170 kilómetros de catacumbas

El sábado, 2 de marzo, se celebró la 7ª edición del 'Día de las Catacumbas'. 

Con este motivo, el Vaticano, a través de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada ha abierto un total de siete catacumbas al público de forma gratuita, con visitas guiadas para facilitar la oración y contemplación.

De los casi 170 kilómetros de catacumbas con las que cuenta Roma, situadas la mayoría a lo largo de la Vía Apia, tan sólo siete están abiertas al público: San Calixto, San Sebastián, Domitila, Priscilla, Santa Inés, San Pancracio, la de los Santos Marcelino, Pietro y el Mausoleo de Santa Elena. En toda la ciudad eterna se calcula que hay unas 50, aunque solo siete son visitables.

La palabra “catacumba” procede del griego “katà kúmbas”, (junto a las cavidades) y la utilizamos para denominar a los cementerios subterráneos donde los cristianos comenzaron a enterrarse de forma comunitaria a finales del siglo II o principios del siglo III. Siguieron la costumbre de los paganos, quienes enterraban a sus difuntos en hipogeos (es decir, en tumbas excavadas en el subsuelo).

El tema de este año para el Día de las Catacumbas es “del recuerdo a la oración”, en línea con el año a la oración que el Papa ha decretado para preparar el Jubileo del 2025.

 

catacumbas

Las catacumbas: testigos de la fe de los primeros cristianos

A varios metros bajo el suelo los primeros cristianos fueron excavando túneles kilométricos con estrechas galerías que albergaban varias filas de nichos. A diferencia de las necrópolis paganas, en las catacumbas cristianas no hay ricos mausoleos o largas inscripciones. La costumbre era escribir el nombre de Bautismo del difunto y, en algunos casos algún breve y sobrio mensaje inspirador. Salvo excepciones no había diferencia entre ricos y pobres. Todos eran enterrados de la misma forma.

Los primeros cristianos deseaban ser enterrados junto a sus hermanos en la fe, con mucho mayor motivo si se trataba de mártires. Terminadas las persecuciones, las catacumbas se convirtieron en auténticos santuarios bajo tierra de los mártires, centros de devoción y de peregrinación desde todas las partes del Imperio romano.

Durante las persecuciones la mayor parte de las catacumbas fueron confiscadas por el Estado y eran conocidas por las autoridades, por lo que nunca fueron utilizadas como escondite, sino como lugar de oración y veneración. El primer cementerio cristiano que pasó a manos de la Iglesia fue el de San Calixto, en la vía Apia, que ocupaba 15 hectáreas y se extendía a lo largo de unos 20 kilómetros de galerías. La vida de San Calixto da una idea de la biografía de muchos de los enterrados en estos sótanos de la fe: nació esclavo, pero llegó a convertirse en Papa y le tocó lidiar con los primeros desacuerdos que surgieron dentro de la Iglesia; defendió la misericordia y el perdón contra el rigorismo y fue acusado de permisividad por conceder que se administrara la comunión a los adúlteros arrepentidos. La tradición asegura que sufrió martirio.

Al principios del siglo V las catacumbas dejaron de cumplir su función funeraria, sobre todo tras el saqueo de Roma que realizaron los visigodos en el 410. Durante siglos los frescos fueron expoliados y arrancados de las paredes, pero a pesar de los estragos del paso del tiempo han sobrevivido abundantes restos de iconografía cristiana.

El Papa Francisco ha visitado oficialmente las catacumbas de Priscilla, que deben su nombre a una doncella romana que donó estas fincas a los cristianos. Son famosas porque albergan la que se considera la imagen más antigua de la Virgen María: un fresco del 230 d. C. en el que se ve a María con la cabeza cubierta por un velo, inclinándose hacia el Niño.

Otras catacumbas famosas son las de Domitila, a quien de poco le sirvió ser nieta de Vespasiano y sobrina de Domiciano. Su marido, el cónsul Flavio Clemente, fue condenado a muerte en el año 95 por ser cristiano y ella sufrió destierro, pero antes consiguió dejar todo muy atado para que sus hermanos en la fe tuvieran un lugar donde honrar a los muertos. Les cedió su casa y sus posesiones. Ahí fueron enterrados Nereo y Aquiles, soldados de la guardia imperial romana, asesinados por haber confesado que eran cristianos durante la persecución de Diocleciano.

¿Por qué motivo el Vaticano ha dedicado una Jornada a las Catacumbas?

Las catacumbas hablan más de vida que de muerte. Se entiende que la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada haya dedicado una jornada para celebrar estos monumentales archivos de la fe de los primeros cristianos. Recorrer tantos kilómetros de galerías invita a admirar la entrega de aquel primer grupo de cristianos que con tanto sacrificio y valentía construyeron la Iglesia actual. Sobre sus paredes están dibujados los símbolos por los que daban la vida, y parece como si todavía escucháramos el murmullo de la oración de quienes durante siglos han acudido a rezar y a honrar las reliquias de tantos mártires.

En la mayoría de las lápidas se escribía el nombre de bautismo del difunto. Ese era su documento de identidad, el sello por el que se le reconocía públicamente: Calixto, Domitila, Priscila, Esteban, Inés, todos ellos dieron nombre a las catacumbas que nos conectan con aquellos primeros cristianos que se reunían asiduamente para “participar en la vida común, en la fracción del pan y en la oración”, pilares de la vida de toda comunidad cristiana a través de los tiempos, y cimientos de unidad.

Esta Jornada es necesaria para que recordemos que somos responsables de que ese eslabón que nos mantiene férreamente amarrados a los primeros cristianos ni se oxide ni se resquebraje.

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Las catacumbas

¿Sabes quiénes eran Santa felicidad y santa Perpetua?

Sufrieron martirio en Cartago bajo la persecución de Septimio Severo, el año 203.  Perpetua era una joven matrona que acababa de dar a luz a su hijo, y Felicidad era una esclava. El ralato de su encarcelación y martirio, escrito en buena parte por la misma Perpetua antes de morir, es uno de los testimonios más impresionantes y completos de las persecuciones romanas y del heroísmo de aquellos primeros cristianos.

 

"Allá en el estrado sucederá lo que Dios quisiere; pues has de saber que no estamos puestos en nuestro poder sino en el de Dios."

Mártires en Cartago, año 203

Las santas mártires Felicidad y Perpetua se encuentran entre las figuras más destacadas de los primeros siglos del cristianismo. El acta de su martirio fue uno de los documentos más difundidos en la Iglesia  en su tiempo.

Murieron en Cartago, el 7 de marzo del 203, junto con tres compañeros: Revocato, Saturnino y Segundo. Los detalles del martirio de estos santos de la Iglesia Norte Africana ha llegado hasta nosotros gracias a una descripción genuina y contemporánea, y es uno de los acontecimientos más conmovedores de la gloriosa lucha de los mártires en los tiempos antiguos. Por un decreto de Séptimo Severo (193-211) se prohibía a todos los súbditos del imperio, bajo severas penas, convertirse al cristianismo.

 

Felicidad y Perpetua

 

A raíz de este decreto, cinco catecúmenos de Cartago fueron capturados y llevados a prisión. Ellos fueron Vibia Perpetua, una joven de 22 años, casada y de noble cuna; su esclava Felicidad, que estaba embarazada; su joven compañero, también esclavo, Revocato, Saturnino y Segundo. Pronto Sáturo, quien los había introducido en la fe, deliberadamente se declaró cristiano ante el juez, y también fue encarcelado. El padre de Perpetua era pagano; su madre, sin embargo, y dos de sus hermanos, eran cristianos, uno de ellos catecúmeno; un tercer hermano, el niño Dinocrates, había muerto como pagano.

 

Insistencia del padre de Perpetua

Después de su arresto y antes de que fueran llevados a prisión, los cinco catecúmenos fueron bautizados. Los sufrimientos de la vida en prisión, los intentos del padre de Perpetua de inducirla a la apostasía, las vicisitudes de los mártires antes de su ejecución, las visiones de Sáturo y de Perpetua en sus calabozos, fueron exhaustivamente puestas por escrito por estos dos últimos. Poco después de la muerte de los mártires otro cristiano añadió a este documento un relato de su ejecución.

La oscuridad de su prisión y la atmósfera opresiva producían un temor en Perpetua que se veía incrementado por la ansiedad que sentía por su pequeño hijo a quien había dejado. Dos diáconos lograron llegar hasta los prisioneros y aliviar, en cierta forma, sus sufrimientos. También la madre de Perpetua y su hermano aún catecúmeno los visitaron. Su madre llevaba al hijo de Perpetua, ya que se le había permitido alimentarlo y mantenerlo en prisión junto a ella.

Pocos días después el padre de Perpetua al escuchar el rumor de que el juicio de los prisioneros cristianos pronto tendría lugar, visitó nuevamente la prisión y le suplicó no traer esta desgracia a su nombre, pero Perpetua se mantuvo fiel a su fe.

Al día siguiente tuvo lugar el juicio de los seis prisioneros, ante el Procurador Hilariano.

 

Felicidad y Perpetua

 

Los seis confesaron resueltamente su fe cristiana. El padre de Perpetua, llevando en brazos el hijo de ésta, se le acercó nuevamente y trató, por última vez, de inducirla a la apostasía; el procurador también razonó con ella, pero fue en vano. Ella se rehusó a hacer un sacrificio a los dioses para la protección del emperador. El procurador, por tanto, sacó al padre por la fuerza, momento en el cual él fue azotado.

Los cristianos fueron condenados a ser despedazados por las bestias durante el festival por el cumpleaños del emperador y dieron gracias a Dios por ello. Fueron transferidos a la prisión del campamento. El carcelero Pudente había aprendido a respetar a los confesores, y permitió que otros cristianos los visitaran. También se permitió el acceso al padre de Perpetua, quien trató nuevamente, de manera infructuosa, de convencerla.

 

Felicidad embarazada

Segundo, uno de los confesantes, murió en prisión. Felicidad, quien al momento de su encarcelamiento, contaba con ocho meses de embarazo, pensaba que no se le permitiría sufrir martirio junto con los demás, ya que la ley prohibía la ejecución de una mujer embarazada. Dos días antes de los juegos dio a luz a una niña, que fue adoptada por una mujer cristiana. El 7 de marzo, los cinco prisioneros fueron llevados al anfiteatro.

A petición de la muchedumbre pagana, primero fueron azotados; luego, un jabalí, un oso y un leopardo se colocaron frente a los hombres, y una vaca salvaje frente a las mujeres. Heridos por los animales salvajes, se dieron uno a otro el beso de la paz, y fueron pasados por la espada.

Sus cuerpos fueron enterrados en Cartago. Su día de fiesta fue solemnemente conmemorado incluso fuera de África. Así, los nombres de Felicidad y Perpetua ingresan al calendario Filocaliano: el calendario de los mártires venerados públicamente en el siglo IV en Roma. Posteriormente, se construyó una magnífica basílica sobre su tumba: la Basílica Mayor. Esto fue comprobado por las excavaciones de Pere Delattre, quien descubrió allí una antigua inscripción con el nombre de las mártires.

La fiesta de estas santas se celebra el 7 de marzo y sus nombres fueron añadidos al Canon Romano. La descripción en latín de su martirio fue descubierta por Holstenius, y publicada por Poussines. Los capítulos III-X contienen la narración de Perpetua; los capítulos XI-XIII las de Saturo; los capítulos I, II, y XIV-XXI fueron escritos por un testigo ocular poco después de la muerte de los mártires.

 

+ info -  MARTIRIO DE SANTA FELICIDAD Y SANTA PERPETUA

 

 

La Herencia Reclamada - Primeros Cristianos

Durante los primeros siglos del cristianismo, el norte de África fue fuente de abundantes testimonios de santidad para la Iglesia, cuyo legado merece ser recordado.

 

Hoy en día el norte de África es una zona monopolizada por el Islam desde hace muchos siglos, pero no siempre ha sido así. En los primeros siglos de nuestra era florecieron prometedoras comunidades cristianas y destacaron grandes figuras que, por su ejemplo y espiritualidad, se convirtieron en cabezas visibles de esas comunidades. 

Ésta es una historia que muchas veces pasa desapercibida pero gran parte de la Iglesia que somos hoy día se lo debemos a esos primeros cristianos. Personajes como San Agustín de Hipona, San Antonio Abad o Santa Perpetua son más conocidos, pero también hubo otras personas muy importantes como los mártires Escilitanos o el muy poco conocido San Quodvultdeus.

Ahora gracias a la docuserie “La herencia reclamada” que recientemente ha estrenado Famiplay en exclusiva en español podemos conocer la vida de estos grandes ejemplos de vivencia cristiana, hasta las últimas consecuencias en muchos de los casos.

 

martires escilitanos

 

Ya podemos ver en exclusiva en Famiplay, la plataforma de entretenimiento con valores, esta serie de 8 capítulos a través de los cuales descubriremos a estos cristianos fieles de los primeros cinco siglos de la historia de la iglesia que establecieron un alto estándar para las generaciones futuras, al sacrificarse por Jesucristo durante la intensa persecución del Imperio Romano entre otros.

Todas estas historias tienen lugar en el norte de África, lo que era entonces parte del Imperio Romano y lo que es hoy una región dominada por la cultura islámica. Herencia revela la existencia de una vibrante comunidad cristiana que es anterior a la llegada del Islam.

Para ver ya “La herencia reclamada” solo tienes que acceder a Famiplay. Si aún no dispones de una suscripción, puedes probar los 7 primeros días gratis. Además utilizando el código “HERENCIA” al crear tu suscripción podrás disfrutar de un mes gratis.

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CAPÍTULOS DE “La herencia reclamada”

SANTA PERPETUA

A principios del siglo III, una mujer cristiana del norte de África llamada Perpetua fue martirizada en una arena romana junto con varios compañeros. Su historia se extrae del diario personal que mantuvo durante su encarcelamiento.

SAN QUODVULTDEUS

San Quodvultdeus ayudó a la iglesia a defender la divinidad de Cristo bajo persecución mientras el Imperio Romano caía y la sociedad se desintegraba.

SAN CIPRIANO 

San Cipriano dirigió la Iglesia en el norte de África durante tiempos de persecución y plaga en el siglo III.

SAN ANTONIO ABAD

San Antonio Abad vivió una vida solitaria en los desiertos de Egipto, pero influyó en una generación perseguida para que no comprometiera su fe.

SAN AGUSTÍN DE HIPONA

San Agustín de Hipona, un gran pensador y líder de la iglesia, definió la fe y la doctrina de la iglesia primitiva en el norte de África y en la actualidad.

LOS MÁRTIRES ESCILITANOS

La historia de doce hombres y mujeres cristianos de Cartago (la actual Túnez) que se negaron a negar su fe y fueron brutalmente ejecutados por orden del emperador romano Marco Aurelio.

SAN VÍCTOR I

La historia de San Victor I, quien se desempeñó como obispo de Roma (Papa) a fines del siglo II. Víctor fue el primer Papa del norte de África y presidió la iglesia en un momento de controversia entre las ramas occidental y oriental de la iglesia.

TERTULIANO

Tertuliano fue un prolífico apologeta cristiano que vivió en Cartago entre el 155 y el 240 d.C. Se le conoce como "el padre del cristianismo latino".

 

 

 

 

 

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El sábado 2 de marzo, las catacumbas de Roma (Italia) recibirán al público para visitas gratuitas

Ofreciendo momentos de oración y contemplación. Este evento marca la 7ª edición del “Día de las Catacumbas”, organizado por la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada.

 

Según informa la Comisión en un comunicado reciente, esta celebración se llevará a cabo en las siete catacumbas romanas abiertas al público: San Calixto (que contiene los lugares de entierro de los Papas entre los siglos II y IV), San Sebastián, Domitila, Priscilla, Santa Inés, San Pancracio, y de los Santos Marcellino, Pietro y Mausoleo de Sant'Elena.

Las catacumbas de Roma, esparcidas por la ciudad, son sitios de entierro paleocristianos que fueron excavados durante la persecución cristiana. En estos lugares descansan numerosos primeros pontífices, mártires y familias cristianas.

El tema de este año para el Día de las Catacumbas es “Del recuerdo a la oración”, el cual se alinea con el deseo del Papa de dedicar un año a la oración en preparación para el Jubileo del 2025.

La Comisión ha subrayado ya la importancia de visitar las catacumbas, al tratarse de “una experiencia que ofrece un encuentro con las memorias y testimonios de la primera comunidad cristiana de Roma”.

Asimismo, expresó que este tipo de experiencia no puede dejar de suscitar una profunda reflexión y, para los creyentes, “una oración dirigida al Señor, Dios de la vida y salvador, pero también a los mártires y a cuantos han dado testimonio de su fe”.

El próximo 2 de marzo, previa reserva, será posible acceder gratuitamente a los complejos subterráneos y aprovechar las visitas guiadas que permitirán conocer lugares como el cubículo de la Velatio en la Catacumba de Priscila, que data del siglo III; así como arte antiguo que representa escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.

 

 

En el sitio web oficial del evento se puede encontrar una lista completa de actividades, incluidos conciertos musicales, conferencias y visitas guiadas, así como eventos para niños.

La jornada concluirá con una Misa celebrada por Mons. Pasquale Iacobone, presidente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada en la Basílica de San Silvestre a las 6:30 p.m. (hora local).

 

¿Qué es la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada?

Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada

Establecida en 1852 por el Papa Pío IX, es responsable de preservar y proteger el patrimonio arqueológico religioso de la Iglesia, así como de organizar eventos y actividades relacionadas con la arqueología sagrada. Esta comisión juega un papel crucial en la gestión y promoción de sitios como catacumbas, basílicas antiguas, reliquias sagradas y otros lugares de importancia histórica y religiosa para la fe católica.

 

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Historia de las catacumbas

 

Los tres primeros episodios podrán verse en los cines de todo el mundo

 

Este fue el momento en el que el papa conoció a Jesús…

Yo tengo el honor de interpretar el rol de Jesús en la serie televisiva "The Chosen".
-Bueno, que lo imites, que lo encuentres, y que te haga feliz.
Gracias
.

Hace siete años, se estrenó la exitosa serie “The Chosen” y, ahora, lanza su cuarta temporada. Dando vida al Israel del siglo I, la serie muestra un lado más personal de Jesús. El actor que interpreta este papel espera que esto traspase la pantalla.

 

 

JONATHAN ROUMIE
Actor, “The Chosen”

Las tres cosas que intento comunicar son el amor de Dios, su misericordia y su compasión. Creo que esas contienen su esencia. Y creo que si, como seres humanos, somos capaces de adoptar esas cualidades, convertiremos el mundo en un lugar mejor.

A finales de 2022, más de 100 millones de personas habían visto al menos parte de un episodio. El director tiene previsto realizar un total de 7 temporadas. La serie dará una vuelta de tuerca a estas historias clásicas, aunque manteniendo su esencia.

Mis seguidores no lo entenderán. El Hijo del Hombre debe sufrir muchas cosas.
-Pero tú eres el Hijo de Dios.

 

DALLAS JENKINS
Director, “The Chosen”

Cada vez que nos tomamos una licencia y mostramos algo que no sale en la Biblia nos preguntamos: ¿Pero esto es plausible? ¿Podría haber sucedido históricamente, culturalmente o simplemente por el hecho de que son humanos? Porque yo creo que hay muchos personajes que en otras películas u obras sobre Jesús no son creíbles. No son cercanos.

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Lo que hace aún más especial el estreno de la cuarta temporada es que, durante un tiempo limitado, los tres primeros episodios podrán verse en los cines de todo el mundo.
Estos episodios se estrenaron en Estados Unidos el 1 de febrero y ocuparon el segundo puesto en la taquilla del fin de semana de apertura.

 

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“The Chosen”

“The Chosen”, la serie sobre la vida de Jesús, da la sorpresa - “Un fenómeno mundial”

 

 

Desentierran una cueva en la que se cree que pudo vivir Jesucristo

Un grupo de arqueólogos afirma que hay indicios de que esta construcción se corresponde con la vivienda en la que María y José educaron a su hijo

 

Un grupo de arqueólogos liderado por Ken Dark, un profesor de la Universidad de Reading (ubicada en el Reino Unido) ha descubierto una cueva en Nazaret que, según creen, podría ser la casa en la que Jesucristo pasó su infancia.

Así lo afirma, al menos, el susodicho investigador en un artículo publicado por la revista «Biblical Archaeology Review». La vivienda está fechada en el siglo I y, según afirman, podría ser el lugar en el que María y José criaron a su hijo.

El lugar fue descubierto en 1880 bajo una iglesia de la región. Sin embargo, fue en 2006 cuando los arqueólogos comenzaron a excavar los restos para descubrir –entre otras cosas- que la vivienda había sido edificada en mortero y piedra junto a una ladera.

A su vez, los expertos también han podido averiguar que, posteriormente, los gobernantes del Imperio Bizantino ordenaron construir una iglesia sobre este lugar para protegerlo. Todo ello, por considerar que era el hogar donde había crecido Jesucristo.

Por ello, Dark considera que existe la posibilidad de que esta vivienda sea la casa de Jesús, aunque también ha destacado en la revista su escepticismo a corroborarlo hasta que no se lleven a cabo las pruebas pertinentes. «No hay ninguna razón arqueológica para afirmar esto, aunque la identificación no debe descartarse», determinaba el experto en la publicación.

De lo que sí está seguro el profesor es de que muchas de las características de la vivienda están intactas (incluyendo puertas y ventanas) y de que posteriormente se utilizó como cementerio improvisado, cisterna de agua y, finalmente, templo.

«La estructura incluye una serie de habitaciones, uno de ellas tiene una altura considerable, otra de las habitaciones tenía una escalera ascendente junto a una de sus paredes», destaca el experto en su artículo. En palabras de Dark, la vivienda fue abandonada durante el siglo I. Posteriormente fue construida una iglesia encima y sus muros fueron venerados por los cruzados.

Además de la vivienda, el que se construyera un edificio encima de la cueva ha permitido recuperar todo tipo de objetos en un estado casi perfecto de conservación. Entre ellos destacan ollas de cocina o vasos de piedra caliza (muy usados por los judíos en aquella época).

+ info:

sobre  Nazaret

www.biblicalarchaeology.org

 

 

¿ CUÁNDO EMPIEZA A VIVIRSE LA CUARESMA?

Habrá que esperar hasta el siglo IV para encontrar los primeros atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. A finales del siglo IV, Roma conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.

La celebración de la Pascua del Señor, constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. De aquí que, cuando en el siglo II, la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor. Surgió así la piadosa costumbre del ayuno infrapascual del viernes y sábado santos, como preparación al Domingo de Resurrección.

Los primeros pasos

Paso a paso, mediante un proceso de sedimentación, este período de preparación pascual fue consolidándose hasta llegar a constituir la realidad litúrgica que hoy conocemos como Tiempo de Cuaresma.

Influyeron también, sin duda, las exigencias del catecumenado y la disciplina penitencial para la reconciliación de los penitentes.

La primitiva celebración de la Pascua del Señor conoció la praxis de un ayuno preparatorio el viernes y sábado previos a dicha conmemoración.

A esta práctica podría aludir la Traditio Apostolica, documento de comienzos del siglo III, cuando exige que los candidatos al bautismo ayunen el viernes y transcurran la noche del sábado en vela.

Por otra parte, en el siglo III, la Iglesia de Alejandría, de hondas y mutuas relaciones con la sede romana, vivía una semana de ayuno previo a las fiestas pascuales.

En el siglo IV se consolida la estructura cuaresmal de cuarenta días

De todos modos, como en otros ámbitos de la vida de la Iglesia, habrá que esperar hasta el siglo IV para encontrar los primeros atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. Sin embargo, mientras en esta época aparece ya consolidada en casi todas las Iglesias la institución de la cuaresma de cuarenta días, el período de preparación pascual se circunscribía en  Roma a tres semanas de ayuno diario, excepto sábados y domingos. Este ayuno prepascual de tres semanas se mantuvo poco tiempo en vigor, pues a finales del siglo IV, la Urbe conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.

El período cuaresmal de seis semanas de duración nació probablemente vinculado a la práctica penitencial: los penitentes comenzaban su preparación más intensa el sexto domingo antes de Pascua y vivían un ayuno prolongado hasta el día de la reconciliación, que acaecía durante la asamblea eucarística del Jueves Santo. Como este período de penitencia duraba cuarenta días, recibió el nombre de Quadragesima o cuaresma.

Durante el primer estadio de organización cuaresmal se celebraban tan sólo las reuniones eucarísticas dominicales, si bien entre semana existían asambleas no eucarísticas: los miércoles y viernes.

Pero a finales del siglo VI las reuniones del lunes, miércoles y viernes celebraban ya la eucaristía. Más tarde, se añadieron nuevas asambleas eucarísticas los martes y sábados. Por último, el proceso se cerró bajo el pontificado de Gregorio II (715-731), con la asignación de un formulario eucarístico para los jueves de cuaresma.

¿Por qué la ceniza?

Hacia finales del siglo V, el miércoles y viernes previos al primer domingo de cuaresma comenzaron a celebrarse cómo si formaran parte del período penitencial, probablemente como medio de compensar los domingos y días en los que se rompía el ayuno.

Dicho miércoles, los penitentes por la imposición de la ceniza, ingresaban en el orden que regulaba la penitencia canónica.

Cuando la institución penitencial desapareció, el rito se extendió a toda la comunidad cristiana: este es el origen del Miércoles de Ceniza o «Feria IV anerum».

El proceso de alargamiento del período penitencial continuó de forma irremediable. Esta anticipación del ayuno cuaresmal no es una práctica exclusivamente romana: se encuentra también en Oriente, y en diversas regiones de Occidente.

Probablemente se trata de una praxis originada en la ascesis monástica y más tarde propagada entre la comunidad cristiana, aunque resulte difícil conocer sus características.

¿Por qué los cuarenta días?

El significado teológico de la Cuaresma es muy rico. Su estructura de cuarentena conlleva un enfoque doctrinal peculiar.

En efecto, cuando el ayuno se limitaba a dos días —o una semana a lo sumo—, esta praxis litúrgica podía justificarse simplemente por la tristeza de la Iglesia ante la ausencia del Esposo, o por el cli­ma de ansiosa espera; mientras que el ayuno cuares­mal supone desde el principio unas connotaciones propias, impuestas por el significado simbólico del número cuarenta.

En primer lugar, no debe pasarse por alto que toda la tradición occidental inicia la Cuaresma con la lectura del evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto: el período cuaresmal constituye, pues, una experiencia de desierto, que al igual que en el caso del Señor, se prolonga durante cuarenta días.

En la Cuaresma, la Iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba. Así lo manifiestan también los cuarenta años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí.

Otros simbolismos enriquecen el número cuarenta, como se advierte en el Antiguo y Nuevo Testamento. Así, la cuarentena evoca la idea de preparación: cuarenta días de Moisés y Elías previos al encuentro de Yahveh; cuarenta días empleados por Jonás para alcanzar la penitenciay el perdón; cuarenta días de ayuno de Jesús antes del comienzo de su ministerio público. La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes.

Por último, la tradición cristiana ha interpretado también el número cuarenta como expresión del tiempo de la vida presente, anticipo del mundo futuro. El Concilio Vaticano II(cfr. SC 109) ha señalado que la Cuaresma posee una doble dimensión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su carácter de tiempo de preparación para la Pascua en un clima de atenta escucha a la Palabra de Dios y oración incesante.

El período cuaresmal concluye la mañana del Jueves Santo con la Misa crismalMissa Chrismalis— que el obispo concelebra con sus presbíteros. Esta Misa manifiesta la comunión del obispo y sus presbíteros en el único e idéntico sacerdocio y ministerio de Cristo. Durante la celebración se bendicen, además, los santos óleos y se consagra el crisma.

El tiempo de Cuaresma se extiende desde el miércoles de Ceniza hasta la Misa de la cena del Señor exclusive. El miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne. El Viernes Santo también se viven el ayuno y la abstinencia.

by primeroscristianos.com

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¿Qué es la Cuaresma?

Ver Cuaresma en Wikipedia

Película sobre el mártir san Policarpo de Esmirna, discípulo del apóstol Juan 

El film relata la historia de este hombre, cuyo testimonio es un ejemplo de amor y entrega en tiempos de persecución. Personas como Policarpo, un creyente de la iglesia primitiva, estuvieron dispuestas a ser mártires a causa de su fe.

 

¿Quién fue Policarpo?

Conocido como Policarpo de Esmirna, vivió entre el 70 d.C. y el 155 en la ciudad griega perteneciente a la provincia de Asia, llamada Esmirna. Fue evangelizado por la mujer que lo rescató de la esclavitud en su niñez. Además, fue aprendiz del apóstol Juan, el discípulo amado de Jesús, lo que significa que fue enseñado por la boca de uno de los testigos oculares de Jesucristo.

 

Sobre la película

Nos muestra cómo este hombre de fe dedicaba sus días a enseñar la Palabra de Dios y a transcribir los textos sagrados, de manera que más hermanos tuvieran acceso a la lectura. Nos presenta, además, el modo de vida que llevaban los cristianos de esa iglesia incipiente: ellos vivían juntos, tal como lo enseña la Biblia, y compartían sus pertenencias.

San Policarpo

 

Eran tiempos en los que el Imperio Romano gobernaba y el procónsul emitió un edicto que obligaba a los habitantes de Esmirna a adorar a César quemando incienso como muestra de lealtad. Los cristianos, fieles al Dios verdadero, se negaron a realizar este acto y comenzaron a ser perseguidos.

El gobernador puso precio a la vida del predicador Policarpo, quien, a pedido de los hermanos, se había escondido en Éfeso, la ciudad vecina. Cuando los soldados romanos encontraron al hombre de Dios, él los hizo pasar, les dio de comer, oró por ellos y luego, sin poner resistencia, para que lo capturaran y lo llevaran a la muerte.

Policarpo

 

Frente al representante de Roma, se le ofreció la posibilidad de rendir adoración a César, pero se mantuvo firme en sus convicciones. Lleno de ira, el procónsul ordenó que lo quemaran en la hoguera.

 

 

Aquí pueden ver la película completa

 

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Acta del martirio de San Policarpo de Esmirna (año 155 d.C.)

 

 

SAN POLICARPO, OBISPO DE ESMIRNA Y MÁRTIR

Nace en el año 69-70 de padres cristianos. Aprende las enseñanzas de Cristo de los Apóstoles, se convierte en discípulo de Juan. Lo narran Ireneo y Eusebio de Cesarea:

"Policarpo no sólo fue educado por los Apóstoles, sino también fue establecido por los Apóstoles como obispo en Esmirna". 

 

Marciano, testigo ocular de su martirio, el Martyrium Polycarpi, considerado por muchos el más antiguo y auténtico de las Actas de los Mártires. Se trata de la primera obra en la que se define mártir a quien muere por causa de su fe.

Durante su largo episcopado, Policarpo se distingue por el celo en el conservar fielmente la doctrina de los Apóstoles, por la difusión del Evangelio entre los paganos y por combatir las herejías. Ireneo lo define predicador paciente y amable, debido a la gran atención hacia las viudas y los esclavos.

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La amistad en el episcopado con Ignacio de Antioquía

En el 107 Policarpo acoge en Esmirna a Ignacio de Antioquía, de paso, y con escolta, hacia Roma para ser juzgado. Célebres son las siete cartas que Ignacio dirige a las iglesias a lo largo de su camino; las primeras cuatro parten directamente de Esmirna.

Desde Tróade, más tarde, escribe a los fieles de Esmirna y a su obispo Policarpo, encargándole de transmitir a la Iglesia de Antioquía el último recuerdo suyo y describiéndolo un buen pastor y luchador por la causa de Cristo.

Y es a Policarpo a quien los filipenses piden recoger las cartas de Ignacio. El obispo de Esmirna les envía lo que le piden, junto a una misiva propia para exhortarlos a servir a Dios en el temor, a creer en Él, a esperar en la resurrección, a caminar en la vía de la justicia, teniendo siempre ante los ojos el ejemplo de los mártires y, principalmente, de Ignacio.

La Carta a los Filipenses de Policarpo también es bien conocida; llegada hasta nuestros días, es importante, en particular, por la información histórica que se puede extraer y por los dogmas sobre el Credo que se recuerdan.

Hacia finales del 154, Policarpo parte hacia Roma como representante de los cristianos de Asia Menor, para tratar con Papa Aniceto diversas cuestiones y principalmente la fecha de la Pascua: en las iglesias orientales celebrada el día 14 del mes judío de Nisán, en la capital del Imperio el domingo siguiente.

No se llega a ningún acuerdo, pero las relaciones entre las iglesias permanecen amistosas.

Mártir a 86 años

Bajo el emperador Antonino Pío, las persecuciones también estallan en Esmirna. Policarpo es arrestado. Las actas de su martirio dicen que:

“llevado ante el procónsul, éste... trató de persuadirlo a negar, diciendo: ‘piensa en tu edad… cambia el pensamiento… jura y yo te libero. Maldice a Cristo'. Policarpo respondió: ‘Le he servido por ochenta y seis años, y no me ha hecho ningún daño. ¿Cómo podría maldecir a mi rey que me salvó?... escúchalo claramente. Yo soy cristiano'”.

 

Se decide para él la hoguera, pero queda ileso y es asesinado por la espada.

“Estos fueron los hechos – se lee en el Martyrium Polycarpi – en torno a San Policarpo, que con los de Filadelfia fue el duodécimo a sufrir el martirio en Esmirna. San Policarpo dio testimonio en el segundo día de Santico, el séptimo día antes de las calendas de marzo, en gran sábado, a la hora octava.

Fue tomado por Herodes, el pontífice Felipe de Tralli, el procónsul Stazio Quadrato, rey eterno nuestro Señor Jesucristo".

 

La fecha del martirio de Policarpo es, por lo tanto, cierta: fue el 23 de febrero del 155.

 

+ INFO -

Acta del martirio de San Policarpo de Esmirna (año 155 d.C.)

 

 

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El Miércoles de Ceniza da inicio a los 40 días que componen la Cuaresma previa a la fiesta pascual

El Miércoles de Ceniza da comienzo al tiempo de Cuaresma. Esta época del año son concretamente los 40 días previos a la celebración de la Pascua. También es un tiempo litúrgico propio, es decir, distinto al tiempo ordinario que se vive en la Iglesia y con unas características particulares.

En los días de Cuaresma, una de las pistas que encontrarás para recordarte que estás en este tiempo, es por ejemplo el color con el que viste el sacerdote o está decorada la iglesia. El morado es el color predominante durante esta época -igual que en Adviento- y hace referencia al luto y a la penitencia.

Esas dos son dos de las claves de este camino que es la Cuaresma. En la Santa Misa se suprimen los cantos de alabanza del "Aleluya" y del "Gloria", a la espera de la celebración de la Pascua de Resurrección.

Se trata de una preparación del alma para vivir los Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Así, esa puesta a punto personal busca entrar en sintonía con la que vive Jesús en el desierto durante 40 días con sus 40 noches. También, es el recuerdo a los 40 años de peregrinación del pueblo de Israel por el desierto en el Antiguo Testamento antes de llegar a la tierra prometida.

Miercoles de ceniza

Miercoles de ceniza

Algunas prácticas para vivir en la Cuaresma

Las tres prácticas cuaresmales con las que se invita a esta preparación son: la oración, la mortificación y la caridad.

La oración es el motor de la vida de un cristiano, los momentos de diálogo con Dios. En este caso, buscar prepararse con Jesús para ser testigo otra vez de los grandes Misterios de la Fe.

La mortificación, al igual que el rezo, es una práctica que puede ser diaria. Consiste en ofrecer a Dios los momentos difíciles del día a día, así como aceptar con alegría los sufrimientos o renunciar a comodidades habituales.

Por último, la virtud de la caridad se puede poner por obra a través, por ejemplo, de la limosna a los necesitados.

Ayuno y la abstinencia

Otras dos prácticas que se viven en este tiempo de Cuaresma son el ayuno y la abstinencia. La Iglesia las establece de acuerdo con el Evangelio. El ayuno establece una reducción de la cantidad de comida usual del católico. La edad en la que comienza a vivirse, de acuerdo con la Conferencia Episcopal conforme a Derecho Canónico, son los 18 años y hasta los 59 años. Es de carácter obligatorio el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

La abstinencia repercute en los católicos a partir de los 14 años. Consiste en la renuncia a consumir carne los viernes de Cuaresma. Así, se quiere hacer honor a la Pasión de Jesús, que se celebra el Viernes Santo. Los pescados, vegetales, mariscos y derivados de productos animales sí que se permiten como alternativas en la dieta estos días concretos.  Se exige de forma obligatoria en todos los viernes de Cuaresma.

¿Por qué 40 días?

El significado teológico de la Cuaresma es muy rico. Su estructura de cuarentena conlleva un enfoque doctrinal peculiar.

En efecto, cuando el ayuno se limitaba a dos días —o una semana a lo sumo—, esta praxis litúrgica podía justificarse simplemente por la tristeza de la Iglesia ante la ausencia del Esposo, o por el cli­ma de ansiosa espera; mientras que el ayuno cuares­mal supone desde el principio unas connotaciones propias, impuestas por el significado simbólico del número cuarenta.

En primer lugar, no debe pasarse por alto que toda la tradición occidental inicia la Cuaresma con la lectura del evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto: el período cuaresmal constituye, pues, una experiencia de desierto, que al igual que en el caso del Señor, se prolonga durante cuarenta días.

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En la Cuaresma, la Iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba. Así lo manifiestan también los cuarenta años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí.

Otros simbolismos enriquecen el número cuarenta, como se advierte en el Antiguo y Nuevo Testamento. Así, la cuarentena evoca la idea de preparación: cuarenta días de Moisés y Elías previos al encuentro de Yahveh; cuarenta días empleados por Jonás para alcanzar la penitencia y el perdón; cuarenta días de ayuno de Jesús antes del comienzo de su ministerio público. La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes.

Por último, la tradición cristiana ha interpretado también el número cuarenta como expresión del tiempo de la vida presente, anticipo del mundo futuro. El Concilio Vaticano II(cfr. SC 109) ha señalado que la Cuaresma posee una doble dimensión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su carácter de tiempo de preparación para la Pascua en un clima de atenta escucha a la Palabra de Dios y oración incesante.

El período cuaresmal concluye la mañana del Jueves Santo con la Misa crismalMissa Chrismalis— que el obispo concelebra con sus presbíteros. Esta Misa manifiesta la comunión del obispo y sus presbíteros en el único e idéntico sacerdocio y ministerio de Cristo. Durante la celebración se bendicen, además, los santos óleos y se consagra el crisma.

El tiempo de Cuaresma se extiende desde el miércoles de Ceniza hasta la Misa de la cena del Señor exclusive. El miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne. El Viernes Santo también se viven elayuno y la abstinencia.

by primeroscristianos.com

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Los orígenes de la Cuaresma

Ver Cuaresma en Wikipedia

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