Cuando Jesús predicaba en el Monte de las Bienaventuranzas, hablaba de una ciudad asentada sobre una montaña que no se puede ocultar, y los eruditos creen que esta es la ciudad a la que Jesús se refería. La antigua Susita, o Hippos, se encuentra cerca del mar de Galilea, en una montaña de los Altos del Golán, de la que se dice que tiene forma de caballo, de ahí el nombre.La basílica romana debió ser imponente, cubierta de mármol blanco, claramente visible desde todo el valle. Las ruinas de la ciudad ahora se encuentran dentro de una de las áreas protegidas administradas por la Autoridad de Israel para la Naturaleza y los Parques. El nuevo parque fue inaugurado con una pequeña ceremonia a fines de marzo, a la que asistieron, entre otros, el Ministro de Patrimonio Cultural de Israel:
La historia de Jesús viene de la historia del pueblo judío, todos somos hijos de Abraham. La visión de Abraham es la visión de toda la humanidad. Como hijos de Abraham, compartimos muchos valores que son la base y sobre los cuales podemos dialogar. Subiendo hacia la ciudad de Susita, pasamos por una franja metálica por donde pasó la Línea Verde, la frontera con Siria, desde 1949 hasta la Guerra de los Seis Días en 1967. En cambio, las ruinas antiguas hablan de la dominación romana y la era bizantina:
Se va de este a oeste por el Decumanus Maximus, el antiguo camino principal: entras en la época romana, ves el foro y la basílica y el Odeón... Y luego todo el mar de Galilea frente a ti. Volviendo al este, se visitan ocho iglesias, construidas en la época bizantina.En la época bizantina Susita era sede episcopal y tuvo una catedral, destruida en el año 749, a causa de un fuerte terremoto. Todas las iglesias tienen pavimento de mosaico, parcialmente cubiertos por razones de conservación. Son ocho, muestra de la importancia de este centro de culto para los habitantes de la zona.
La importancia de este lugar también se debe al milagro de los cerdos, que tuvo lugar ante nuestros ojos aquí, a orillas del Mar de Galilea. El relato del milagro fue llevado por el salvador a las ciudades de la Decápolis —y Susita era una de las ciudades de la Decápolis— por lo que creemos que este es el primer lugar donde se contó el milagro de Jesús. La conexión de muchos lugares, como Susita, con la historia bíblica es uno de los elementos en los que se centra la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel:
Animamos a los creyentes, cristianos, a venir a este lugar, y ver desde aquí toda la zona de lo que llamamos 'la Santa Media Luna', el triángulo evangélico de todas las zonas donde Jesús realizó sus milagros y pronunció esta expresión.
Cuando Jesús predicaba en el Monte de las Bienaventuranzas, hablaba de una ciudad asentada sobre una montaña que no se puede ocultar, y los eruditos creen que esta es la ciudad a la que Jesús se refería. La antigua Susita, o Hippos, se encuentra cerca del mar de Galilea, en una montaña de los Altos del Golán, de la que se dice que tiene forma de caballo, de ahí el nombre. La basílica romana debió ser imponente, cubierta de mármol blanco, claramente visible desde todo el valle. Las ruinas de la ciudad ahora se encuentran dentro de una de las áreas protegidas administradas por la Autoridad de Israel para la Naturaleza y los Parques. El nuevo parque fue inaugurado con una pequeña ceremonia a fines de marzo, a la que asistieron, entre otros, el Ministro de Patrimonio Cultural de Israel:
La historia de Jesús viene de la historia del pueblo judío, todos somos hijos de Abraham. La visión de Abraham es la visión de toda la humanidad. Como hijos de Abraham, compartimos muchos valores que son la base y sobre los cuales podemos dialogar. Subiendo hacia la ciudad de Susita, pasamos por una franja metálica por donde pasó la Línea Verde, la frontera con Siria, desde 1949 hasta la Guerra de los Seis Días en 1967. En cambio, las ruinas antiguas hablan de la dominación romana y la era bizantina:
Se va de este a oeste por el Decumanus Maximus, el antiguo camino principal: entras en la época romana, ves el foro y la basílica y el Odeón... Y luego todo el mar de Galilea frente a ti. Volviendo al este, se visitan ocho iglesias, construidas en la época bizantina. En la época bizantina Susita era sede episcopal y tuvo una catedral, destruida en el año 749, a causa de un fuerte terremoto. Todas las iglesias tienen pavimento de mosaico, parcialmente cubiertos por razones de conservación. Son ocho, muestra de la importancia de este centro de culto para los habitantes de la zona.
La importancia de este lugar también se debe al milagro de los cerdos, que tuvo lugar ante nuestros ojos aquí, a orillas del Mar de Galilea. El relato del milagro fue llevado por el salvador a las ciudades de la Decápolis —y Susita era una de las ciudades de la Decápolis— por lo que creemos que este es el primer lugar donde se contó el milagro de Jesús. La conexión de muchos lugares, como Susita, con la historia bíblica es uno de los elementos en los que se centra la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel:
Animamos a los creyentes, cristianos, a venir a este lugar, y ver desde aquí toda la zona de lo que llamamos 'la Santa Media Luna', el triángulo evangélico de todas las zonas donde Jesús realizó sus milagros y pronunció esta expresión.
Pero Moriah en hebreo significa "visión" y mucho tiene que ver con lo que allí sucedió. Cuando Abraham estaba por sacrificar con un cuchillo a su primogénito, un ángel divino detuvo su brazo armado y le indicó de la existencia de un carnero, que se encontraba en el sitio. Fue entonces cuando Abraham no tuvo que sacrificar a su hijo y optó por el carnero.
.
Después de estos sucesos, Dios puso a prueba a Abrahám. Le dijo: «¡Abrahám!». Él respondió: «Aquí estoy». Dios dijo: «Toma a tu hijo único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria y ofrécemelo allí en holocausto en uno de los montes que yo te indicaré». Abrahám madrugó, aparejó el asno y se llevó consigo a dos criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el holocausto y se encaminó al lugar que le había indicado Dios.
Al tercer día levantó Abrahám los ojos y divisó el sitio desde lejos. Abrahám dijo a sus criados: «Quedaos aquí con el asno; yo con el muchacho iré hasta allá para adorar, y después volveremos con vosotros». Abrahám tomó la leña para el holocausto, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a Abrahám, su padre: «Padre». Él respondió: «Aquí estoy, hijo mío». El muchacho dijo: «Tenemos fuego y leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?». Abrahám contestó: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío». Y siguieron caminando juntos.
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahám levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahám alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: «¡Abrahám, Abrahám!». Él contestó: «Aquí estoy». El ángel le ordenó: «No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo». Abrahám levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
Abrahám llamó aquel sitio «El Señor ve», por lo que se dice aún hoy «En el monte el Señor es visto». El ángel del Señor llamó a Abrahám por segunda vez desde el cielo y le dijo: «Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz» (Gen 22, 1-18).
Otra de las características significativas del monte Moria es que está justo delante del monte Sion y entre ambos forman la explanada del Templo de Jerusalén. Justamente, en una de las laderas del monte Moria es donde está el Calvario o Gólgota. Ni más ni menos que el lugar donde fue crucificado Jesucristo.
Hace miles de años, el Monte Moriah fue el lugar donde sucedieron importantes pasajes bíblicos. Situado en la actual región de la cuidad antigua, en Jerusalén, Israel; se cree que es allí donde el patriarca Abraham subió para sacrificar a su hijo Isaac, según el mandamiento de Dios (Génesis 22, 2). También fue allí donde David vio al ángel que destruiría Jerusalén, como lo ordenara Dios, insatisfecho por su pueblo (2 Samuel 24). Luego de este hecho, David adquirió por precio justo la tierra en la que vio al ángel y levantó un altar. Más tarde encargó a su hijo Salomón que edificara el famoso templo que sustituiría el Tabernáculo, una obra de las más las más innovadoras del planeta, en su época.
Como dejan claro los relatos bíblicos, la región era inhabitada en aquella época. Salém, el poblado que luego daría nacimiento a Jerusalén, estaba en sus cercanías. Mucho después de Abraham, en los tiempos de David, el famoso rey de los judíos compró las tierras donde se había aparecido el ángel destructor, donde había una era (espacio de tierra usada para desgranar y secar granos) de los jebuseos, y que fue por el precio justo. El monarca ordenaría que fuera construido allí el famoso templo de adoración a Dios.
El Monte del Templo, uno de los diferentes nombres del lugar, posee un importante sentido sagrado para cristianos, musulmanes y judíos, con respecto a la discordia entre las tradiciones.
El Monte del Templo, situado en Jerusalén, es uno de los menores montes de la región, con 743 metros por encima del nivel del mar. Esta parte limita al oriente con la Puerta Dorada (foto) – según la tradición cristiana, a través de este portal Jesús entró en Jerusalén, y, en la tradición judaica, es por donde entrará el Mesías, ya que los judíos no creen que Jesús lo sea.
Jerusalén es una ciudad montañosa y, entre todas las montañas, el Monte Moriah es el más cercano a la Ciudad Antigua de Jerusalén, limitando al oeste con el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del mundo para los judíos por ser lo que restó del Segundo Templo.
http://unsacerdoteentierrasanta.blogspot.com.es
Pero Moriah en hebreo significa "visión" y mucho tiene que ver con lo que allí sucedió. Cuando Abraham estaba por sacrificar con un cuchillo a su primogénito, un ángel divino detuvo su brazo armado y le indicó de la existencia de un carnero, que se encontraba en el sitio. Fue entonces cuando Abraham no tuvo que sacrificar a su hijo y optó por el carnero.
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Después de estos sucesos, Dios puso a prueba a Abrahám. Le dijo: «¡Abrahám!». Él respondió: «Aquí estoy». Dios dijo: «Toma a tu hijo único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria y ofrécemelo allí en holocausto en uno de los montes que yo te indicaré». Abrahám madrugó, aparejó el asno y se llevó consigo a dos criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el holocausto y se encaminó al lugar que le había indicado Dios.
Al tercer día levantó Abrahám los ojos y divisó el sitio desde lejos. Abrahám dijo a sus criados: «Quedaos aquí con el asno; yo con el muchacho iré hasta allá para adorar, y después volveremos con vosotros». Abrahám tomó la leña para el holocausto, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a Abrahám, su padre: «Padre». Él respondió: «Aquí estoy, hijo mío». El muchacho dijo: «Tenemos fuego y leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?». Abrahám contestó: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío». Y siguieron caminando juntos.
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahám levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahám alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: «¡Abrahám, Abrahám!». Él contestó: «Aquí estoy». El ángel le ordenó: «No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo». Abrahám levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
Abrahám llamó aquel sitio «El Señor ve», por lo que se dice aún hoy «En el monte el Señor es visto». El ángel del Señor llamó a Abrahám por segunda vez desde el cielo y le dijo: «Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz» (Gen 22, 1-18).
Otra de las características significativas del monte Moria es que está justo delante del monte Sion y entre ambos forman la explanada del Templo de Jerusalén. Justamente, en una de las laderas del monte Moria es donde está el Calvario o Gólgota. Ni más ni menos que el lugar donde fue crucificado Jesucristo.
Hace miles de años, el Monte Moriah fue el lugar donde sucedieron importantes pasajes bíblicos. Situado en la actual región de la cuidad antigua, en Jerusalén, Israel; se cree que es allí donde el patriarca Abraham subió para sacrificar a su hijo Isaac, según el mandamiento de Dios (Génesis 22, 2). También fue allí donde David vio al ángel que destruiría Jerusalén, como lo ordenara Dios, insatisfecho por su pueblo (2 Samuel 24). Luego de este hecho, David adquirió por precio justo la tierra en la que vio al ángel y levantó un altar. Más tarde encargó a su hijo Salomón que edificara el famoso templo que sustituiría el Tabernáculo, una obra de las más las más innovadoras del planeta, en su época.
Como dejan claro los relatos bíblicos, la región era inhabitada en aquella época. Salém, el poblado que luego daría nacimiento a Jerusalén, estaba en sus cercanías. Mucho después de Abraham, en los tiempos de David, el famoso rey de los judíos compró las tierras donde se había aparecido el ángel destructor, donde había una era (espacio de tierra usada para desgranar y secar granos) de los jebuseos, y que fue por el precio justo. El monarca ordenaría que fuera construido allí el famoso templo de adoración a Dios.
El Monte del Templo, uno de los diferentes nombres del lugar, posee un importante sentido sagrado para cristianos, musulmanes y judíos, con respecto a la discordia entre las tradiciones.
El Monte del Templo, situado en Jerusalén, es uno de los menores montes de la región, con 743 metros por encima del nivel del mar. Esta parte limita al oriente con la Puerta Dorada (foto) – según la tradición cristiana, a través de este portal Jesús entró en Jerusalén, y, en la tradición judaica, es por donde entrará el Mesías, ya que los judíos no creen que Jesús lo sea.
Jerusalén es una ciudad montañosa y, entre todas las montañas, el Monte Moriah es el más cercano a la Ciudad Antigua de Jerusalén, limitando al oeste con el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del mundo para los judíos por ser lo que restó del Segundo Templo.
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En la reforma litúrgica de la Iglesia de 1969, quedó establecido el día 29 de septiembre para dar culto a los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel
Hoy se venera la memoria de los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, de honda raigambre en toda la Tradición de la Iglesia.
El nombre de Miguel (en hebreo: ¿Quién como Dios?) recuerda el combate librado por este Arcángel y los ángeles fieles con Lucifer y sus seguidores, que se rebelaron contra Dios y fueron precipitados al infierno.
A San Gabriel (en hebreo, fuerza de Dios) lo eligió Dios para anunciar a María el misterio de la Encarnación.
El nombre de Rafael (en hebreo, medicina de Dios) evoca su misión de médico y compañero de viaje del joven Tobías.
Este nombre significa: "¿Quién como Dios? O: "Nadie es como Dios".
A San Miguel lo nombre tres veces la Sagrada Biblia. Primero en el capítulo 12 del libro de Daniel donde se dice:
"Al final de los tiempos aparecerá Miguel, al gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno".
En el capítulo 12 del Libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente:
"Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojada la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo".
En la Carta de San Judas Tadeo se dice:
"El Arcángel San Miguel cuando se le enfrentó al diablo le dijo: ‘Que te castigue el Señor’".
Por eso a San Miguel lo pintan atacando a la serpiente infernal.
La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales.
Y él cuando lo invocamos llega a defendernos, con el gran poder que Dios le ha concedido. Muchos creen que él sea el jefe de los ejércitos celestiales.
Su nombre significa: "Fortaleza de Dios".
A este Arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. Él fue el que le anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta:
"Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos" (Dan. 9).
Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad.
Su carta de presentación cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta:
"Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios" (Luc. 1, 19).
San Lucas dice:
"Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’.
Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’".
San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.
Su nombre significa: "Medicina de Dios".
Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y peligroso viaje y conseguirle una santa esposa.
Su interesante historia está narrada en la Biblia en el libro de Tobit (Tobit 12:6, 15).
De acuerdo con el Libro de Tobías 5,4, Rafael fue enviado por Yahveh para acompañar a Tobías, hijo de Tobit, en un largo y peligroso viaje para conseguirle una esposa piadosa al joven.
Esta es Sara, quien había visto morir a siete prometidos debido a que un demonio, de nombre Asmodeo, estaba enamorado de la mujer y mataba al esposo en la noche de bodas.
El Libro de Tobías es considerado deuterocanónico por los católicos y ortodoxos. Rafael aparece con apariencia humana acompañando al hijo de Tobit, Tobías, y en un principio, Rafael se presenta como «Azarías, hijo del gran Ananías».
Durante el viaje, en varias ocasiones, se muestra la influencia protectora del arcángel, como la expulsión de un demonio hacia el desierto de Egipto. Tras su travesía y la cura de la ceguera de Tobit, Azarías se presenta como "el ángel Rafael, uno de los siete, que se presenta ante el Señor". Es venerado como San Rafael el Arcángel.
San Rafael es muy invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.
Ver en wikipedia
La Basílica de Jesús Adolescente tiene sus orígenes en Francia, donde el abad Maxime Caron, rector del Seminario Menor de Versalles, en París, buscó impulsar a finales del siglo XIX la devoción a Jesús Adolescente. En 1901, empezó a apoyar a los Salesianos, quienes iniciaron una obra y una asociación en Nazaret bajo esta advocación.
De estilo gótico, fue construida entre 1906 y 1923 en una colina llamada Monte del Comienzo que tiene vistas a la ciudad, donde, según la tradición, Jesús pasó su juventud.
Desde la terraza de la iglesia hay una vista excepcional de la ciudad vieja de Nazaret, divididas (como Jerusalén), en barrios judíos, ortodoxos, latinos y musulmanes.
Más adelante el sacerdote francés los visitó y expresó su sueño de tener un templo en honor al Cristo joven. Posteriormente, la bienhechora Charlotte de Cevilly, viuda de Léon Foäche, dejó su herencia para tal fin. Tras un acuerdo con el Beato Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco, se inició esta gran obra.
En 1907 se puso la primera piedra. Hubo complicaciones por la Primera Guerra Mundial y todos los cambios políticos y militares posteriores, pero nada la detuvo. Es así que el 6 de septiembre de 1923 se dio la solemne consagración del templo, y el abad Caron pudo ver su sueño cumplido.
Nazaret es una ciudad con numerosos lugares santos. Allí se encuentra la Basílica de la Anunciación, donde la Virgen fue visitada por el Arcángel Gabriel y concibió a Dios en el vientre. Tras el nacimiento de Jesús, la Sagrada Familia tuvo que huir a Egipto, pero luego regresó a Nazaret.
Entre las calles de Nazaret, y como el nombre de la Basílica centenaria ya apunta, Cristo creció en sabiduría, estatura y gracia, como dice el evangelista Lucas. Y cuando Jesús comenzó su vida pública y ganó fama y respeto, también volvió a Nazaret.
Aquí puedes ver la celebración por el centenario del templo salesiano.
Lucas indica que fue en la sinagoga de la ciudad cuando se leyó una lectura del profeta Isaías y los judíos no aceptaron las palabras de Jesús. Lo llevaron fuera de la ciudad para tirarlo por la colina. Pero «Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino».
+ info -
DARIUS ARYA
Arqueólogo
Hay una serie de templos republicanos de los siglos III al I a.C. Y detrás del templo B, el templo redondo, hay un muro. Es la única parte de la Curia donde Julio César fue asesinado y todavía es visible. Así que existe esa conexión con ese momento crucial de la historia, con los idus de marzo.
En la década de 1920, con Mussolini, se iniciaron obras en la zona que condujeron al descubrimiento de Largo Argentina. Salieron a la luz cuatro templos antiguos y se abrió una ventana a la historia de Roma anterior a su primer emperador, en el año 27 a.C.
DARIUS ARYA
Arqueólogo
Largo Argentina es un yacimiento muy importante porque ofrece una ventana a la Roma republicana. Tienes toda esta Roma increíble, todas estas capas de historia, pero si quieres hacerte una idea de la Roma anterior a los emperadores, tienes que ir a Largo Argentina.
FLASH
Entrar en Largo Argentina resume ese momento específico antes de los emperadores. Y solo hay un puñado de lugares así.
Aunque este lugar es famoso por el asesinato de Julio César, se ha dado a conocer por el santuario de gatos que alberga. Cuidar de estos animales se ha convertido en una costumbre en Italia.
DARIUS ARYA
Arqueólogo
Desde hace mucho tiempo, la gente ha estado cuidando de estos gatos, que están en el Templo D. Los voluntarios los cuidan, por lo que estos animales se suelen quedar allí. Esto tiene que ver con la costumbre en Italia de ver gatos en parques arqueológicos.
Darío sostiene que Largo Argentina es una parada importante para los turistas porque descubre una parte de la historia de Roma que suele quedar oculta a la sombra del Coliseo y el Foro Romano.
KG
TR: CA
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Entre los escritos cristianos más antiguos, contamos con la llamada “Epístola de Bernabé”. Clemente de Alejandría, a principios del siglo III, dio el nombre de Epístola de Bernabé a un breve escrito en lengua griega.
Los estudios modernos han dejado en claro que este escrito no fue compuesto por San Bernabé, compañero del Apóstol San Pablo en sus viajes apostólicos, sino que es obra de un autor desconocido, que, a su vez, se valió probablemente de documentos preexistentes de diversas épocas.
Su composición se sitúa entre la primera y la segunda destrucción del Templo de Jerusalén (por tanto, entre los años 70 y 130 d.C.).
La antigüedad cristiana profesó alta estima a este escrito, como lo demuestra el hecho de haber sido descubierto en uno de los más antiguos códices, junto con los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento. Este documento, de carácter muy primitivo, llegó a ser considerado en ciertos sectores de la cristiandad como parte de las Sagradas Escrituras.
Forma parte del legado de los Padres Apostólicos, es decir, de los sucesores de los Apóstoles. Un documento que habla a favor de la Iglesia Católica y su doctrina, la misma de ayer, hoy y siempre.
Este es uno de los documentos cristianos más antiguos fuera del Nuevo Testamento y fue citado por otros padres de la iglesia como ‘Escritura’. Aunque lleva el nombre de Bernabé, la carta en sí no menciona detalles sobre su autor. Más bien, esta conexión fue hecha por otros comentaristas como Clemente de Alejandría (150-215) y Orígenes (184-253).
Orígenes y sus estudiantes / Imagen: Wikipedia
El documento se trata más bien de un tratado teológico, no de una epístola, que discute preguntas clave que enfrentaban los seguidores de Jesús en ese momento. Por ejemplo, ¿cómo deben los cristianos interpretar las Escrituras judías? ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre el cristianismo y el judaísmo?
Esto fue importante ya que el documento fue escrito en un momento en que el nivel de antagonismo entre la iglesia y el judaísmo todavía era alto. Su autor estaba preocupado por demostrar que la muerte de Cristo en la cruz es un sacrificio que cumple un plan establecido en el Antiguo Testamento.
En un ataque sostenido contra el judaísmo, el escritor trata sobre los mandatos de la Ley Mosaica que distinguían a los judíos de otros pueblos, como los sacrificios en el templo de Jerusalén, guardar el sábado y la circuncisión, y declara que la obediencia literal a todo esto era un error demoníaco de los judíos.
En un ataque sostenido contra el judaísmo, el escritor trata sobre los mandatos de la Ley Mosaica que distinguían a los judíos de otros pueblos, como los sacrificios en el templo de Jerusalén, guardar el sábado y la circuncisión, y declara que la obediencia literal a todo esto era un error demoníaco de los judíos.
Por medio de la interpretación alegórica que impone al Antiguo Testamento, como la de las leyes dietéticas en Levítico, se le da un significado totalmente extraño a la intención de los autores originales. Por ejemplo, según la Epístola de Bernabé, la prohibición de comer cerdo no es sobre no comer estos animales, sino que es en realidad una advertencia para no comportarse como los cerdos, los cuales son muy ruidosos cuando tienen hambre. Es decir, no hay que buscar a Dios sólo cuando se tiene necesidad de algo.
El documento puede dividirse en dos partes. La primera, y más extensa, trata acerca de la interpretación de las Escrituras de Israel y de su relación con la fe cristiana y la vida moral. La segunda retoma el tema de los “dos caminos” que ya hemos visto en la Didajé. Al referirse a los “dos caminos”, este documento, a diferencia de la Didajé, no los llama “el camino de la vida y el de la muerte”, sino más bien “el de la luz y el de las tinieblas”. Y, mucho más que la Didajé, este documento relaciona el camino de luz con el servicio al prójimo:
"Comunicarás en todas las cosas con tu prójimo, y no dirás que las cosas son tuyas propias, pues si en lo imperecedero sois partícipes en común, ¡cuánto más en lo perecedero!... No seas de los que extienden la mano para recibir y la encogen para dar. ...No vacilarás en dar, ni cuando des murmurarás, sino que conocerás quién es el buen pagador de tu galardón". (Epístola de Bernabé 19.8, 9, 11; BAC 65:807-08)
En contraste, quienes siguen el camino de las tinieblas son los que:
"(…) no se compadecen del menesteroso, no sufren con el atribulado, prontos a la maledicencia, desconocedores de aquel que los creó, matadores de sus hijos por el aborto, destructores de la obra de Dios, que echan de sí al necesitado, que sobre atribulan al atribulado, abogados de los ricos, jueces inicuos de los pobres, pecadores en todo". (Epístola de Bernabé 20.2; BAC 65:809)
La primera parte del documento tiene un marcado tono anti judaico. Al respecto, dice: “el Hijo de Dios vino en carne a fin de que llegara a su colmo la consumación de los pecados de quienes persiguieron de muerte a sus profetas” (Epístola de Bernabé 5.11; BAC 65:780). Y “el Señor habló de que se practicara una circuncisión, pero no de la carne. Mas ellos transgredieron su mandamiento, pues un ángel malo los engañó” (Epístola de Bernabé 9.4; BAC 65:789).
En conclusión, este predicador les aconseja a quienes le escuchan:
"No os asemejéis a ciertas gentes, amontonando pecados a pecados, gentes que andan diciendo que la alianza es de aquellos y nuestra. Nuestra, ciertamente; pero aquellos la perdieron en absoluto del modo que diré, después de haberla ya recibido de Moisés". (Epístola de Bernabé 4:6; BAC 65:777)
También es interesante que este documento constituye un testimonio muy antiguo, fuera del Nuevo Testamento, sobre la costumbre que tenían los cristianos de reunirse en domingo: “Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos.” (Epístola de Bernabé 15:8; BAC 65:803)
Otro dato interesante de este antiguo documento cristiano es que no contiene ninguna cita del Nuevo Testamento con excepción tal vez de una referencia al Evangelio de Mateo.
La Carta de Bernabé fue esencialmente un tratado que usa elementos alegóricos al interpretar el Antiguo Testamento.
El modo en que este predicador entiende e interpreta las Escrituras hebreas es lo que se conoce como “tipología”. Según este método, los acontecimientos, prácticas y mandamientos del Antiguo Testamento eran “figuras” o “tipos” de Jesucristo y de su evangelio. Por ejemplo, los 318 hombres a quienes Abraham circuncidó representan, según la epístola, a Jesús y su cruz, ya que en griego el 318 se escribe IHT, y las primeras dos letras son también las dos primeras del nombre de Jesús, mientras la T representa la cruz.
El término “gnosis”, que significa ‘conocimiento’, es usado por la Epístola de Bernabé para describir su mensaje. De hecho, llama a su mensaje “un conocimiento perfecto”. Sin embargo, el contenido contradice herejías tempranas como el gnosticismo, y parece reflejar una comprensión ortodoxa y temprana de la fe. Al mismo tiempo, algunos escritores han criticado este documento por confiar en gran medida en algunas tradiciones orales sobre el Antiguo Testamento, que después se cristalizarían en la Mishná, así como por el uso de gematría o numerología.
En general, se acepta que el autor era de Alejandría, en vista de su afición por el enfoque alegórico por el cual Alejandría era conocida, tanto entre judíos como entre cristianos, y por el hecho de que las primeras pruebas de la existencia del documento derivan de allí. Parece haber sido escrito después de la destrucción del templo en Jerusalén en el 70, pero antes de que Adriano (76-138) reconstruyera la ciudad tras la revuelta del 132 al 135 d.C. No es posible ser más preciso dentro de estos límites.
Esta Epístola fue ampliamente usada por la iglesia en Egipto y fue incluida en el Códice Sinaítico (el manuscrito más antiguo que contiene tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento), donde aparece después del Apocalipsis y antes del Pastor de Hermas, y también fue citado por Clemente de Alejandría. Sin embargo, fue menos apreciada en otros lugares, y pocos cristianos continuaron leyéndola.
La mayoría de los primeros cristianos no parecían considerarla parte de la Escritura inspirada. Sin embargo, fue valorada por sus ideas sobre la teología judía. Esa perspectiva se describe mejor como la interpretación del Antiguo Testamento a través de la lente del cristianismo primitivo. Esas explicaciones constituyen la mayor parte de la carta.
El texto de la Epístola de Bernabé que tenemos hoy ha sido reconstruido principalmente sobre la base del Códice Sinaítico y del Códice Jerosolimitano. La Epístola de Bernabé sigue siendo un recurso valioso. Los padres de la iglesia primitiva reconocieron su utilidad, incluso cuando reconocieron que no estaba divinamente inspirada.
fuente – biteproject.com
En las artes plásticas, Stabat Mater es un tema del arte cristiano que representa a la Virgen, de pie, a la derecha de Cristo crucificado (es decir, a la izquierda del espectador), mientras que el apóstol Juan, también de pie, se representa a la izquierda de Cristo (es decir, a la derecha del espectador); reproduciendo la escena evangélica durante la que Cristo pronunció la tercera de las «siete palabras»: «Mujer, aquí tienes a tu hijo … Aquí tienes a tu madre», (Juan, 19: 26-27).
Es habitual que se disponga la escena como parte superior de retablos y coros altos; y conforma muchas de las Crux triumphalis y de las estaciones número doce de los viacrucis. Los días más adecuados para recitarla y meditarla son el Viernes de Dolores, el día de la exaltación de la Santa Cruz , 14 de septiembre, y el día de nuestra Señora de los Dolores, 15 de septiembre.
Stabat Mater (traducido del latín significa "Estaba la madre") es un himno católico del siglo XIII atribuído al fraile franciscano Jacopone da Todi. Esta plegaria, que comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa (estaba la Madre sufriendo), medita sobre el sufrimiento de María, la Madre de Jesús, durante la crucifixión de Éste.
Stabat Mater es una de las composiciones literarias a la que más se le ha puesto música; cerca de 200 compositores diferentes. Múltiples compositores de distintas épocas, de género, de estilos y de visión musical han compuesto en base a este texto medieval. Entre los Compositores se cuentan Rossini, Franz Liszt, Krzysztof Penderecki, Giovanni Pierluigi da Palestrina, Francis Poulenc, Domenico Scarlatti, Antonio Vivaldi, Alessandro Scarlatti y Antonín Dvorák, siendo el más famoso el de Pergolesi.
La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.Y cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria.Amén.
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Stabat Mater dolorósa
iuxta crucem lacrimósa,
dum pendébat Fílius.
Cuius ánimam geméntem,
contristátam et doléntem
pertransívit gládius.O quam tristis et afflícta
fuit illa benedícta
mater Unigéniti!
Quæ mærébat et dolébat
pia Mater, dum vidébat
Nati pœnas íncliti.Quis est homo qui non fleret,
Matrem Christi si vidéret
tanto supplício?
Quis non posset contristári,
piam Matrem contemplári
doléntem cum Fílio?Pro peccátis suæ gentis
vidit Iesum in torméntis,
et flagéllis súbditum.
Vidit suum dulcem Natum
moriéntem desolátum,
dum emísit spíritum.Eia, Mater, fons amóris,
me sentíre vim dolóris
fac, ut tecum lúgeam.
Fac ut árdeat cor meum
in amándo Christum Deum,
ut sibi compláceam.*Sancta Mater, istud agas
Crucifíxi fige plagas
cordi meo válide.
Tui Nati vulneráti,
tam dignáti pro me pati,
pœnas mecum dívide.Fac me tecum pie flere,
Crucifíxo condolére,
donec ego víxero.
Iuxta crucem tecum stare,
ac me tibi sociáre
in planctu desídero.Virgo vírginum præclára,
mihi iam non sis amára:
fac me tecum plángere.
Fac ut portem Christi mortem,
passiónis fac me sortem,
et plagas recólere.Fac me plagis vulnerári,
cruce hac inebriári,
et cruóre Fílii.
Flammis urar ne succénsus,
per te, Virgo, sim defénsus
in die iudícii.Fac me cruce custodíri,
morte Christi præmuníri,
confovéri grátia.
Quando corpus moriétur,
fac ut ánimæ donetur
Paradisi gloria.Amen
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CIUDAD DEL VATICANO, 23 FEB 2011 -
San Roberto Belarmino tuvo una excelente formación cultural y humana, entró en la Compañía de Jesús en 1560; estudió en Roma, Padua y Lovaina. Fue nombrado cardenal y arzobispo de Capua (Italia), desempeñando después las más altas responsabilidades al servicio del Papa, fue miembro de diversas congregaciones y encabezó misiones diplomáticas de la Santa Sede en Venecia e Inglaterra.
En sus últimos años compuso varios libros de espiritualidad en los que condensó el fruto de sus ejercicios espirituales anuales. Fue beatificado y canonizado por Pío XI, que lo proclamó además Doctor de la Iglesia en 1931.
Su obra "Controversias" constituye, dijo el Papa, "un punto de referencia todavía válido para la eclesiología católica". El texto "acentúa el aspecto institucional de la Iglesia, debido a los errores que circulaban entonces sobre esa cuestión. Sin embargo, el autor esclarece los aspectos invisibles de la Iglesia como Cuerpo Místico y los ilustra con la analogía del cuerpo y el alma, con el fin de describir la relación entre las riquezas interiores de la Iglesia y los aspectos exteriores que la hacen perceptible".
"En esa obra monumental, que pretende sistematizar las diversas controversias teológicas de la época -explicó el pontífice-, evita cualquier estilo polémico y agresivo frente a las ideas de la Reforma, pero, utilizando los argumentos de la razón y de la Tradición de la Iglesia, ilustra de forma clara y eficaz la doctrina católica".
No obstante, "su legado estriba en la forma en que concebía su trabajo. Las difíciles tareas de gobierno no le impidieron tender diariamente hacia la santidad, con la fidelidad a las exigencias del propio estado como religioso, sacerdote y obispo. (...) Su predicación y su catequesis presentan el carácter esencial que debía a la educación ignaciana, que concentra las fuerzas del alma en el Señor Jesús intensamente conocido, amado e imitado".
En la obra "El gemido de la Paloma", en que la paloma representa a la Iglesia, Roberto Belarmino "llama con fuerza al clero y a los fieles a una reforma personal y concreta de la propia vida, siguiendo las enseñanzas de la Escritura y de los santos" y "enseña con gran claridad y con el ejemplo de su vida que no puede haber una reforma verdadera de la Iglesia si antes no hay una reforma de la persona y una conversión del corazón".
"Si eres sabio comprendes que fuiste creado para gloria de Dios y para tu salvación eterna. (...) Acontecimientos prósperos o adversos, riqueza y pobreza, salud y enfermedad, honores y ultrajes, vida y muerte: el sabio no debe ni buscarlos ni huir de ellos de por sí. Son buenos y deseables sólo si contribuyen a la gloria de Dios y a tu felicidad eterna, son malos y se debe huir de ellos si la obstaculizan", escribía Roberto Belarmino.
"No son palabras pasadas de moda -concluyó el Papa-, hay que meditar en ellas para orientar nuestro camino en esta tierra. Nos recuerdan que el fin de nuestra vida es el Señor y la importancia de confiar en él, de vivir una vida fiel al Evangelio, de aceptar e iluminar con la fe y con la oración todas las circunstancias y las acciones de nuestra vida".
Antes de la audiencia general el Santo Padre bendijo una estatua de San Marón -fundador de la iglesia maronita, particularmente difundida en Siria y Líbano-, colocada en el último nicho exterior libre de la basílica vaticana. La estatua, realizada en mármol de Carrara y alta 5,40 metros, es obra del escultor español Marco Augusto Dueñas.
Entre los presentes se encontraban el cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, patriarca de Antioquia de los Maronitas; el presidente de la República del Líbano, Michel Sleiman y diversas autoridades religiosas y civiles.