Uno de los funcionarios con mayor responsabilidad en la implementación de polémicas políticas sobre lugares de culto en China y, en particular, de la oleada de demoliciones de cruces y símbolos religiosos en la provincia de Zhejiang, fue nombrado nuevo responsable de Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.
El nombramiento de Xia Baolong ha sembrado temores de aplicación de mano dura en las regiones autónomas, especialmente tras las protestas registradas en Hong Kong en contra de una mayor intervención del régimen chino a través de un proyecto de ley de extradición.
Más de 360 demoliciones de cruces atestiguan el carácter de Xia Baolong durante su servicio público en la provincia de Zhejiang
Xia Baolong era el Secretario Provincial del Partido Comunista Chino de Zhejiang cuando se implementó la polémica prohibición de las cruces exteriores en los templos cristianos. En 2014, más de 360 demoliciones de símbolos religiosos, motivaron el cuestionamiento de la opinión pública internacional sobre si China estaba llevando a cabo una guerra contra la Cruz (ver noticia anterior).
El historial del funcionario en las vulneraciones a la libertad religiosa siembra dudas sobre el futuro de la Iglesia en Hong Kong, donde el carácter especial de protectorado británico y luego de región autónoma con un sistema distinto al del resto del país permitió el florecimiento de una Iglesia más libre que lidera la denuncia de las condiciones de los creyentes en el resto del país.
La prensa internacional ha destacado la figura de Baolong como "protegido" del Presidente chino Xi Jinping y como una señal del régimen de querer tener un control más estricto sobre Hong Kong. La mentalidad del funcionario se vio retratada en la denuncia de un creyente anónimo sobre la decisión de retirar una cruz exterior de un templo en 2014: al pasar por el lugar en camino a una inspección, preguntó a otros funcionarios: "¿Es éste el dominio de la Cruz, o del Partido Comunista?". Menos de un mes después, el símbolo sagrado había sido demolido. Con información de Bitter Winter.
«La fe no es una marcha triunfal», explica Benedicto XVI
Muestra cómo Pedro, «el pescador», se convirtió en «el apóstol»
«La generosidad impetuosa de Pedro no le libra, sin embargo, de los peligros ligados a la debilidad humana. Es lo que también nosotros podemos reconocer basándonos en nuestra vida», indicó el Santo Padre.
«Pedro, que había prometido fe absoluta, experimenta la amargura y la humillación del que reniega: el orgulloso aprende, a costa suya, la humildad», indicó, mostrando la clave que hizo de Pedro un apóstol.
«También Pedro tiene que aprender que es débil y que necesita perdón», explicó recordando el pasaje en el que, antes de la crucifixión, renegó de Jesús.
«Cuando finalmente se le cae la máscara y entiende la verdad de su corazón débil de pecador creyente, estalla en un llanto de arrepentimiento liberador. Tras este llanto ya está listo para su misión», aclaró el Papa.
La meditación se centró en dos momentos decisivos del apóstol que llegaría a ser el primer obispo de Roma: la multiplicación de los panes y el momento, en el que tras la resurrección, Jesús le llama a ser pastor de la Iglesia universal.
«La generosidad impetuosa de Pedro no le libra, sin embargo, de los peligros ligados a la debilidad humana. Es lo que también nosotros podemos reconocer basándonos en nuestra vida», indicó el Santo Padre.
Antes de la cruz, «también él cede al miedo y cae: traiciona al Maestro», evocó. «La escuela de la fe no es una marcha triunfal, sino un camino salpicado de sufrimientos y de amor, de pruebas y fidelidad que hay que renovar todos los días».
«Pedro, que había prometido fe absoluta, experimenta la amargura y la humillación del que reniega: el orgulloso aprende, a costa suya, la humildad», indicó, mostrando la clave que hizo de Pedro un apóstol.
Fe así, como «en una mañana de primavera», a orillas del Lago de Tiberíades, Jesús, tras la resurrección, le confió esa misión. Benedicto XVI revivió el diálogo de las tres preguntas de Jesús a Pedro, «¿me amas más que éstos».
El pescador ha dejado atrás la vehemencia que le caracterizaba y ahora reconoce sus límites. Explicando el juego de palabras que se esconde tras los verbos originales griegos, el Papa llegó a la última respuesta: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero».
«¡Parecería que Jesús se ha adaptado a Pedro, en vez de que Pedro se adaptará a Jesús! Precisamente esta adaptación divina da esperanza al discípulo, que ha experimentado el sufrimiento de la infidelidad».
«De aquí nace la confianza, que le hace ser capaz de seguirle hasta el final», incluida la muerte en la ciudad eterna, dijo por último.
«De los ingenuos entusiasmos de la adhesión inicial, pasando a través de la experiencia dolorosa de la negación y del llanto de la conversión, Pedro llegó a fiarse de ese Jesús que se adaptó a su pobre capacidad de amor».
«Y nos muestra también a nosotros el camino, a pesar de toda nuestra debilidad. Sabemos que Jesús se adapta a esta debilidad nuestra. Nosotros le seguimos, con nuestra pobre capacidad de amor y sabemos que Jesús es bueno y nos acepta», concluyó el Santo Padre.
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 24 mayo 2006 (ZENIT.org).-
“Vino a vivir a Cafarnaum, en el mar de Galilea”
Mateo 4,15 “Tierras de Zabulón y de Neftalí, más allá del Jordán, a la orilla del mar: Galilea de los paganos.”
En la costa noroccidental del lago de Tiberíades se erige Cafarnaum, originariamente Kfar Naoum, es decir, la aldea de Kefar di Nahum, nombre traducido posteriormente al griego Cafarnaum. Es la ciudad de Jesús, llamada así en el Evangelio de San Mateo. Es aquí que el mismo Mateo fue llamado, así como Pedro, Andrés, Jaime y Juan.
“Vino a vivir a Cafarnaum, en el mar de Galilea”.
¿Cómo se relaciona este lugar de culto con el templo del rey Salomón?
El templo descubierto por los arqueólogos israelíes en Tel Motza, en las afueras de Jerusalén, data del siglo X a. C.
«¿Había realmente otro templo monumental en el corazón del reino de Judá, además del de Jerusalén?». Esta es la pregunta planteada por algunos investigadores israelíes en un comunicado de prensa de la Universidad de Tel Aviv, comentando, el 3 de febrero, los resultados de las recientes excavaciones llevadas a cabo en Tel Motza, justo al noroeste de Jerusalén. El sitio arqueológico ha sido identificado como la ciudad bíblica de Motza, en el territorio de la tribu Benjamin, mencionada en el Libro de Josué (como Mosa, en el capítulo 18, versículo 26).
Las investigaciones arqueológicas, realizadas en colaboración con la Autoridad de Antigüedades de Israel, fueron dirigidas por Shua Kisilevitz y el profesor Oded Lipschits del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv. Los hallazgos se publicaron en la edición de enero / febrero de 2020 de la Revisión de Arqueología Bíblica y destacan la existencia, en el momento del Primer templo (siglos X-VI a. C.), de otro templo. Erigido entre finales del siglo X y principios del siglo IX a. C., se elevaría por encima de una estructura hasta ahora solo parcialmente descubierta y que, por ahora, data del siglo X a. C.
Según el estudio firmado por los arqueólogos, el templo de Motza medía 18 por 13 metros (sin mencionar una habitación adicional que pudo haber existido al sur del edificio). El edificio habría sido un tercio más pequeño que el Primer Templo en Jerusalén, dijo Kisilevitz al periódico The Times of Israel . Hablamos del "único templo monumental que data de la Edad del Hierro y se encuentra en el corazón del reino de Judá", explica la declaración de la Universidad de Tel Aviv.
El plano del templo
Descubierto en 2012, en vísperas de las obras viales planificadas en el área, el templo ha sido objeto de nuevas excavaciones desde marzo de 2019. Tiene muchas similitudes con la descripción del templo de Salomón en Jerusalén (del cual no tenemos restos) que encontramos en Capítulo 6 del Primer Libro de los Reyes .
Según los arqueólogos que trabajan en Tel Motza, el templo descubierto, según les parece, está "en conformidad con las antiguas convenciones y tradiciones religiosas del Cercano Oriente y con las representaciones bíblicas de los lugares de culto en el país". El complejo tiene una orientación este-oeste y consta de un patio y un gran edificio rectangular. Se basa en una planimetría típica en el Medio Oriente hace tres mil años. Afirmado en particular en el norte de Siria, se extendió aún más al sur, a partir del segundo milenio antes de Cristo, por ejemplo, el templo de Jerusalén y los templos de Ain Dara y Tell Ta'yinat en Siria se reflejan. El plan consiste en una habitación larga, generalmente dividida en dos partes. La habitación más pequeña era el "Santo de los santos" que contenía el objeto central del culto, a menudo una estatua. La habitación más grande estaba conectada a un porche delantero, flanqueado por dos columnas en la entrada.
Objetos de culto
En Tel Motza se encontraron muchos objetos y muebles sagrados: estatuillas de cerámica antropomórficas, figuras de caballos, un pedestal decorado con un par de leones o esfinges, un altar de piedra para sacrificios, una mesa de piedra para colocar ofrendas. Otro elemento revelador de la actividad ritual es un pozo lleno de cenizas, restos de huesos de animales y fragmentos de cerámica.
El periódico Haaretz informa que "un análisis de los huesos encontrados indica que pertenecían solo a animales kosher (es decir, puros y legales, como vacas, cabras, ovejas y venados) en su mayoría jóvenes y con signos de sacrificio, lo que refuerza la teoría de que han sido ofrecidos en sacrificio Shuha Kisilevitz señala que el pozo se usó de la misma manera que los judíos usan hoy genizah (un depósito temporal para especímenes de textos sagrados ahora usados e inutilizables).
¿No era el templo de Salomón el único?
Similitudes similares al templo de Salomón y la proximidad geográfica tan cercana (los dos templos estaban a solo 6 kilómetros de distancia) plantean muchas preguntas. Especialmente porque es claro para los arqueólogos que templos como Motza trabajaron al mismo tiempo que Salomón durante la Edad del Hierro. ¿Qué hacía un centro de culto paralelo a 6 kilómetros al noroeste de Jerusalén?
Como Kisilevitz señala a TheTimes of Israel , "era imposible poder construir un templo tan monumental e importante tan cerca de Jerusalén sin la autorización del poder establecido". Sin embargo, esto pone en tela de juicio nuestra concepción de las prácticas religiosas durante el período del Primer Templo, admite el arqueólogo.
El texto bíblico se refiere a las luchas con los lugares de culto que compiten con el templo en Jerusalén. Y la Biblia también establece explícitamente una serie de prohibiciones, estableciendo que los israelitas adoran a Dios solo en el templo en Jerusalén.
El Segundo Libro de los Reyes y el Segundo Libro de las Crónicas mencionan, a este respecto, dos importantes reformas religiosas, que consolidaron la práctica de un solo culto en el Templo de Salomón en Jerusalén al eliminar cualquier otra actividad cultural. Hablamos de las reformas del rey Ezequías (a fines del siglo VIII a. C.) y del más radical de su bisnieto, el rey Josías. Monarca que destruyó todos los lugares de culto existentes fuera de Jerusalén a fines del siglo VII a. C. Se encontraron restos de templos que supuestamente fueron destruidos por estas reformas en Tel Arad y Tel Beer Sheva.
Las preguntas abiertas
¿El templo de Motza ubicado en el corazón del Reino de Judá era parte del sistema administrativo del estado? Shua Kisilevitz lo pregunta.
Pero surgen otras preguntas y rebotan en las páginas web de los "amigos franceses de la Universidad de Tel Aviv": ¿quién lo hizo erigir? ¿Qué rituales tuvieron lugar allí? ¿Cuál fue la relación entre la comunidad del templo Motza y la comunidad del templo de Jerusalén? ¿Los sacerdotes del templo de Motza en algún momento reconocieron la supremacía de los sacerdotes del templo en Jerusalén? Si es así, ¿cuándo sucedió esto? Finalmente, ¿sobrevivió el templo de Motza a las reformas religiosas de Ezequías y Josías y continuó existiendo hasta la destrucción babilónica del reino de Judá en 586 a. C.?
Por el momento, faltan las respuestas, pero los investigadores esperan mucho de las dos campañas de excavación programadas para la primavera de este año y en 2021.
Donde Satanás mostró a Jesús todos los reinos y le ofreció el poder sobre ellos
Esta es la ciudad de Jericó. Se encuentra en Cisjordania, en el desierto de Judea, a unos 240 metros bajo el nivel del mar. Descrita en el Antiguo Testamento como “la ciudad de las palmeras”, la riqueza de sus campos ha hecho que Jericó haya sido habitada por el hombre desde hace milenios.
Está considerada como la ciudad más antigua aún existente, con diez mil años de edad. Los arqueólogos han encontrado restos de asentamientos sucesivos en Jericó, el primero de hace once mil años. El libro de Josué narra la famosa batalla de Jericó, diciendo que la ciudad fue rodeada siete veces por los hijos de Israel, hasta que sus muros se derrumbaron.
En el Nuevo Testamento, Lucas habla de Zaqueo que, siendo de pequeña estatura, trepa a un sicómoro para ver a Jesús. Desde la ciudad se puede ver el monte de las Tentaciones, que se yergue sobre Jericó a 350 metros de altura, hoy custodiado por monjes greco-ortodoxos. Recibió este nombre a causa del episodio que tuvo lugar allí. Jesús fue tentado por el diablo inmediatamente después de su bautismo.
Desde la cima de esta colina, Satanás mostró a Jesús todos los reinos y le ofreció el poder sobre ellos. Los bizantinos construyeron un antiguo monasterio en el siglo VI. Más tarde, los cruzados en 1099 construyeron allí dos iglesias. El lugar fue adquirido por los ortodoxos en 1874, que después construyeron el monasterio que vemos hoy.
Actualmente el monasterio está administrado por la Autoridad Nacional palestina, bajo la supervisión de los monjes ortodoxos. En una capilla dentro de una gruta podemos ver la roca sobre la que Jesús se sentó durante la tentación.
Monasterio de las Tentaciones (Jericó)
El monasterio es una obra de admirable ingeniería, construido sobre la roca pura. Desde un balcón, se puede admirar el bellísimo paisaje del desierto y el valle de Jericó, un verdadero oasis verde. Se pueden ver también las famosas grutas del desierto, que se encuentran junto al monasterio y que en el pasado estaban habitadas. Los valles son profundos. Para llegar al monasterio hay dos maneras: con el telesférico o subiendo a pie por las cuestas de la montaña.
Cada año, la liturgia de la Palabra del primer domingo de Cuaresma ofrece una meditación sobre el episodio del Evangelio que narra la historia de las tentaciones de Jesús en el desierto. El Evangelio de las tentaciones y el camino cuaresmal simbolizan el viaje de la vida, hecho de pruebas y de triunfos, de alegrías y de sufrimientos, de pecado y de perdón.
Tras las Huellas de Jesús es una video serie sobre los lugares santos por los que pasó Jesucristo. Te contaremos un poquito sobre su historia y las vivencias que Jesús tuvo en cada lugar.
El mundo y la Iglesia católica necesitan del celibato, se enriquecen con él
La reciente crisis de abusos sexuales por parte del clero, el descenso del número de sacerdotes y su ausencia en tantos rincones del mundo (la media es de uno por cada tres mil católicos) han abierto en el seno de la Iglesia católica un debate tan viejo como nuevo sobre la conveniencia de que accedan al sacerdocio personas casadas, con buena formación y virtudes probadas.
La figura del sacerdote casado existe ya en las Iglesias católicas orientales, así como, en los ordinariatos anglicanos creados por Benedicto XVI. Por eso, muchas personas vieron en el reciente sínodo de la Amazonía una ocasión de oro para que el papa Francisco diera un empujón definitivo al sacerdocio de personas casadas, tras un milenio de restricciones y otro de prohibición en el rito latino. No ha sido así. Francisco ha optado por mantener una larga y preciosa tradición de la Iglesia que venera el celibato sacerdotal como un don especial del Espíritu Santo a ciertas personas para el servicio de la Iglesia y la humanidad que conviene proteger incluso a costa de que se reduzca el número de sacerdotes.
Pero ¿qué aporta el celibato a la Iglesia católica y a la humanidad para que los últimos papas lo hayan protegido y protejan con uñas y dientes? ¿Por qué Benedicto XVI, que ha estado callado desde que renunció, decidió romper su silencio en defensa del celibato junto con el cardenal Sarah?
En mi opinión, una versión acertada y profunda a esta cuestión, es la que explica que una persona célibe no se casa porque considera a todos los seres humanos sus hermanos, y por eso cualquier relación carnal se convertiría, por definición, en incestuosa. Sí, para una persona espiritualmente célibe, casarse es incestuoso porque todo cónyuge sería antes hermano que cónyuge.
La persona célibe no desprecia el matrimonio, lo valora en mucho, pero lo trasciende. El celibato encumbra el matrimonio, resalta su sacramentalidad. Por eso, el matrimonio más sublime fue el matrimonio virginal de María y José. Sin institución matrimonial, no hay celibato; y sin celibato, el matrimonio fácilmente se banaliza; sin matrimonio, solo existe pura soltería. La soltería es prematrimonial; el celibato transmatrimonial. La persona célibe ama a todos por igual, con la lógica correspondencia con los seres más próximos: sus padres, familiares y amigos. Pero el célibe religioso no puede elegir un amor en exclusiva distinto de Dios mismo. El celibato de un creyente es una suerte de enamoramiento de lo divino. La persona célibe dirige todo su eros, es decir su deseo de amor posesivo, hacia Dios, y desde Dios, a los demás. Este tipo de persona célibe quiere amar como solo Dios ama: a todos, infinitamente, y por igual. La persona casada ama a Dios en su cónyuge; la célibe a todos en Dios.
Así entendido, el celibato contribuye a la espiritualización del mundo de una forma diferente a como lo hace el matrimonio. El matrimonio forma familias; el celibato protege y fortalece la humanidad como familia. El matrimonio se centra en el amor particular; el celibato, en el amor universal. El celibato es don que humaniza el amor divino. El matrimonio cristiano, en cambio, es sacramento que diviniza el amor humano.
El celibato es fuente de amor, comunión fraterna y servicio desinteresado a la humanidad. La persona espiritualmente célibe ve el mundo de arriba abajo, desde la cima del monte, se mueve desde lo espiritual a lo material; la casada, en cambio, ve el mundo de abajo arriba, desde la ladera del monte: se mueve desde lo material a lo espiritual. Por eso, la persona célibe suele admirar el desvelo, la virtud y la capacidad de sacrificio de la persona casada; la persona casada, en cambio, admira la capacidad contemplativa de la célibe, su desprendimiento total, incluso viviendo en medio del mundo, y su deseo de entregarse a cada ser humano, a cada hijo de Dios, sin distinción de raza, color, religión.
En mi opinión, el mundo y la Iglesia católica necesitan del celibato, se enriquecen con él. Por eso, quizás el papa ha decidido proteger este tesoro profético en una sociedad marcadamente pragmática y materialista que ha trivializado el matrimonio. La perfecta redención del eros se alcanza privilegiando el agape.
Rafael Domingo Oslées profesor investigador en el Centro de Derecho y Religión de la Universidad de Emory y profesor de derecho en la Universidad de Navarra. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
“Su Dios es mi Dios” – Uno de los asesinados en Libia no era cristiano
Los 20 coptos egipcianos y su compañero de trabajo de ghanés fueron secuestrados en Libia a principios de enero de 2015. Más de un mes después, el 15 de febrero, el video de su decapitación fue publicado en sitios web yihadistas.
Apenas una semana después de la noticia de la masacre, el patriarca copto ortodoxo Tawadros II decidió inscribir los 21 mártires degollados por Daesh en el Synaxarium, el libro de los mártires de la iglesia copta, fijando su conmemoración el 15 de febrero.
Los restos mortales, incluyendo las cabezas desmembradas, fueron encontrados a finales del pasado mes de septiembre en una fosa común en la costa de Libia, cerca de la ciudad de Sirte. Los cuerpos fueron encontrados con las manos atadas detrás de la espalda, vestidos con los mismos overoles anaranjados que llevaban en el vídeo filmado por los verdugos en el momento de la decapitación.
La repatriación de los restos de los mártires, varias veces anunciada por los medios egipcios, tomó más tiempo de lo previsto y, finalmente, tuvo lugar a mediados del pasado mes de mayo (ver Fides 15/05/2018). Gracias al análisis de ADN fue posible identificar los cuerpos de cada uno de los 21 mártires.
“El video de la ejecución –refirió a Fides el Obispo copto católico emérito de Guizeh, Anba Antonios Aziz Mina- fue realizado como si se tratase de una película escalofriante, con el objetivo de difundir el terror. Sin embargo, en pieza diabólica se puede ver que algunos de los mártires, en el momento de su ejecución, repetían: ‘Señor Jesucristo’.
El nombre de Jesús fue la última palabra que salió de sus labios. Como en la pasión de los primeros mártires, se encomendaron a aquél que los habría de recibir. Así celebraron su victoria, la victoria que ningún verdugo les puede quitar. El nombre susurrado en el último instante fue como el sello de su martirio”. (GV)
(Agencia Fides 12/07/2018).
Gracias a la peregrina Egeria, sabemos que en la segunda mitad del siglo IV se celebraba una liturgia durante el Jueves Santo «en el lugar donde rezó el Señor», y que allí había «una iglesia elegante» (Itinerarium Egeriae, XXXVI, 1 (CCL 175, 79).
Los fieles entraban en el templo, oraban, cantaban himnos y escuchaban los relatos evangélicos sobre la agonía de Jesús en el huerto. Después, en procesión, se dirigían a otro sitio de Getsemaní donde se recordaba el prendimiento (Cfr. Ibid., 2-3 (CCL 175, 79-80).
La basílica de Agonía se llama también de Todas las Naciones porque 16 países sufragaron su construcción.
Siguiendo esta tradición y otras igualmente antiguas, en la actualidad se veneran tres lugares relacionados con los acontecimientos de aquella noche: la roca sobre la que oró el Señor, un jardín que custodia ocho olivos milenarios con algunos de sus retoños, y la gruta donde se habría producido el prendimiento.
Apenas unas decenas de metros los separan, en la zona más baja del monte de los Olivos, casi en el fondo del Cedrón, en medio de un paisaje muy sugestivo: este torrente, como la mayoría de los wadis palestinos, es un valle seco y recibe agua solo con las lluvias de invierno; la falda del monte, al contrario que la cima, está poco habitada, porque grandes extensiones del terreno se han destinado a cementerios; abundan los olivares, dispuestos en terrazas, y también los cipreses, en los bordes de los caminos.
La basílica de la Agonía
La roca sobre la que, según la tradición, rezó el Señor se encuentra en el interior de la basílica de la Agonía o de Todas las Naciones. Recibe este nombre porque dieciséis países colaboraron en su construcción, llevada a cabo entre 1922 y 1924. Sigue la planta de la iglesia bizantina, de la que poco más que los cimientos ha llegado hasta nosotros, pues un incendio la destruyó, posiblemente antes del siglo VII.
En el centro de la basílica de la Agonía se venera la roca donde se habría postrado el Señor en oración.
Firma: Marie-Armelle Beaulieu/CTS.
Medía 25 por 16 metros, tenía tres naves y tres ábsides, y disponía de pavimentos adornados con mosaicos; algunos fragmentos de estos se conservan, protegidos por vidrios, junto a los actuales. Al edificar el santuario moderno, también se hallaron vestigios de otro de época medieval.
Fue erigido por los cruzados en el mismo lugar que la basílica primitiva, pero de un tamaño mayor y con una orientación diversa, hacia el sudeste, lo que hace pensar que no advirtieron los restos precedentes. Quedó abandonado tras la toma de Jerusalén por Saladino.
Desde el Cedrón, destaca el amplio atrio de la basílica, con tres arcos sostenidos por pilastras y columnas adosadas. La fachada está rematada con un frontón. En el tímpano, decorado con mosaico, se representa a Cristo como Mediador entre Dios y la humanidad.
Los días soleados, la luminosidad en el exterior contrasta con la penumbra del interior: las ventanas filtran la luz con tonos azulados, lilas y violetas, que recuerdan las horas de agonía de Jesús y disponen al peregrino al silencio, el recogimiento y la contemplación. Las doce cúpulas, sostenidas en el centro de la iglesia por seis esbeltas columnas, refuerzan esta sensación por medio de unos mosaicos que sugieren el cielo estrellado.
En el presbiterio, delante del altar, sobresale del pavimento la roca venerada. La rodea una artística corona de espinas. Detrás, en el ábside central, está representada la agonía de Jesús en el huerto; en los laterales, también en mosaico, figuran la traición de Judas y el prendimiento.
San Benigno es uno de los 140 santos de la columnata que adorna la Plaza de San Pedro
San Benigno, mártir en la persecución de Diocleciano († 303)
Todi es una de las primeras ciudades evangelizadas de Umbría. Benigno vive en la segunda mitad del siglo III. Y se ha dado conocer entre los suyos como un insigne propagador de la fe cristiana; lo hace con alegría y con notable entusiasmo.
El obispo Ponciano conoce su afán apostólico y está al tanto de la sinceridad de su vida; un día lo consagra presbítero para apoyarse en él en el cumplimiento obligado de atender a su grey y de extender la Salvación.
Llegada la persecución de Maximiano y Diocleciano, la comunidad de creyentes está confortada por la atención espiritual que con riesgo constante de su vida le presta el buen sacerdote Benigno. Socorre a los confesores de la fe presos en las cárceles; visita las casas de los débiles y les busca por los campos que los cobijan para darles aliento; y se las arregla para estar cerca de los que son torturados, acompañando hasta donde es posible humanamente a los que se disponen al martirio.
Pasado el peor momento de estupor, se llena de la audacia del Espíritu Santo y comienza a predicar con fortaleza de Jesucristo. Ahora lo hace públicamente en el intento de convertir a los paganos que están en el terrible error de la idolatría. El principal foco de atención de su discurso es hacerles comprender que los ídolos son una necedad y el culto que se les tributa supone una verdadera ofensa al único Dios que merece adoración y puede darles la salvación ofrecida a todos los hombres sin excepción. Ya no le importa su vida. Se sabe portador de la verdad y conoce bien que ella no es exclusivamente para él. Sólo Jesús es el Señor y todos han de servirle.
Lo que era presumible con ese comportamiento se hace realidad. Es apresado y obligado a apostatar, siendo inútiles los tormentos que tuvo que soportar el fiel y valiente discípulo. Por fin, muere el 13 de febrero del año 303 con la cabeza cortada, aquella que el fraile quiso cambiar de sitio.
La catequesis, es decir, llevar a Cristo a los demás, comporta la responsabilidad de ser fiel a lo que se propone y ni que decir tiene que en este contexto la vida humana no es ningún valor absoluto. ¡Qué bien lo supo hacer san Benigno sin tener que darle vueltas a los textos de las bibliotecas de las universidades que aún no se habían inventado! Fue sencillamente el don del Espíritu Santo.
La Sábana Santa es uno de los objetos más estudiados del mundo
El catedrático de cirugía plástica, estética y reconstrucción, Bernardo Hontanilla, publica un estudio en el que afirma que el lienzo muestra a un sujeto que «se está levantando».
Este lienzo de más de cuatro metros de largo en el que, según la tradición, se habría impreso el cuerpo de Jesús crucificado, ha sido objeto de todo tipo de análisis forenses, hematológicos, textiles, químicos, biológicos e iconográficos. Sin embargo, nunca hasta ahora se había analizado «desde el punto de vista de un cirujano plástico».
Esa ha sido la peculiar tarea que ha emprendido el catedrático de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de la Clínica Universidad de Navarra, Bernardo Hontanilla. Su estudio –que acaba de publicarse en la revista «Sciencia et Fides» («Ciencia y Fe»), una publicación conjunta de la Universidad Nicolás Copérnico de Torun (Polonia) y la Universidad de Navarra– concluye que la Sábana Santa de Turín «muestra a la vez signos de muerte como de vida de una persona que dejó su imagen impresa en un momento en el que estaba viva».
Para este anatomista español, «es razonable pensar que si la Síndone (del griego, lienzo) cubrió el cuerpo de Jesús a Él le interesaría no solo mostrarnos los signos de muerte sino también de resurrección en el mismo objeto».
Reconstrucción en 3D de la imagen
Para llegar a este sorprendente resultado, este catedrático especializado en cirugía de la parálisis facial analizó varios detalles de la postura del cuerpo impreso en la Sábana Santa siguiendo la reconstrucción en 3D del artista andaluz José Manuel Miñarro López. Según explica Hontanilla, todos los estudios realizados hasta ahora sobre la Síndone se refieren a un cadáver.
«Se trata de estudios de medicina forense que describen que la postura fijada en la Síndone es típica de una rigidez post mortem, pero en realidad se trata del gesto habitual de una persona cuando está intentando levantarse partiendo de la posición decúbito supino», asevera.
Hontanilla llega a esta conclusión después de cuestionar la rigidez postmortem en «una persona sometida a un gran traumatismo, deshidratada y con las reservas de glucógeno agotadas en el cuerpo», como es el caso de un hombre que muere en la cruz.
Reconstrucción de la imagen de la Síndone por el artista José Manuel Miñarro López - Francis Silva
Además, el médico realizó varias pruebas con sujetos varones de entre 30 y 40 años, con fenotipo atlético y de entre 1,70 y 1,80 metros de altura a los que les solicitó que se levantaran del suelo partiendo de la posición decúbito supino. Según explica el facultativo, todas estas personas «mostraron un desplazamiento de las manos a los genitales al flexionar el tronco, una elevación y semiflexión de la cabeza y un apoyo de una planta del pie con menos flexión de la pierna contralateral y cierto grado de rotación interna como la figura observada en la Síndone».
Para apoyarse en su argumento de que la persona envuelta en la Sábana Santa estaba viva en el momento de la impresión de la imagen, Hontanilla también se detiene en los surcos nasogenianos y nasolabiales del rostro que se aprecian en la imagen. «La presencia de ambas marcas en la cara impresa en la Síndone se asemeja más a la de una persona viva, ya que en un cadáver reciente la musculatura facial se relaja y desaparecen los surcos», sostiene en su estudio.
«La muerte tiene como consecuencia una parálisis facial bilateral y pueden desaparecer estos surcos. Sin embargo, esa persona que está impresa en la Síndone tiene los surcos nasogenianos marcados y no solo los dos surcos sino que, en el lado derecho, tiene otra marca que indica actividad muscular que se corresponde con un golpe que le dieron en la cara y que está provocando ese surco más superior», explica Hontanilla. «Si estuviera muerto –añade– podría haber una mayor inflamación de toda la mejilla, pero sin la demarcación de surcos por la falta de actividad muscular».
Décimas de segundo
Estos y otros signos que define en su artículo, le llevan a sostener que «la imagen dinámica que queda impresa en la Sábana podría haberse producido «en cualquier momento entre las 18 y 30 horas siguientes a la muerte, pero estando vivo». Además Hontanilla señala que la posición del cadáver que ha quedado impreso en la Síndone «no se debe a que el cuerpo está intentado recuperar la postura que tenía en la cruz porque, de ser así, los brazos entonces deberían haberse desplazado hacia afuera, recordando la posición de crucificado, en lugar de ir hacia los genitales».
«La posición del cuerpo –añade– muestra ese primer e incipiente gesto de levantamiento que pudo ocurrir en décimas o segundos para después desvanecerse y atravesar el lienzo», asevera.
Consciente de la polémica que puede generar su estudio, el catedrático defiende que «en el momento en que se imprime esa imagen, la persona está viva».
«Lo afirmo y defiendo científicamente donde sea necesario. Si todos estos signos que aparecen en la Síndone los unimos a todo lo que está escrito en los Evangelios, entonces coincide el cien por cien no solo en la muerte, sino también en la resurrección. Tanto los signos estáticos de muerte como dinámicos de vida están juntos en el mismo objeto. Si la imagen de la Síndone es la de Jesucristo entonces es una prueba para los cristianos de su muerte y resurrección», sostiene.
El presidente de la Centro Español de Sindología (CES), Jorge Manuel Rodríguez Almenar, prefiere ser prudente. «En la Sábana Santa no se puede hablar de resurrección, pero sí se puede hablar de desaparición del cadáver. Si la imagen impresa en la Sábana Santa es una huella de la transformación de un cuerpo físico a metafísico o glorioso no es una cosa que la ciencia pueda probar.
Esto supone dar un salto que va más allá de la ciencia porque la resurrección es un concepto que no es físico», señala este abogado que ha dedicado buena parte de su vida a investigar el impacto de la Síndone en la Historia del Arte.
Pese a que la Sábana Santa ha sido siempre objeto de debate entre los que creen en su autenticidad y quienes dudan, el presidente del CES recuerda que hasta el momento se ha probado que la imagen reflejada en la Síndone es el de un hombre real, que murió flagelado y crucificado y no producto de un artista. Sin embargo, admite que los principales estudios consideran que sigue siendo «un misterio» cómo se produjo la imagen sobre la Sábana Santa.
Hontanilla también considera que la imagen sobre la Sábana Santa «no puede ser una obra artística». «Es muy difícil de explicar cómo en el siglo XIV, y en realidad en cualquier otro siglo, alguien pudo diseñar material y formalmente la imagen de un sujeto muerto y a la vez vivo. Casi diríamos que la producción de esa imagen en ese objeto es absolutamente admirable, por no decir milagrosa, que se sale fuera de toda lógica humana», asegura el médico.