«Hoy cada uno de nosotros puede pensar en el ocaso de su vida... ¿Lo veo con esperanza, con la alegría de ser recibido por el Señor?»
El Papa Francisco explica en la Audiencia General qué es la Comunión de los Santos
Francisco ha explicado que la 'comunión de los santos' es la caridad que se vive entre los cristianos.
Francisco dijo que la caridad es la mayor riqueza de la Iglesia y que, para nutrirla, es necesario el alimento espiritual de los sacramentos. A través de ellos 'nos encontramos con Jesús' y como 'todo encuentro con el Señor tiene un carácter misionero', los sacramentos nos impulsan a llevar a los demás 'la salvación que hemos recibido'.
Roma, 6 de noviembre de 2013
Resumen de la catequesis del Papa en esañol:
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quisiera hablar de la comunión de los santos, que crece mediante la participación en los bienes espirituales de la Iglesia. En los Sacramentos nos encontramos con Jesús y, por medio de Él, entramos a formar parte del santo Pueblo de Dios. Todo encuentro con el Señor tiene un carácter misionero. Por eso, los Sacramentos constituyen una invitación a comunicar a los otros lo que hemos visto y oído, a llevar a los demás la salvación que hemos recibido.
A su vez, los carismas son dones y gracias especiales que el Espíritu Santo reparte para la edificación de la Iglesia, es decir, de su santidad y de su misión en el mundo. Ellos enriquecen la caridad, que está por encima de todo. Sin amor, los carismas son vanos. Con amor, hasta el menor de nuestros actos repercute en beneficio de todos.
La caridad es la mayor riqueza de la Iglesia. Vivir la comunión en la caridad significa no buscar el propio interés, sino ser capaces de compartir las alegrías y los sufrimientos de los hermanos, ser capaces de llevar los unos las cargas de los otros.
No lo olvidemos: los bienes espirituales que compartimos en la Iglesia están al servicio de la comunión y de la misión, y mediante la comunión de los santos cada uno de nosotros somos signo y “sacramento” del amor de Dios para los demás y para el mundo entero.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Panamá, Argentina y los demás países latinoamericanos. Que María Santísima haga de todos nosotros discípulos misioneros, que dan gratis las gracias recibidas. Muchas gracias.
«Hoy cada uno de nosotros puede pensar en el ocaso de su vida... ¿Lo veo con esperanza, con la alegría de ser recibido por el Señor?»
El Papa Francisco explica en la Audiencia General qué es la Comunión de los Santos
Francisco ha explicado que la 'comunión de los santos' es la caridad que se vive entre los cristianos.
Francisco dijo que la caridad es la mayor riqueza de la Iglesia y que, para nutrirla, es necesario el alimento espiritual de los sacramentos. A través de ellos 'nos encontramos con Jesús' y como 'todo encuentro con el Señor tiene un carácter misionero', los sacramentos nos impulsan a llevar a los demás 'la salvación que hemos recibido'.
Roma, 6 de noviembre de 2013
Resumen de la catequesis del Papa en esañol:
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quisiera hablar de la comunión de los santos, que crece mediante la participación en los bienes espirituales de la Iglesia. En los Sacramentos nos encontramos con Jesús y, por medio de Él, entramos a formar parte del santo Pueblo de Dios. Todo encuentro con el Señor tiene un carácter misionero. Por eso, los Sacramentos constituyen una invitación a comunicar a los otros lo que hemos visto y oído, a llevar a los demás la salvación que hemos recibido.
A su vez, los carismas son dones y gracias especiales que el Espíritu Santo reparte para la edificación de la Iglesia, es decir, de su santidad y de su misión en el mundo. Ellos enriquecen la caridad, que está por encima de todo. Sin amor, los carismas son vanos. Con amor, hasta el menor de nuestros actos repercute en beneficio de todos.
La caridad es la mayor riqueza de la Iglesia. Vivir la comunión en la caridad significa no buscar el propio interés, sino ser capaces de compartir las alegrías y los sufrimientos de los hermanos, ser capaces de llevar los unos las cargas de los otros.
No lo olvidemos: los bienes espirituales que compartimos en la Iglesia están al servicio de la comunión y de la misión, y mediante la comunión de los santos cada uno de nosotros somos signo y “sacramento” del amor de Dios para los demás y para el mundo entero.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Panamá, Argentina y los demás países latinoamericanos. Que María Santísima haga de todos nosotros discípulos misioneros, que dan gratis las gracias recibidas. Muchas gracias.
Parece que las armas fueron escondidas por rebeldes judíos que se escondían en las cuevasdespués de haberlas tomado como botín de guerra del ejército romano. Encontrar una espada así es raro, ¡entonces cuatro? Es un sueño. Nos frotamos los ojos para creerlo, dicen los investigadores.
Como parte del lanzamiento del libro New Studies in the Archaeology of the Judean Desert: Collected Papers que trata sobre los nuevos descubrimientos arqueológicos encontrados en la exploración del desierto de Judea – las raras armas fueron presentadas por primera vez, descubiertas en una pequeña y oculta cueva ubicada en una área de abruptos acantilados aislados y de difícil acceso, en los terrenos de la Reserva Natural Ein Gedi administrada por la Autoridad de Parques y Reservas Naturales.
En esta cueva se descubrieron hace unos 50 años los restos de una inscripción hebrea fragmentada escrita con tinta sobre una estalactita, en la antigua escritura hebrea característica de los días del Primer Templo.
El Dr. Asaf Gi’or del Departamento de Arqueología de la Universidad Ariel, el geólogo Boaz Langford del Instituto de Ciencias de la Tierra y el Centro de Investigación de Cuevas de la Universidad Hebrea de Jerusalén y Shai Halevi, fotógrafo de la Autoridad de Antigüedades, llegaron a la cueva para fotografiar la inscripción hebrea en la estalactita con fotografía multiespectral, que permite descifrar partes adicionales de la inscripción que no son visibles a simple vista.
Durante su recorrido, el Dr. Gi’or encontró dentro de un profundo rincón la punta de una lanza (pilo romano) en un estado de conservación excepcional. En un rincón cercano, Gi’or localizó fragmentos de madera trabajada que resultaron ser parte de las vainas de las espadas.
Los investigadores informaron sobre este descubrimiento al equipo de exploración arqueológica de la Autoridad de Antigüedades que actualmente está llevando a cabo un proyecto científico sistemático en las cuevas del desierto de Judea.
Como parte de esta exploración, que se lleva a cabo por iniciativa de la Autoridad de Antigüedades y en cooperación con la Oficina del Patrimonio y el Oficial Jefe de Arqueología de la Administración Civil, se han documentado cientos de cuevas en el desierto de Judea en los últimos seis años y se han realizado 24 excavaciones arqueológicas en cuevas seleccionadas, cuyo objetivo es salvar los restos arqueológicos únicos – que se conservan en el desierto de Judea – del saqueo de antigüedades.
Cuando llegó el equipo de la exploración a la cueva, se sorprendieron al descubrir dentro de una grieta estrecha y profunda un «tesoro» excepcional: cuatro espadas romanas.
Las espadas se conservaron en excelentes condiciones, tres de ellas se encontraron con la hoja de hierro todavía dentro de la vaina de madera. Dentro de la hendidura también se encontraron partes de correas de cuero y objetos de metal y madera que formaban parte del conjunto de espadas.
Las espadas tienen mangos elaborados, hechos de madera o metal. La longitud de la hoja de tres de las espadas es de unos 60-65 cm, identificándolas como ‘spathas’ romanas, y otra espada más corta, con una hoja de unos 45 cm, se identificó como del tipo Ring Pommel Sword.
Las espadas fueron cuidadosamente extraídas de la grieta y trasladadas rápidamente para su tratamiento y conservación en condiciones controladas de clima en los laboratorios de la Autoridad de Antigüedades. En un examen preliminar, parecer ser espadas estándar que estaban en uso por los soldados del ejército estacionados en la Tierra de Israel en el período romano.
El escondite de las espadas sugiere que las armas fueron tomadas como botín de manos de soldados romanos o del campo de batalla y deliberadamente ocultadas por rebeldes judíos para su reutilización, dice el Dr. Eitan Klein, uno de los directores del proyecto de exploración del desierto de Judea. Es probable que los rebeldes no quisieran ser atrapados con las armas cuando se encontraran con las autoridades romanas.
Estamos sólo al principio de la investigación de la cueva y el conjunto de armas descubierto en ella, y nuestro objetivo es tratar de determinar quiénes eran los dueños de las espadas, dónde se fabricaron y cuándo, y también por quién. Intentaremos comprender cuál es el evento histórico tras el cual se escondieron las armas en la cueva, y si de hecho fue durante la revuelta de Bar Kokhba, que tuvo lugar en los años 132-135.
Con el descubrimiento de las espadas, se decidió llevar a cabo una excavación arqueológica formal de la cueva por parte de la Autoridad de Antigüedades, dirigida por los investigadores Uriah Amichai, Haggai Haimer, Dr. Eitan Klein y Amir Ganor.
La cueva fue excavada en su totalidad, descubriéndose hallazgos de la época calcolítica (hace unos 6.000 años) y del período romano (hace unos 2.000 años). Al pie de la entrada de la cueva se encontró una moneda de bronce de la época de la revuelta de Bar Kokhba, quizás una pista del período de tiempo en que la cueva sirvió como escondite.
Murió mártir, siendo Trajano emperador, hacia el 117
Por humildad se resistió con todas las fuerzas posibles a asumir el papado, pero el día 27 de Julio del año 108 la Iglesia tuvo por Papa a Evaristo.
Nació por los años 60, de una familia judía asentada en tierras griegas. Recibió educación judía y aprendió en los liceos helénicos.
Griego de Antioquía pero nacido en Belén, Evaristo se convirtió en el cuarto o quinto sucesor de Pedro, alrededor del 97 y gobernó durante unos 9 años, hasta aproximadamente el 105. No se conoce casi nada de su pontificado, pero según algunas tradiciones murió como mártir bajo el imperio de Trajano.
No se conocen datos de su conversión al cristianismo, pero se le ve ya en Roma como uno de los presbíteros muy estimados por los fieles que, lleno de celo, eleva el nivel de la comunidad de cristianos de la ciudad, entregándose por completo a mostrarle a Jesucristo. Amplio conocedor de la Sagrada Escritura, es docto en la predicación y humilde en el servicio.
Muerto mártir el Papa Clemente, sucesor de Anacleto, la atención se fija en Evaristo. Por humildad se resistió con todas las fuerzas posibles a asumir la dignidad que comportaba tan alto servicio. El día 27 de Julio del año 108 la Iglesia tuvo por Papa a Evaristo.
Atendió cuidadosamente las necesidades del rebaño: Defiende la verdadera fe contra los errores gnósticos. Establece normas que afectan a la consagración y trabajo pastoral de los Obispos y de los diáconos. Manda la celebración pública de los matrimonios. Se ocupa de la vida de los fieles, esbozándose ya una cierta administración territorial, para su mejor atención y gobierno. También escribió cartas a los fieles de África y de Egipto.
Murió mártir, siendo Trajano emperador, hacia el 117.
La iglesia del tiempo cada día crece en número, pero está perseguida por las leyes; es silenciosa y fuerte en la fe, oculta y limpia en las obras; vive dentro del Imperio en estado latente, desplegando poco a poco su potencialidad al soplo del Espíritu.
La Iglesia lleva caminando veintiún siglos y el actual Sínodo de Roma solo es un momento más de su multisecular peregrinación. Una “Iglesia en salida” ha sido expresión favorita del papa Francisco, apenas elegido sucesor de Pedro.
Con esa referencia ha recordado que la Iglesia debe seguir siendo lo que ya fue desde el primer instante, con el “pistoletazo” de salida en Pentecostés, y las lenguas de fuego sobre la primitiva comunidad cristiana: varones y mujeres, reunidos en el Cenáculo de Jerusalén, en torno a María, Madre de Dios y de la Iglesia, para lanzarse ya al mundo entero. Allí comenzó la Iglesia “en salida” y, mal que bien, lo ha continuado siendo a lo largo de los siglos; de lo contrario hoy no habría un Sínodo romano, ni yo estaría escribiendo estas líneas.
El Sínodo llega ahora al ecuador de su camino y, entre tantos posibles comentarios, solo deseo recordar cómo todos los cristianos somos copartícipes de su andadura, porque también lo somos de un más amplio y permanente camino sinodal de la Iglesia, que no se reduce a un sínodo concreto y, de suyo, pasajero.
Ya los primeros cristianos “hicieron sínodo” sobre todo por el diario “caminar juntos” en la común fe recibida, porque esto significa como es sabido el término “sínodo”; así fueron “Iglesia sinodal”, y no tanto por el hecho de reunirse a debatir cuestiones como sucede estos días en Roma. También esto es necesario, y ha servido para ahondar en muchos aspectos de las verdades de fe y vivir mejor lo esencial del cristianismo: amar a Cristo y darlo a conocer con la propia vida. Esta será siempre la referencia clave de la misión de la Iglesia.
De ahí que ahora estemos, o no, en las aulas del Sínodo romano, debemos ser copartícipes, porque antes, ahora y después, hemos sido y seguiremos siendo peregrinos del incesante caminar de la Iglesia, que comprende este y cuantos sínodos y concilios ha habido, desde el siglo I en Jerusalén.
Los primeros cristianos “hicieron sínodo” caminando estrechamente unidos por la fe del bautismo: todos juntos, pero no revueltos; y cada uno en y desde su sitio, donde Dios los llamó para seguir a Cristo, sin confusión ni mutuas envidias entre los dones recibidos por unos y otros, como discípulos del Señor.
Todos gozosos por el sacerdocio real compartido universalmente en razón del Bautismo; otros, además, por el sacerdocio ministerial solo propio de ellos en virtud del sacramento del Orden, para constituir la jerarquía sagrada querida expresamente por Cristo, Cabeza y Fundador de su Iglesia. Todos los bautizados se sabían “Iglesia”, Familia de Dios, formando así el “Cristo total” como escribió san Agustín y recuerda el número 795 del Catecismo.
El “camino sinodal” en el sentido indicado -el de todos los bautizados, sin más distinción-, se inició ya antes del primer sínodo, que reunió en Jerusalén a los apóstoles y presbíteros para estudiar y decidir las obligaciones de los judíos convertidos al cristianismo. Antes, pues, de aquel primer concilio, en el que solo participaron “presencialmente” apóstoles y presbíteros, ya había “camino sinodal” en su más genuina esencia: el que recorrían a diario todos los bautizados, como lo prueban los Hechos de los Apóstoles, donde leemos:
“Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús” (Hechos 1, 14). “Perseveraban unánimes en la doctrina de los apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. (…) Todos los creyentes estaban unidos” (Hechos 2, 42.44).
A principios de este año, se donó al Vaticano una réplica a tamaño natural de la llamada “barca de San Pedro”. Ahora, la barca se exhibe cerca de una de las zonas más concurridas de este museo.
BARBARA JATTA
Directora, Museos Vaticanos
Este fue el deseo del Santo Padre el papa Francisco, que quería que se expusiera ante el mayor número de personas posible, y por eso lo pusimos aquí, a la entrada de los Museos Vaticanos por donde pasa todo el mundo...".
La embarcación mide más de 28 pies de largo y puede transportar a una docena de personas aproximadamente. Es una réplica exacta de la embarcación original que se descubrió a orillas del lago Tiberíades en 1986. No fue la barca del apóstol Pedro, pero sí una barca usada por los pescadores de la época.
MAURIZIO APONTE
Donante, Barca de San Pedro
Los materiales, todo estaba hecho de acuerdo con lo que había en Tierra Santa en ese momento. Por ejemplo, cedro, lino y cáñamo. Todo lo que se utilizaba para construir barcos hace 2000 años.
Instalar la embarcación no fue tarea sencilla. Pero la familia Aponte, quienes donaron la barca, en colaboración con el Instituto Diplomático Internacional de Roma, está encantada de que ahora sea accesible a los visitantes de los Museos.
MAURIZIO APONTE
Donante, Barca de San Pedro
Me siento muy honrado tanto por mi familia como por mí, porque pensé que nunca llegaríamos a esto. También porque al principio todo estaba pensado como un regalo privado al Santo Padre. Solo eso. Nada más.
Ahora, los casi 7 millones de personas que cada año pasan por los museos pasarán por delante de la barca, puesta ahí como recordatorio sobre los orígenes del primer papa y de toda la Iglesia.
Entre todo el drama que estamos viviendo en estos días, hemos tenido un consuelo, un acercamiento por parte del Santo Padre. Me llamó ayer, y también anteayer, para preguntarme cómo estaba la situación pero también para informarse sobre la comunidad parroquial de Gaza y me expresó su cercanía y preocupación. Le agradecí su llamamiento por el fin de toda guerra y para que haya paz... esperando que la paz llegue pronto.
P. GABRIEL ROMANELLI
Párroco latino de Gaza
Quería mostrar su cercanía. Y ayer, después de enviarle su saludo y su oración, llamó al padre Youssef, a las hermanas y a la comunidad que se han refugiado en la parroquia de allí y le dio su bendición. ¡Verdaderamente un consuelo! Sabemos que la oración del Santo Padre representa la oración de toda la Iglesia. Que su bendición sane todas las heridas de esta tierra.
El P. Gabriel Romanelli pertenece al Instituto del Verbo Encarnado y es párroco de la iglesia latina de Gaza desde hace unos cuatro años.
La comunidad cristiana de la Franja es numéricamente muy pequeña. En esta región exclusivamente musulmana, los cristianos representan el 0,05% de la población.
P. GABRIEL ROMANELLI
Párroco latino de Gaza
¡La comunidad cristiana de Gaza está bien! ¡Sufre como todas las personas! Gracias a Dios no tenemos víctimas, sin embargo algunos han perdido sus viviendas o han sufrido daños. Tengo más de 135 personas de la comunidad dentro de la iglesia, si pensamos que son alrededor de 1.000. ¡135 es un número muy alto! En la iglesia ofrecemos todo lo que necesitan: un lugar para dormir, algo para comer y beber y continuamos un programa espiritual y de apoyo para niños y adultos. Ante tanta necesidad somos, como diría la Madre Teresa, una gota en el mar pero sin nosotros esa gota faltaría. Esto es lo que nos mueve a hacer el bien todos estos años.
El padre Gabriel estaba de viaje y no pudo regresar a Gaza. Actualmente se encuentra en la ciudad de Belén en Palestina.
P. GABRIEL ROMANELLI
Párroco latino de Gaza
¡Querría ir! He pedido entrar. Sé que esta es la voluntad de Dios que quería que yo estuviera aquí. ¡Pero mi rebaño está ahí! ¡Mi gente está ahí! Las almas para ayudar están ahí. Y, por tanto, se necesitarían corredores humanitarios. Son necesarios para la pobreza, las necesidades de salud, agua, electricidad.
Crisanto y Daria fueron dos mártires cristianos del siglo III
Fueron enterrados vivos porque ella había sido una vestal antes de convertirse. Calderón les consagró un drama. El National Geographic sufragó la investigación de sus restos.
"Aquesta cueva, que hoy tiene / tan grande tesoro dentro, / de nadie ha de ser pisada; / y así, este peñasco quiero / que la selle, porque sea / losa de su monumento; / y para que sus cenizas / nunca pisadas del tiempo / vuelen, durando inmortales / siglos de siglos eternos; este rústico padrón / estará siempre diciendo / a las futuras edades: / Aquí yacen los dos cuerpos / de Crisanto y de Daria, / los dos amantes del cielo".
Esto declama el ángel al final de un drama sacro de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), la última gran voz poética del Siglo de oro español. Drama que, efectivamente, lleva el título de Los dos amantes del cielo. Como hombre de letras y de fe, Calderón de la Barca comprendió el potencial lírico de la historia de los mártires romanos Crisanto y Daria, de los cuales la Iglesia celebra su memoria el 25 de octubre, y quiso llevarla a escena.
Como hizo en 2011, de manera más prosaica, pero siempre con un gran olfato para las historias de valor, el coloso de los documentales, National Geographic.
Un santo imprevisto
Según la tradición, Crisanto y Daria fueron martirizados en tiempos del emperador Numeriano, que gobernó entre el año 283 y el 284. Sus nombres figuran en el Martirologio jeronimiano, que se remonta al siglo V, pero que fue redactado basándose en fuentes más antiguas. Los detalles del caso fueron descritos con diversas variantes y están envueltos en una nube de indeterminaciones. Sin embargo, el relato está bastante claro en sus trazos principales.
Crisanto, joven brillante nativo de Alejandría de Egipto e hijo único del senador Polemio, se mudó a Roma para estudiar. Allí conoció al presbítero Carpóforo y se convirtió al cristianismo. Su padre, trastornado, intentó alejar a su hijo de esa nueva pasión, primero con jóvenes atractivas y después apuntando a una belleza femenina más elevada, espiritual e intelectual: la de una virgen que custodiaba el fuego sagrado de la diosa Vesta.
Enviaron a la fascinante vestal Daria para que, con la fuerza de su cultura y su estatus social, altísimo en la sociedad romana, Crisanto volviera a la religión de sus antepasados. Sin embargo, sucedió un imprevisto: venció el ardor de Crisanto y Daria se convirtió. Entre ambos surgió un gran amor en Cristo, una unión en la castidad.
Murieron juntos
Difundieron el Evangelio, convirtiendo a otros romanos, hasta que fueron descubiertos y condenados a muerte. Los llevaron a la vía Salaria, donde fueron arrojados a una fosa y sepultados vivos porque no se podía derramar la sangre de una vestal. Su tumba, en las catacumbas de Trasone, se convirtió en meta de peregrinaciones y el culto se difundió tanto en la parte occidental como oriental del imperio.
Enterrados vivos: el martirio de los dos castos esposos, Crisanto y Daria.
Actualmente, los restos de Crisanto y Daria se conservan en la catedral de Reggio Emilia. Cómo llegaron allí, nos lo explica don Augusto Gambarelli, historiador y archivero diocesano: "En el 947, el rey Berengario II donó las reliquias de los santos a Adelardo, obispo de Reggio Emilia, una donación de la que poseemos varios testimonios antiguos, aunque no contemporáneos al hecho. Las reliquias fueron trasladadas desde Roma a Reggio.
Eran años especiales: recordemos que en el 899, Reggio había sido devastada por los húngaros, que habían asesinado al obispo. Eran tiempos en los que las reliquias eran muy importantes para la comunidad. A partir de entonces se quedaron en la catedral: primero, solo en el altar de la cripta; después, en 1522, se hizo una identificación y partes de los cuerpos fueron custodiados en dos bustos relicarios de plata".
Los amantes del Cielo acompañaron silenciosamente a la ciudad y la diócesis emiliana hasta 2008, cuando alguien alteró esta quietud.
Una nueva investigación
Durante las grandes obras de restauración de la catedral de Reggio Emilia, iniciadas en 2004, se decidió llevar a cabo una nueva investigación sobre las reliquias, tanto de reconocimiento como de conservación. Para hacerlo se implicó a uno de los mayores expertos en el sector, el paleopatólogo Ezio Fulcheri, de la Universidad de Génova.
Y aquí tuvo lugar un cruce de intereses. "Antes de que me contactara la diócesis de Reggio Emilia", recuerda Fulcheri, "el National Geographic, con el que colaboraba, me pidió si había la posibilidad de realizar juntos algo relacionado con reliquias de santos. Pensé entonces en Crisanto y Daria y me imaginé una investigación realizada por un equipo multidisciplinario, con datación al carbono, tomografía computerizada, análisis del polen y los sedimentos... una investigación de amplio alcance. El National Geographic aceptó hacerse cargo de los gastos, bastante elevados, y pudo seguir los trabajos y así obtener un producto para su público".
Y así fue, con el acuerdo de todas las partes, y en 2011 salió un documental, transmitido en Italia por la plataforma Sky, con el título de Los esposos enterrados vivos. Una joya en su género por la belleza de las imágenes y la fuerza evocadora de las reconstrucciones históricas, que merecería ser sacado del olvido en el que ha caído.
A veces se encarga la identificación de reliquias con orígenes históricos inciertos con un escepticismo tácito sobre su autenticidad, incluso con un débil deseo de desmitificación. En el caso de Crisanto y Daria la investigación dio unos resultados sorprendentes.
La ciencia sostiene a la historia
El análisis antropológico, por ejemplo, verificó la presencia en los relicarios de dos individuos, y excluyó la presencia de huesos ajenos a ellos. Esqueletos casi completos y en buen estado de conservación. Los huesos de los cráneos llevaron a la identificación de un sujeto de sexo femenino de edad comprendida entre los 20 y los 25 años, mientras que la determinación del sexo del segundo esqueleto resultó más difícil. Los relieves en los huesos de los miembros superiores e inferiores indican que ambos sujetos tuvieron una vida caracterizada por actividad muscular poco intensa, típica de las clases sociales altas.
Las reliquias de Crisanto y Daria fueron expuestas para la veneración de los fieles con motivo de su estudio.
Los elevados valores de plomo hallados en los huesos podrían indicar una vida en la Urbe [Roma], donde los conductos de agua liberaban una elevada cantidad de este metal. La datación al carbono confirmó que ambos vivieron entre finales del siglo I y la primera mitad del siglo IV d.C. Y si bien no ha sido posible identificar la causa de la muerte, los expertos no han hallado politraumatismos, directos o indirectos, en los esqueletos, lo que es compatible con una muerte por ahogamiento.
En resumen, no solo no ha emergido nada que contradiga lo que sabemos por la tradición hagiográfica, sino que muchos de los datos científicos parecen encajar perfectamente con ella. Los amantes del Cielo probablemente hayan sonreído ante la sorpresa de algunas personas por estos resultados. Y tras la fastidiosa intromisión en su intimidad, han vuelto a velar sobre Reggio Emilia y todos los amantes terrenales que se encomiendan a ellos.
Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa... Sólo Dios basta
Situaciones como las que enfrentó el mundo ante la pandemia del Covid-19 pueden generar muchos sentimientos de angustia y de miedo con diversas preguntas: ¿qué pasará con mis seres queridos?, ¿qué hago si caen enfermos o si yo me enfermo?, ¿Podré perder mi trabajo?, etc
Ante ello, ¿Cómo mantener la calma, tener paz?... Santa Teresa de Jesús, la mística, doctora de la Iglesia y reformadora del Carmelo tiene la clave; y la tiene en su famoso poema "Nada te turbe", que incluso han convertido en canción y ha sido interpretado en muy variadas melodías.
El poema de la carmelita:
"Es un salmo sapiencial, hay que leerlo dejándole flecharnos el alma con el dardo de cada verso, cargado de resonancias, que desde cada sentencia nos devuelve a las sendas de la propia vida, sendas a veces tortuosas, a veces encrespadas o espinadas (...) Es un salmo íntimo, nos introduce en el alma de la autora, que se va diciendo a sí misma: ‘Teresa, que nada te turbe (...)'".
Asimismo, en el poema permanecen tres absolutos que son: "nada, nada,nada; todo, todo, ¡sólo Dios!", es decir, sólo Dios colma y calma todo. Tres veces nada, nada, nada. Dos veces el todo, todo: ‘todo se pasa / todo lo alcanza', y una vez sola, pero cerrando el poema en el verso final: ‘¡sólo Dios!' y punto. O ‘sólo Dios' y basta.
A continuación el poema de Santa Teresa de Ávila ... para leer y meditar con pausa:
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Con información de Revista "Teresa de Jesús".
El 20 de julio en el santuario memorial de Moisés, en el Monte Nebo, Jordania, Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, presidió la santa misa en conmemoración del 90 aniversario de la llegada de los primeros frailes franciscanos a este lugar.
Un santuario que es un tesoro que hoy muchos pueden admirar, gracias al servicio y dedicación de muchos frailes —especialmente los del Studium Biblicum Franciscanum— que a lo largo de los años han devuelto belleza y espiritualidad a este santo lugar.
Un antiguo peregrino de este lugar decía: “Aquí se respira un clima terapéutico para el alma”. En su homilía, el custodio habló de Moiséscomo un hombre de Dios que intentaba hacer la voluntad de Dios, una vida que no fue fácil —prosiguió Fr. Patton— porque después de salir de Egipto caminó por el desierto y cuando estaba a punto de entrar en la Tierra Prometida sólo la vio de lejos. Por otro lado —subrayó el custodio— Moisés es un ejemplo de hombre que confía en Dios y hace lo que el Señor le ordena".
Sobre su muerte, que tuvo lugar en esta montaña, según el Deuteronomio, el P. Patton cuenta una hermosa historia de tradición rabínica.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa:
Moisés muere cuando Dios con un beso viene a tomar su alma. Con la muerte de Moisés, también nuestra muerte no es el final de todo, sino un momento de transición de la peregrinación terrena a la vida en Dios, y es hermoso imaginar que el momento de la muerte es el momento en que Dios toma nuestra vida con un beso para devolvérnosla eterna y para siempre. “El monte Nebo es el lugar ideal para mirar hacia Tierra Santa pero también el lugar ideal para reflexionar sobre el sentido último de esa peregrinación que es nuestra vida”.