El Trisagio Angélico a la Santísima Trinidad

Para preparar la fiesta de la Santísima Trinidad con esta devoción milenaria

La Santísima Trinidad es el misterio central de nuestra fe. Es la fuente de todas las gracias y el misterio inefable de la vida íntima de Dios. La fiesta, que se celebra el domingo después de Pentecostés, fue establecida para todo Occidente en 1134 por el Papa Juan XII.

El Trisagio Angélico se reza durante tres días, empezando el viernes antes de esta fiesta. Es una oración de adoración y alabanza a la Trinidad Beatísima.

Trisagio Santisima Trinidad

Conoce la oración más antigua a la Santísima Trinidad: el Trisagio

La oración del Trisagio (palabra que significa «tres veces Santo»), o Trisagio Seráfico o Angélico, como también se le conoce a esta oración, es la más antigua que tenemos a la Santísima Trinidad. Pues, de hecho, está compuesta principalmente por las palabras que hallamos en el libro del Profeta Isaías, cuando aún el misterio mismo de la Trinidad no se había revelado a los hombres. Un breve pasaje del profeta nos narra una visión mística:

«El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado, y sus haldas llenaban el templo. Unos serafines se mantenían erguidos por encima de él; cada uno tenía seis alas: con un par se cubrían la faz, con otro par se cubrían los pies, y con el otro par aleteaban. Y se gritaban el uno al otro: «Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.». Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que clamaban, y la Casa se llenó de humo. Y dije: «¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahveh Sebaot han visto mis ojos!» Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo: «He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado.» Y percibí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré? ¿y quién irá de parte nuestra»? Dije: «Heme aquí: envíame.»» (Isaías 6, 1-8)

 

 

El Trisagio Angélico se reza durante tres días, empezando el viernes antes de esta fiesta. Es una oración de adoración y alabanza a la Trinidad Beatísima.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo. Amén
.

V. Señor, ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

V. Gloria al Padre…
R. Como era en el principio…

 

Primera decena


En primer lugar, dicen todos la deprecación Santo Dios… ; después, como de costumbre, alternan la oración dominical el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) y los demás; a continuación, se repiten nueve veces los versos siguientes, diciendo el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) A Ti la alabanza… y respondiendo todos: Santo...; al terminar se añade: Gloria al Padre

 

Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
ten misericordia de nosotros.

Padre nuestro…

V. A Ti la alabanza, a ti la gloria,
a Ti hemos de dar gracias por los siglos
de los siglos, ¡oh Trinidad beatísima!

R. Santo, Santo, Santo Señor Dios
de los ejércitos. Llenos están los
cielos y la tierra de tu gloria.

V. Gloria al Padre…

R. Como era en el principio…

 

Las Otras dos decenas se dicen del mismo modo, comenzando por las palabras Santo Dios...
Al terminar la última decena, todos dicen la siuiente antífona.

Antífona

A ti Dios Padre no engendrado,
a ti Hijo unigénito,
a ti Espíritu Santo Paráclito,
santa e indivisa Trinidad,
con todas las fuerzas de nuestro corazón
y de nuestra voz, te reconocemos, alabamos y bendecimos;
gloria a ti por los siglos de los siglos.

V. Bendigamos al Padre, y al Hijo, con el Espíritu Santo.

R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.

 

Oración

Oh Dios todopoderoso y eterno,
que con la luz de la verdadera fe
diste a tus siervos conocer la gloria
de la Trinidad eterna, y adorar la Unidad en el poder de tu majestad:

haz, te suplicamos, que, por la
firmeza de esa misma fe, seamos defendidos
siempre de toda adversidad.

Por Cristo nuestro Señor

R. Amén.

 

Líbranos, sálvanos, vivifícanos, ¡oh Trinidad beatísima!

 

 

Santísima Trinidad Trisagio

Ver en Wikipedia

 

 

El Trisagio Angélico a la Santísima Trinidad

Para preparar la fiesta de la Santísima Trinidad con esta devoción milenaria

La Santísima Trinidad es el misterio central de nuestra fe. Es la fuente de todas las gracias y el misterio inefable de la vida íntima de Dios. La fiesta, que se celebra el domingo después de Pentecostés, fue establecida para todo Occidente en 1134 por el Papa Juan XII.

 

El Trisagio Angélico se reza durante tres días, empezando el viernes antes de esta fiesta. Es una oración de adoración y alabanza a la Trinidad Beatísima.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo. Amén
.

V. Señor, ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

V. Gloria al Padre…
R. Como era en el principio…

 

Primera decena


En primer lugar, dicen todos la deprecación Santo Dios… ; después, como de costumbre, alternan la oración dominical el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) y los demás; a continuación, se repiten nueve veces los versos siguientes, diciendo el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) A Ti la alabanza… y respondiendo todos: Santo...; al terminar se añade: Gloria al Padre….

 

Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
ten misericordia de nosotros.

Padre nuestro…

V. A Ti la alabanza, a ti la gloria,
a Ti hemos de dar gracias por los siglos
de los siglos, ¡oh Trinidad beatísima!

R. Santo, Santo, Santo Señor Dios
de los ejércitos. Llenos están los
cielos y la tierra de tu gloria.

V. Gloria al Padre…

R. Como era en el principio…

 

Las Otras dos decenas se dicen del mismo modo, comenzando por las palabras Santo Dios…
Al terminar la última decena, todos dicen la siuiente antífona.

Antífona

A ti Dios Padre no engendrado,
a ti Hijo unigénito,
a ti Espíritu Santo Paráclito,
santa e indivisa Trinidad,
con todas las fuerzas de nuestro corazón
y de nuestra voz, te reconocemos, alabamos y bendecimos;
gloria a ti por los siglos de los siglos.

V. Bendigamos al Padre, y al Hijo, con el Espíritu Santo.

R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.

 

Oración

Oh Dios todopoderoso y eterno,
que con la luz de la verdadera fe
diste a tus siervos conocer la gloria
de la Trinidad eterna, y adorar la Unidad en el poder de tu majestad:

haz, te suplicamos, que, por la
firmeza de esa misma fe, seamos defendidos
siempre de toda adversidad.

Por Cristo nuestro Señor

R. Amén.

 

Líbranos, sálvanos, vivifícanos, ¡oh Trinidad beatísima!

 

 

trisagio  angelico
Santísima Trinidad

Ver en Wikipedia

 

----------------------------------------------------

EN LATÍN -

 

In nómine Patris et
Fílii et Spiritus Sancti.
Amen.
V. Dómine, lábia mea apéries.
R. Et os meum annuntiábit
láudem tuam.
V. Deus, in adiutórium
meum inténde.
R. Dómine, ad adiuvándum
me festína.
V. Glória Patri...
R. Sicut erat in princípio...

 

Sanctus Deus, Sanctus fortis,
Sanctus immortális, miserére nobis.
Pater noster...
V. Tibi laus, Tibi glória, Tibi
gratiárum áctio in sæcula
sempitérna, o Beáta Trínitas!
R. Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dóminus Deus exercítuum.
Pleni sunt cceli et terra gloria tua.
V. Glória Patri...
R. Sicut erat...

 

Antiphona.

Te Deum
Patrem ingénitum,
te Fílium unigénitum,
te Spíritum Sanctum
Paráclitum, sanctam
et indivíduam Trinitátem,
toto corde et ore confitémur,
laudámus atque benedícimus:
Tibi glória in sæcula.

V. Benedicámus Patrem,
et Fílium cum Sancto Spíritu.
R. Laudémus et superexaltémus
eum in sæcula.

 

Oremus:

Omnípotens
sempitérne Deus, qui dedísti
fámulis tuis in confessióne
veræ fídei, ætérne Trinitátis
glóriam agnóscere, et in
poténtia maiestátis adoráre
Unitátem; quæsumus,
ut eiúsdem fídei firmitáte,
ab ómnibus semper muniámur
adversis. Per Chrístum
Dóminum nóstrum.

 

R. Amen.

 

 

Líbera nos, salva nos,
vivífica nos, o Beáta Trínitas!

trisagio  angelico Santísima Trinidad -

Santísima Trinidad. Masaccio

 

 

 

El Trisagio Angélico a la Santísima Trinidad

Para preparar la fiesta de la Santísima Trinidad con esta devoción milenaria

La Santísima Trinidad es el misterio central de nuestra fe. Es la fuente de todas las gracias y el misterio inefable de la vida íntima de Dios. La fiesta, que se celebra el domingo después de Pentecostés, fue establecida para todo Occidente en 1134 por el Papa Juan XII.

 

El Trisagio Angélico se reza durante tres días, empezando el viernes antes de esta fiesta. Es una oración de adoración y alabanza a la Trinidad Beatísima.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo. Amén
.

V. Señor, ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

V. Gloria al Padre…
R. Como era en el principio…

 

Primera decena


En primer lugar, dicen todos la deprecación Santo Dios… ; después, como de costumbre, alternan la oración dominical el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) y los demás; a continuación, se repiten nueve veces los versos siguientes, diciendo el sacerdote (o el que dirige el rezo de las oraciones) A Ti la alabanza… y respondiendo todos: Santo...; al terminar se añade: Gloria al Padre

 

Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
ten misericordia de nosotros.

Padre nuestro…

V. A Ti la alabanza, a ti la gloria,
a Ti hemos de dar gracias por los siglos
de los siglos, ¡oh Trinidad beatísima!

R. Santo, Santo, Santo Señor Dios
de los ejércitos. Llenos están los
cielos y la tierra de tu gloria.

V. Gloria al Padre…

R. Como era en el principio…

 

Las Otras dos decenas se dicen del mismo modo, comenzando por las palabras Santo Dios...
Al terminar la última decena, todos dicen la siuiente antífona.

Antífona

A ti Dios Padre no engendrado,
a ti Hijo unigénito,
a ti Espíritu Santo Paráclito,
santa e indivisa Trinidad,
con todas las fuerzas de nuestro corazón
y de nuestra voz, te reconocemos, alabamos y bendecimos;
gloria a ti por los siglos de los siglos.

V. Bendigamos al Padre, y al Hijo, con el Espíritu Santo.

R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.

 

Oración

Oh Dios todopoderoso y eterno,
que con la luz de la verdadera fe
diste a tus siervos conocer la gloria
de la Trinidad eterna, y adorar la Unidad en el poder de tu majestad:

haz, te suplicamos, que, por la
firmeza de esa misma fe, seamos defendidos
siempre de toda adversidad.

Por Cristo nuestro Señor

R. Amén.

 

Líbranos, sálvanos, vivifícanos, ¡oh Trinidad beatísima!

 

 

Santísima Trinidad Trisagio

Ver en Wikipedia

 

El primer jueves siguiente a la celebración de la Solemnidad de Pentecostés

Ese día se celebra la festividad de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, tanto en España, como en algunos otros países, aunque aún no está elevada aún a festividad universal.

Origen de la fiesta

La fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, fue introducida en España en 1973. Posteriormente fue solicitada por numerosos Episcopados de todo el mundo.

Aunque en algunos misales de principios del siglo XX ya se encontraba la Misa de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, esta festividad, de origen español, obtuvo la aprobación de la Santa Sede en 1971. Comenzó a ser festividad litúrgica el 22 de agosto de 1973 gracias al esfuerzo de S.E.R. D. José María García Lahiguera, Arzobispo de Valencia, fijando su celebración en el jueves siguiente a la solemnidad de Pentecostés. Fue incluida en el calendario litúrgico en 1974. En 1996, San Juan Pablo II, agregó los textos de la Liturgia de las Horas, que habían sido enviados desde Madrid

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Nuestro Señor Jesucristo es el sacerdote de la Nueva Alianza que nos ha reconciliado con Dios y nos ha llamado a formar parte de su Iglesia, haciéndonos hijos del Padre.

En muchas diócesis se celebra también en este día la Jornada de santificación de los sacerdotes.

En el Nuevo Testamento, no se utiliza el término «sacerdote» para referirse sólo a los ministros. Este término se reserva especialmente para denominar a Cristo y a todo el pueblo de Dios, unidos como un Sacerdocio real, tal cual lo indica Pedro en su segunda carta:

"Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz" (1 Pedro 2,9)

Un famoso pasaje de Hebreos explica el Sumo Sacerdocio de Jesucristo de la siguiente manera:

"Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hebreos 4,14-16)

En relación con Cristo, la carta a los Hebreos interpreta su sacrificio, en oposición a los sacrificios de los sacerdotes de la antigua alianza, como el nuevo, único y definitivo sacerdocio:

"Así también Cristo no se apropió la gloria de ser sumo sacerdote, sino que Dios mismo le había dicho: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre igual que Melquisedec" (Hebreos 5,5-6)

La misma carta a los Hebreos también añade lo siguiente:

"Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos" (Hebreos 9,11)

 

 

Profetas, Sacerdotes y Reyes

Mediante el bautismo, todos hemos sido configurados con Cristo Profeta, Sacerdote y Rey. Nuestra vida es sacerdotal en la medida en que, unida a la suya, se convierte en una completa oblación al Padre.

La celebración de la fiesta de Jesucristo, Sumo Sacerdote y Rey, debe ser contemplada, para todos los católicos, como un día intensamente sacerdotal. Un día para amar y adorar el sacerdocio de Jesucristo, que a su vez está aunado al sacerdocio de todos sus ministros.

Hoy es un día para agradecer a Jesús habernos regalado este precioso don a toda la humanidad, en la que cada día, en cada Iglesia del mundo, cada presbítero hace presente, mediante la consagración de las dos especies, a Jesucristo, el Hijo de Dios altísimo.

Todos los cristianos, debemos de tomar este día como una gran jornada de oración por la santidad de todos los Sacerdotes, unirnos con fe y esperanza, en comunión con todos los Santos, sintiéndonos verdaderamente parte del Cuerpo místico de Cristo, para así pedir, al Dueño de la mies, para que envíen y hayan muchos y santos Sacerdotes.

Oración por los Sacerdotes

Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario, pongas en ellos tu corona de luz en vez de tu corona de espinas.

Que cuando, día a día, te traigan al pan convertido en tu cuerpo, ello no se les vuelva rutina, sino diario milagro.

Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos entregas.

Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos, sigan sintiendo que «Dios alegra su juventud».

Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y perfectamente divinos.

Que cuando el desánimo y la debilidad los agobien en el camino de su calvario, estés Tú, como Cirineo, para llevarles la cruz y volvérselas gozo.

¡Y que nunca falte quien de la vida por ellos, así como Tú la diste por nosotros. Amén

 

PildorasdeFe.net

 

María Auxiliadora - 24 de mayo

Historia de la devoción a María Auxiliadora en la Iglesia Antigua.

María Auxilio de los Cristianos es una advocación de María Auxiliadora creada para la Virgen María y que lleva su nombre desde el año 345 con Juan Crisóstomo, tomó fuerza con el Papa Pío V en el siglo XVI y fue definitivamente popularizada con el desarrollo de las obras educativas y apostólicas de Don Bosco en el siglo XIX.

 

Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo".

San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora. (Teotocos y Boetéia).

En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la gente de su siglo.

 

auxilio

 

El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan" y así cumplamos lo que dijo Cristo: "Dad al gobernante lo que es del gobernante" y lo que dijo Jeremías: "Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro bien".

En las iglesias de las naciones de Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1º de octubre, desde antes del año mil (En Europa y América se celebre el 24 de mayo).

San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo".

San Juan Damasceno, famoso predicador, año 749, es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La "Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte".

San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda".

San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". El decía que los que dicen muchas veces esta jaculatoria consiguen grandes favores del cielo.

 

+ info -

"Bajo tu amparo nos acogemos santa Madre de Dios" - El Papa pide que repitamos esta oración

 

Fuente: www.primeroscristianos.com

 

 

ver en Wikipedia  

En Mucur , Capadocia - Turquía

 

Una ciudad subterránea (Mucur) en la ciudad turca de Capadocia, uno de los principales destinos para el turismo en Turquía, ha tenido que cerrar sus puertas al turismo ante el riesgo de colapso, según ha informado a los medios Fikret Fidan, director de cultura y turismo para la provincia de Kırşehir, en el centro del país.

 

"Hemos cerrado temporalmente la ciudad subterránea de Mucur a las visitas como medida de precaución debido a los desprendimientos por las recientes lluvias, y ante cualquier potencial mal funcionamiento del equipo eléctrico", dijo Fidan.

capadocia

 

Mucur fue construida entre los siglos III y IV de nuestra era como refugio de los primeros cristianos contra la persecución de los emperadores romanos, Mucur es una ciudad bajo tierra de la Capadocia con 1700 años de historia que atrae cada año cientos de visitas, pese a no ser una de las más conocidas por los turistas.

La ciudad subterránea consta de dos niveles bajo tierra que llegan hasta 8 metros de profundidad, y está excavada en un terreno de toba volcánica.

"Nuestra ciudad subterránea de Mucur es un sitio arqueológico construido durante el periodo temprano del cristianismo para proteger a sus habitantes contra los emperadores paganos. Naturalmente, es una zona que es visitada por cientos de personas cada año", explicó Fidan.

"Durante el periodo de cierre se llevarán a cabo trabajos de limpieza, y en la siguiente fase, los planes incluyen solucionar cualquier problema potencial debido a la humedad, o realizar trabajos de arreglo en seco en la parte superior", añadió el responsable de turismo , que anunció que en cuanto las tareas de mantenimiento finalicen la ciudad bajo tierra reabrirá sus puertas a los turistas.

 

 

“Al cumplirse el día de Pentecostés (...) quedaron todos llenos del Espíritu Santo” (Hch 2, 1 y 4)

  La misión visible: el gran Don, el amor personal mutuo del Padre y del Hijo. Fuego purificador y viento que irrumpe impetuosamente: conocimiento, amor e impulso evangelizador. Los apóstoles, valientes y repletos de sabiduría, son ahora capaces de comprender y transmitir la Buena Nueva.

 

La misión invisible: el Espíritu Santo, “dulce huésped del alma” [69]. Nos hace hijos de Dios, “porque los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios (...), pues el Espíritu mismo da testimonio junto con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Rm 8, 14 y 16). Ese testimonio es el amor filial en nuestra alma, que queremos que gobierne nuestro día: fuego y viento impetuoso.

En Pentecostés comienza desde Jerusalén el camino de la Iglesia entre las naciones. “Partos, medos, elamitas, habitantes de Mesopotamia...” (Hch 2, 9), la humanidad convocada a recibir el don del Resucitado.

 

pentecostes

 

La Iglesia, visiblemente, es un Pueblo; constitutivamente, el Cuerpo de Cristo; operativamente, sacramento de salvación. Pueblo de Dios, informado y unido por el Espíritu Santo, con el Papa como principio visible de la unidad de fe y comunión.

La Iglesia es también un conjunto de hombres débiles, que necesitamos ser continuamente enseñados por el Espíritu Santo. “El Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho” (Jn 14, 26).

Nos enseña la verdad sobre Dios, sobre el mundo, sobre los demás, sobre nosotros mismos. La verdad que nos hace libres (cfr. Jn 8, 32).

María en Pentecostés: hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo, esposa del Espíritu Santo, madre de la Iglesia naciente.

 

Fernando Ocáriz , A la luz del Evangelio

 

+ info -

PENTECOSTÉS 

 

Ver en Wikipedia

Biografía de Juan Pablo II

Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

 

Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

 

Biografía de Juan Pablo II

 

 

Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.

A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del "Teatro Rapsódico", también clandestino.

Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.

Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.

En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada "Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler". Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.

 

juan_pablo2_kayak.jpg

 

El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.

Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.

Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.

Juan Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la "sollicitudo omnium Ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.

 

 

85eaadb12c96831e2dd8e8d0ba75e08b.jpg

 

Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.

Juan Pablo II promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.

Bajo su guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio adveniente; y se asomó después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.

Con el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, promovió la renovación espiritual de la Iglesia.

 

juan pablo II Benedicto XVI_efe primeros cristianos cristianismo primitivo.jpg

 

Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.

Amplió notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno "in pectore", cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).

Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.

Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia Romana.

Publicó también cinco libros como doctor privado: "Cruzando el umbral de la esperanza" (octubre de 1994);"Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996); "Tríptico romano - Meditaciones", libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

 

JUAN PABLO II

 

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

El Papa Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011.

El Santo Padre Francisco lo canonizó, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014.

 

+ info -

SAN JUAN PABLO II

 

 

 

 

Benedicto XVI  presenta la figura de Eusebio de Cesarea

"ES IMPOSIBLE PERMANECER INERTES ANTE DIOS"

 

Eusebio, obispo de Cesarea en Palestina, fue la figura a la que Benedicto XVI dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro y a la que asistieron más de 30.000 personas.

El padre de la Iglesia, nacido alrededor del 260 y conocido sobre todo como "primer historiador del cristianismo" y por ser "el más grande filólogo de la Iglesia antigua", participó en el 325 en el Concilio de Nicea, donde se definió el Credo y la afirmación de la plena divinidad del Hijo de Dios.

"La fama imperecedera de Eusebio -explicó el Papa- está ligada en primer lugar a los diez libros de su "Historia Eclesiástica", con los que consiguió salvar del olvido seguro numerosos hechos, personajes y obras literarias de la Iglesia antigua".

Pero la perspectiva fundamental de la historiografía eusebiana es que la suya es "una historia centrada en Cristo, donde se desvela progresivamente el misterio del amor de Dios por los seres humanos". Obedece también, dijo el Santo Padre, a otra de las constantes de la historiografía eclesiástica antigua, "el intento moral del relato. El análisis histórico no está nunca finalizado a sí mismo sino que apunta decididamente a la conversión y a un testimonio auténtico de vida cristiana por parte de los fieles".

eusebio - historia eclesiastica

"Eusebio interpela a los creyentes de todos los tiempos respecto al modo de acercarse a los hechos de la historia y en particular de la Iglesia. También nos interpela a nosotros. ¿Cuál es nuestra actitud frente a las vicisitudes de la Iglesia?", se preguntó Benedicto XVI.

"¿Es la actitud de quienes se interesan por cura curiosidad, quizá buscando a cualquier precio lo sensacionalista o lo escandaloso?", afirmó. "¿O es la actitud llena de amor y abierta al misterio de quien sabe, gracias a la fe, que puede encontrar en la historia de la Iglesia los signos del amor de Dios y las grandes obras de salvación que ha llevado a cabo? Si nuestra actitud es ésta, tenemos que dar una respuesta máscoherente y decidida, un testimonio de vida más cristiano".

El Santo Padre citó al respecto a "ese eminente experto de los Padres de la Iglesia" que fue el cardenal Jean Daniélou, cuando afirmaba: "Hay un contenido secreto en la historia. (...) El misterio de las obras de Dios que constituyen en el tiempo la realidad auténtica, que se esconde tras las apariencias. (...) Pero ésta historia que Dios realiza para el ser humano, no la realiza sin él".

"Tantos siglos después -concluyó el Papa- también hoy Eusebio de Cesarea invita a los creyentes a maravillarse, a contemplar en la historia las grandes obras de Dios para la salvación de los seres humanos. Y con igual energía nos invita a la conversión de vida. Efectivamente, frente a un Dios que nos ha amado tanto, no podemos permanecer inertes. La instancia propia del amor es que la vida entera se oriente a la imitación del Amado".

Ver obras de Eusebio

CIUDAD DEL VATICANO, 13 JUN 2007

¿Qué es Pentecostés?  - Lo explica Benedicto XVI

 “La llama del Espíritu Santo arde pero no quema. Transforma para que salga la mejor parte y la más verdadera del hombre. Hace emerger su forma interior, su vocación a la verdad y al amor”. El Domingo de Pentecostés marca el último día de Pascua y conmemora el relato evangélico de la venida del Espíritu Santo sobre María y los apóstoles.

 Señala la universalidad de la Iglesia

 

 

Benedicto XVI
(Pentecostés, 15 de mayo de 2005)

“La lectura de los Hechos de los Apóstoles narra cómo el Espíritu Santo, el día de Pentecostés, bajo los signos de un viento impetuoso y del fuego, irrumpe en la comunidad orante de los discípulos de Jesús y así da origen a la Iglesia”.

En ese momento los apóstoles comienzan su misión de anunciar la Palabra de Dios en toda lengua y lugar.

En muchos lugares del mundo se celebra la fiesta de Pentecostés en la noche del sábado conuna vigilia. Benedicto XVI presidirá la Misa de Pentecostés en la basílica de San Pedro el domingo por la mañana.

 

 

En su homilía dijo que la Iglesia traspasa todas las fronteras y se refirió a ella como el hogar de la humanidad.

Benedicto XVI

“La Iglesia es por su naturaleza una y múltiple, destinada a vivir en todas las naciones, en todos los pueblos, y en los más diversos contextos sociales. Responde a su vocación, de ser signo e instrumento de unidad de todo el género humano, sólo si es autónoma de todo Estado y de toda cultura particular”.

El Papa destacó la universalidad de la Iglesia. Dijo que la Iglesia es y debe ser católica y universal. Algo que quedó patente después de escuchar los  idiomas utilizados durante la celebración.

 

Chica

“¿Cómo es posible que cada uno de nosotros lo escuche en su lengua nativa?

Hombre

“El que no tiene el espíritu de Cristo no es de Cristo”.
Benedicto XVI concluyó su homilía añadiendo que los cristianos e iglesias deben estar en armonía con la Iglesia Católica. También dijo que la Iglesia sólo puede estar unida cuando recibe el fuego del Espíritu Santo.

Benedicto XVI

“La llama del Espíritu Santo arde pero no quema. Transforma para que salga la mejor parte y la más verdadera del hombre. Hace emerger su forma interior, su vocación a la verdad y al amor”.

El Domingo de Pentecostés marca el último día de Pascua y conmemora el relato evangélico de la venida del Espíritu Santo sobre María y los apóstoles.

 

http://www.romereports.com

magnifiercrosschevron-down