A lo largo de toda la historia, los Padres de la Iglesia, sus pastores, sus doctores, han enseñado la misma doctrina sobre la ilegitimidad del aborto.
LA DIDACHE
siglo I“El segundo mandamiento de la enseñanza: No asesinarás. No cometerás adulterio. No seducirás a los niños. No cometerás fornicación. No robarás. No practicarás magia. No usarás pociones. No provocarás [un] aborto, ni destruirás a un niño recién nacido” (Didajé 2:1–2 [70 d.C.]).
“El camino de la luz, entonces, es el siguiente. Si alguno desea viajar al lugar señalado, debe ser celoso en sus obras. El conocimiento, por tanto, que se nos da con el fin de caminar de esta manera, es el siguiente. . . . No matarás al niño procurándole el aborto; ni tampoco lo destruirás después de que haya nacido” (Carta de Bernabé 19 [74 d.C.]).
“¿Qué hombre en su sano juicio, por tanto, afirmará, siendo tal nuestro carácter, que somos asesinos? . . . Cuando decimos que aquellas mujeres que usan drogas para provocar el aborto cometen un asesinato y tendrán que dar cuenta a Dios por el aborto, ¿bajo qué principio deberíamos cometer un asesinato?
Porque no corresponde a la misma persona considerar al mismo feto en el vientre como un ser creado, y por tanto objeto del cuidado de Dios, y cuando ha pasado a la vida, matarlo; y no exponer a un niño, porque quienes lo exponen son acusados de asesinato de niños, y por otra parte, cuando ha sido criado para destruirlo” (Súplica a favor de los cristianos 35 [177 d.C.]).
“En nuestro caso, al estar prohibido para siempre el asesinato, no podemos destruir ni siquiera al feto en el útero, mientras que el ser humano todavía obtiene sangre de las otras partes del cuerpo para su sustento. Impedir un nacimiento no es más que matar a un hombre más rápidamente; ni importa si se quita la vida que nace, o se destruye la que está por nacer. Ése es un hombre que va a serlo; ya tienes el fruto en su semilla” (Apología 9:8 [197 d.C.]).
“Entre las herramientas de los cirujanos hay un instrumento determinado, que está formado por un marco flexible bien ajustado para, en primer lugar, abrir el útero y mantenerlo abierto; está además provisto de una cuchilla anular, por medio de la cual se disecan los miembros [del niño] dentro del útero con cuidado ansioso pero inquebrantable; siendo su último apéndice un gancho romo o cubierto, con el que se extrae todo el feto mediante un parto violento.
“Existe también [otro instrumento en forma de] una aguja o púa de cobre, mediante la cual se gestiona la muerte misma en este robo furtivo de la vida: Le dan, por su función infanticida, el nombre de embruosphaktes, [es decir]” el asesino del niño”, que por supuesto estaba vivo. . . “[Los médicos que practicaban abortos] sabían muy bien que se había concebido un ser vivo, y [ellos] se compadecieron de este desdichado estado infantil, que primero tuvo que ser ejecutado para escapar de ser torturado vivo” (El Alma 25 [210 d.C.]).
“Ahora admitimos que la vida comienza con la concepción porque sostenemos que el alma también comienza desde la concepción; la vida comienza en el mismo momento y lugar que el alma” (ibid., 27). “La ley de Moisés, en verdad, castiga con las penas debidas al hombre que causare el aborto [Éx. 21:22–24]” (ibid., 37).
“Hay algunas mujeres [paganas] que, al beber preparados médicos, extinguen en sus entrañas la fuente del futuro varón y cometen así un parricidio antes de dar a luz. Y estas cosas ciertamente proceden de la enseñanza de vuestros [falsos] dioses. . . . A nosotros [los cristianos] no nos es lícito ni ver ni oír hablar de homicidio” (Octavio 30 [226 d.C.]).
“Las mujeres que tenían fama de creyentes comenzaron a tomar drogas para volverse estériles y a atarse fuertemente para expulsar lo que estaba engendrando, ya que, a causa de los parientes y el exceso de riqueza, no querían tener un hijo de un esclavo o por cualquier persona insignificante. ¡Mira, pues, hasta qué gran impiedad ha procedido ese inicuo, al enseñar el adulterio y el asesinato al mismo tiempo! (Refutación de todas las herejías [228 d.C.]).
“En cuanto a las mujeres que fornican y destruyen lo que han concebido, o que se emplean en fabricar drogas para abortar, un decreto anterior las excluía hasta la hora de la muerte, y algunos han consentido. Sin embargo, deseando utilizar una lenidad algo mayor, hemos ordenado que cumplan diez años [de penitencia], según los grados prescritos” (canon 21 [314 d.C.]).
“La que provoque el aborto, pase diez años de penitencia, ya sea que el embrión esté perfectamente formado o no” (Primera Carta Canónica, canon 2 [374 d.C.]).
“Es homicida... ; también lo son los que toman medicinas para provocar el aborto” (ibid., canon 8).
“Por tanto os ruego que huyáis de la fornicación. . . . ¿Por qué sembrar donde la tierra se encarga de destruir el fruto? ¿Dónde hay muchos esfuerzos por abortar? ¿Dónde hay asesinato antes del nacimiento? Porque ni siquiera a la ramera dejarás que siga siendo una simple ramera, sino hazla también asesina. Ves cómo la embriaguez lleva a la prostitución, la prostitución al adulterio, el adulterio al asesinato; o más bien a algo incluso peor que el asesinato. Porque no tengo nombre que darle, ya que no quita lo que nace, sino que impide que nazca.
¿Por qué entonces abusas del don de Dios, y luchas con sus leyes, y sigues lo que es una maldición como si fuera una bendición, y haces de la cámara de la procreación una cámara para el asesinato, y armas a la mujer que fue dada para tener hijos para el matadero? ? Porque para sacar más dinero siendo agradable y objeto de deseo para sus amantes, ni siquiera esto se resiste a hacerlo, amontonando así sobre tu cabeza un gran montón de fuego. Porque incluso si la acción atrevida es de ella, la causa de la misma es tuya” (Homilías sobre Romanos 24 [391 d.C.]).
“Algunos llegan incluso a tomar pociones para asegurar la esterilidad y asesinar así a seres humanos casi antes de su concepción. Algunas, cuando se encuentran encintas a causa de su pecado, utilizan drogas para procurar el aborto, y cuando, como sucede a menudo, mueren con su descendencia, entran al mundo inferior cargadas con la culpa no sólo de adulterio contra Cristo sino también de suicidio y asesinato de niños” (Cartas 22:13 [396 d.C.]).
Desde el ataque se abrió un proceso de investigación para encontrar a los responsables del atentado. Muchos líderes mundiales pidieron al gobierno de Sri Lanka que haga justicia. El papa aprovechó el tercer aniversario de los atentados para hacer este llamamiento público.
FRANCISCO
No quisiera terminar sin hacer un llamamiento a las autoridades de su país. Por favor y por el bien por la justicia, por el bien de tu pueblo, que se aclare de una vez por todas quiénes fueron responsable de estos hechos [los atentados de Semana Santa de 2019]. Esto traerá paz a su conciencia y a la Patria.
Casi 5 años después, la comunidad católica no ha olvidado a las más de 200 personas asesinadas ese día.
CARD. MALCOLM RANJITH
Arzobispo de Colombo, Sri Lanka
Hemos construido un cementerio especial en Kotahena o Nigambo. Tuvimos que comprar un terreno porque el cementerio católico estaba repleto, lleno de cadáveres y no podíamos enterrarlos a todos allí.
También hay un memorial en una de las iglesias que fueron destruidas aquel Domingo de Pascua.
CARD. MALCOLM RANJITH
Arzobispo de Colombo, Sri Lanka
Hay un memorial dentro de la iglesia. Reservamos una zona y escribimos todos los nombres en una lápida de piedra que construimos en la iglesia de San Sebastián.
Muchas personas han acudido a los memoriales para pedir la intercesión de estos hombres y mujeres. El cardenal Ranjith dijo que son ejemplos de los mártires modernos de los que el papa habla a menudo.
CARD. MALCOLM RANJITH
Arzobispo de Colombo, Sri Lanka
Dieron sus vidas por la fe, porque los atacantes lo hicieron por odio a la fe. Odium fidei, así lo llaman. Odiaban a los cristianos y atacaron a estos inocentes. Los mataron. Para nosotros son mártires porque murieron yendo a la Iglesia, por eso promovemos su causa.
El 21 de abril se cumplen 5 años del atentado. Es el tiempo mínimo que exige el Vaticano para iniciar el proceso de beatificación. Y en Sri Lanka lo tienen claro. En cuanto se cumpla ese aniversario, se pondrán manos a la obra.
FUENTE: www.romereports.com
No sabemos sus nombres, salvo que los apóstoles Pedro y Pablo encabezaron este numeroso grupo de los primeros mártires romanos, víctimas de la persecución de Nerón tras el terrible incendio que destruyó gran parte de Roma en el año 64 (19 de julio).
Fue precisamente en el transcurso de esta persecución cuando se produjeron los martirios de San Pedro y San Pablo, por lo que la fiesta de los protomártires se celebra el 30 de junio, es decir, el día siguiente a la de estas dos columnas de la Iglesia.
En comparación con la comunidad hebrea, los cristianos residentes en Roma en aquella época constituían un grupo de personas reducido. De ellos, poco conocidos, circulaban voces calumniosas, y sobre ellos hizo recaer Nerón, condenándolos a terribles suplicios, la culpa del incendio, a fin de que cesaran las acusaciones que se le habían hecho a él.
En este sentido, el emperador se sirvió del hecho de que las ideas que profesaban los cristianos eran un abierto desafío a los dioses, celosos y vengativos.
“Los paganos—recordará más tarde Tertuliano— atribuyen a los cristianos cualquier calamidad pública, cualquier flagelo. Si las aguas del Tíber se desbordan e inundan la ciudad, si por el contrario el Nilo no se desborda ni inunda los campos, si hay sequía, carestía, peste, terremoto, la culpa es toda de los cristianos, que desprecian a los dioses, y por todas partes se grita: ¡Los cristianos a los leones!”
Los hechos acaecidos tras el incendio están atestiguados por el más célebre de los historiadores romanos, el pagano Tácito (Annales, 15, 44),quien no expresa la menor simpatía por los cristianos, tal y como lo demuestran los calificativos que emplea al referirse a ellos: “ignominias”, “execrable superstición”, “odio al genero humano”, “culpables”, merecedores del máximo castigo”…
Lo de menos es que fuera verdad que los cristianos hubieran incendiado Roma, el odio se había desatado y todos tenían que morir.
Tácito especifica claramente los géneros de muerte que se aplicaron a los cristianos:
“A su suplicio se unió el escarnio, de manera que perecían desgarrados por los perros tras haberles hecho cubrirse con pieles de fieras, o bien clavados en cruces, al caer el día, eran quemados de manera que sirvieran como iluminación durante la noche”.
También hace referencia a ellos San Clemente, Obispo de Roma, en su carta a los Corintios (caps. 5-6), donde narra lo siguiente:
“Pongamos ante nuestros ojos a los santos apóstoles. A Pedro, que por una hostil emulación tuvo que soportar no una o dos, sino innumerables dificultades, hasta sufrir el martirio y llegar así a la posesión de la gloria merecida.
Esta misma envidia y rivalidad dio a Pablo ocasión de alcanzar el premio debido a la paciencia: enrepetidas ocasiones, fue encarcelado, obligado a huir, apedreado y, habiéndose convertido en mensajero de la palabra en el Oriente y en el Occidente, su fe se hizo patente a todos, ya que, después de haber enseñado a todo el mundo el camino de la justicia, habiendo llegado hasta el extremo Occidente, sufrió el martirio de parte de las autoridades y, de este modo, partió de este mundo hacia el lugar santo, dejándonos un ejemplo perfecto de paciencia.
A estos hombres, maestros de una vida santa, vino a agregarse una gran multitud de elegidos que, habiendo sufrido muchos suplicios y tormentos también por emulación, se han convertido para nosotros en un magnífico ejemplo”.
Juan Pablo II al referirse a estos mártires romanos decía:
“es necesario recordar el drama que experimentaron en su alma, en el que se confrontaron el temor humano y la valentía sobrehumana, el deseo de vivir y la voluntad de ser fieles hasta la muerte, el sentido de la soledad ante el odio inmutable y, al mismo tiempo, la experiencia de la fuerza que proviene de la cercana e invisible presencia de Dios y de la fe común de la Iglesia naciente. Es preciso recordar aquel drama para que surja la pregunta: ¿algo de ese drama se verifica en mi?".
Con ayuda de Lucas, San Pablo consigue sacar de la cárcel algunas cartas para la creciente comunidad de creyentes que, a pesar de la inhumana persecución que afrontan por parte de Nerón, serán capaces de difundir el Evangelio y de cambiar el mundo.
Queremos recomendar el film “Pablo, el apóstol de Cristo”. Esta es la historia de dos hombres. Lucas, quien, como amigo y médico, arriesga su vida al entrar a Roma para visitar a Pablo, que está preso en la celda más oscura y sombría de la prisión del Emperador Nerón, decidido a terminar con los cristianos.
Antes de que se promulgue la sentencia de muerte de Pablo, Lucas decide escribir otro libro, uno que detalla los comienzos de «El Camino» y el nacimiento de lo que se conocerá después como la iglesia. Atado en cadenas, la lucha de Pablo es interna. Ha sobrevivido a lo inimaginable: flagelaciones, naufragios, hambre, lapidación, sed y frío, pero mientras espera su cita con la muerte, es perseguido por las sombras de sus acciones del pasado.
Solo en la oscuridad, se pregunta si es el fin de su labor… y si tiene la fuerza para terminar la carrera. Dos hombres luchan contra un Emperador obsesionado y la debilidad del espíritu humano para vivir el Evangelio de Jesucristo y difundir su mensaje al mundo.
James Faulkner, interpreta al Apóstol Pablo en el film.
Los creadores del film han hecho todo lo posible para mantenerse fieles a la Biblia en los detalles de la vida de Pablo y sus viajes; mientras que algunos personajes que interactúan con él durante la película son ficticios.
El rodaje en exteriores duró 30 días en la hermosa isla de Malta. El proceso para iniciar los rodajes duró varios años para el guionista y director Andrew Hyatt.
«Pablo siempre me ha parecido una figura fascinante», asegura Hyatt.
«Cuando pienso en la gracia y la misericordia de Dios, y en quién es la personificación exacta de eso, siempre es Pablo quien me viene a la mente. Alguien que pasa de ser básicamente el mayor perseguidor de los primeros cristianos a ser el mayor evangelizador de la historia del cristianismo».
A través de sus investigaciones, Hyatt y Berden descubrieron detalles sobre los últimos años de vida de Pablo que incorporaron a la historia, lo que se tradujo en que Lucas, el autor del Evangelio, se convirtiera en un personaje fundamental del filme.
Luego, con toda la documentación, consultaron con expertos, para asegurarse de que el mundo que habían creado —tanto los personajes bíblicos como aquellos inventados para contar la historia— ofrecían una imagen realista de la iglesia de los primeros cristianos en Roma durante el reinado de Nerón.
El guión despertó el interés de Josh Nadler, director de desarrollo, y de Rich Peluso, vicepresidente ejecutivo, de AFFIRM Films, una filial de Sony Pictures Entertainment.
«La película es universal. Para la gente de fe, es una afirmación importante y una representación interesante de los últimos días de vida de Pablo», opina. «Para los que no son cristianos, puede servir para recordarles las emociones más elevadas del espíritu humano, y algunas personas pueden, como consecuencia, sentirse impulsadas a llevar una vida mejor».
En 1951, año en que se estrenó Quo Vadis, ocurrió un hecho que marcaría el cine de Hollywood durante esa década: la cadena CBS realizó en Nueva York la primera retransmisión pública de televisión en color.
Peter Ustinov y Patricia Laffan como Nerón y Popea en ‘Quo Vadis’, Mervyn LeRoy, 1951. (Silver Screen Collection/Getty Images)
De este modo, a la amenaza que ya suponía para los grandes estudios la expansión de los receptores de televisión entre la población, gracias a su abaratamiento tras la Segunda Guerra Mundial, se unía ahora un avance técnico que había sido uno de los principales reclamos de la industria del cine –el brillante Technicolor– para atraer masivamente al público a las salas.Quo Vadis surgió como respuesta a esa amenaza.
La poderosa Metro-Goldwyn-Mayer invirtió unos 7,5 millones de dólares en la producción de la película, la más cara hasta ese momento. Se emplearon unos 30.000 extras, el departamento de vestuario confeccionó 32.000 trajes (una cifra nunca superada) y se levantaron unos gigantescos decorados en Cinecittà, los estudios que paradójicamente había hecho construir Mussolini en 1937 para competir con el cine de Hollywood.
Fue el nacimiento del llamado “Hollywood del Tíber”, donde se rodarían otras superproducciones del cine histórico-bíblico como Ben-Hur (1959), Cleopatra (1963) o La caída del Imperio romano (1964).
El director de cine Mervyn LeRoy.Dominio público
Quo Vadis fue un éxito enorme, la película más taquillera del año y del propio estudio desde Lo que el viento se llevó (1939).
Recibió ocho nominaciones a los Óscar (curiosamente lo ganó otro filme de MGM, Un americano en París, donde también primaba la espectacularidad de su producción) y revitalizó el subgénero de las superproducciones bíblicas que había tenido su momento álgido durante el periodo mudo.
Taquillazos como La túnica sagrada (1953), Los diez mandamientos (1956) o la mencionada Ben-Hur nacieron al calor del impacto generado por la cinta dirigida por el aplicado artesano Mervyn LeRoy, un director hoy algo olvidado, responsable de otros éxitos de la MGM como las excelentes El puente de Waterloo (1940), Treinta segundos sobre Tokio (1944) o Mujercitas (1949).
La buena acogida popular que tuvo Quo Vadis no era ninguna novedad. La novela en la que se basa, publicada en 1895 por el autor polaco Henryk Sienkiewicz, se convirtió en uno de los primeros superventas modernos.
La obra traspasó rápidamente las fronteras de Polonia, donde se había editado originalmente (fronteras históricas y sentimentales, ya que el país no existía desde hacía un siglo), y se expandió por todo el mundo como el fuego en la Roma incendiada por Nerón.
A comienzos del siglo XX, Quo Vadis se había traducido a más de treinta idiomas, con un extraordinario impacto en el ámbito anglosajón. Como culminación de este éxito, en 1905 Sienkiewicz recibió el premio Nobel, galardón instaurado cuatro años antes.
El autor, quien ya había alcanzado gran renombre gracias a su trilogía sobre la historia de Polonia –A sangre y fuego (1884), El diluvio (1886) y Un héroe polaco (1888)–, fue premiado por la academia sueca “por sus méritos sobresalientes como un escritor épico”.
El escritor polaco Henryk Sienkiewicz. Dominio públic0
La repercusión de Quo Vadis contribuyó enormemente a impulsar el interés de los lectores por el género de la novela histórica de tema romano-cristiano, que seguía muy vivo gracias a otro gran éxito reciente, Ben-Hur (Lewis Wallace, 1880).
Desde un punto de vista estilístico, la novela sirvió también como puente entre el romanticismo (Los últimos días de Pompeya, Fabiola) y la moderna ficción histórica, representada por novelas tan populares como Yo, Claudio (Robert Graves, 1934) o Memorias de Adriano (Marguerite Yourcenar, 1951).
Por supuesto, las adaptaciones cinematográficas no se hicieron esperar. Quo Vadis nació el mismo año que el cine. Hasta 1927, cuando apareció el sonido, se hicieron nada menos que siete versiones de la novela, la mayoría francesas e italianas, y algunas desaparecidas en la actualidad.
A destacar la de 1913, dirigida por Enrico Guazzoni, por ser una de las primeras superproducciones de la historia del cine; y la de 1924 (abajo), producida en la Italia fascista y dirigida por Gabriellino D’Annunzio, el hijo del célebre poeta decadentista.
La novela de Sienkiewicz narra la historia de la persecución de los primeros cristianos en la Roma de Nerón.
Además de las muchas licencias poéticas que se toma con respecto a los hechos históricos, el escritor polaco, ferviente nacionalista, deslizó una metáfora política sobre el sometimiento de su pueblo por alemanes, rusos y austriacos, quienes se habían repartido el país en 1795.
También es muy significativa la elección del suceso apócrifo de la aparición de Cristo al apóstol Pedro, donde le hace la célebre pregunta que da título a la novela: “Domine, quo vadis?” (“Señor, ¿dónde vas?”). Según la tradición, ese encuentro –que hizo que Pedro asumiera su propio martirio volviendo a Roma para ser apresado y crucificado– se produjo donde se ubica la iglesia Santa Maria delle Piante, más conocida en la actualidad como iglesia Domine Quo Vadis.
Lo interesante es que ese templo fue, durante el siglo XIX, el lugar de reunión de los llamados “resurrecionistas”, una congregación de exiliados polacos, muy numerosos en la Roma de la época, unidos por la fe católica y la esperanza por una pronta “resurrección” de la patria desaparecida.
Iglesia Domine Quo Vadis en Roma en una obra del siglo XIX. Dominio público
Este discurso nacionalista, apenas oculto entre bacanales y espectáculos circenses, se adaptó en la película de Hollywood al contexto de la época.
Estamos en la posguerra, por lo que no es difícil establecer un paralelismo entre la Roma imperial de la película y la Alemania nazi o la Italia fascista, entre Nerón y Hitler o Mussolini, entre la guardia pretoriana de Tigelino y los escuadrones de las SS o las camisas negras, y entre la persecución de los cristianos, a quienes se culpa del incendio de Roma, y la de los judíos por los nazis. Una interpretación favorecida también por el origen judío de Mervyn LeRoy y de dos de los guionistas del filme.
El éxito de Quo Vadis no solo impulsó el género de las superproducciones de tema histórico-religioso y del péplum de serie B (el personaje de Urso tuvo su propia saga de películas reconvertido en el forzudo Ursus), sino que también contribuyó a la pervivencia de expresiones y tópicos asociados al filme, de mitos sobre la Roma imperial que han perdurado hasta la actualidad.
Un ejemplo es Nerón. Interpretado con brillante histrionismo (y falta de rigor histórico, ya que no hay pruebas de que ordenara incendiar Roma ni de su comportamiento tiránico) por el británico Peter Ustinov, el personaje se convirtió en un modelo a seguir para posteriores Nerones cinematográficos y, por extensión, para cualquier emperador romano al que se quisiera caracterizar como corrupto y depravado, como representante de la decadencia imperial romana (Calígula sería el máximo ejemplo).
Otro son las catacumbas. Debido al protagonismo en la película, estas se asociaron para siempre a la clandestinidad y la resistencia de los primeros cristianos, a pesar de que se sabía ya desde las investigaciones del arqueólogo Giovanni Battista de Rossi a mediados del siglo XIX que solo sirvieron como lugar de enterramiento, no para celebrar ritos ni reuniones secretas. De hecho, ni siquiera está clara la persecución de los cristianos por parte de Nerón, en una época donde todavía eran muy minoritarios.
Al margen de los tópicos historicistas, un último aspecto de la película que ha perdurado es la expresión latina de su título. Quo Vadis ha pasado a la cultura popular en forma de marca comercial, como título de libros, artículos, películas, canciones, juegos de mesa, videojuegos... y hasta el nombre de un grupo heavy; y como forma de expresar las dudas o la preocupación ante el camino tomado por un país, empresa o político.
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 30 de junio de 2010 -
Benedicto XVI destacó la diversidad de carismas y misiones de los santos que son el fundamento de la Iglesia: Pedro y Pablo.
En su alocución previa al rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico vaticano, este martes, el Papa afirmó que “los dos santos patronos de Roma, a pesar de haber recibido de Dios carismas y misiones diversas que cumplir, son ambos fundamento de la Iglesia una, santa, católica y apostólica”.
Respecto a Simón Pedro, el Pontífice señaló que “está tan cerca del Señor como para convertirse él mismo en una roca de fe y de amor sobre la que Jesús ha edificado su Iglesia”
San Pablo, añadió, “con la Gracia divina ha difundido el Evangelio, sembrando la Palabra de verdad y de salvación en medio de los pueblos paganos”.
Citando a san Juan Crisóstomo, Benedicto XVI afirmó que Dios ha hecho a la Iglesia “más fuerte que el mismo cielo” y recordó que Cristo le dijo a san Pedro que lo que atara en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desatara en la tierra quedará desatado en los cielos.
También subrayó que la Iglesia está “permanentemente abierta a la dinámica misionera y ecuménica, ya que es enviada al mundo a anunciar y testimoniar, actualizar y extender el misterio de comunión que la constituye”
En sus palabras, pronunciadas tras celebrar en la Basílica Vaticana, la misa de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo y entregar el palio a 39 arzobispos metropolitanos, explicó que el palio “simboliza tanto la comunión con el Obispo de Roma, como la misión de apacentar con amor a la única grey de Cristo”.
Finalmente, pidió que “el ejemplo de los Apóstoles Pedro y Pablo ilumine las mentes y encienda en los corazones de los creyentes el santo deseo de cumplir la voluntad de Dios, para que la Iglesia peregrina en la tierra sea siempre fiel a su Señor”. E invitó a los asistentes a dirigirse “con confianza a la Virgen María, Reina de los Apóstoles, que desde el Cielo guía y sostiene el camino del Pueblo de Dios”.
Tras rezar el Ángelus, el Papa saludó a los familiares y acompañantes de los arzobispos que acababan de recibir el palio y a los peregrinos en distintas lenguas. A los de lengua española les invitó a seguir el ejemplo de los santos Pedro y Pablo martirizados en Roma “para que, cada vez más unidos al Señor, sepáis dar en vuestra vida abundantes frutos de santidad y apostolado”.
Vídeo: Romereports
Ubicado en Kazajistán, un país marcado por décadas de represión religiosa, el santuario —erigido con la bendición del arzobispo Tomasz Peta y el apoyo del obispo auxiliar Athanasius Schneider— se integra en una red internacional centrada en el icono de María, Madre de los Cristianos Perseguidos.
El 20 de junio fue inaugurado en la Iglesia de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro, en la capital kazaja Astaná, un santuario mariano dedicado a los cristianos perseguidos. Es el sexto centro de oración establecido por la organización estadounidense Nasarean.org y el primero en Asia Central.
Durante la homilía de la inauguración, el obispo Schneider recordó las palabras de san Juan Pablo II durante su visita a Astaná en 2001, cuando habló de las «pruebas indecibles» sufridas por quienes «eligieron no renegar de su fe».
Esta iniciativa, lanzada en 2018, invita a diócesis de todo el mundo a acoger un icono pintado por la monja melquita libanesa Souraya Herro, inspirado en la imagen tradicional de la «Madre de la Ternura». La obra incluye la inscripción aramea «Madre de los Perseguidos», conectando el sufrimiento de la Iglesia actual con la lengua de Cristo y los mártires de los primeros siglos. Cada santuario es inaugurado con la bendición episcopal y se convierte en un hogar espiritual de oración y comunión con los cristianos perseguidos en todo el mundo.
Kazajistán —una nación extensa y poco poblada, situada entre Rusia y China— reviste un simbolismo especial dentro de este proyecto. Bajo el régimen comunista, fue uno de los principales enclaves del sistema soviético de gulags, donde millones de personas fueron encarceladas, entre ellas numerosos clérigos, religiosas y fieles laicos.
Desde la década de 1930, grupos étnicos enteros fueron deportados forzosamente a Kazajistán, incluyendo alemanes, polacos, ucranianos y bálticos, muchos de ellos católicos u ortodoxos. La práctica religiosa fue criminalizada, los templos clausurados o transformados y los sacramentos celebrados en la clandestinidad.
Entre los afectados estuvo la familia del obispo Schneider, nacido en 1961 en el seno de una familia católica alemana exiliada en los Urales. Criado en la Iglesia subterránea, participó en liturgias secretas y vivió en carne propia la resistencia espiritual, experiencia que ha marcado su ministerio y su respaldo a este nuevo santuario. Desde su independencia en 1991, Kazajistán reconoce oficialmente la libertad religiosa, aunque en la práctica persisten importantes restricciones. Aproximadamente el 70 % de la población profesa el islam, mientras que los cristianos —en su mayoría ortodoxos rusos— representan un 26 %. Los católicos son una minoría, pero mantienen una presencia activa mediante escuelas, parroquias y obras de caridad.
En 2022, el Papa Francisco visitó el país con motivo del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, fomentando la libertad religiosa, el diálogo interreligioso y la convivencia pacífica. Su visita también quiso destacar el papel constante, aunque discreto, de la Iglesia católica en Asia Central.
Pese a ciertos avances, los cristianos en Kazajistán —especialmente los conversos del islam— enfrentan todavía grandes desafíos. En su lista «World Watch 2024», la organización Puertas Abiertas situó a Kazajistán en el puesto 38 entre los países donde ser cristiano resulta más difícil, junto a otras naciones de Asia Central como Uzbekistán y Tayikistán.
La asociación denunció que los conversos sufren rechazo social y familiar, abusos físicos e incluso arresto domiciliario o matrimonios forzados. Las mujeres son particularmente vulnerables en zonas rurales, donde padecen acoso, violencia e incluso secuestros matrimoniales. Los hombres, por su parte, son objeto de vigilancia estatal, restricciones de movilidad y extorsiones, sobre todo en el ámbito empresarial. Estas dinámicas se ven agravadas por la restrictiva Ley de Religión de 2011, que impone duras condiciones de registro, limita el culto público y prohíbe la actividad religiosa no registrada. Puertas Abiertas informa que, si bien las comunidades ortodoxas rusas suelen evitar interferencias, los grupos católicos y protestantes que evangelizan abiertamente son objeto de vigilancia, redadas y procesos judiciales.
En 2017, la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional señaló que 20 personas fueron encarceladas en Kazajistán por expresar pacíficamente su fe. Un informe de 2018 del observatorio noruego Forum 18, tras 15 años de seguimiento, describió el clima religioso del país como fundamentalmente represivo, pese a los discursos oficiales.
El icono de María, Madre de los Cristianos Perseguidos, ya ha sido entronizado en cinco ciudades occidentales: Nueva York, Londres, Estocolmo, Clinton (Massachusetts) y Lander (Wyoming). Mientras estas localizaciones reflejan una creciente indiferencia espiritual en Occidente, Kazajistán representa una tierra donde la opresión ha sido vivida y, en algunos casos, aún persiste.
En 2023, durante la inauguración del santuario de Estocolmo, el padre Benedict Kiely —fundador de Nasarean.org— lamentó que muchos católicos en Occidente desconocen la magnitud de la persecución cristiana en el mundo y tienden a centrarse cada vez más en cuestiones sociales o medioambientales. «La Sagrada Escritura nos dice claramente que si una parte del Cuerpo sufre, todo el Cuerpo sufre», declaró al Register, subrayando la importancia de la solidaridad espiritual. Actualmente, se encuentran en preparación tres nuevos santuarios, como parte de la visión del padre Kiely de crear una auténtica cadena global de intercesión, unida por una sola imagen y una sola intención: la oración por los cristianos perseguidos.
En Kazajistán, donde la fe ha sobrevivido al silencio y al exilio, la entronización de este icono recupera una memoria largamente silenciada. Honra a quienes permanecieron fieles en medio de la represión y extiende el consuelo de la Iglesia a quienes siguen pagando el precio del discipulado de Cristo —muchas veces en la oscuridad, pero ya no en soledad.
Los túneles del tiempo de Jerusalén nos llevan bajo tierra, a una cantera de piedra caliza, ideal para la construcción de edificios nobles, ubicada a unos 100 metros de la Puerta de Damasco y conocida como la gruta del Rey Sedecías.
GURA BERGER Portavoz - Sociedad de Desarrollo de Jerusalén Este
Esta gruta, esta cantera, es como el seno de Jerusalén: de aquí provienen las piedras con las que se construyó la ciudad en la superficie.
La gruta cubre una superficie de unos 9.000 metros cuadrados y se extiende bajo las viviendas del barrio islámico. Está descrita en un libro escrito por un franciscano del siglo XIV, quien afirmaba haber recorrido un largo tramo de ella, iluminando el camino con grandes velas, y que podía albergar hasta 10.000 personas.
Según la tradición, la actividad en la cueva se remonta a la época del Primer Templo, hasta la época del rey Salomón. Esta datación se basa en la descripción bíblica de la construcción del Templo por parte de Salomón:
Salomón tenía además setenta mil cargadores y ochenta mil canteros en la montaña. […] El rey mandó sacar piedras grandes y costosas para los cimientos del templo, y piedras labradas. Por esta razón, la gruta también se conoce como la Gruta de Salomón.
El análisis de las piedras que componen el Muro Occidental ha revelado que son geológicamente idénticas a las rocas de la Gruta de Sedecías. Sin embargo, no tenemos evidencia arqueológica que vincule definitivamente la actividad de la cantera con mil años antes, en la época del rey Salomón.
Numerosas tradiciones están vinculadas a la cueva, la más famosa de las cuales se refiere a la huida de Sedecías, rey del reino de Judá, de los babilonios durante la destrucción del Primer Templo. De esta tradición proviene el nombre de la gruta.
GURA BERGER Portavoz - Sociedad de Desarrollo de Jerusalén Este
Sedecías fue el último rey del reino de Judá de la dinastía de David y, según la tradición, huyó con su familia y todas sus riquezas de la Ciudad de David —ubicada a un kilómetro de aquí, en esta dirección— bajo tierra, sin que nadie sepa cómo, para reaparecer en Jericó.
Este suceso se relata en el capítulo 52 del Libro de Jeremías, donde el profeta advierte al rey que no se rebele contra los babilonios. Dice:
Entonces hicieron un boquete en las murallas de la ciudad, y todos los soldados huyeron de la ciudad durante la noche. Salieron por la puerta situada entre las dos murallas, por el camino de los jardines reales. Pero los soldados caldeos persiguieron al rey Sedequías y lo alcanzaron en la llanura de Jericó. Los caldeos capturaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, que estaba en Riblá. Allí el rey de Babilonia mandó degollar a los hijos de Sedequías ante sus ojos. En cuanto a Sedequías, mandó que le sacaran los ojos y que lo encadenaran para llevarlo a Babilonia, donde estuvo preso hasta que murió.
En el interior de la gruta hay una fuente, documentada desde hace al menos mil años, conocida como el Manantial de las Lágrimas de Sedequías. Según la tradición, las lágrimas del rey aún fluyen allí, señal de su dolor por la destrucción de Jerusalén. Otra historia también tiene como escenario esta gruta.
Si el rey Sedequías huyó de este lugar, es posible que el Arca de la Alianza también se encuentre aquí.
Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm Arqueólogo - Studium Biblicum Franciscanum, comenta que en realidad, los arqueólogos no pueden afirmarlo con certeza, pero según los textos sagrados existen diferentes versiones sobre la ubicación final del Arca de la Alianza.
En 1873, se descubrió en la pared de la gruta un grabado que representaba una criatura alada, similar a los dos querubines colocados en la tapa del Arca de la Alianza. Según los investigadores, el autor podría haber sido alguien que regresó del cautiverio babilónico, que vio grabados similares allí, o alguien que los observó en el Templo e intentó crear un símbolo de protección para este lugar. Se descubrió un túnel bajo el pavimento con características distintivas de la era cristiana.
Los muros están construidos en un estilo que recuerda mucho al de los caballeros cruzados. Aquí hay un secreto que aún no se ha revelado, y espero que en los próximos años se reanuden las excavaciones, lo que nos permitirá descubrir el otro misterio que esconde esta gruta, ya rica en secretos, historias y tradiciones.
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La contemplación de esta escena ha alimentado la devoción de los cristianos desde los primeros siglos, pues ahí han encontrado una fuente continua de paz y seguridad en las dificultades.
La mística cristiana nos invita a abrirnos al Corazón del Verbo Encarnado:
«Que Cristo habite en vuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en la caridad, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad; y conocer también el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para que os llenéis por completo de toda la plenitud de Dios» Ef 3, 17-19.
La piedad popular del bajo medioevo desarrolló una veneración profunda y expresiva de la Humanidad Santísima de Cristo sufriente en la Cruz. Se difundió así el culto a la corona de espinas, los clavos, las llagas... y al Corazón abierto, síntesis de todos los padecimientos del Salvador por amor a nosotros.
Estas formas de piedad dejaron su impronta en la Iglesia, de modo que en el siglo XVII nació la celebración litúrgica de la solemnidad del Sagrado Corazón.
El 20 de octubre de 1672 un sacerdote normando, san Juan Eudes, celebró por vez primera una misa propia del Sagrado Corazón y, a partir de 1673, se fueron difundiendo por Europa las visiones de santa Margarita María Alacoque sobre la expansión de este culto. Finalmente, Pío IX extendió oficialmente a la Iglesia latina esta fiesta.
La liturgia del día desarrolla los dos pilares teológicos de la devoción: las riquezas insondables del misterio de amor desplegado en Cristo, y la contemplación reparadora de su corazón traspasado. Los recogen las dos oraciones colecta que el Misal Romano ofrece:
«al celebrar la solemnidad del Corazón de tu Hijo unigénito, recordamos los beneficios de su amor para con nosotros; concédenos recibir de esta fuente divina una inagotable abundancia de gracia»; «en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación».
La consideración del abismo de ternura del Señor por las almas es también una invitación a conformar el propio corazón al suyo, a unir al afán reparador el deseo eficaz de acercar más almas a Él:
«Nos hemos asomado un poco al fuego del Amor de Dios; dejemos que su impulso mueva nuestras vidas, sintamos la ilusión de llevar el fuego divino de un extremo a otro del mundo, de darlo a conocer a quienes nos rodean: para que también ellos conozcan la paz de Cristo y, con ella, encuentren la felicidad» San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 170
Desde que el papa Pío XII publicó su encíclica Haurietis aquas, varios de sus sucesores han tratado del culto al sagrado corazón de Jesús. El papa Pablo VI, en su carta apostólica titulada Las innumerables riquezas de Cristo (6 de febrero de 1965), recomendaba esta devoción como un medio excelente de honrar al mismo Jesús, y hacía notar la relación íntima entre esta devoción y el misterio eucarístico:
"Deseamos especialmente que el corazón de Jesús sea honrado por una participación más intensa en el sacramento del altar, puesto que el mayor de sus dones es la eucaristía".
Pablo VI contaba esta devoción entre las fórmulas populares de piedad que el concilio Vaticano II quería promover, porque no podía por menos de alimentar una piedad auténtica hacia la persona de Cristo. Estaba, además, en armonía con la liturgia, porque precisamente en el corazón de Jesús tiene la liturgia su origen y su vida; desde ese corazón el sacrificio de expiación se elevó hacia el Padre eterno.
Juan Pablo II, en su primera encíclica, Redemptor hominis (4 de marzo de 1979), que trata del misterio de la redención, tiene la siguiente expresión:
"La redención del mundo -este tremendo misterio de amor en el cual la creación se renueva- es en su raíz más profunda la plenitud de la justicia en un corazón humano, el corazón del Hijo primogénito, para que pueda ser justicia en el corazón de muchos seres humanos, predestinados desde la eternidad en el Hijo primogénito a ser hijos de Dios y llamados a la gracia y al amor".
En una audiencia general, el 20 de junio del mismo año, habló abundantemente de la devoción al sagrado corazón, cuya fiesta estaba a punto de celebrarse. "Hoy, anticipando la fiesta de ese día, junto con vosotros, deseo volver los ojos de nuestros corazones hacia el misterio de ese corazón. Me ha hablado desde mi juventud. Cada año vuelvo a este misterio en el ritmo litúrgico del tiempo de la Iglesia".
Es característico del papa Juan Pablo hablar del corazón de Cristo asociándolo con todo corazónhumano. Es un caso de "cor ad cor loquitur", "el corazón habla al corazón". El corazón es un símbolo que habla del hombre interior y espiritual. El corazón humano, iluminado por la gracia, está llamado a comprender las "insondables riquezas" del corazón de Cristo.
San Juan el apóstol, san Pablo y los místicos de todos los tiempos, han descubierto por sí mismos y han compartido con otros esas mismas riquezas espirituales. Pero Jesús atrae a todos hacia su corazón, se revela a ellos, les habla al corazón, vive en sus corazones por la fe y quiere ser rey de ellos no por el ejercicio de la fuerza, sino con suavidad y amor.
Por fin, en una nota litúrgica, el papa explica cómo esta fiesta incluye y resume el ciclo litúrgico:
"Así, al final de este ciclo fundamental de la Iglesia, la fiesta del sagrado corazón de Jesús se presenta discretamente. Todo el ciclo está incluido definitivamente en él: en el corazón del Hombre-Dios. De él irradia también cada año la vida entera de la Iglesia".
Ver el discurso del Papa Francisco a la Conferencia episcopal italiana, el 16-V-20016)
Una de las más conocidas sin duda es la de Michael York en "Jesús de Nazareth"(1977), aquella producción italiana dirigida por Franco Zeffirelli que en su origen fue una miniserie, pero que se llegaron a hacer copias más cortas para cine y televisión. York realiza una soberbia interpretación de san Juan, en todas sus acepciones.
El nacimiento del Bautista está marcado por la oración: el canto de alegría, de alabanza y de agradecimiento que Zacarías eleva al Señor, el ‘Benedictus’, exalta la acción de Dios en la historia e indica proféticamente la misión del hijo Juan: preceder al Hijo de Dios hecho carne para prepararle los caminos.
Toda la existencia del Precursor de Jesús está alimentada por la relación con Dios, en particular, el período transcurrido en regiones desiertas, regiones desiertas que son lugar de la tentación, pero también lugar en el que el hombre siente su propia pobreza porque está privado de los apoyos y las seguridades materiales, y comprende que el único punto de referencia sólido es Dios mismo.
San Juan Bautista interceda por nosotros, a fin de que sepamos conservar siempre la primacía de Dios en nuestra vida.
Para divorciarse de su esposa Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos y tía del emperador Carlos V) y contraer matrimonio con Ana Bolena, Enrique VIII (1509-1547) trata de obtener el apoyo de la aristocracia y del clero. Sir Thomas Moro, uno de los más notables humanistas europeos ("Utopía", 1516), ferviente católico y hombre de confianza del monarca, se encuentra en una encrucijada: ¿debe actuar de acuerdo con su conciencia, arriesgándose a ser tachado de traidor y ejecutado, o debe ceder ante un rey que no tiene ningún reparo en adaptar la ley a sus necesidades?
La pieza es un dechado de perfección formal, con una trama meticulosa y hábilmente construida para incardinar en la ficción episodios históricos verídicos y relevantes en los que participaron los protagonistas.
La acción avanza a un ritmo trepidante hacia el desenlace, dando entrada progresivamente a nuevos elementos que alimentan la línea de conflicto principal; elementos no sólo de carácter episódico, sino relativos a la evolución de los intereses y de las motivaciones ocultas de los personajes a medida que éstos se van adaptando a la nueva situación.
A Man for All Seasons recibió numerosas evaluaciones positivas de críticos de cine, con una calificación del 80% en Rotten Tomatoes, con una calificación promedio de 7,8/10, con base en 35 revisiones. El consenso de los críticos afirma: "La cinematografía sólida y las actuaciones agradables de Paul Scofield y Robert Shaw añaden una chispa a esta adaptación deliberadamente marcada de la obra de Robert Bolt".
En 1995, con motivo del centenario del nacimiento del cine, el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Socialesde la Santa Sede la incluyó entre las mejores películas de todos los tiempos. En 1999, el British Film Institute nombró a A Man for All Seasons la 43.ª película británica más grande de todos los tiempos. En 2008, ocupó el lugar 106 en la lista de 500 mejores películas de todos los tiempos de la revista Empire.
Cuando san Pedro y los apóstoles son conminados por las autoridades judías a abandonar la predicación de la fe, responden: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch. 5, 29). Precisamente, en esta réplica, la Iglesia encuentra el fundamento de su posición ante las leyes que atentan contra los preceptos divinos:
«El ciudadano tiene obligación en conciencia de no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando estas son contrarias a las exigencias del orden moral, a los derechos fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio. El rechazo de la obediencia a las autoridades civiles, cuando sus exigencias son contrarias a las de la recta conciencia, tiene su justificación en la distinción entre el servicio de Dios y el servicio de la comunidad política» (CCE, 2242).
Título original. A Man for All Seasons
Año. 1966
Duración120 min.
País- Reino Unido
Dirección Fred Zinnemann