El reto de comprender su sabiduría en el mundo actual

 

Con motivo del 751º aniversario del fallecimiento de Santo Tomás de Aquino, hemos tenido el placer de realizar esta entrevista a todo un experto en materia tomista como es el Profesor Alarcón. A través de estas preguntas hemos buscado encontrar la forma en la que podemos introducirnos en el legado de Santo Tomás y la influencia que ello puede tener en los cristianos de hoy en día.

Entrevista sobre Santo Tomás de Aquino con Enrique Alarcón:

 

¿Por qué se considera a Santo Tomás como uno de los grandes pilares de la teología católica?

Santo Tomás es uno de los grandes doctores de la Iglesia principalmente por la profundidad, el rigor, la claridad y la magnitud enciclopédica de su obra escrita, que sintetiza armónicamente la filosofía clásica con la sabiduría cristiana. Y esto, siempre al servicio de la Verdad y del Bien.

 

¿Qué aspectos de la obra de Santo Tomás de Aquino tienen más relevancia para los cristianos de hoy?

En primer lugar, su carácter sapiencial, imprescindible para que la cultura pueda cumplir con su papel educativo en los aspectos más importantes de la vida. Después, su gran realismo, cuyo descubrimiento y comprensión es un reto, como ocurre en todo saber profundo. Tercero, el tesoro inmenso de la tradición, cristiana y clásica, del que la síntesis tomista es como un gran centro de interpretación. Y, finalmente, su fidelidad, es decir, su amor a la verdad y al bien auténticos, sin apariencias postizas. Estos cuatro puntos son esenciales para todos los cristianos de hoy en día. 

 

Santo Tomás

En un mundo que parece estar cada vez más alejado de la reflexión filosófica y teológica, ¿cómo puede inspirarnos el pensamiento tomista?

El pensamiento tomista nos proporciona una visión del conjunto de la realidad donde cada hombre puede orientarse hacia lo que más mejora su vida. 

 

¿Qué retos enfrentan hoy los estudios tomistas y cómo se está renovando su estudio en el ámbito académico y eclesial?

 

Tomás de Aquino argumenta conforme a los presupuestos y usos de su tiempo. El gran reto es conocer y entender la vigencia de su sabiduría, y exponerla partiendo de premisas actuales, y conforme a la mentalidad, el lenguaje y los modos de nuestro tiempo. En esta tarea trabajan muchos de los mejores especialistas contemporáneos.

 

Si pudiera resumir el legado de Santo Tomás en una sola frase o idea, ¿Cuál sería?

La frase que mejor resume el legado tomista es la siguiente: El mayor bien es también lo más real.

 

¿Qué libro o texto recomendaría leer a quienes deseen empezar a profundizar en la obra de Santo Tomás de Aquino?

Un buen comienzo, de lectura muy amena, es el libro “Santo Tomás de Aquino” de G. K. Chesterton, con muchas ediciones, como la reciente de Rialp. Se puede profundizar también en la obra de santo Tomás a través de excelentes explicaciones generales de su pensamiento, como, por ejemplo, “El tomismo”, de Étienne Gilson, editado por Eunsa.

 

by primeroscristianos.com -  Diego Torrent  y  Javier Crespillo

 

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Enrique Alarcón Moreno es presidente de la Fundación Santo Tomás de Aquino y director de Corpus Thomisticum. Es profesor de Metafísica en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Navarra, y colabora en diversas agencias estatales de Europa y América como evaluador de proyectos científicos. Ha sido Investigador Principal del proyecto «The Way of Saint James and the Apostolic Tomb». Ha dictado cursos y conferencias, y ha realizado estancias de investigación y trabajo académico, en Notre Dame, Oxford, París, Roma, Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima, Bogotá, Milán, Toruń, Cracovia, etc. Son ampliamente conocidas su edición de las «Opera omnia» de Tomás de Aquino y del «Index Thomisticus» de Roberto Busa, así como su repertorio bibliográfico «Bibliographia Thomistica».

 

 

SAN PATRICIO, OBISPO

Nació en Inglaterra hacia el año 385. Su madre era familiar de San Martín de Tours y su padre era oficial del ejército romano. Ambos eran buenos cristianos. Fue llevado cautivo muy joven a Irlanda. Una vez liberado, Patricio fue ordenado sacerdote y obispo, y dedicó el resto de su vida a la evangelización y organización eclesiástica de su nueva patria, de la que es patrono.

Apóstol de Irlanda (año 461)

A los 16 años fue atacado por unos piratas que se lo llevaron prisionero y lo vendieron como esclavo en Irlanda, a Milcho, un jefe del norte de la isla. Allí estuvo seis años cuidando ovejas. Y la Divina Providencia aprovechó este tiempo para espiritualizarlo y prepararlo para sus futuros apostolados, pues en aquellas soledades dedicaba mucho tiempo a la oración y a la meditación. Él dice en su libro llamado "Confesiones" que rezaba más de cien pequeñas oraciones diarias y que hacía más de cien veces la señal de la cruz cada día.

Después de haber rezado mucho a Dios para que le iluminara lo que debía hacer, una noche soñó que una voz le mandaba salir huyendo y llegar hasta el mar, donde un barco lo iba a recibir. Huyendo, caminó varios kilómetros a pie hasta llegar al mar.

Y allí encontró el barco, pero el capitán se negaba a transportarlo. Entonces se dedicó a orar con fervor y Dios cambió la voluntad del capitán, el cual aceptó llevarlo hasta Francia.

Al llegar a aquel país desembarcaron en una región deshabitada y después de caminar por varias horas, ya se sentían desfallecer de hambre y el capitán le dijo: "Tú que crees en Cristo, rézale a Él para que nos envíe algún alimento y no nos muramos de hambre". San Patricio se puso a rezar y poco después apareció por allí una manada de cerdos salvajes, y aquellos hombres cazaron y comieron en abundancia y dieron gracias a Dios, que había escuchado la oración de su siervo.

En Francia se hizo monje bajo la dirección de San Germán, el cual lo hizo instruirse en Sagradas Escrituras y dedicarse por largos tiempos a la oración y a la meditación. A veces en sueños le parecía oír voces de gente de Irlanda que le decía: "Ven a salvarnos". Se dedicó muchas horas a rezar, a leer y a meditar, preparándose para ser misionero.

 

 

San Patricio de Irlanda

 

Se fue a Roma a perfeccionar sus estudios y recibió la ordenación sacerdotal. Entonces el Papa Celestino le ordenó que se hiciera consagrar obispo para enviarlo de misionero a Irlanda. Lo consagró San Máximo, obispo de Turín, y enviado por el Sumo Pontífice se fue a Irlanda a misionar.

Al llegar a Irlanda, un jefe de tribus paganas se le acercó para darle un golpe y herirlo con una espada. El santo le hizo la señal de la cruz y la mano le quedó paralizada al atacante. Aquel jefe se convirtió después al catolicismo con muchos de sus súbditos. Al leer las crónicas antiguas se queda uno admirado con tantos prodigios y milagros con los que Dios favoreció a San Patricio.

Los sacerdotes de los paganos se le opusieron y un Sábado Santo, cuando nuestro santo encendió el fuego pascual, se lanzaron con toda su furia a apagarlo, pero por más que bregaron no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla".

Y se alejaron. Aquella frase se ha cumplido: la religión católica se extendió de tal manera por toda Irlanda, que aún hoy sigue siendo un país totalmente católico, iluminado por la luz de la religión de Cristo.

Una docena de veces fue hecho prisionero por los partidarios de las religiones paganas. Más de cinco veces trataron de asesinarlo. En sus Confesiones dejó escrito: "Cada día vivo con peligro de ser secuestrado, de ser atacado a muerte, o de ser robado. Pero confío en la misericordia de Dios y cumplo lo que dice el Salmo 55: "Coloca tus preocupaciones en manos de Dios. Que el cuidará de ti".

Los herejes pelagianos que andaban diciendo que para ser santo bastaba con proponérselo, encontraron en Patricio un gran adversario, porque él vivía predicando que solamente seremos buenos si Dios nos concede la gracia de serlo. Porque por nuestras solas fuerzas no somos capaces sino de ser pecadores y malos.

El repetía que si Dios no nos da sus ayudas muy especiales, no lograremos ser buenos y santos. Los pelagianos trataron muchas veces de asesinarlo, pero se notaba que había una intervención milagrosa de Dios que lo libraba de la muerte todas las veces que los enemigos de la religión trataban de quitarle la vida.

 

 

Patricio empleó unas técnicas muy especiales que le produjeron grandes éxitos en la evangelización. La primera fue: ganarse la simpatía de los jefes. La isla estaba habitada por diversas tribus. Y al jefe de cada tribu se esmeró nuestro santo por ganárselo. Si el jefe se convertía a nuestra religión, se convertían también muchos de sus súbditos.

Si no se convertía pero aceptaba ser amigo, ya se había ganado un gran terreno con eso, y por lo general sus hijas u otros familiares se convertían y ya quedaba el campo abierto para seguir evangelizando.

La hoja de trébol símbolo de Irlanda

Otra de sus técnicas para evangelizar era emplear un lenguaje muy sencillo y un modo de hablar muy proporcionado a las gentes que lo escuchaban. Así por ejemplo, al hablarles de la Sma. Trinidad les presentaba la hoja del trébol, y les decía que así como esas tres hojitas forman una sola verdadera hoja, así las tres divinas personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, forman un solo Dios verdadero. El pueblo, lo que desea es entender, y al misionero Patricio todos le entendían. Por eso lo escuchaban con gusto.

 

 

 

 

Recorrió la isla durante treinta años enseñando religión, consagrando obispos y sacerdotes y fundando monasterios. Y tuvo la feliz idea de que el obispo de cada región fuera al mismo tiempo el Abad o superior del monasterio más importante de aquel sitio. Así cada obispo era un fervoroso religioso y tenía la ayuda de sus monjes para enseñar la religión al pueblo. Las vocaciones que consiguió para el sacerdocio y la vida religiosa fueron muchísimas.

Sus temas favoritos y preferidos al predicar eran las cualidades que Dios tiene (poder, sabiduría, bondad, misericordia, justicia, santidad, etc.) La redención que obró Jesucristo y sus consecuencias. La necesidad que tenemos de convertirnos y de hacer penitencia por nuestros pecados, y lo muy importante que es llenar nuestro día de pequeñas oraciones. Recomendaba muchísimo la señal de la cruz.

Logró reformar las leyes civiles de Irlanda, dejándoles todo lo bueno que tenían (que era mucho) pero añadiéndoles los principios cristianos, en vez de las enseñanzas paganas que antes las afeaban. Así consiguió que en el país toda la legislación fuera hecha de acuerdo con los principios católicos, lo cual ha contribuido a que esa nación se haya conservado firme en la fe por más de 15 siglos, a pesar de las tantas persecuciones.

Dicen sus biógrafos que Patricio era un hombre muy sencillo, con un gran espíritu de humildad. Un trabajador incansable y en su esfuerzo por extender la religión dicen que solamente se le puede comparar con los doce apóstoles o con los profetas del Antiguo Testamento. Cuando no estaba dedicado a predicar o a enseñar catecismo o a visitar enfermos, se dedicaba a la oración y a la meditación.

Su modo de tratar a la gente era extraordinariamente amable y bondadoso, y tenía una capacidad excepcional para perdonar a los que lo ofendían. Pero con los enemigos de la religión sí era fuerte e inexorable, y no les permitía difundir sus errores por los sitios donde el predicaba.

Dicen que esa fortaleza para no permitir a los enemigos del catolicismo que propagaran por allí sus herejías, ha sido una de las razones para que Irlanda se haya conservado tan católica.

San Patricio murió el 17 de Marzo del año 461. Que el nos obtenga de Dios la gracia de ser buenos católicos hasta el último momento de nuestra existencia en la tierra.

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San Patricio

 

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La historia de Santa Perpetua y Santa Felicidad en dibujos animados

¿Es posible presentar la historia de una mártir de los primeros siglos de la Iglesia a través de dibujos animados?

 

 

 

¿Es posible presentar la historia de una mártir de los primeros siglos de la Iglesia a través de dibujos animados? Pues Catholic Heros of the Faith  muestra que sí lo es, ya que ha producido la historia de Santa Perpetua y de Santa Felicidad en formato DVD con la intención de que la fe y la esperanza de estas santas inspiren a católicos de todas las edades.

Recordemos que Perpetua y sus amigos fueron arrestados en el año 203 en Cartago, en África del Norte. Los ejecutaron porque no renegaron de su fe.

Mientras esperaba la sentencia, Perpetua dejó por escrito lo que estaba viviendo: emocionantes detalles que ahora llegan a través de dibujos animados.

 

Perpetua y Felicidad

 

Nacida en una familia de la nobleza romana, Perpetua se convierte al cristianismo tras presenciar el impresionante ejemplo de servicio y de amor imparcial de la Iglesia a Cartago.

Ajena al decreto del emperador Septimio Severo, que prohibe toda conversión al cristianismo, Perpetua asiste a una asamblea clandestina de la Iglesia junto con los esclavos Felicidad y Revocato.

Arrestadas y juzgadas, Felicidad y Perpetua junto a sus compañeros rehusan tajantemente abjurar de su fe. Su testimonio ha animado a innumerables cristianos a los largo de los siglos.

 

AQUÍ LA PELICULA COMPLETA

 

 

 

 

 

+ info - ACTA DEL MARTIRIO DE LAS SANTAS PERPETUA Y FELICIDAD

¿Qué es la Cuaresma?

La cuaresma en pocas palabras. Breve explicación de lo que significa este tiempo litúrgico. En este corto video puedes encontrar respuestas a preguntas como ¿Por qué la ceniza? ¿Los cuarenta días? , etc.

 

Comienza el Miércoles de Ceniza, cuando el sacerdote impone ceniza en la frente o en la cabeza de los católicos para invitarles a la penitencia.

Las cenizas proceden de las ramas de olivo bendecidas el Domingo de Ramos del año precedente.

Todos los viernes de Cuaresma la Iglesia católica propone no comer carne como signo de penitencia. También propone vivir cierto ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

 

 

 

 

Además invita a los cristianos a vivir otras formas de piedad como dar limosna, hacer alguna peregrinación o practicar alguna otra privación voluntaria para preparar la Semana Santa.

 

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LA CUARESMA EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO

 

 

Ver Cuaresma en Wikipedia

“Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”

Todos los católicos estamos llamados a vivir los próximos cuarenta días en profunda reflexión. Con el Miércoles de Ceniza, nos adentramos en un clima de arrepentimiento y conversión. La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.

 

La Cuaresma es un tiempo de cuarenta días, sin contar los domingos, que comienza con el Miércoles de Ceniza y termina el Sábado Santo. Este es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.

Esta fiesta cristina tiene la singularidad de cambiar de fecha cada año, está condicionada por la Pascua y Resurrección del Señor que es la celebración que marca todo el calendario litúrgico. Puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo. Siempre se celebra en día Miércoles.

¿Por qué se impone la ceniza?

Recibir las cenizas tiene como objetivo recordarnos nuestro origen, “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”. Con un sentido simbólico de muerte, caducidad, humildad y penitencia, las cenizas nos ayudan a mirar en nuestro interior.

Esta mirada a la interioridad de uno, de reconocer los propios errores y querer rectificarlos, entra en la dinámica de las dos palabras claves de la cuaresma. Al reconocer nuestros pecados, nos arrepentimos y al querer cambiarlos, nos convertimos. Es día de luz en la vida del cristiano que permite reconocer que somos débiles y que necesitamos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús para poder llegar a vivir junto a Él en el Reino de los Cielos.

 

 

cuaresma ceniza

 

 

 

En la Iglesia esta tradición perdura desde el siglo IX y existe para recordarnos que, al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por los demás hombres. El Miércoles de Ceniza, el sacerdote traza la señal de la cruz con cenizas en nuestra frente para simbolizar penitencia y arrepentimiento, mientras repite las palabras de imposición de las cenizas que se inspiran en las Sagradas Escrituras:

“Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás” Génesis, 3, 19

«El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.» Marcos 1,15

 

Estas palabras sirven para recordarnos que nuestro lugar definitivo es el Cielo. Su objetivo es sumergirnos más intensamente en el misterio pascual de Jesús, en su muerte y resurrección, mediante la participación en la Eucaristía y en la vida de caridad. Las cenizas son los restos de lo que se ha consumido, de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior. Un signo que recuerda nuestra cercanía al pecado.

Uno también puede mirarse en el fuego que ha producido esas cenizas. Ese fuego es el amor divino y la Cuaresma, surge, como ese fuego que arde bajo las cenizas: este es el recordatorio de la presencia de Dios en nuestra vida, es la constatación de que Dios, por medio de Cristo, se hace pobre para el enriquecimiento de nuestra vida por medio de su pobreza.

Comienza un tiempo de preparación y de purificación del corazón. Un camino para alcanzar la meta de estar repletos del amor de Dios.
Que se celebra el miércoles de ceniza

¿Que se celebra el miércoles de ceniza?

El Miércoles de Ceniza, es una fiesta de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.

Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar cómo es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.

En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación. Está Reconciliación con Dios está integrada por el arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión:

En recuerdo del día en que murió Jesucristo en la Santa Cruz, «todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.» Código de Derecho Canónico, canon 1251

Miércoles de ceniza ayuno y abstinencia

Para vivir este tiempo de la mejor manera posible, la Iglesia propone tres actividades clave, destinadas a fomentar un crecimiento espiritual y cierta mortificación interior: la oración, la abstinencia y el ayuno. Estas tres formas de penitencia demuestran una intención de reconciliarse con Dios, uno mismo y los demás.

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia:

Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre. Hacer sacrificios: cuyo significado es «hacer sagradas las cosas«, debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar.

 

ayuno penitencia

 

 

 

“Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará. “ Mt 6,6

Por otra parte, está el ayuno, apunta a que consigamos el dominio frente a nuestros instintos para liberar nuestro corazón. Como dijo Jesús:

“No solo de pan vive el hombre sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Aprender a dejar de lado eso que queremos comer o tomar, para darle lugar a Dios en nuestra vida, es otra excelente manera de vivir la cuaresma.» Catecismo de la Iglesia Católica 2043

La limosna

La Iglesia propone en esta época, otra práctica de generosidad y desapego, la limosna. Es la renuncia voluntaria a diferentes satisfacciones mundanas con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo. Saber dejar de lado para poner al prójimo por encima de las cosas materiales, devuelve el orden natural nuestro interior.

Miércoles de ceniza y la oración

La oración con el corazón abierto es la mejor preparación para la Pascua. La oración sincera nuestro corazón ante la presencia del Padre. Nos permite reconocer la pequeñez de nuestro ser y entender la necesidad de Dios en nuestra propia existencia. El constante diálogo con Dios, la meditación a conciencia de su palabra, es la relación personal que todo cristiano debe aspirar. Se va haciendo más fuerte, fruto de esa relación que se entabla en el hablar con Él.

La oración es la válvula que oxigena el alma. Es el encuentro con el amor incondicional que es Cristo. Somos barro de pecado pero el polvo de la ceniza nos invita a convertirnos y creer en el Evangelio, poniendo todo en manos del Señor y no en nuestras manos pues sólo Él es el que nos libra de la muerte y la corrupción de nuestra vida.

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Esto es lo que significa el Miércoles de Ceniza - cuatro cosas que debes saber

 

Ver Cuaresma en Wikipedia

 

 

The Chosen regresará en 2025 para relatar los últimos días de Jesús de Nazaret

La ambiciosa serie que retrata la historia de Jesús se acerca al evento más importante de la fe cristiana

Se aproximan los episodios más intensos y conmovedores en The Chosen, la exitosa serie sobre la vida de Jesucristo que se convirtió en un fenómeno global. La temporada 5, que también llegará a los cines al igual que su predecesora, se enfocará en los eventos de la Semana Santa previos a la crucificción. Algunos de estos relatos bíblicos son la entrada triunfal a Jerusalén, la última cena y la traición de Judas.

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THE CHOSEN 

 

¿Cómo explicar la Cuaresma en pocas palabras?

La cuaresma en pocas palabras. Breve explicación de lo que significa este tiempo litúrgico. En este corto video puedes encontrar respuestas a preguntas como ¿Por qué la ceniza? ¿Los cuarenta días? , etc.

 

 

 

 

Comienza el Miércoles de Ceniza, cuando el sacerdote impone ceniza en la frente o en la cabeza de los católicos para invitarles a la penitencia.

Las cenizas proceden de las ramas de olivo bendecidas el Domingo de Ramos del año precedente.

Todos los viernes de Cuaresma la Iglesia católica propone no comer carne como signo de penitencia. También propone vivir cierto ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

Además invita a los cristianos a vivir otras formas de piedad como dar limosna, hacer alguna peregrinación o practicar alguna otra privación voluntaria para preparar la Semana Santa.

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LA CUARESMA EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO

Cartago, 7 de marzo de 203

Las actas del martirio de las santas Felicidad y Perpetua (7 de marzo del 203) constituyen un relato altamente significativo para darnos una idea, al menos aproximada, de las exigencias que el cristianismo comportaba en la vida pública, social y familiar. El ejemplo que protagoniza Perpetua es una muestra patente de anteponer los dictados de la fe a los lazos de la sangre y de la familia:

“Fueron detenidos los adolescentes catecúmenos Revocato y Felicidad, ésta compañera suya de servidumbre; Saturnino y Secúndulo, y entre ellos también Vibia Perpetua, de noble nacimiento, instruida en las artes liberales, legítimamente casada, que tenía padre, madre y dos hermanos, uno de éstos catecúmeno como ella, y un niño pequeñito al que alimentaba ella misma. Contaba unos veintidós años.

A partir de aquí, ella misma narró punto por punto todo el orden de su martirio (y yo lo reproduzco, tal como lo dejó escrito de su mano y propio sentimiento).

“Cuando todavía -dice- nos hallábamos entre nuestros perseguidores, como mi padre deseara ardientemente hacerme apostatar con sus palabras y, llevado de su cariño, no cejara en su empeño de derribarme:

- Padre –le dije-, ¿ves, por ejemplo, ese utensilio que está ahí en el suelo, una orza o cualquier otro?

- Lo veo –me respondió.

- ¿Acaso puede dársele otro nombre que el que tiene?

- No.

- Pues tampoco yo puedo llamarme con nombre distinto de lo que soy: cristiana.

[…]

 

felicidad y perpetua

 

 

De allí a unos días, se corrió el rumor de que íbamos a ser interrogados. Vino también de la ciudad mi padre, consumido de pena, se acercó a mí con la intención de derribarme y me dijo:

- Compadécete, hija mía, de mis canas; compadécete de tu padre, si es que merezco ser llamado por ti con el nombre de padre. Si con estas manos te he llevado hasta esa flor de tu edad, si te he preferido a todos tus hermanos, no me entregues al oprobio de los hombres. Mira a tus hermanos; mira a tu madre y a tu tía materna; mira a tu hijito, que no ha de poder sobrevivir.

Depón tus ánimos, no nos aniquiles a todos, pues ninguno de nosotros podrá hablar libremente, si a ti te pasa algo.

Así hablaba como padre, llevado de su piedad, a par que me besaba las manos, se arrojaba a mis pies y me llamaba, entre lágrimas, no ya su hija, sino su señora. Y yo estaba transida de dolor por el caso de mi padre, pues era el único de toda mi familia que no había de alegrarse de mi martirio. Y traté de animarlo, diciéndole:

- Allá en el estrado sucederá lo que Dios quisiere; pues has de saber que no estamos puestos en nuestro poder sino en el de Dios.

Y se retiró de mi lado, sumido en la tristeza.

Otro día, mientras estábamos comiendo, se nos arrebató súbitamente para ser interrogados, y llegamos al foro o plaza pública. Inmediatamente se corrió la voz por los alrededores de la plaza, y se congregó una muchedumbre inmensa. Subimos al estrado. Interrogados todos los demás, confesaron su fe.

Por fin me llegó a mí también el turno. Y de pronto apareció mi padre con mi hijito en los brazos, y me arrancó del estrado, suplicándome:

- Compadécete del niño chiquito.

Y el procurador Hilariano, que había recibido a la sazón el ius gladii o poder de vida y muerte, en lugar del difunto procónsul Minucio Timiniano:

- Ten consideración –dijo- a las canas de tu padre; ten consideración a la tierna edad del niño. Sacrifica por la salud de los emperadores.

Y yo respondí:

- No sacrifico.

- Luego ¿eres cristiana?

- Sí, soy cristiana.

Y como mi padre se mantenía firme en su intento de derribarme, Hilariano dio orden de que se lo echara de allí, y aun le golpearon. Yo sentí los golpes de mi padre como si a mí misma me hubieran apaleado. Así me dolí también por su infortunada vejez.  […]

 

 

Luego, al cabo de unos días, Pudente, soldado lugarteniente, oficial de la cárcel, empezó a tenernos gran consideración, por entender que había en nosotros una gran virtud. Y así, admitía a muchos que venían a vernos con el fin de aliviarnos los unos a los otros.

Mas cuando se aproximó el día del espectáculo, entró mi padre a verme, consumido de pena, y empezó a mesarse su barba, a arrojarse por tierra, pegar su faz en el polvo, maldecir de sus años y decir palabras tales, que podían conmover la creación entera. Yo me dolía de su infortunada vejez.

[…]

En cuanto a Felicidad, también a ella le fue otorgada gracia del Señor, del modo que vamos a decir:

Como se hallaba en el octavo mes de su embarazo (pues fue detenida encinta), estando inminente el día del espectáculo, se hallaba sumida en gran tristeza, temiendo se había de diferir su suplicio por razón de su embarazo (pues la ley veda ejecutar a las mujeres embarazadas), y tuviera que verter luego su sangre, santa e inocente, entre los demás criminales.

Lo mismo que ella, sus compañeros de martirio estaban profundamente afligidos de pensar que habían de dejar atrás a tan excelente compañera, como caminante solitaria por el camino de la común esperanza. Juntando, pues, en uno los gemidos de todos, hicieron oración al Señor tres días antes del espectáculo.

Terminada la oración, sobrecogieron inmediatamente a Felicidad los dolores del parto. Y como ella sintiera el dolor, según puede suponerse, de la dificultad de un parto trabajoso de octavo mes, díjole uno de los oficiales de la prisión:

- Tú que así te quejas ahora, ¿qué harás cuando seas arrojada a las fieras, que despreciaste cuando no quisiste sacrificar?

Y ella respondió:

- Ahora soy yo la que padezco lo que padezco; mas allí habrá otro en mí, que padecerá por mí, pues también yo he de padecer por Él.

Y así dio a luz una niña, que una de las hermanas crió como hija.  […]

 

Santas Felicidad y Perpetua

Martirio de las santas Felicidad y Perpetua

 

Como el tribuno los tratara con demasiada dureza, pues temía, por insinuaciones de hombres vanos, no se le fugaran de la cárcel por arte de no sabemos qué mágicos encantamientos, se encaró con él Perpetua y le dijo:

- ¿Cómo es que no nos permites alivio alguno, siendo como somos reos nobilísimos, es decir, nada menos que del César, que hemos de combatir en su  natalicio? ¿O no es gloria tuya que nos presentemos ante él con mejores carnes?

El tribuno sintió miedo y vergüenza, y así dio orden de que se los tratara más humanamente, de suerte que se autorizó a entrar en la cárcel a los hermanos de ella y a los demás, y que se aliviaran mutuamente; más que más, ya que el mismo Pudente había abrazado la fe.

[…]

Mas contra las mujeres preparó el diablo una vaca bravísima, comprada expresamente contra la costumbre. Así, pues, despojadas de sus ropas y envueltas en redes, eran llevadas al espectáculo. El pueblo sintió horror al contemplar a la una, joven delicada, y a la otra, que acababa de dar a luz. Las retiraron, pues y las vistieron con unas túnicas.

La primera en ser lanzada en alto fue Perpetua, y cayó de espaldas; pero apenas se incorporó sentada, recogiendo la túnica desgarrada, se cubrió la pierna, acordándose antes del pudor que del dolor. Luego, requerida una aguja, se ató los dispersos cabellos, pues no era decente que una mártir sufriera con la cabellera esparcida, para no dar apariencia de luto en el momento de su gloria.

Así compuesta, se levantó, y como viera a Felicidad tendida en el suelo, se acercó, le dio la mano y la levantó. Ambas juntas se sostuvieron en pie, y, vencida la dureza del pueblo, fueron llevadas a la puerta Sanavivaria. Allí, recibida por cierto Rústico, a la sazón catecúmeno, íntimo suyo, como si despertara de un sueño (tan absorta en el Espíritu había estado), empezó a mirar en torno suyo, y con estupor de todos, dijo:

- ¿Cuándo nos echan esa vaca que dicen?

Y como le dijeran que ya se la habían echado, no quiso creerlo hasta que reconoció en su cuerpo y vestido las señales de la acometida. Luego mandó llamar a su hermano, también catecúmeno, y le dirigió estas palabras:

- Permaneced firmes en la fe, amaos los unos a los otros y no os escandalicéis de nuestros sufrimientos.  […]

 

Mas como el pueblo reclamó que salieran al medio del anfiteatro para juntar sus ojos, compañeros del homicidio, con la espada que había de atravesar sus cuerpos, ellos espontáneamente se levantaron y se trasladaron donde el pueblo quería. Antes se besaron unos a otros, a fin de consumar el martirio con el rito solemne de la paz.

Todos, inmóviles y en silencio, se dejaron atravesar por el hierro; pero señaladamente Sáturo (que era quien los había introducido en la fe y que se había entregado voluntariamente al conocer su encarcelamiento para compartir así su suerte), como fue el primero en subir la escalera y en su cúspide estuvo esperando a Perpetua, fue también el primero en rendir su espíritu.

En cuanto a ésta, para que gustara algo de dolor, dio un grito al sentirse punzada entre los huesos. Entonces ella misma llevó a su garganta la diestra errante del gladiador novicio. Tal vez mujer tan excelsa no hubiera podido ser muerta de otro modo, como quien era temida del espíritu inmundo, si ella no hubiera querido.

¡Oh fortísimos y beatísimos mártires! ¡Oh de verdad llamados y escogidos para gloria de nuestro Señor Jesucristo! El queesta gloria engrandece, honra y adora, debe ciertamente leer también estos ejemplos, que no ceden a los antiguos, para edificación de la Iglesia, a fin de que también las nuevas virtudes atestigüen que es uno solo y siempre el mismo Espíritu Santo el que obra hasta ahora, y a Dios Padre omnipotente y  a su Hijo Jesucristo, Señor nuestro, a quien es claridad y potestad sin medida por los siglos de los siglos. Amén.”

(BAC, D. RUIZ BUENO, ACTAS DE LOS MÁRTIRES, 419-440)

 

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Santas Felicidad y Perpetua - 7 de marzo

 

Ver en Wikipedia

El mensaje del papa para la Cuaresma tiene fecha del 6 de febrero, por lo que se realizó antes de su entrada en el hospital.

En él pide a los fieles hacer examen de conciencia y vencer lo que llama la “tentación de la autorreferencialidad”; o de pensar que Dios no perdona de verdad los propios pecados.

También propone como ejercicio el conocer más de cerca la realidad de algún migrante. Dice que puede servir para descubrir lo que Dios pide para ser mejores viajeros que van hacia la casa del Padre.

 

 

La Cuaresma de este año empieza el 5 de marzo y es bastante probable que el papa no participe en la celebración del Miércoles de Ceniza, que tiene lugar en las afueras del Vaticano.

El año pasado participó y pidió aprovechar este tiempo litúrgico para conocerse mejor y promover una conversión personal profunda.

FRANCISCO

Significa mirarnos por dentro y tomar conciencia de quiénes somos realmente, quitándonos las máscaras que a menudo usamos, disminuyendo el ritmo de nuestro frenesí, abrazando la vida y la verdad de nosotros mismos. La vida no es una actuación, y la cuaresma nos invita a bajar del escenario de la ficción para volver al corazón, a la verdad de lo que somos.

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de ayuno y penitencia que sirve a los cristianos para preparar la Semana Santa.

JRB (romereports)

¿Cómo vivían los Primeros Cristianos la Cuaresma?

¿CÓMO Y CUÁNDO EMPIEZA A VIVIRSE LA CUARESMA?

¿POR QUÉ 40 DÍAS? ¿POR QUÉ LA PENITENCIA Y EL AYUNO?

¿POR QUÉ LA IMPOSICIÓN DE LA CENIZA?

Habrá que esperar hasta el siglo IV para encontrar los primeros atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. A finales del siglo IV, Roma conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.

 

La celebración de la Pascua del Señor, constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. De aquí que, cuando en el siglo II, la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor. Surgió así la piadosa costumbre del ayuno infrapascual del viernes y sábado santos, como preparación al Domingo de Resurrección.

Los primeros pasos

Paso a paso, mediante un proceso de sedimentación, este período de preparación pascual fue consolidándose hasta llegar a constituir la realidad litúrgica que hoy conocemos como Tiempo de Cuaresma.

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Influyeron también, sin duda, las exigencias del catecumenado y la disciplina penitencial para la reconciliación de los penitentes.

La primitiva celebración de la Pascua del Señor conoció la praxis de un ayuno preparatorio el viernes y sábado previos a dicha conmemoración.

A esta práctica podría aludir la Traditio Apostolica, documento de comienzos del siglo III, cuando exige que los candidatos al bautismo ayunen el viernes y transcurran la noche del sábado en vela.

Por otra parte, en el siglo III, la Iglesia de Alejandría, de hondas y mutuas relaciones con la sede romana, vivía una semana de ayuno previo a las fiestas pascuales.

 

En el siglo IV se consolida la estructura cuaresmal de cuarenta días

De todos modos, como en otros ámbitos de la vida de la Iglesia, habrá que esperar hasta el siglo IV para encontrar los primeros atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. Sin embargo, mientras en esta época aparece ya consolidada en casi todas las Iglesias la institución de la cuaresma de cuarenta días, el período de preparación pascual se circunscribía en  Roma a tres semanas de ayuno diario, excepto sábados y domingos.

 

Este ayuno prepascual de tres semanas se mantuvo poco tiempo en vigor, pues a finales del siglo IV, la Urbe conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.

El período cuaresmal de seis semanas de duración nació probablemente vinculado a la práctica penitencial: los penitentes comenzaban su preparación más intensa el sexto domingo antes de Pascua y vivían un ayuno prolongado hasta el día de la reconciliación, que acaecía durante la asamblea eucarística del Jueves Santo. Como este período de penitencia duraba cuarenta días, recibió el nombre de Quadragesima o cuaresma.

Durante el primer estadio de organización cuaresmal se celebraban tan sólo las reuniones eucarísticas dominicales, si bien entre semana existían asambleas no eucarísticas: los miércoles y viernes.

Pero a finales del siglo VI las reuniones del lunes, miércoles y viernes celebraban ya la eucaristía. Más tarde, se añadieron nuevas asambleas eucarísticas los martes y sábados. Por último, el proceso se cerró bajo el pontificado de Gregorio II (715-731), con la asignación de un formulario eucarístico para los jueves de cuaresma.

 

¿Por qué la ceniza?

Hacia finales del siglo V, el miércoles y viernes previos al primer domingo de cuaresma comenzaron a celebrarse cómo si formaran parte del período penitencial, probablemente como medio de compensar los domingos y días en los que se rompía el ayuno.

Dicho miércoles, los penitentes por la imposición de la ceniza, ingresaban en el orden que regulaba la penitencia canónica.

Cuando la institución penitencial desapareció, el rito se extendió a toda la comunidad cristiana: este es el origen del Miércoles de Ceniza o «Feria IV anerum».

El proceso de alargamiento del período penitencial continuó de forma irremediable. Esta anticipación del ayuno cuaresmal no es una práctica exclusivamente romana: se encuentra también en Oriente, y en diversas regiones de Occidente.

Probablemente se trata de una praxis originada en la ascesis monástica y más tarde propagada entre la comunidad cristiana, aunque resulte difícil conocer sus características.

 

 

 

¿Por qué los cuarenta días?

El significado teológico de la Cuaresma es muy rico. Su estructura de cuarentena conlleva un enfoque doctrinal peculiar.

En efecto, cuando el ayuno se limitaba a dos días —o una semana a lo sumo—, esta praxis litúrgica podía justificarse simplemente por la tristeza de la Iglesia ante la ausencia del Esposo, o por el cli­ma de ansiosa espera; mientras que el ayuno cuares­mal supone desde el principio unas connotaciones propias, impuestas por el significado simbólico del número cuarenta.

En primer lugar, no debe pasarse por alto que toda la tradición occidental inicia la Cuaresma con la lectura del evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto: el período cuaresmal constituye, pues, una experiencia de desierto, que al igual que en el caso del Señor, se prolonga durante cuarenta días.

En la Cuaresma, la Iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba. Así lo manifiestan también los cuarenta años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí.

Otros simbolismos enriquecen el número cuarenta, como se advierte en el Antiguo y Nuevo Testamento. Así, la cuarentena evoca la idea de preparación: cuarenta días de Moisés y Elías previos al encuentro de Yahveh; cuarenta días empleados por Jonás para alcanzar la penitencia y el perdón; cuarenta días de ayuno de Jesús antes del comienzo de su ministerio público.

La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes.

Por último, la tradición cristiana ha interpretado también el número cuarenta como expresión del tiempo de la vida presente, anticipo del mundo futuro.

El Concilio Vaticano II(cfr. SC 109) ha señalado que la Cuaresma posee una doble dimensión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su carácter de tiempo de preparación para la Pascua en un clima de atenta escucha a la Palabra de Dios y oración incesante.

El período cuaresmal concluye la mañana del Jueves Santo con la Misa crismalMissa Chrismalis— que el obispo concelebra con sus presbíteros. Esta Misa manifiesta la comunión del obispo y sus presbíteros en el único e idéntico sacerdocio y ministerio de Cristo. Durante la celebración se bendicen, además, los santos óleos y se consagra el crisma.

El tiempo de Cuaresma se extiende desde el miércoles de Ceniza hasta la Misa de la cena del Señor exclusive. El miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne. El Viernes Santo también se viven el ayuno y la abstinencia.

by primeroscristianos.com

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¿Qué es la Cuaresma?

Ver Cuaresma en Wikipedia

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