Publican libro sobre el ‘Buen Ladrón’, primer santo de la historia

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El Buen Ladrón, conocido como San Dimas, fue el primer santo de la historia de la Iglesia. Crucificado a la derecha de Jesucristo, le reconoció como Hijo de Dios. Sus palabras fueron “Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”, y obtuvo de Cristo la promesa que no hizo a nadie más: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

 

Publican libro sobre el ‘Buen Ladrón’, primer santo de la historia

El Buen Ladrón, conocido como San Dimas, fue el primer santo de la historia de la Iglesia. Crucificado a la derecha de Jesucristo, le reconoció como Hijo de Dios. Sus palabras fueron “Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”, y obtuvo de Cristo la promesa que no hizo a nadie más: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

MADRID, 15 Abr. 14 / 05:29 am (ACI/EWTN Noticias).-

La editorial Voz de Papel ha publicado en español por primera vez el libro “El Buen Ladrón. Misterio de la Misericordia”, obra del autor canadiense André Daigneault, traducida y completada por el sacerdote Álvaro Cárdenas.

El libro “El Buen Ladrón. Misterio de la Misericordia” fue escrito por Daigneault, pero el P. Cárdenas ha traducido y completado esta edición que contiene la mayor documentación jamás reunida sobre lo que han escrito sobre San Dimas los Padres de la Iglesia y los Papas.

“Hay tres anexos. Uno de los Padres de la Iglesia en el que hemos buscado y descubierto unos textos preciosos sobre este santo. Un segundo anexo sobre lo que han dicho sobre él Juan Pablo II, Benedicto XVI y también el Papa Francisco, y una tercera parte con textos de doctores eclesiásticos y teólogos”, aseguró el P. Álvaro Cárdenas, sacerdote de la diócesis de Getafe, Madrid (España).

El P. Cárdenas explicó a ACI Prensa que el Buen ladrón fue “el primero que creyó en Dios de una manera excepcional, porque todos los apóstoles y los que siguieron a Jesús le creyeron por sus milagros, curaciones y signos, pero después le abandonaron y dejaron solo hasta después de la Resurrección”.

“Pero el Buen ladrón no vio ningún signo, no vio a Jesús resucitado, no vio lenguas de fuego. Sino que se encuentra con Jesús en el peor momento, pero es capaz de reconocer en Él al Hijo de Dios, por eso los Santos Padres no dejan de dar alabanzas de la fe de este hombre, que es irrepetible”, cuenta el P. Cárdenas.

El Buen ladrón desde ese momento de fracaso y ruina personal que es la cruz, “encuentra la mirada de Jesús que entra en lo más profundo de su corazón, le revela el amor de Dios y él se agarra a la certeza de que ese amor es más grande que todos sus pecados, que todos sus crímenes, que todos sus errores, y se agarra a Cristo cuando le dice ‘Jesús acuérdate de mí cuando estés en el paraíso’”, explicó el P. Cárdenas.

Por eso San Dimas es el gran ejemplo espiritual de que la conversión es obra gratuita de Dios, algo que se explica en este libro. “Es el primer santo de la historia, es un prototipo de la santidad, el primero que entró en Su Reino. Por lo que se ve una revelación muy grande de la Misericordia de Dios que ha escogido al más perdido, a un ladrón, un criminal para revelarnos su misericordia y la bondad de Dios que salva hasta en el último extremo”, afirmó.

Precisó que “la figura del Buen Ladrón nos recuerda que cualquier persona con la peor vida que hayan podido tener, hasta el último momento, pueden santificarse, no digamos salvarse porque la santidad no es el fruto de nuestras buenas obras, de nuestros esfuerzos, no es una construcción humana, sino un don de la Misericordia de Dios”.

El P. Cárdenas cuenta que en su trabajo como sacerdote, la figura del Buen ladrón le ha ayudado a que personas apartadas durante toda su vida de la fe vuelvan a la Iglesia en su lecho de muerte.

“A una persona la confesé durante una semana entera porque quería una confesión general de su vida, por eso durante siete días iba a su casa unas horas por la mañana y él me abrió su corazón. Su oración era esta: ‘Jesús acuérdate de mí cuando estés en el paraíso’. Quedó transformado por este mensaje de esperanza, murió en paz, a pesar de haber estado implicado en el mal durante muchos años con una vida muy difícil. Pero murió con paz y fue muy bonito”, explica el autor de la edición española del libro.

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