María en el misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia. En la Medalla Milagrosa se condensan de igual modo los fundamentos bíblicos de la mariología y los pasajes marianos del Evangelio. Desde el Génesis al Apocalipsis desfila el entramado de la historia de la salvación, donde un corazón humano, traspasado por una espada ardiente y dolorosa, se mantiene unido a un corazón divino, punzado de espinas y henchido de llamas».

Un resumen del contenido doctrinal de la Medalla Milagrosa puede ser éste: por una parte se expresa el papel de María en el conjunto de la historia de salvación, desde el principio –expresado en el Génesis– hasta el final –visto en el Apocalipsis–. Contemplamos el protoevangelio: la mujer que manifiesta su victoria sobre la serpiente, es decir, sobre el mal que es victoria ante todo de Jesucristo, pero también de María. Las doce estrellas que simbolizan las doce tribus de Israel y la Iglesia, como hacen notar los comentaristas de la Biblia de Jerusalén. El todo de la medalla nos muestra la íntima unión con Jesucristo que, al fin, es lo principal, ya que la Virgen María, sin esa vinculación con Jesús, no seria más que un personaje más o menos importante, pero, vista desde su unión con Jesús, es la criatura excelsa y admirable. Por eso, nadie como ella ha gozado de los grandes privilegios como son el de la Inmaculada, ser intercesora de todas las gracias, ser corredentora y, sobre todo, ser Madre natural de Cristo y espiritual de todos los hombres.

EL TRIUNFO DE LA MEDALLA

¿Qué signos podemos aducir para poder hablar con fundamento del «triunfo» de la Medalla Milagrosa? Veamos:

El nombre de «Milagrosa» lo dio el pueblo a la misma medalla. Fueron las personas necesitadas, los pobres, los que la llamaron Medalla Milagrosa. Ellos se fiaron del lema que la adorna: «Oh María..., ruega por nosotros que recurrimos a ti».

La extensión. Sin más propaganda que ella misma. Nunca en torno a la Medalla hubo señales maravillosas. Solamente ha existido la señal sentida por el devoto que ha acudido a ella con fe. Antes de la muerte de sor Catalina, acaecida el 31 de diciembre de 1876, se habían distribuido por todo el mundo más de mil millones de medallas, hasta el punto que el canónigo Quentin afirma: «Sin miedo a que se nos contradiga, podemos afirmar que la fabricación y venta de la medalla constituye un hecho extraordinario».

De igual modo, la divulgación del escrito confeccionado por el padre Aladel, confesor y director espiritual de la vidente, sobre el origen y efectos de la nueva medalla, resulta extraordinario. Se cuentan más de ocho ediciones en Francia y no se sabe, a ciencia cierta, cuántas traducciones en otras naciones.

Por no hablar de la cantidad de hechos juzgados extraordinarios —en el sentido del pueblo «milagrosos— que se atribuyen a la Medalla: conversiones y curaciones. Entre ellas está la conversión del judío Ratisbona en el mismo corazón de Roma.

Otra señal es la que la misma Iglesia le ha dado. Cuando en 1954 el papa Pío XII ('9 de octubre) proclamó el Año Mariano, uno de los signos que el mismo papa escogió para demostrar el marianismo universal de la Iglesia fue la Medalla Milagrosa, juntamente con el recuerdo de Lourdes y Fátima, sin duda los signos más marianos de los siglos XIX y XX.

CULTO Y DEVOCIÓN

El culto y la devoción verdadera, debe ser, como dijo el Señor «en Espíritu y en Verdad», es decir, fruto del convencimiento y de la fe. No es un afecto transitorio ni una vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera por la que somos llamados a conocer la excelencia de la Madre de Dios y somos incitados al amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes. Son, pues, tres los elementos que exige la verdadera devoción:

Conocimiento: lo que no se conoce no se ama.

Amor.: como acto principal de toda devoción.

Imitación: de las virtudes de la Virgen según el propio estado.

Así, las formas de expresar la devoción, son múltiples. Depende de las personas y de la cultura de las mismas. El Concilio Vaticano II dice que María es modelo de todas las virtudes, pero de manera especial de la fe, de la esperanza y de la caridad; asimismo las que se manifiestan en el Magníficat: humildad, gratitud y estar a favor de los pobres.

Como modelo de fe, acoge la palabra de Dios, que para ella fue premisa y camino de maternidad divina. Al decir «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra hizo que la fe envolviera, de alguna manera, todas las relaciones de María con Jesús, desde la Encarnación hasta la venida del Espíritu Santo.

Como modelo de esperanza, María es imagen del gozo de nuestra vida futura glorificada ya en el cielo. En ella se han cumplido todas las promesas de salvación que se cumplirán, un día, en nosotros.

Como modelo de amor a Jesús, María se consagró totalmente a él desde el momento de su concepción hasta que expiró en la Cruz.

Pablo VI pone de manifiesto otras actitudes de María, su actitud orante y oferente. Orante, cuando juntamente con los discípulos y las otras mujeres perseveraba en la oración. María aparece como orante en la Iglesia que nace y en toda la historia de la Iglesia porque en el cielo sigue intercediendo por la gran familia de los hijos de Dios. Es oferente, como se ve en la fiesta de la presentación, teniendo en cuenta la profecía del anciano Simeón, se orienta hacia el acontecimiento salvífico de la Cruz. San Bernardo (20 de agosto), en un sermón sobre la Virgen, dice: «Ofrece a tu Hijo, Virgen sagrada, y presenta al Señor el fruto de tu vientre. Ofrece por la reconciliación de todos nosotros la víctima santa, agradable a Dios».

Teniendo en cuenta todo el conjunto de las apariciones y los misterios marianos que presenta la Medalla Milagrosa, no es difícil encontrar esas actitudes que Pablo VI expone en su exhortación para ofrecer un culto recto a la Virgen María. La actitud orante y oferente es clara en la Virgen del Globo y en el anverso de la medalla; en el reverso muestra su fe y su participación en el misterio salvador de Cristo.

No cabe duda que el culto y la devoción a la Virgen María sigue manteniéndose por los valores de la misma medalla, pero también porque son muchas las organizaciones que han surgido en torno a ella o han encontrado un hálito de vida en ella: Sacerdotes de la Misión de San Vicente de Paúl (padres paúles) e Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl establecen en sus constituciones la importancia de la acción de María en su camino de entrega: «Divulgaremos el especial mensaje manifestado por su maternal benevolencia en la sagrada Medalla Milagrosa».

Las asociaciones que tienen su origen, directa o indirectamente, en la Medalla Milagrosa son numerosas: los Hijos e Hijas de María, hoy Juventud Mariana Vicenciana; la Asociación de la Medalla Milagrosa; la visita domiciliaria de la Virgen Milagrosa... Así como la Legión de María, fundada por el irlandés Frank Duff, para quien colocar una Medalla Milagrosa es introducir a María en un hogar y en un alma. La medalla es su mejor arma de apostolado. La Milicia de María Inmaculada, fundada por San Maximiliano Kolbe (' 14 de agosto), víctima en el campo de concentración de Auschwitz, que pide a todos los miembros de la Milicia llevar y propagar la Medalla Milagrosa y rezar todos los días la invocación de «Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti y por los que no recurren». La novena perpetua a la Milagrosa, fundada en Estados Unidos por el misionero padre Skelly... Y tantas otras que tienen en María Inmaculada de la Medalla Milagrosa su ejemplo de vida y de apostolado.

 

Iconografia: Aparece con vestiduras blancas y azules y con las manos caídas y un poco despegadas del cuerpo, con gesto de acogida misericordiosa y de ellas salen rayos.

JOSÉ MANUEL VILLAR SUÁREZ, C.M.

Más de 850.000 ingresos de turistas

Tierra Santa es cada vez más destino de peregrinaciones de cristianos y no cristianos alrededor del mundo. Así lo indican recientes cifras ofrecidas por el Ministerio de Turismo de Israel, difundidas por el Christian Media Center, medio de comunicación de la Custodia franciscana de Tierra Santa.

De acuerdo con los datos, el número de turistas -entre peregrinos y visitantes- creció un 11% en los meses de septiembre y octubre de este año, con respecto al mismo periodo del 2018.

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Jerusalén, Tierra Santa

Como detalla el medio de comunicación, se han registrado más de 850.000 ingresos de turistas, frente a los 770.000 del año anterior. En lo que va del 2019, también ha habido un aumento del número de personas, ya que de enero a octubre de este año el aumento ha sido del 10% en comparación con el 2018.

Según otros datos del Ministerio de Turismo de Israel, más de la mitad de los visitantes de Tierra Santa son menores de 44 años; y más de la mitad son cristianos.

Entre los lugares santos que más visitan los peregrinos se encuentran la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, la Iglesia de la Flagelación y la Basílica de la Anunciación.

"Algunos de los lugares que ciertamente nos han dejado sin palabras, que nos han encantado profundamente, han sido el Calvario y el Sepulcro, que representan los momentos más importantes de nuestra salvación y de nuestra redención. Allí hemos tenido la oportunidad de ver de cerca el lugar en el que Jesús fue crucificado y el lugar en el que resucitó. Este es el kerigma que queremos llevar a nuestra diócesis, a nuestras parroquias: no desesperar ante la cruz", ha indicado el peregrino Mons. José Negri, de la Diócesis de Santo Amaro, Brasil, en entrevista con el Christian Media Center.

Los datos del aumento de peregrinos son especialmente visibles para los guías turísticos de Tierra Santa, como Maristela Ciarrocchi, quien en entrevista con el medio de comunicación, señaló:

"Ni siquiera en 2000 había tantos peregrinos como hay ahora. Antes eran sobre todo evangélicos, pero actualmente los católicos están viniendo aquí para descubrir la riqueza de Tierra Santa".

Lo cierto es que en los últimos años el número de peregrinos que llegan a los santos lugares de Tierra Santa ha venido en aumento.

Este crecimiento fue notorio entre el 2016 y 2017, ya que después de registrarse 274.983 visitantes en 2016, los datos se elevaron a 411.754 en 2017. Cifra que también se elevó en 2018.

Entre los lugares de donde mayormente proceden los peregrinos se encuentran Estados Unidos, Italia, Polonia, e, incluso, Indonesia.

Con información de Christian Media Center.

Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche

Belén y su comarca ocupan un terreno suavemente ondulado. En algunas lomas, la pendiente ha sido escalonada en terrazas y se han plantado olivares; en los valles, las zonas más planas están divididas en campos de cultivo; y en las tierras sin labrar, donde enseguida aflora el estrato rocoso, crece una vegetación dispersa, típicamente mediterránea, formada por pinos, cipreses y varias especies de arbustos.

 

En esta región apacentaba David los ganados de su padre cuando fue ungido por Samuel (cfr. 1 S 16, 1-13) y, tres generaciones antes, su bisabuela Rut espigaba los campos de trigo y cebada detrás de los segadores de Booz (cfr. Rt 2, 1-17). Siglos después, cuando se cumplió el momento de la venida del Hijo de Dios a la tierra, allí tuvo lugar el primer anuncio del nacimiento de Jesús:

“Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche. De improviso un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de luz. Y se llenaron de un gran temor. El ángel les dijo: -No temáis. Mirad que vengo a anunciaros una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: hoy os ha nacido, en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre” (Lc 2, 8-12).

Aunque el relato evangélico no permite identificar con certeza el lugar de aquella aparición, los cristianos enseguida la situaron en un paraje a unos dos o tres kilómetros al este de Belén, donde hoy se encuentra el pueblo de Bet Sahur: “la casa de los vigías”. San Jerónimo lo menciona (cfr. San Jerónimo, Epistola CVIII. Epitaphium Sanctae Paulae, 10), asociándolo al emplazamiento bíblico llamado Migdaléder -“la torre de Ader” o “del rebaño”-, donde Jacob estableció su campamento tras la muerte de Raquel (cfr. Gn 35, 21).

 

 

En el periodo bizantino -siglo IV o V-, allí se edificó un santuario dedicado a los pastores, la iglesia de Jerusalén celebraba una fiesta la vigilia de la Navidad y también se veneraba una gruta. Hubo además un monasterio, pero de todo esto no quedaban más que ruinas cuando llegaron los cruzados.

Siglos después, ya en época moderna, dos lugares diferentes del pueblo Bet Sahur conservaban la memoria de las antiguas tradiciones. El primero era conocido como Der er-Ruat y se hallaba en la parte oeste de la localidad, que casi se ha convertido en un barrio de Belén. Allí había restos de un pequeño santuario bizantino. Actualmente existen en esa zona una iglesia ortodoxa, construida en 1972, y la parroquia católica, edificada en 1951 y dedicada a la Virgen de Fátima y a santa Teresita de Lisieux.

 

Restos de los monasterios del Campo de los pastores. Firma: Leobard Hinfelaar.

 

El segundo de los lugares, distante casi un kilómetro hacia el nordeste, se encontraba en el sitio de Siyar el-Ghanam, “el campo de los pastores”. En una ladera donde abundan las grutas naturales, había un terreno con ruinas que fue adquirido por los franciscanos en el siglo XIX. Las excavaciones realizadas entre 1951 y 1952 -continuación de otras parciales de 1859- sacaron a la luz dos monasterios que estuvieron habitados del siglo IV al VIII.

La iglesia del primero habría sido demolida en el siglo VI y reconstruida sobre su misma planta, pero desplazando el ábside ligeramente hacia el este, lo que sugiere una relación con algún recuerdo particular. El complejo contaba con numerosas instalaciones agrícolas -prensas, piletas, silos, cisternas- y aprovechaba las cuevas de la zona. Estas habrían sido utilizadas ya en tiempos de Jesús, a juzgar por los hallazgos de piezas de cerámica pertenecientes a la época herodiana. También se conservan los vestigios de una torre de guardia.

 

Sobre una roca que domina esas ruinas del Campo de los pastores, la Custodia de Tierra Santa edificó entre 1953 y 1954 el santuario del Gloria in excelsis Deo, donde se conmemora el primer anuncio del nacimiento de Cristo. Se llega a través de un paseo enlosado, flanqueado por pinos y cipreses. La vista desde el exterior, con la planta en forma de decágono y los muros inclinados, pretende recordar una tienda de nómadas.

En el interior, destaca el altar en el centro; en las paredes, en tres ábsides, se reproducen las escenas evangélicas: la aparición celestial, los pastores dirigiéndose a Belén y la adoración del Niño. El torrente de luz que entra a través de la cúpula acristalada trae a la memoria la que rodeó a aquellos hombres. Diez figuras de ángeles, junto con el canto que entonaron, decoran el tambor: gloria in altissimis Deo et in terra pax hominibus bonæ voluntatis (Lc 2, 14).

 

Diez ángeles rodean el tambor de la cúpula. Firma: Berthold Werner (Wikimedia Commons).

 

La milicia celestial

Los pastores estaban escuchando el mensaje, envueltos en una nube de luz, cuando de pronto apareció junto al ángel una muchedumbre de la milicia celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres en los que Él se complace» (Lc 2, 13-14). Considerando este pasaje, Benedicto XVI hace hincapié en un detalle:

«Para los cristianos estuvo claro desde el principio que el hablar de los ángeles es un cantar, en el que se hace presente de modo palpable todo el esplendor de la gran alegría que ellos anuncian. Y así, desde aquel momento hasta ahora el canto de alabanza de los ángeles jamás ha cesado»

(Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, La infancia de Jesús, p. 80).

De modo particular, aquel coro resuena a través de los siglos en el himno del Gloria, que muy pronto la Iglesia incorporó a la liturgia. «A las palabras de los ángeles, desde el siglo II, se añadieron algunas aclamaciones: "Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias"; y más tarde otras invocaciones:

"Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, tú que quitas el pecado del mundo...", hasta formular un armonioso himno de alabanza que se cantó por primera vez en la misa de Navidad y luego en todos los días de fiesta. Insertado al inicio de la celebración eucarística, el Gloria quiere subrayar la continuidad que existe entre el nacimiento y la muerte de Cristo, entre la Navidad y la Pascua, aspectos inseparables del único y mismo misterio de salvación» (Benedicto XVI, Audiencia general, 27-XII-2006).

Al recitar o cantar el Gloria durante la Santa Misa -en los días y tiempos prescritos por la liturgia-, toca a cada uno tener presentes estos misterios, en los que contemplamos a Jesús hecho hombre para cumplir la voluntad del Padre, revelarnos el amor que nos tiene, redimirnos, restablecernos en nuestra vocación de hijos de Dios (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 516-518).

Si nos unimos sinceramente al himno angélico no solo de palabra sino con la vida entera, alimentaremos el deseo de imitar a Cristo, de cumplir también nosotros la voluntad de Dios y de darle gloria.

 

 

Gloria a Dios en lo más alto de los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Que la paz de Cristo triunfe en vuestros corazones, escribe el apóstol. La paz de sabernos amados por nuestro Padre Dios, incorporados a Cristo, protegidos por la Virgen Santa María, amparados por San José. Esa es la gran luz que ilumina nuestras vidas y que, entre las dificultades y miserias personales, nos impulsa a proseguir adelante animosos (Es Cristo que pasa, 22).

 

En el altar, una inscripción recuerda la contribución de Canadá a la construcción del santuario. Firma: Jamie Lynn Ross

 

Tras escuchar el jubiloso anuncio de los ángeles, los pastores “vinieron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho” (Lc 2, 15-18).

Resulta lógico que los pastores se apresuraron, pues sin esperarlo se descubrieron testigos de un momento histórico. En la vida espiritual y en el apostolado, la docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo reclama aprovechar las ocasiones en el momento en que se presentan; y esa urgencia, lejos de agobiar, es expresión de amor: cuando se trabaja única y exclusivamente por la gloria de Dios, todo se hace con naturalidad, sencillamente, como quien tiene prisa y no puede detenerse en "mayores manifestaciones", para no perder ese trato -irrepetible e incomparable- con el Señor (Surco, 555).

 

 

Este relato evangélico localizado en Belén y sus alrededores termina con la dicha de los pastores: “regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según les fue dicho” (Lc 2, 20). Pero antes, san Lucas revela un detalle íntimo: “María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón” (Lc 2, 19). Procuremos nosotros imitarla, tratando con el Señor, en un diálogo enamorado, de todo lo que nos pasa, hasta de los acontecimientos más menudos. No olvidemos que hemos de pesarlos, valorarlos, verlos con ojos de fe, para descubrir la Voluntad de Dios (Amigos de Dios, 285).

 

Santuario del Gloria in excelsis Deo, en Siyar el-Ghanam. Firma: Alfred Driessen.

 

 

Gloria TV

Benedicto XVI presenta la figura de San Columbano

El Papa propone a san Columbano como “verdadero santo europeo”

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 11 junio 2008

El Papa Benedicto XVI propuso este miércoles, durante la audiencia general que tuvo lugar en la plaza de San Pedro, una reflexión sobre la figura de san Columbano, "verdadero santo europeo", según el Pontífice.

De este santo monje irlandés, el Papa destacó su gran cultura, la firmeza de su fe y su incansable labor evangelizadora en toda Europa.

"Con su energía espiritual, con su fe, con su amor por dios y por el prójimo, realmente fue uno de los Padres de Europa: él nos muestra también hoy a nosotros dónde están las raíces de las cuales puede renacer esta Europa nuestra", afirmó.

El mensaje de san Columbano, dijo el Papa, "se concentra en una firme llamada a la conversión y al desprendimiento de los bienes terrenos con vista a la herencia eterna. Con su vida ascética y su comportamiento sin compromisos frente a la corrupción de los poderosos, evoca la figura severa de san Juan Bautista".

Sin embargo, su austeridad "nunca fue un fin en sí misma, sino sólo el medio para abrirse libremente al amor de Dios y corresponder con todo su ser a los dones recibidos de él, reconstruyendo así en sí mismo la imagen de Dios y, al mismo tiempo, roturando la tierra y renovando la sociedad humana".

El Papa citó una palabras del santo abad, en su obra Instructiones: "Si el hombre usa rectamente las facultades que Dios ha concedido a su alma, entonces será semejante a Dios... nos ha enseñando el modo con sus mandamientos. El primero de ellos es el de amar al Señor con todo el corazón, porque él nos amó primero, desde el inicio de los tiempos, antes de que nosotros viniéramos a la luz de este mundo".

"Estas palabras, el santo irlandés las encarnó realmente en su vida. Hombre de grande cultura -escribió también poesía en latín y un libro de gramática- se reveló rico de dones de gracia. Fue un incansable constructor de monasterios, como también intransigente predicador penitencial, gastando todas sus energías en alimentar las raíces cristianas de la Europa que estaba naciendo".

San Columbano, abad

Columbano, según explicó el Papa, nació alrededor del año 543 en Leinster (sureste de Irlanda). A los veinte años entró en el monasterio de Bangor, donde fue ordenado sacerdote.

A los cincuenta años, siguiendo el ideal ascético irlandés de la peregrinatio pro Christo, "Columbano dejó la isla para acometer, junto con doce compañeros una obra misionera en el continente europeo". Llegados a Francia, fundaron el primer eremitorio en Annegray y otros dos en Luxeuil y Fontaine.

"El monasterio se convertiría en el centro de la irradiación monástica y misionera de tradición irlandesa sobre el continente europeo". El Papa se refirió también a las fricciones que tuvo el santo conlos obispos franceses y con el rey Teodorico, por su defensa de la tradición litúrgica irlandesa y de la moralidad de las costumbres.

Expulsado de Francia, Columbano pasó a territorios alemanes, y de allí a Italia. Acogido por la corte logombarda, fundó el monasterio de Bobbio, donde falleció en el año 615.

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Francisco ha dejado un recuerdo imborrable en Tailandia tras su visita de tres días, con grandes mensajes para todo el mundo.

En su primer encuentro con las autoridades, y ante el primer ministro, el general Prayuth Chan-ocha, agradeció los esfuerzos del país por erradicar el turismo sexual y la prostitución infantil.

FRANCISCO

“Pienso en todas aquellas mujeres y niños de nuestro tiempo que son particularmente vulnerados, violentados y expuestos a toda forma de explotación, esclavitud, violencia y abuso. Manifiesto mi reconocimiento al gobierno tailandés por sus esfuerzos para extirpar este flagelo”.

El mensaje al Patriarca Supremo de los Budistas de Tailandia fue el regalo. Francisco le entregó el documento sobre la fraternidad humana que firmó en Abu Dhabi junto al gran imán de Al-Azhar. De este modo, incluye a los budistas en este proyecto de diálogo.

En el hospital católico más importante del país, el Papa pidió a médicos y enfermeras que no se conformen con cumplir su trabajo.

FRANCISCO

“Deben ir más allá, abiertos a lo imprevisible. Recibir y abrazar la vida como llega a la emergencia del hospital para ser atendida con una piedad especial, que nace del respeto y amor a la dignidad de todos los seres humanos”.

Y en la Misa más multitudinaria de la visita, recordó a los católicos que tienen que tratar a los marginados como si fueran de su propia familia.

FRANCISCO

“Pienso especialmente en esos niños, niñas y mujeres, expuestos a la prostitución y a la trata, desfigurados en su dignidad más auténtica; en esos jóvenes esclavos de la droga y el sin sentido que termina por nublar su mirada y cauterizar sus sueños; pienso en los migrantes despojados de su hogar y familias, así como tantos otros que, como ellos, pueden sentirse olvidados, huérfanos, abandonados”.

 

 

El Papa también animó a las religiosas y a los religiosos que trabajan en Tailandia. Un país en el que los católicos son casi el 0,6% de la población.

FRANCISCO

“Les pido que, por favor, no cedan a la tentación de pensar que son pocos, piensen más bien que son pequeños instrumentos en las manos creadoras del Señor. Él irá escribiendo con sus vidas las mejores páginas de la historia de salvación en estas tierras”.

A los obispos les pidió que estén cerca de la gente y que cuiden de sus sacerdotes, religiosas y laicos.

FRANCISCO

Me gusta señalar que la misión, antes que actividades para realizar o proyectos para implementar, requiere una mirada y un olfato a cultivar; requiere una preocupación paternal y maternal porque la oveja se pierde cuando el pastor la da por perdida, nunca antes.

Como el diálogo interreligioso era una de las claves del viaje, Francisco visitó una universidad para saludar a los líderes de las demás religiones. Les recordó que pueden hacer mucho para ayudar a las personas a resolver sus diferencias.

FRANCISCO

“Hoy es tiempo de atreverse a imaginar la lógica del encuentro y del diálogo mutuo como camino, la colaboración común como conducta y el conocimiento recíproco como método y criterio. Y, de este modo, ofrecer un nuevo paradigma para la resolución de conflictos, contribuir al entendimiento entre las personas y salvaguardar la creación”.

La última ceremonia del Papa en Tailandia fue una Misa para jóvenes. Francisco les dijo que la Iglesia cuenta con ellos.

FRANCISCO

“El Señor sabe que por medio de ustedes, jóvenes, entra el futuro en estas tierras y en el mundo, y con ustedes cuenta para llevar adelante su misión hoy. Así como Dios tenía un plan para el pueblo elegido, también tiene un plan para cada uno de ustedes”.

El otro protagonista del viaje fue el pueblo tailandés. De ellos, el Papa destacó su continua sonrisa y sus modos elegantes y delicados.

 

Rome Reports

SAN CLEMENTE ROMANO NOS HABLA DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Nos habla san Clemente Romano. Siglo I. Los primeros cristianos están dispuestos a dar su vida por la unidad de la Iglesia. Se esfuerzan por mantener unido el rebaño de Cristo, que empieza  a verse atacado y zarandeado por herejías, infidelidad, etc.

 

TEXTOS DE LOS PRIMEROS SIGLOS SOBRE LA UNIDAD DE LA IGLESIA

1. (De San Clemente, que ocupó la sede romana en los últimos años del siglo primero, se conserva una carta a la Iglesia de Corinto, en la que exhorta a aquella comunidad, amenazada de graves disensiones internas, a mantenerse en la unidad…)

Pediremos con insistente súplica, haciendo nuestra oración, que el artífice de todas las cosas guarde integro en todo el mundo el número contado de sus elegidos, por medio de su amado Hijo Jesucristo. (SAN CLEMENTE ROMANO, Epístola a los Corintios, 59, 2 – 61, 3)

 

2. (Es un ejemplo maravilloso de oración por la unidad, en primer lugar en la petición por los más necesitados…)

Te pedimos, Señor, que seas nuestra ayuda y defensa. Libra a aquellos de entre nosotros que se hallan en tribulación, compadécete de los humildes, levanta a los caídos, socorre a los necesitados, cura a los enfermos, haz volver a los miembros de tu pueblo que se han desviado; da alimento a los que padecen hambre, libertad a nuestros cautivos, fortaleza a los débiles, consuelo a los pusilánimes; que todos los Pueblos de la tierra sepan que Tú eres Dios y no hay otro, y que Jesucristo es tu siervo, y que nosotros somos tu pueblo, el rebaño que Tú guías. (SAN CLEMENTE ROMANO, Epístola a los Corintios,59, 2–61, 3)

 

3. Militemos, pues, hermanos, con todo fervor bajo sus órdenes intachables. Consideremos a los que se alistan bajo las banderas de nuestros emperadores. ¡Con qué disciplina, con qué prontitud, con qué sumisión ejecutan cuanto se les ordena! No todos son prefectos, ni todos tribunos, ni centuriones, ni quincuagenarios y así de los demás grados, sino que«cada uno en su propio orden» (1 Cor 15, 23) ejecuta lo mandado por el emperador y por los jefes superiores. Los grandes no pueden subsistir sin los pequeños ni los pequeños sin los grandes. En todo hay cierta templanza y en ello radica la utilidad. (SAN CLEMENTE ROMANO, Epístola a los Corintios, 37-38)

 

4. Tomemos el ejemplo de nuestro cuerpo: la cabeza nada puede sin los pies, ni los pies sin la cabeza; los miembros más insignificantes de nuestro cuerpo son necesarios y útiles al cuerpo entero y colaboran mutuamente en bien de la conservación del cuerpo entero. Que se conserve también entero este cuerpo que formamos en Cristo Jesús. (SAN CLEMENTE ROMANO, Epístola a los Corintios, 37-38)

 Del libro:
ORAR CON LOS PRIMEROS CRISTIANOS
Gabriel Larrauri (Ed. Planeta)

Se descubrió los restos de una iglesia, quizás del siglo III

Habitado desde la era del Calcolítico, Meguido siempre ha tenido una importancia estratégica extraordinaria y ha sido disputado por pueblos y ejércitos. Hasta la era cristiana.

 

La colina Meghiddo (en árabe Tell el-Mutesellim , "colina del comandante") es sin duda uno de los sitios arqueológicos más interesantes y fascinantes de Tierra Santa, gracias a su larga historia y posición estratégica. La ciudad fortificada de Meguido dominaba la llanura de Jezreel-Esdrelon desde el oeste y controlaba la Via Maris , cerca de Wadi 'Ira, un punto de conexión con la llanura de Sharon al sur. El asentamiento establecido más antiguo se remonta al período calcolítico (3200 aC). De las excavaciones arqueológicas parece que la población de esa época era seminómada. Más tarde, la narración fue habitada por cananeos, hicsos, egipcios, israelitas, asirios, babilonios, griegos y romanos.

Fue en el año 1457-1456 a. C. cuando el área fue escenario de una de las mayores batallas de la historia antigua que creó su mito. Con la conquista del faraón Tutmosis III comenzó el dominio egipcio en la región de Canaán, que duró aproximadamente cuatro siglos. Esta es la primera batalla históricamente documentada: se describe en detalle en los jeroglíficos encontrados en las paredes del templo de Thutmosis III en el Alto Egipto.

 

Meghiddo, la ciudad fortalezaUna vista aérea de la colina de Meguido, en Galilea (Israel). (foto Avram Graicer)

 

El otro gran evento de guerra del cual Meghiddo fue teatro, se libró en 609 a. C. entre los ejércitos egipcios, liderados por el faraón Necho II, y los del Reino de Judá, comandados por el rey Josías. La victoria del ejército egipcio fue plena. Y Josías mismo pereció en la batalla. Para todo el pueblo de Israel, la batalla se ha convertido en sinónimo de ruina y destrucción total, dando lugar al término Armagedón.

Los arqueólogos han encontrado 26 capas de antiguas ruinas de la ciudad en el relato de Meghiddo. Una señal de que el lugar ha estado continuamente habitado desde los albores de los tiempos hasta la era cristiana.

En 2005, el arqueólogo israelí Yotam Tepper de la Universidad de Tel Aviv descubrió los restos de una iglesia, quizás del siglo III, antes del Edicto de Milán de 313, al pie de la antigua ciudad. mosaico de unos 54 metros cuadrados con una inscripción en griego que muestra una inscripción dedicatoria al "dios Jesucristo". 

El mosaico está bien conservado y presenta figuras geométricas e imágenes de peces, el símbolo cristiano cuya palabra, en griego, es el acrónimo de "Jesucristo Hijo de Dios Salvador". Según algunos estudiosos, sería la iglesia cristiana más antigua descubierta en el contexto israelí-palestino. Las ruinas, quizás de un monasterio, se encontraron entre los cimientos de una penitenciaría en uso. Una inscripción en la iglesia menciona a un oficial romano, Gaiano, quien ofreció sus posesiones para hacer el mosaico y dar un lugar de oración a la primera comunidad cristiana de Meguido.

 

Terrasanta.net

Discípulos de San Pablo

Filemón († 68) es un cristiano de las primeras comunidades, líder de la Iglesia en Colosas, a quien Pablo destina una de sus cartas. Dicha carta, que lleva su nombre, hace parte de los textos canónicos del Nuevo Testamento de la Biblia.

Al convertirse al cristianismo, Filemón vivía en Colosas, junto a su esposa Apia, al parecer eran ricos, porque poseían algunos esclavos, entre ellos Onésimo, el cual se había escapado de su amo, y es el motivo por el que Pablo le escribe la carta, para que Filemón acogiera a Onésimo no más como esclavo, sino como hermano en Cristo. En su casa acogía una comunidad cristiana. Según se deduce de la carta escrita por Pablo, debía ser un signo de fortaleza y ejemplo de fe, para los cristianos de Colosas.

Conocemos a Filemón por la carta que san Pablo le dirige desde su cautiverio romano, la carta más breve del epistolario paulino, apenas 25 versículos, y de la que la autoría directa del Apóstol no ofrece dudas. Aunque de poca extensión, el escrito es de gran importancia, porque ayudó desde los albores de la relación entre la fe cristiana y las instituciones civiles a tratar de orientarse en el delicado problema de cómo convivir con una institución con la esclavitud, tan contraria al espíritu de nuestra fe. Aun hoy la carta puede ser aplicada a repensar otros problemas, igualmente espinosos, en esa misma relación. Pero el objeto de la conmemoración del martirologio -y de esta hagiografía- no es abordar ese interesante tema, sino trazar una semblanza de Filemón y Apia, lo más amplia posible, a partir de los datos que poseamos.

Y lo primero que debemos reconocer es que esos datos son muy escasos. La carta habla en todo momento a Filemón, pero no se dirige particularmente a él, sino que se presenta dirigida «a nuestro querido amigo y colaborador Filemón, a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas, Arquipo, y a la Iglesia de tu casa» (vv 1-2). Pablo va a tratar un tema humanamente delicado (el delito de Onésimo, su transformación interior por la fe, la actitud justiciera o misericordiosa que pueda tomar Filemón cuando recupere al prófugo), y posiblemente el Apóstol quiere que ese tema se charle en la comunidad, que no sea una decisión exclusiva de Filemón. estamos posiblemente a inicios de los años 60, y las «iglesias» no eran aun edificios consagrados, ni siquiera espacios específicos, sino comunidades familiares o posiblemente vecinales, siguiendo en esto costumbres que venían ya del judaísmo de la gentilidad. Así que Pablo se dirige «a la Iglesia de tu casa». Eso nos indica que se reunían en lo de Filemón, pero no significa, ni puede deducirse de allí, que fuera el «presidente» de esas reuniones, o que tuviera un cargo directivo en la comunidad. En realidad tampoco puede deducirse lo contrario.

A tenor del versículo 19, podemos entender que la conversión de Filemón fue una tarea personal del Apóstol: «Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño; yo te lo pagaré... Por no recordarte deudas para conmigo, pues tú mismo te me debes». Posiblemente, Filemón era de posición acomodada, no sólo porque pusiera su casa a disposición de la comunidad, sino por la alusión que hace Pablo en el v.5 «tengo noticia de tu caridad y de tu fe para con el Señor Jesús y para bien de todos los santos»; parece un poco aventurado, sin embargo, afirmar que fuera comerciante de lanas, o concretar más que lo que pueda razonablemente surgir de la carta. Todo apunta a Colosas ya que, aunque la Carta a los Colosenses tiene sus propios problemas de autoría y fecha, se nombran algunos personajes en común, e incluso se dice que esa carta (la de Colosenses) va en manos de Tíquico y Onésimo, posiblemente el mismo esclavo objeto de la carta a Filemón; pero hay que reconocer que la carta no da otros elementos para localizar al personaje con más precisión.

Apfia (transcripta en el martirologio en español como Apia) sólo es mencionada en el versículo 2. Tradicionalmente se la supone esposa de Filemón, pero hay que reconocer que no hay demasiada base para afirmarlo, sólo la vaga idea de que las comunidades familiares solían comprender a toda la casa, y mucho más si el convertido era el marido, pero no deja de ser una hipótesis. Mucho más lo es la afirmación, que ya pasa un poco de hipótesis a «peregrina idea», de que Arquipo, el otro mencionado en el encabezado, sea el hijo de ese matrimonio, como se lee en muchos estudios. No hay apoyo alguno para esa identificación.

Aquí acaba, y no es poco tratándose de personajes «secundarios» del Nuevo Testamento, todo lo que podemos decir a ciencia cierta sobre Filemón y Apfia. Más allá del texto comienza la leyenda que, como cualquiera puede imaginar, llega a informarnos de detalles insospechados: Filemón llegó a ser obispo de Colosas, o tal vez de Gaza; en el ministerio fue ayudado estrechamente por Onésimo, y murió mártir, posiblemente en Éfeso, junto con Apfia; los dos esposos enterrados hasta la altura del pecho y apedreados, en tiempos de Nerón, el día de la fiesta de Diana. esta forma de la leyenda era la que traía el Martirologio Romano anterior, pero hay muchas otras variantes. El Martirologio actual no los inscribe como mártires, ni como obispo a Filemón.

Cualquier comentario a la epístola a Filemón comenzará por tratar los escasos datos sobre el destinatario de la carta; puede leerse en la Biblioteca de ETF, el Comentario Bíblico San Jerónimo (el "original" o el "nuevo"), en los dos casos por J. Fitzmyer, el Cuaderno bíblico Verbo Divino nº 33, por Simon Légasse, o el Comentario de Ratisbona, por Karl Staab. Cuando se presentan estas conmemoraciones suelen ser buena ocasión par la lectura directa de textos bíblicos que a veces tenemos puestos a un costado, así que, cómo no, el mejor homenaje a Filemón es leer hoy mismo la breve carta que el Apóstol le envió.

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