"Para poder recibir el tesoro del mensaje cristiano es necesario ser humildes: reconocerse pecadores" Papa Francisco

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Hermanos, tenemos un tesoro: este de Jesucristo Salvador. La Cruz de Jesucristo, este es el tesoro del cual nos enorgullecemos.

"Para poder recibir el tesoro del mensaje cristiano es necesario ser humildes: reconocerse pecadores"

Nuestra humildad debe ser real, con nombres y apellidos

Hermanos, tenemos un tesoro: este de Jesucristo Salvador. La Cruz de Jesucristo, este tesoro del cual nos enorgullecemos.

14 de junio, 2013. (Romereports.com) El Papa Francisco explicó durante la Misa en Casa Santa Marta que para poder recibir el tesoro del mensaje cristiano es necesario ser humildes: reconocerse pecadores. El Papa puso como ejemplo a San Pablo que, a pesar de ser un apóstol muy activo, nunca perdió de vista sus pecados.  

Papa Francisco

“Hermanos, tenemos un tesoro: este de Jesucristo Salvador. La Cruz de Jesucristo, este tesoro del cual nos enorgullecemos. Pero lo tenemos en un vaso de barro. Debemos también nuestro orgullo debe tener presente nuestra lista de acciones, nuestros pecados. Y así el diálogo es cristiano y católico: concreto, porque la salvación de Jesucristo es concreta. Jesucristo no nos ha salvado con una idea, con un programa intelectual, no. Nos ha salvado con la carne, con la concreción de la carne. Se ha abajado, hecho hombre, hecho carne hasta el final. Y eso solamente se puede entender, sólo se puede recibir, en vasos de barro”.

En la Misa estaban presentes los miembros de la Congregación para el Clero y un nutrido grupo de sacerdotes. El Papa les recordó que, como sacerdotes, deben ser humildes para anunciar el evangelio con eficacia.

Extracto textual de la homilía

(Fuente: Radio Vaticana)

“Pablo ha hablado muchas veces, como si fuera un estribillo, de sus pecados. 'Pero yo os digo esto: yo que he perseguido ala Iglesia, he sido perseguidor...' Vuelve siempre a recordar su pecado. Se siente pecador. Y en esos momentos no dice: ' He sido..., pero ahora soy santo'. No. También ahora: 'Hay una espina de Satanás en mi carne'. Nos hace ver la propia debilidad. El propio pecado. Es un pecador que acoge a Jesucristo. Dialoga con Jesucristo”.

“Este es el modelo de humildad para nosotros los sacerdotes. Si nosotros nos enorgullecemos solamente de nuestro 'currículum' y nada más, acabamos equivocándonos. No podemos anunciar a Jesucristo Salvador porque en el fondo no lo escuchamos. Debemos ser humildes, pero con una humildad real, con nombre y apellidos: 'Yo soy pecador por esto, por esto, por esto, por esto'. Como hace Pablo: 'He perseguido a la Iglesia', como hace él: pecados concretos. No pecadores con esa humildad que se parece más a una cara de estampita. No, una humildad fuerte”.

“Hermanos, tenemos un tesoro: este de Jesucristo Salvador. La Cruz de Jesucristo, este tesoro del cual nos enorgullecemos. Pero lo tenemos en un vaso de barro. Debemos también nuestro orgullo debe tener presente nuestra lista de acciones, nuestros pecados. Y así el diálogo es cristiano y católico: concreto, porque la salvación de Jesucristo es concreta. Jesucristo no nos ha salvado con una idea, con un programa intelectual, no. Nos ha salvado con la carne, con la concreción de la carne. Se ha abajado, hecho hombre, hecho carne hasta el final. Y eso solamente se puede entender, sólo se puede recibir, en vasos de barro”.

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